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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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viernes, 27 de abril de 2012

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

Kosmopolita

La contribución de la emigración vasca y navarra al desarrollo socioeconómico de América

José Manuel AZCONA PASTOR

Jesús Ruiz DE GORDEJUELA URQUIJO

El director del Congreso “La contribución de la emigración vasca y navarra al desarrollo socioeconómico de América” Dr. José Manuel Azcona Pastor, profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos y director de la Cátedra Presdeia se complace en invitar a la comunidad académica y a destacados especialistas de ambos lados del mar a presentar la más reciente y relevante investigación en torno a la importante presencia vasca y navarra a lo largo de estos siglos y su profunda impronta en la sociedad y economía americana. Para poder conocer mejor estos estudios, las ponencias se organizarán en torno a varios ámbitos y servirán como encuentro de los especialistas más destacados en la materia. Asimismo el congreso tiene el honor de contar con un destacado comité científico avalado por un elenco de prestigiosos especialistas en distintas áreas del conocimiento en torno a la temática de esta reunión científica.

A pesar de que la presencia vasca y navarra en el continente americano durante el descubrimiento y los primeros años de la conquista y colonización no fue numéricamente importante, al despuntar el siglo XVII el aporte vasconavarro alcanzará progresivamente mayor trascendencia hasta llegar a su cenit a finales del siglo XVIII, cuando los nacidos en estas provincias desempeñarán cargos y oficios de gran relevancia. Las guerras de independencia americanas cambiarán el modelo tradicional de emigración evolucionando hacia una más masificada diáspora. Países como Argentina, Chile, Uruguay y Brasil se convertirán en las nuevas patrias de los miles de vascos y navarros que se embarcaron rumbo a esas tierras; unos lo harán por motivos ideológicos (guerras carlistas) pero la mayoría por razones económicas. Durante ese periodo aparecerá la ominosa figura del enganchador instigador de que miles de emigrantes padeciesen durante largos años deudas interminables que los condenaban a un estado de semiesclavitud. Este movimiento se mantendrá, con los altibajos propios de un flujo tan numeroso, hasta el final de la guerra civil española en el que miles de vascos y navarros se vieron obligados a empezar una nueva vida al otro lado del mar.

Durante la segunda mitad del siglo XX el proceso migratorio sufrirá un freno muy significativo llegando prácticamente a paralizarse gracias en parte al desarrollo económico alcanzado por la comunidad autónoma del País Vasco y Navarra.

Durante la segunda mitad del siglo XX el proceso migratorio sufrirá un freno muy significativo llegando prácticamente a paralizarse gracias en parte al desarrollo económico alcanzado por la comunidad autónoma del País Vasco y Navarra. Sin embargo, esta tónica se está rompiendo como consecuencia de la profunda crisis económica y estructural que sufre el mundo occidental y especialmente España que hace que muchos jóvenes, sobre todo con formación universitaria, fijen sus ojos en el continente americano como solución al desamparo profesional.

Somos de la opinión de que no es posible explicar la Historia de Iberoamérica sin tener en cuenta la aportación vasconavarra en campos tan distintos y variados como los que pretendemos abarcar en este Congreso. Los vascos y navarros y sus descendientes participaron en todos y cada uno de los acontecimientos que jalonan la historia americana destacando en su colonización y desarrollo colonial desde Tierra de Fuego hasta los límites septentrionales de América del Norte. Su impronta en actividades culturales, científicas, políticas, económicas y mercantiles e incluso deportivas hace del estudio de este conjunto de españoles merecedor de nuestras investigaciones. Para ello el congreso se dividirá en distintas secciones con el objetivo de poder abarcar temas tan sugerentes como la participación político-ideológica, el desarrollo socioeconómico, el ámbito industrial y mercantil, el asociacionismo y relaciones con otras colectividades, el ámbito científico, la acción cultural y artística y finalmente la percepción y autopercepción de la emigración vasconavarra.

Las jornadas se celebrarán entre los días 26 al 28 de noviembre de 2012 en el Campus de Fuenlabrada (Madrid) de la Universidad Rey Juan Carlos, con el orden siguiente:

El día 26 el Congreso dedicará sus sesiones al periodo comprendido desde el Descubrimiento a la Independencia de las colonias continentales americanas. El segundo día las ponencias que se presenten abarcarán desde los primeros años del siglo XIX hasta la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas; y el último día del Congreso se dedicará a los temas de más actualidad, es decir del siglo XX a nuestros días.

Es intención de este Congreso centrar la atención en aspectos tan novedosos y relevantes como la aportación vasca y navarra a la cooperación al desarrollo y la implantación de empresas con sede en estas dos comunidades autónomas hermanas en Iberoamérica. Asimismo, este I Congreso internacional pretende convertirse en un acontecimiento científico y académico de gran relevancia y repercusión y que a buen seguro ayudará a conocer mejor el significativo papel jugado por los vascos y navarros en la historia de este continente tan cercano a España.

La Cátedra PRESEIA y la Universidad Rey Juan Carlos, fieles a su vocación americanista procederá a la publicación de las ponencias presentadas en este evento en forma de libro y a su distribución en las librerías más importantes de España y América. Así, de este modo pretendemos que este I Congreso Internacional sirva para dar a conocer en el mundo iberoamericano un aspecto tan señalado de la emigración española como es la presencia vasca y navarra en estos países hermanos.

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

El objetivo es difundir la deslegitimación de la violencia y el terrorismo

Una exposición recorrerá 50 ciudades recordando el bombardeo de Gernika

Redacción, San Sebastián

24 de abril de 2012

Programa exposición de Guernika

Guillermo Echenique, secretario general de Acción Exterior, e Iratxe Momoitio, directora de la Fundación Museo de la Paz de Gernika, han presentado en la Lehendakaritza las seis exposiciones itinerantes que sobre el Bombardeo de Gernika se van a inaugurar el próximo día 26 de abril en Bruselas, Buenos Aires, Santiago de Chile, Bogotá, México y Nueva York.

Durante su intervención, Echenique ha enmarcado esta iniciativa dentro de la política de acción exterior del Gobierno, como un compromiso del País Vasco para la deslegitimación mundial de la violencia y del terrorismo. “Entre los compromisos que adquirimos en nuestro programa de acción exterior, se encontraba la contribución de los vascos a la deslegitimación mundial de la violencia y del terrorismo. Este Gobierno cerró todo un periodo de una acción exterior tendente a buscar solidaridades y afectos a los proyectos soberanistas y abrió una etapa cuyo fin es internacionalizar el país en su conjunto y trasladar al exterior la imagen real de Euskadi, la imagen de la mejor Euskadi. En este punto las delegaciones de Euskadi en el exterior resultan un instrumento fundamental e imprescindible", ha señalado.

El 75º aniversario del Bombardeo de Gernika por las fuerzas alemanas e italianas, aliadas de Franco en la Guerra Civil, es el momento elegido para, "recordar el pasado, recordar aquel dramático momento y los que posteriormente hemos vivido, con el horror de ETA", ha dicho Echenique.

De esta forma las delegaciones del Gobierno Vasco en el exterior van a ser el marco en el que se inauguren las seis exposiciones itinerantes que recorrerán distintos países, buscando la implicación de sus instituciones y de los colectivos de victimas de guerras, dictaduras o terrorismos.

Por su parte, la directora de la Fundación Museo de la Paz de Gernika, Iratxe Momoitio, ha expuesto que las muestras consisten en 20 grandes paneles en los que se reflejan imágenes del bombardeo, al tiempo que se trata de implicar al espectador en los valores de la paz y de la democracia.

Para la exhibición de estas exposiciones se han buscado lugares y colectivos especialmente significativos para la defensa de los derechos humanos. Son de destacar la ciudad belga de Ieper, devastada durante la segunda guerra mundial, la tristemente conocida ESMA de Buenos Aires, hoy Espacio para la Memoria, o el Museo de la Memoria y los DDHH de Santiago de Chile.

También van a participar en las muestras colectivos como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Niños de la Guerra, colectividades vascas en el exterior, representantes de colectivos vinculados a los DDHH, así como representantes institucionales como los alcaldes de Montevideo, Bogota, Cuenca (Ecuador) o Brasilia, o personalidades como Isabel Allende y el embajador Alejandro Negrín, director general de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Las exposiciones serán inauguradas por los delegados de Euskadi en los respectivos países y habrá intervenciones tan significativas como las de Niños de la Guerra, como Jose Luis Vidaller en Argentina; Agnes Alonso, Niña de la Guerra que llego a Chile en el Winnipeg; o Nile Ordorika, actualmente residente en México y testigo vivo del bombardeo.

Fuente: Crónicas de la Inmigración: País Vasco en el Mundo

jueves, 26 de abril de 2012

Euskalkultura

Hoy se cumple el 75º aniversario del bombardeo de Gernika y su recuerdo recorrerá diversas ciudades del mundo

26/04/2012

El 26 de abril de 1937 la aviación nazi atacó la localidad vizcaína de Gernika, arrasando con sus bombas la mayor parte de la ciudad y dejando 126 víctimas mortales. La masacre se convirtió en símbolo universal y denuncia del horror de la guerra --gracias también al magistral cuadro "Guernica" de Picasso-- y con este espíritu se recordará a lo largo del día de hoy en numerosos lugares del mundo. Destacará en esa labor la Diáspora vasca, para la que la fecha siempre ha estado cargada de especial emoción y simbolismo. Comenzamos un recorrido por distintas actividades programadas para hoy con la inauguración de la muestra "Bombardeo de Gernika. 75º aniversario" en Ciudad de México, a la que asistirá el director de Relaciones con las Colectividades Vascas, Julián Celaya.

México DF, México. La diáspora vasca se volcará a lo largo del día de hoy y en jornadas sucesivas con el recuerdo a las víctimas del Bombardeo de Gernika, del que se cumple el 75 aniversario. En los últimos días venimos informando de buena parte de estas actividades; a continuación, queremos realizar un breve recorrido por los actos que tendrán lugar hoy y próximamente. Comenzamos en Ciudad de México, adonde se ha desplazado el director para los Ciudadanos y las Colectividades Vascas, Julián Celaya, para asistir a la inauguración de la muestra sobre el Bombardeo que podrá verse en el Centro Vasco de DF hasta el 17 de junio. El acto inaugural tendrá lugar a las 19:00. Otras tres muestras similares se inaugurarán hoy en Buenos Aires, Santiago de Chile y Bogotá; y mañana en Bruselas y Cuenca (Ecuador). Toda la información sobre estas muestras, aquí.

En Berlín, la Euskal Etxea realizará hoy un acto conmemorativo en la plaza Gernika de la capital alemana, a la misma hora del bombardeo. Simultáneamente, las iglesias de los alrededores tocarán las campanas, en recuerdo a las víctimas del ataque. Desde Luneburg, Alemania, Isa Marin nos ha hecho llegar información sobre los actos conmemorativos organizados en la universidad local, en la que un grupo de estudiantes está realizando un estudio sobre la tragedia. Hoy la universidad será la sede de una jornada de conferencias titulada "Conexión Gernika-Luneburg". Los actos continuarán con una exposición sobre el bombardeo hoy y mañana, y se completarán el 19 de mayo con una conferencia de Maria Oianguren, directora de Gernika Gogoratuz. En Londres, la London Basque Society se reunirá en su sede de Bethnal Green a las 19:00 para un acto de homenaje a los fallecidos en el bombardeo.

Otras actividades, [para mayor detalle ver nuestra agenda] tendrán lugar en las localidades argentinas de Buenos Aires, General Rodríguez, Arrecifes y Resistencia, en Roma, en Lima, en Asunción (Paraguay) y en la localidad venezolana de Valencia-Carabobo. Mañana, se sumará a los actos la euskal etxea de Rosario, Argentina, y pasado lo hará en Centro Vasco Zingirako Euskaldunak de Chascomús. Más adelante lo harán otras como Toki Eder de José C. Paz, Laprida, Olavarría... Euskal etxeas como la de Caracas mantienen abiertas exposiciones sobre la tragedia. Cabe señalar que numerosos centros celebraron actos conmemorativos en el marco de sus atividades de Aberri Eguna.

También en Twitter se recordará la tragedia, con una original iniciativa de Eitb.com y Gernika Gogoratuz.

miércoles, 25 de abril de 2012

GERNIKAKO ARBOLA Euzko Etxea de Santiago

GERNIKAKO ARBOLA Euzko Etxea de Santiago

GERNIKAKO ARBOLA Euzko Etxea de Santiago

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

EuskalKultura.com

Actos en recuerdo de Gernika en Lima, donde 8 mil personas se sumaron en enero al homenaje a monseñor Irizar

25/04/2012

Jon Guarrotxena, activo integrante de Euskal Etxea de Lima, estuvo presente con apenas tres años en el Bombardeo de Gernika. La tragedia y sus consecuencias dejaron huella en su vida y la de su entorno, y ofrecerá este jueves, el mismo día del aniversario del bombardeo, testimonio directo de todo ello en el marco de los actos organizados por el centro vasco limeño. El pasado domingo la Euskal Etxea celebraba Aberri Eguna, con una comida y una misa oficiada por Monseñor Irizar, obispo de Callao, una de las personalidades vascas más destacadas del país. A comienzos de año Irizar recibió el reconocimiento de sus conciudadanos por sus años de dedicación al frente de la Diócesis.

Lima, Perú. La Euskal Etxea de Lima se sumará mañana a los actos del 75º aniversario del Bombardeo de Gernika, al igual que numerosos centros vascos a lo largo y ancho del mundo. Se trata de una tragedia que marcó a la sociedad vasca de la época y abrió la puerta del exilio a muchos hombres y mujeres que hoy forman parte de las comunidades de la Diáspora.

Uno de ellos es Jon Guarrochena, miembro de la Euskal Etxea de Lima y residente desde hace 45 años en Perú, que, con tan sólo tres años, fue testigo del ataque de la aviación nazi a la villa vizcaína. Guarrochena ofrecerá una charla sobre su experiencia durante los actos conmemorativos de la tragedia organizados por el centro vasco limeño, según ha avanzado a EuskalKultura.com el presidente de la entidad, Raúl Noblecilla. Durante el encuentro se dará lectura a una declaración institucional con motivo de la jornada.

Aberri Eguna

El centro vasco peruano celebró el pasado domingo el Aberri Eguna, con una misa en la Basílica de la Virgen del Pilar, oficiada por Monseñor Miguel Irizar, Obispo emérito del Callao, en la que actuó el coro de la entidad. Los festejos concluyeron con un almuerzo en la sede de la Euskal Etxea.

Cabe destacar la participación de Monseñor Irizar en este acto y su estrecha amistad con la comunidad vasca del Perú. Irizar es una personalidad muy respetada en este país, y el 15 de enero de este año recibió un multitudinario homenaje tras 22 años como Obispo del Callao, cuarenta años en total como obispo, transcurrida toda una vida desde que llegara a Perú en 1960. La euskal etxea que preside Raúl Noblecilla nos ha hecho llegar una crónica de aquel evento, que publicamos a continuación:

Homenaje a Monseñor Miguel

Con una misa solemne y emotivo acto, al que concurrieron más de ocho mil personas, el Nuncio Apostólico Mons. James Patrick Green, arzobispos y obispos del Perú y numerosos miembros del Clero, se rindió homenaje a Monseñor Miguel Irizar luego de permanecer durante 22 años en la Diócesis del Callao, primero como Obispo Coadjutor y, a partir del año 1995, como Obispo.

El acto se realizó en la Fortaleza del Real Felipe, que desde primeras horas de la mañana del domingo recibió a los feligreses de todos los rincones del Callao que, con sus cantos y aclamaciones, pusieron un marco de fervor religioso, emotividad, espontaneidad y cariño por el pastor que concluía una tarea de tantos años.

De Euskaletxea de Lima asistieron varios de sus socios entre ellos Martha de Ortúzar, Eliseo Olalla y Raúl Noblecilla.

Luego de la misa solemne y concelebrada, en la que intervinieron también haciendo uso de la palabra, el Presidente de la Conferencia Epíscopal, el Nuncio Apostólico, el Presidente de la Región del Callao, que lo condecoró con la “Guarnición Chalaca” en el grado de Gran Cruz, y otras autoridades, se realizó un almuerzo en el Seminario Diocesano, al que fueron gentilmente invitados los representantes de Euskaletxea.

El almuerzo se realizó en un ambiente de gran cordialidad, en la que se nuevo homenaje a Monseñor Irizar, con intervención de varios coros que animaron la reunión. Asimismo, hicieron uso de la palabra el representante de la Conferencia Epíscopal recordando la trayectoria fecunda de Monseñor Irizar.

Al final del acto Monseñor Irizar invitó a Eliseo Olalla y a Raúl Noblecilla de Euskaletxea de Lima y al sobrino del homenajeado, Juan Kruz Mendizábal Irizar, Vicario Pastoral de San Sebastián, llegado especialmente de Euskadi, para que lo acompañaran a cantar Maite y Agur Jaunak. Previamente Monseñor Irizar explicó el significado de Agur Jaunak, canto con el que quería despedirse y cerrar el acto.

Monseñor Irizar nació en Ormaiztegi - Gipuzkoa (Euskadi), el 7 de mayo de 1934 y a los 17 años ingresó a la Congregación de la Pasión, haciendo estudios de Ciencias Sociales en laPontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Se ordenó de sacerdote el 16 de marzo de 1957 en el Santuario de la Virgen de Arantzazu, y fue destacado al Perú en junio de 1960, realizando sus primeras actividades en la Parroquia de la Virgen del Pilar, en el distrito de San Isidro.

Entre sus actividades académicas, en el Perú, ha sido profesor de Ciencias Sociales en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

El 25 de julio de 1972 fue nombrado por el Papa Pablo VI, Obispo Misionero del Vicariato de Yurimaguas.

Ha sido Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana, Presidente de Cáritas del Perú y, recientemente, representante de la Conferencia Epíscopal en la Asamblea Universitaria de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En los 22 años al servicio del Callao, son numerosas las obras y actividades efectuadas o gestionadas por Monseñor Irizar, como la construcción de la parroquia en la humilde zona de Reynoso y en Villa Señor de Los Milagros, en el distrito de Carmen de la Legua, el proyecto en desarrollo de la Universidad Laboral de Pachacútec, la construcción de un nuevo monasterio de religiosas en la misma zona; la fundación del Monasterio de Clausura de las Madres Carmelitas del Callao, y del Monasterio de Religiosas Cistercienses, ambas comunidades de vida contemplativa.

ESKERRIK ASKO MONSEÑOR IRIZAR!

miércoles, 18 de abril de 2012

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

Euskonews

Kosmopolita

Francisco Igartua y una pasión quijotesca

Jhon BAZÁN AGUILAR

Prólogo inédito del libro Francisco Igartua Rovira y una pasión quijotesca

Como señalan quienes lo conocieron, Francisco Igartua fue un espíritu que sorprendió a amigos y enemigos por la lucidez —a veces cercana a la premonición— de su visión política, por su impecable conducta moral —que en él tuvo como consecuencia manifiesta el compromiso cívico— y por su pasión por el arte del periodismo. Nada de lo anterior impidió que fuera también un hombre elegante, un gourmet y, cosa rara hoy en el periodismo, un apasionado lector. Un hombre que amaba el buen vivir y la buena amistad y, por qué no, una buena pelea en nombre de sus ideales, de su compromiso con sus lectores. Fue asimismo un cálido conversador que de manera natural llevaba a que uno rápidamente pasara de llamarlo Francisco al más familiar uso de Paco.

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesca

En las páginas que siguen el lector tendrá oportunidad de acceder directamente a una muestra —fatalmente parcial, como toda selección— de la obra de Paco Igartua y al recuerdo que de él tienen algunos de sus colaboradores y amigos. Los ensayos de Igartua sobre el periodismo, entendido “como arte y como oficio” (al decir de su maestro Federico More), jamás como profesión burocrática o comercio vil, son manifiestos de validez permanente, material de enseñanza imprescindible en cualquier moderna facultad de comunicaciones. De su posición política y su lectura de la historia nacional dan cuenta los escritos reunidos en la sección siguiente, que muestran a un caballero de la vieja escuela, un seguidor del demócrata Bustamante y un defensor de las reivindicaciones de los más débiles. Lo extraño, lo asombroso, es que, como verá el lector, Igartua acierta, se equivoca, se corrige y asume las consecuencias, pero una y otra vez —al retorno de la cárcel, de los destierros, de las clausuras de OIGA— vuelve siempre con la nítida voluntad de construir una nación y de eludir, como a Escila y Caribdis, los extremismos preconizados por sus enemigos, aquellos que falsamente lo acusaron de comunista y de fascista. Igartua, cosa excepcional en la política, jamás se resignó al uso de la demagogia.

Para este periodista cuya prosa era una invitación a un diálogo, si bien apasionado, inteligente, la conversación era una práctica natural y centrada; aquí presentamos tres entrevistas elocuentes. Sus interlocutores más próximos lo retratan en vida o lo recuerdan luego de su muerte en otra sección, y siendo OIGA la obra mayor de Paco Igartua hemos recogido opiniones, testimonios y textos varios —como la dramática carta, lo último que escribió, que le dirige Arguedas justo antes del fin— vinculados a esta revista que ya hace mucho pertenece a la historia del periodismo peruano.

Cuatro anexos ofrecemos como complemento acaso necesario y por cierto pertinente: el ensayo sobre la naturaleza del quehacer periodístico de Federico More, mentor de Paco; el rescate de los números de la primera etapa de OIGA (1948), por primera vez publicados en versión facsimilar; una muestra de las columnas publicadas por Igartua luego de que OIGA le fuera arrebatada inicuamente; y el célebre informe sobre el Plan Verde, joya del periodismo de investigación, que haría de Francisco Igartua uno de los enemigos más peligrosos y temidos del régimen de entonces.

Francisco Igartua, el periodista

Discípulo dilecto de Federico More, Paco se formó como periodista en la doble convicción de que este oficio es un género literario y su ejercicio supone una posición privilegiada del ciudadano que ama y protege su “polis”. Porque la política, desde Aristóteles y aun antes, no es más que la dimensión social de la persona ética. Esta visión del periodismo exige una libertad irrestricta. Por eso Paco abomina de la colegiatura, por eso se separa del proceso velasquista, por eso fue ejemplo viviente —demasiado incómodo para algunos— de que para publicar un diario o una revista se precisa un coraje viril.

No menos importante es su interés profesional en la elaboración del producto a ofrecer. Paco nos habla en sus textos de formatos, tamaños, uso de fotografías, principios de diseño gráfico, tipografía y otros elementos vitales para la producción de un medio escrito. Este cuidado profesional nunca rebajó la labor de Paco a la de un mercader de entretenimiento o un artífice de complacencias. Y no lo amedrentó el surgimiento de la tecnología digital. Previó, con justicia, que la rapidez y la variedad de la información devolvería al lector al espacio mental propicio para las revistas semanales, su manera pausada de ponderar la noticia y los artículos de profundidad, escritos con pretensiones literarias, es decir, un periodismo destinado a la biblioteca y no al desecho inmediato. Hoy, en pleno imperio de la informática, vemos el cumplimiento de esta previsión, por ejemplo, en el éxito de las crónicas y perfiles de Jon Lee Anderson en The New Yorker.

Dirigir un semanario es fungir de capitán de un navío cuya tripulación, aunque consciente de los riesgos del viaje, debe ser protegida. Paco, en ese sentido, fue un ejemplo de responsabilidad empresarial; ante la inminencia del destierro o del cierre forzado, este hombre que se jactaba de ser mal administrador jamás abandonó a sus empleados y veló por que fuesen tratados con justicia y recibieran las compensaciones que les correspondían. En retribución, sus trabajadores le profesaron una lealtad que llegó a hacer de OIGA una cofradía del periodismo. Un día de 1995, luego de pagarles la indemnización debida, el periodista empresario se encontraba en su oficina y se preguntaba con angustia cómo podría subvencionar las liquidaciones en caso de que lo acusen de despedir a sus trabajadores. De pronto lo sacó de sus cavilaciones un golpe en la puerta y apareció un empleado con su carta de renuncia. Luego llegó otro y otro y otro. Setenta empleados entregaron por iniciativa propia setenta cartas de renuncias.

Francisco Igartua, el Quijote de Unamuno

Paco, que fue peruanísimo, fue también un buen vasco. Figuras simbólicas como la de Don Quijote rondarán su destino. Estudiante de teología y luego de derecho en la Universidad Católica, rápidamente Paco se une a jóvenes intelectuales como Blanca Varela y Fernando de Szyszlo con quienes comparte inquietudes, pero no será hasta su ingreso al semanario Jornada cuando le será revelada su vocación. El trabajo con Federico More será decisivo en su formación como periodista y en la voluntad de tener voz en la política nacional.

Más tarde, con Doris Gibson, fundará OIGA, conocerá la cárcel y reincidirá con la fundación de Caretas para finalmente volver a lanzar OIGA en 1962 y que a través de dictaduras y regímenes más o menos democráticos sobrevivirá a cierres tiránicos hasta 1995, año de su cierre definitivo por la dictadura fujimorista. Nada, sin embargo, hará callar al ya viejo columnista y, recibido con hospitalidad por Correo y Expreso, seguirá haciéndose escuchar en su columna “Canta Claro”, durante una etapa final de su vida que mi amigo Carlos Sotomayor ha llamado con acierto “Oiga después de Oiga”.

Muchos se han preguntado a qué tienda política pertenecía Paco Igartua. Antes que nada se consideró un discípulo de don José Luis Bustamante y Rivero, pero cuando las circunstancias internacionales llevaron a que el mundo tomara partido por una u otra potencia durante la Guerra Fría esa definición parecía insuficiente. Con humor pero también con firme claridad, él mismo recordaba una anécdota familiar: sus primos y él debatían una vez cuál era la posición más justa, la derecha o la izquierda; consultado sobre el tema de la disputa, el tío más viejo y respetado del clan respondió, como Jesús, con una parábola: “Con la mano derecha trabajo, pero trabajo mejor con las dos manos”. Paco apoyó al general Velasco en la nacionalización del petróleo, lo cual era parte de la agenda generacional compartida, entonces, por todas las tendencias, y cabe recordar que incluso Acción Popular le retiró su apoyo al presidente Belaunde por su mal manejo del tema. Paco combatió al general Velasco cuando este confiscó la prensa. ¿Era el director de OIGA un izquierdista que se volvió de derecha cuando su propia gente estaba en el poder? Absurdo. Simplemente —incomprensiblemente, para muchos— era un hombre honesto. Y no le faltaron riñones para oponerse a los delirios de sus propios amigos cuando fue necesario.

Paco repudió el dogmatismo infantil y asesino de la extrema izquierda. (Cabe sospechar que esa opción no sólo le resultó repugnante a su ideología demócrata, a su fe en las instituciones y a su respeto por la vida humana, sino también a su buen gusto.) Paco repudió las mezquinas ambiciones de la oligarquía civilista y sus herederos. (Ya don José de la Riva Aguero había deplorado que en el Perú no hubiese derecha, sólo había fenicios.) Paco repudió, naturalmente, la mediocre voluntad acomodaticia de los que, como en la canción de Los Prisioneros, nunca quedan mal con nadie.

Advirtió la necesidad urgente de hacer en democracia las transformaciones sociales que el general Velasco realizó en su gobierno de facto. Advirtió a los ingenuos voluntarios —¡qué pesado este Igartua, ave de mal aguero!— el desastre al que había de llevarnos la demagogia aprista que triunfó en 1985. Advirtió el miserable despotismo —nada ilustrado— que impusieron los violadores de la Constitución un negro 5 de abril. Sería un facilismo pesimista comparar aquí a Paco Igartua con Casandra, la princesa troyana condenada a ver las catástrofes del futuro y a no ser oída por quienes serían sus víctimas. Por el contrario, consideramos que la palabra apasionada y elegante de Paco no fue voz que predica en el desierto. En la vida social como en la privada —y esto lo entendió cabalmente el psicoanálisis— verbalizar algo es en sí mismo un acto valioso por sí mismo, necesario, testimonio y luz para la historia del presente y la posible nación del futuro.

Pensador de horizontes amplios, se interesó en la historia latinoamericana y entendió, como Octavio Paz en El laberinto de la soledad, que Perú y Bolivia eran por naturaleza y tradición una unidad nacional, escindida por el resentimiento de Bolívar, y que la derrota de la Confederación fue un claro triunfo para Chile. De acuerdo con esta lectura, Ramón Castilla le hizo un flaco favor a la nación cuando, ayudado por el gobierno chileno, destruyó el sueño de unir los Andes y la Costa. El intelectual aséptico no existe, de allí que las preferencias literarias de Paco lo hayan llevado al extremo (por una vez) de agarrarse a puñetazos con Sebastián Salazar Bondy, luego uno de sus más entrañables amigos y colaboradores. La ya mencionada carta de despedida de José María Arguedas es otra prueba de esa fraternidad con el mundo de los artistas, así como su amistad con Fernando de Szyszlo, con Alfredo Bryce Echenique, con Blanca Varela... Los ejemplos de este tipo podrían continuar sin fin.

Hemos dicho que Paco se hizo conocer como un buen vasco y un buen lector. Acaso por ambas vocaciones don Miguel de Unamuno se convirtió en su ideal literario, ético y filosófico —¿cuántos periodistas tienen hoy un ideal filosófico, ya sea en el Perú o en el extranjero?—, tal como Bustamante y Rivero lo fue en lo político. Buenas muestras de esto son los sendos ensayos dedicados a ambos personajes que recogemos en este libro.

Como a Cervantes, a Paco le tocó la amargura de ser testigo de una falsa versión de su obra: así como, luego de la primera parte publicada en 1605, apareció el Quijote apócrifo de Avellaneda, los enemigos de Paco lanzaron un OIGA igualmente apócrifo que desató la indignación de su creador y como testimonio de ello publicó la carta que aquí reeditamos. A Paco le gustaba recordar la idea de Unamuno de que los procesos son círculos que en algún momento deben cerrarse de modo definitivo. Para tranquilidad de Paco y de quienes construyeron y mantuvieron viva su revista, hoy podemos asegurar que, en su memoria y como propietarios legítimos del logotipo, cerramos el ultimo circulo de la azarosa historia de OIGA y de su fundador.

Como en el Caballero de la Triste Figura, podríamos ver en la voluntad de Paco por defender la sensatez y la honestidad en la política un fracaso honroso, una inútil lucha contra molinos de viento. Es cierto que la suya fue una pasión quijotesca. Pero sería injusto proponer su imagen como la de un romántico perdido en un mundo que no comprendió. Paco fue, a su manera, un campeador, un hombre de acción y reflexión que participó directamente, por más de medio siglo, en la historia nacional, para desesperación de tiranos y demagogos, y allí reconocemos la figura triunfante del Cid. Y como la imagen del Cid a través de la historia hispana, las páginas que este volumen ofrece son una presencia viva y significante, pensamiento actual, una interpelación cuando no un cordial aviso, memoria de otras voces y voz de la memoria, y esperamos que así las reciban los lectores.

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domingo, 25 de marzo de 2012

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

Cofradía de Nuestra Señora de Arantzazu: EuskonewsKosmopolitaFé entre espinasLa presencia v...: Euskonews Kosmopolita Fé entre espinas La presencia vasca en América se refleja también en el culto a la Virgen de Arantzazu, que este año c...

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COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

Euskonews

Kosmopolita

Fé entre espinas

La presencia vasca en América se refleja también en el culto a la Virgen de Arantzazu, que este año cumple cuatro siglos

Jhon BAZÁN AGUILAR

La diáspora vasca por el ancho mundo se refleja no solo en la laboriosidad y terco sentido de la independencia de quienes fueron conquistadores como Pascual de Andagoya, exploradores como Pedro Enrique Ibarreta y Uhagón, o simple gente sencilla e industriosa que se dedicó al comercio y al trabajo con la memoria prendida en los viejos símbolos de la patria ausente, como es el caso de la fe y el culto a la Virgen de Arantzazu que este año cumple en América cuatro siglos de vigencia.

Los cuatrocientos años se cuentan a partir del 13 de febrero de 1612 en que se fundó en Lima la Cofradía de la Virgen de Arantzazu, que a lo largo de casi tres centurias desplegó el culto a la patrona vasca y sentó las bases del mismo; seguida después por cofradías de México y Santiago, según lo hizo reconocer en una histórica precisión en un congreso mundial de las colectividades vascas el periodista peruano de origen vasco Francisco Igartua Rovira.

La historia de esta Cofradía está signada por los avatares propios de una época turbulenta, que supo de guerras y conflictos sociales, cuando no de desastres naturales como terremotos y otros ocasionados por la mano del hombre, como el incendio de 1898 en que se destruyó todo el santuario de la Virgen de Arantzazu en el Convento de San Francisco de Lima y que decretó finalmente el cierre de su Cofradía hasta los tiempos presentes.

Parece que la historia de la Virgen original, en el municipio de Oñate, tuviera sorprendentes paralelos con su copia venerada en el convento de los franciscanos limeños. Testimonios históricos, algunos de ellos trabajosamente exhumados, dan cuenta de incendios que destruyeron capillas, altares e incluso las propias imágenes de la patrona vasca. Pero nada de ello disuadió ni disminuyó la fe de los vascos en el Nuevo Mundo, y tuvo que ser una confluencia de muchas desgracias —una guerra de por medio entre el Perú y Chile, terremotos y un grave incendio— los que finalmente determinaran el cierre final de la Cofradía de Lima a finales del siglo XIX.

Un incendio en 1898 destruyó todo el santuario de la Virgen de Arantzazu en el Convento de San Francisco de Lima.

Han sido sacerdotes franciscanos (no podía de ser de otro modo) los que dieran cuenta de estas historias. Jon Guarrotxena, Director de la Euskal Etxea de Lima, hace tres décadas, rescató por ejemplo el perdido libro del P. Juan de Ayllón, publicado en 1647, donde encontró precisiones incontrastables acerca del culto a la Virgen de Arantzazu en Lima, que tuvo primacía y sirvió de modelo a otros similares que después se instauraron por inmigrantes vascos en México, Chile y otros países. Hasta entonces se consideraba que la palabra autorizada sobre la Virgen era la del P. Juan de Luzuriaga quien publicó en 1686 en México su libro “Paraninfo celeste”.

La réplica de la Virgen de Arantzazu a la que se rendía culto en Lima era copia directa de la aparecida entre espinos en los montes de Oñate, según la tradición. Cuando la efigie llegó a Lima la Cofradía (Hermandad de fieles) ya estaba formada y su arribo a Lima constituyó todo un acontecimiento.

El Padre Juan de Ayllón había nacido en Lima y había vestido el hábito franciscano a muy temprana edad, como era usual en esas épocas. Alcanzó la categoría de Predicador Mayor del convento de San Francisco en Lima, Procurador General de Corte de todas las provincias franciscanas del Perú y Definidor de la Provincia de los Doce Apóstoles. Aunque era cultor del gongorismo, es decir con un lenguaje culterano y rebuscado, difícil de entender sobre todo al versificar, en su libro sobre la Virgen de Arantzazu lo que importan son los datos históricos.

Precisa, por ejemplo, que una vez fundada la Cofradía en 1612 los 105 suscribientes de la misma señalaban que los propósitos de esa hermandad no era solo religiosa sino también de caridad y socorro, celebrarían funerales de los cofrades dándoles sepultura en la cripta de la capilla, sin que nadie tuviera privilegios de entierro particular, y que la misma igualdad se observaría en las Juntas, dándose preferencia a los sacerdotes y ancianos. Visitarían a los enfermos de la hermandad ayudándoles económicamente en caso de necesidad, y visitarían también las cárceles procurando asistir tanto judicial como económicamente a los presos de la hermandad y a otros originarios de las provincias vascas, entre las cuales también se incluía a Navarra. Otros fines eran ayudar a acomodarse a los vascos recién llegados, y socorrerían a las huérfanas para que pudieran reunir la dote para casarse o ingresar a establecimientos religiosos, siendo preferidas las hijas de los hermanos de la Cofradía.

Todos estos principios establecidos en la cofradía de Lima se hicieron norma en las que después se establecieron en el resto de América.

La réplica de la Virgen de Arantzazu a la que se rendía culto en Lima era copia directa de la aparecida entre espinos en los montes de Oñate.

Testimonios contenidos en el libro referido señalan que el altar (retablo) y la Capilla de la Virgen de Arantzazu eran “en lo grande majestuosa, perfecta en el arte y pulida en los cuerpos”. Se detalla incluso que la copia de la Virgen original de Arantzazu costó 12 mil pesos al rico comerciante tolosano Juan de Urrutia, que la efigie llegó a Lima en Octubre de 1646 y que fue entronizada en una solemne ceremonia, “hallándose en la comitiva el Virrey, la Audiencia, Tribunales, ambos Cabildos, representantes de Ordenes religiosas e innumerable pueblo”.

Volviendo al presente

Para conmemorar estos hechos históricos la vieja Cofradía de la Virgen de Arantzazu se reabrirá simbólicamente este año con la presencia de descendientes vascos residentes en Lima. Habrá Misas y otros actos religiosos, que puntualizarán lo importante que fue esta señera cofradía vasca establecida en América y que hasta hoy ratifica los antiguos lazos entre el Perú y el país vasco

Se viene preparando también un acto académico de trascendencia que tendrá lugar en octubre. En dicho acto participarán historiadores y estudiosos de las relaciones peruano-vascas, algunos de ellos venidos del propio país vasco, pero previamente se habrá editado un volumen con una visión general y actualizada de la historia de la Cofradía de Arantzazu de Lima, situada en el contexto de la formación de otras cofradías similares en toda la América española, así como en la evolución histórica de la presencia vasca en la formación y desarrollo del Perú.

El mundo vasco presente, ahora y siempre.

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Fé entre espinas

La presencia vasca en América se refleja también en el culto a la Virgen de Arantzazu, que este año cumple cuatro siglos

Jhon BAZÁN AGUILAR

La diáspora vasca por el ancho mundo se refleja no solo en la laboriosidad y terco sentido de la independencia de quienes fueron conquistadores como Pascual de Andagoya, exploradores como Pedro Enrique Ibarreta y Uhagón, o simple gente sencilla e industriosa que se dedicó al comercio y al trabajo con la memoria prendida en los viejos símbolos de la patria ausente, como es el caso de la fe y el culto a la Virgen de Arantzazu que este año cumple en América cuatro siglos de vigencia.

Los cuatrocientos años se cuentan a partir del 13 de febrero de 1612 en que se fundó en Lima la Cofradía de la Virgen de Arantzazu, que a lo largo de casi tres centurias desplegó el culto a la patrona vasca y sentó las bases del mismo; seguida después por cofradías de México y Santiago, según lo hizo reconocer en una histórica precisión en un congreso mundial de las colectividades vascas el periodista peruano de origen vasco Francisco Igartua Rovira.

La historia de esta Cofradía está signada por los avatares propios de una época turbulenta, que supo de guerras y conflictos sociales, cuando no de desastres naturales como terremotos y otros ocasionados por la mano del hombre, como el incendio de 1898 en que se destruyó todo el santuario de la Virgen de Arantzazu en el Convento de San Francisco de Lima y que decretó finalmente el cierre de su Cofradía hasta los tiempos presentes.

Parece que la historia de la Virgen original, en el municipio de Oñate, tuviera sorprendentes paralelos con su copia venerada en el convento de los franciscanos limeños. Testimonios históricos, algunos de ellos trabajosamente exhumados, dan cuenta de incendios que destruyeron capillas, altares e incluso las propias imágenes de la patrona vasca. Pero nada de ello disuadió ni disminuyó la fe de los vascos en el Nuevo Mundo, y tuvo que ser una confluencia de muchas desgracias —una guerra de por medio entre el Perú y Chile, terremotos y un grave incendio— los que finalmente determinaran el cierre final de la Cofradía de Lima a finales del siglo XIX.

Un incendio en 1898 destruyó todo el santuario de la Virgen de Arantzazu en el Convento de San Francisco de Lima.

Han sido sacerdotes franciscanos (no podía de ser de otro modo) los que dieran cuenta de estas historias. Jon Guarrotxena, Director de la Euskal Etxea de Lima, hace tres décadas, rescató por ejemplo el perdido libro del P. Juan de Ayllón, publicado en 1647, donde encontró precisiones incontrastables acerca del culto a la Virgen de Arantzazu en Lima, que tuvo primacía y sirvió de modelo a otros similares que después se instauraron por inmigrantes vascos en México, Chile y otros países. Hasta entonces se consideraba que la palabra autorizada sobre la Virgen era la del P. Juan de Luzuriaga quien publicó en 1686 en México su libro “Paraninfo celeste”.

La réplica de la Virgen de Arantzazu a la que se rendía culto en Lima era copia directa de la aparecida entre espinos en los montes de Oñate, según la tradición. Cuando la efigie llegó a Lima la Cofradía (Hermandad de fieles) ya estaba formada y su arribo a Lima constituyó todo un acontecimiento.

El Padre Juan de Ayllón había nacido en Lima y había vestido el hábito franciscano a muy temprana edad, como era usual en esas épocas. Alcanzó la categoría de Predicador Mayor del convento de San Francisco en Lima, Procurador General de Corte de todas las provincias franciscanas del Perú y Definidor de la Provincia de los Doce Apóstoles. Aunque era cultor del gongorismo, es decir con un lenguaje culterano y rebuscado, difícil de entender sobre todo al versificar, en su libro sobre la Virgen de Arantzazu lo que importan son los datos históricos.

Precisa, por ejemplo, que una vez fundada la Cofradía en 1612 los 105 suscribientes de la misma señalaban que los propósitos de esa hermandad no era solo religiosa sino también de caridad y socorro, celebrarían funerales de los cofrades dándoles sepultura en la cripta de la capilla, sin que nadie tuviera privilegios de entierro particular, y que la misma igualdad se observaría en las Juntas, dándose preferencia a los sacerdotes y ancianos. Visitarían a los enfermos de la hermandad ayudándoles económicamente en caso de necesidad, y visitarían también las cárceles procurando asistir tanto judicial como económicamente a los presos de la hermandad y a otros originarios de las provincias vascas, entre las cuales también se incluía a Navarra. Otros fines eran ayudar a acomodarse a los vascos recién llegados, y socorrerían a las huérfanas para que pudieran reunir la dote para casarse o ingresar a establecimientos religiosos, siendo preferidas las hijas de los hermanos de la Cofradía.

Todos estos principios establecidos en la cofradía de Lima se hicieron norma en las que después se establecieron en el resto de América.

La réplica de la Virgen de Arantzazu a la que se rendía culto en Lima era copia directa de la aparecida entre espinos en los montes de Oñate.

Testimonios contenidos en el libro referido señalan que el altar (retablo) y la Capilla de la Virgen de Arantzazu eran “en lo grande majestuosa, perfecta en el arte y pulida en los cuerpos”. Se detalla incluso que la copia de la Virgen original de Arantzazu costó 12 mil pesos al rico comerciante tolosano Juan de Urrutia, que la efigie llegó a Lima en Octubre de 1646 y que fue entronizada en una solemne ceremonia, “hallándose en la comitiva el Virrey, la Audiencia, Tribunales, ambos Cabildos, representantes de Ordenes religiosas e innumerable pueblo”.

Volviendo al presente

Para conmemorar estos hechos históricos la vieja Cofradía de la Virgen de Arantzazu se reabrirá simbólicamente este año con la presencia de descendientes vascos residentes en Lima. Habrá Misas y otros actos religiosos, que puntualizarán lo importante que fue esta señera cofradía vasca establecida en América y que hasta hoy ratifica los antiguos lazos entre el Perú y el país vasco

Se viene preparando también un acto académico de trascendencia que tendrá lugar en octubre. En dicho acto participarán historiadores y estudiosos de las relaciones peruano-vascas, algunos de ellos venidos del propio país vasco, pero previamente se habrá editado un volumen con una visión general y actualizada de la historia de la Cofradía de Arantzazu de Lima, situada en el contexto de la formación de otras cofradías similares en toda la América española, así como en la evolución histórica de la presencia vasca en la formación y desarrollo del Perú.

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sábado, 24 de marzo de 2012

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

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La presencia vasca en América se refleja también en el culto a la Virgen de Arantzazu, que este año cumple cuatro siglos

Jhon BAZÁN AGUILAR

La diáspora vasca por el ancho mundo se refleja no solo en la laboriosidad y terco sentido de la independencia de quienes fueron conquistadores como Pascual de Andagoya, exploradores como Pedro Enrique Ibarreta y Uhagón, o simple gente sencilla e industriosa que se dedicó al comercio y al trabajo con la memoria prendida en los viejos símbolos de la patria ausente, como es el caso de la fe y el culto a la Virgen de Arantzazu que este año cumple en América cuatro siglos de vigencia.

Los cuatrocientos años se cuentan a partir del 13 de febrero de 1612 en que se fundó en Lima la Cofradía de la Virgen de Arantzazu, que a lo largo de casi tres centurias desplegó el culto a la patrona vasca y sentó las bases del mismo; seguida después por cofradías de México y Santiago, según lo hizo reconocer en una histórica precisión en un congreso mundial de las colectividades vascas el periodista peruano de origen vasco Francisco Igartua Rovira.

La historia de esta Cofradía está signada por los avatares propios de una época turbulenta, que supo de guerras y conflictos sociales, cuando no de desastres naturales como terremotos y otros ocasionados por la mano del hombre, como el incendio de 1898 en que se destruyó todo el santuario de la Virgen de Arantzazu en el Convento de San Francisco de Lima y que decretó finalmente el cierre de su Cofradía hasta los tiempos presentes.

Parece que la historia de la Virgen original, en el municipio de Oñate, tuviera sorprendentes paralelos con su copia venerada en el convento de los franciscanos limeños. Testimonios históricos, algunos de ellos trabajosamente exhumados, dan cuenta de incendios que destruyeron capillas, altares e incluso las propias imágenes de la patrona vasca. Pero nada de ello disuadió ni disminuyó la fe de los vascos en el Nuevo Mundo, y tuvo que ser una confluencia de muchas desgracias —una guerra de por medio entre el Perú y Chile, terremotos y un grave incendio— los que finalmente determinaran el cierre final de la Cofradía de Lima a finales del siglo XIX.

Un incendio en 1898 destruyó todo el santuario de la Virgen de Arantzazu en el Convento de San Francisco de Lima.

Han sido sacerdotes franciscanos (no podía de ser de otro modo) los que dieran cuenta de estas historias. Jon Guarrotxena, Director de la Euskal Etxea de Lima, hace tres décadas, rescató por ejemplo el perdido libro del P. Juan de Ayllón, publicado en 1647, donde encontró precisiones incontrastables acerca del culto a la Virgen de Arantzazu en Lima, que tuvo primacía y sirvió de modelo a otros similares que después se instauraron por inmigrantes vascos en México, Chile y otros países. Hasta entonces se consideraba que la palabra autorizada sobre la Virgen era la del P. Juan de Luzuriaga quien publicó en 1686 en México su libro “Paraninfo celeste”.

La réplica de la Virgen de Arantzazu a la que se rendía culto en Lima era copia directa de la aparecida entre espinos en los montes de Oñate, según la tradición. Cuando la efigie llegó a Lima la Cofradía (Hermandad de fieles) ya estaba formada y su arribo a Lima constituyó todo un acontecimiento.

El Padre Juan de Ayllón había nacido en Lima y había vestido el hábito franciscano a muy temprana edad, como era usual en esas épocas. Alcanzó la categoría de Predicador Mayor del convento de San Francisco en Lima, Procurador General de Corte de todas las provincias franciscanas del Perú y Definidor de la Provincia de los Doce Apóstoles. Aunque era cultor del gongorismo, es decir con un lenguaje culterano y rebuscado, difícil de entender sobre todo al versificar, en su libro sobre la Virgen de Arantzazu lo que importan son los datos históricos.

Precisa, por ejemplo, que una vez fundada la Cofradía en 1612 los 105 suscribientes de la misma señalaban que los propósitos de esa hermandad no era solo religiosa sino también de caridad y socorro, celebrarían funerales de los cofrades dándoles sepultura en la cripta de la capilla, sin que nadie tuviera privilegios de entierro particular, y que la misma igualdad se observaría en las Juntas, dándose preferencia a los sacerdotes y ancianos. Visitarían a los enfermos de la hermandad ayudándoles económicamente en caso de necesidad, y visitarían también las cárceles procurando asistir tanto judicial como económicamente a los presos de la hermandad y a otros originarios de las provincias vascas, entre las cuales también se incluía a Navarra. Otros fines eran ayudar a acomodarse a los vascos recién llegados, y socorrerían a las huérfanas para que pudieran reunir la dote para casarse o ingresar a establecimientos religiosos, siendo preferidas las hijas de los hermanos de la Cofradía.

Todos estos principios establecidos en la cofradía de Lima se hicieron norma en las que después se establecieron en el resto de América.

La réplica de la Virgen de Arantzazu a la que se rendía culto en Lima era copia directa de la aparecida entre espinos en los montes de Oñate.

Testimonios contenidos en el libro referido señalan que el altar (retablo) y la Capilla de la Virgen de Arantzazu eran “en lo grande majestuosa, perfecta en el arte y pulida en los cuerpos”. Se detalla incluso que la copia de la Virgen original de Arantzazu costó 12 mil pesos al rico comerciante tolosano Juan de Urrutia, que la efigie llegó a Lima en Octubre de 1646 y que fue entronizada en una solemne ceremonia, “hallándose en la comitiva el Virrey, la Audiencia, Tribunales, ambos Cabildos, representantes de Ordenes religiosas e innumerable pueblo”.

Volviendo al presente

Para conmemorar estos hechos históricos la vieja Cofradía de la Virgen de Arantzazu se reabrirá simbólicamente este año con la presencia de descendientes vascos residentes en Lima. Habrá Misas y otros actos religiosos, que puntualizarán lo importante que fue esta señera cofradía vasca establecida en América y que hasta hoy ratifica los antiguos lazos entre el Perú y el país vasco

Se viene preparando también un acto académico de trascendencia que tendrá lugar en octubre. En dicho acto participarán historiadores y estudiosos de las relaciones peruano-vascas, algunos de ellos venidos del propio país vasco, pero previamente se habrá editado un volumen con una visión general y actualizada de la historia de la Cofradía de Arantzazu de Lima, situada en el contexto de la formación de otras cofradías similares en toda la América española, así como en la evolución histórica de la presencia vasca en la formación y desarrollo del Perú.

El mundo vasco presente, ahora y siempre.

viernes, 23 de marzo de 2012

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012

EN LA CULTURA

90 AÑOS

QUE SON NOTICIA

SOY AMIGO hasta donde llegan los límites de mi país…

DON LUIS MIRO QUESADA

90 AÑOS EN 90 MINUTOS

MAÑANA sábado cumple 90 años don Luis Miró Quesada, patricio ejemplar a quien el Perú le debe mucho y periodista de garra, hombre de combate y de pasión, al que –seguramente por estas razones– nos sentimos cariñosamente ligados. Como homenaje de OIGA a su figura patriarcal, van a continuación unos ágiles apuntes de Manuel Jesús Orbegozo. En ellos está retratado el temple, la firme y sobria personalidad de don Luis, un hombre con auténtico valor –que es el moral–, de exquisito trato y terco cariño al Perú y a los suyos, Un hombre joven a sus noventa años.

0 minutos: “Yo sabía que nos iban a atacar y por lo tanto hice la advertencia: Hay que comprar armas, revólveres, tenemos que armarnos. Mi padre no quería exponernos y mi hermano Antonio era enemigo de la violencia, en esos días había perdido un hijo y estaba anonadado. Oscar y Miguel estaban de acuerdo conmigo.

2 minutos: “Aquí tiene usted el té, el azúcar, sírvase. Verá Ud., esto es lo único que me queda de sajón”. Claro, sabemos además, que todo el resto lo tiene de criollo, aunque una vez, cuando le sirvieron un vaso de vino, usted había dicho: “Ustedes saben de mi profundo nacionalismo, pero en materia de vinos –de los que suelo beber un sorbo de tarde en tarde–, bueno, no soy muy nacionalista que digamos”.

7 minutos: Hay que recordar que era setiembre (1919), y en el cielo brillaba la constelación de Virgo. Los gendarmes habían dado otro golpe y la ciudad (acaso 100 mil habitantes) se había conmocionado un poco. La Ley Seca entraba en vigencia en los Estados Unidos bajo los auspicios de “La cosa nostra” y en el cine Alhambra, Olga Petrov hacia su debut, con orquesta. Don José Pardo se cubre con un paletó, se pone sus guantes de previl, toma su sombrero de paño negro y se da preso. Entre gallos y medianoche se lo llevan al Panóptico (todavía no se había inventado El Frontón) y Leguía inicia así el oncenio.

12 minutos: “En el seno de mi familia yo insistía en armarnos, esgrimiendo dos argumentos: A) de orden moral y B) de orden práctico. A, porque eso significa defender nuestra casa, nuestra propiedad, el periódico; y B, porque a ningún gobierno nuevo le conviene un conflicto de esta naturaleza, en pleno centro de la ciudad”.

17 minutos: El coronel Samuel del Alcázar que había hecho la campaña de la Breña con el general Andrés Avelino Cáceres, se decide a atacar Palacio de Gobierno. Cuando llega, Cáceres le sale al frente: “¿Qué va a hacer Ud., coronel?” le dice. El coronel le contesta: “Simplemente voy a hacer lo que Ud. nos ha enseñado, mi general”. Cáceres le replica “¿qué?...” “Bueno –le contesta del Alcázar–, no entiendo bien lo que me dice Ud., mi general”; toma su espada y la quiebra en dos en su rodilla. Se da media vuelta y pasa a formar la legión de los tercos y frustrados defensores de la Ley.

Enérgico poder de decisión

21 minutos: “El 10 de setiembre, una turba ataca las oficinas de “La Prensa”. Las incendia, las apedrea. Entonces, nosotros nos ponemos sobre aviso. A las 7 de la noche estamos en la dirección del periódico, cuando en eso suena el teléfono. Descuelgo el fono y oigo la voz de mi cuñado Alejandro Garland que me llama desde “El Palais Concert”, “Aló, Luis, una poblada va a atacar El Comercio”. No había tiempo que perder: Tú allí, Lizandro; Oscar, Miguel, ustedes allá; Juan, Tomás, rápido, a sus emplazamientos, ustedes también Pedraza, Vega, éramos 17 en total.

26 minutos: “Afuera se oía ulular a la multitud. Gritan desaforadamente, abajo El Comercio, mueran los miro quesadas. Teníamos un punto débil: La puerta de administración, que cedió ante el empuje. Antes de que la turba entrara al hall principal le grito al conserje para que eche llave a la puerta, veo que le tiemblan las manos, corro, le quito las llaves y tranco. Después comprobaríamos que el conserje era un traidor. Desconecté la llave principal de la luz y corrí a parapetarme detrás de cuatro bobinas. Todo había quedado bajo la penumbra y sólo se veía los fogonazos de los disparos. Comprendimos que nos estábamos jugando la vida y contestamos el fuego. Cae un atacante en el hall y la turba frena su embestida. La grita era ensordecedora, Una bala atraviesa el sombrero de Miguel. Vemos que cae otro, otros; pero el fuego no cede, hasta que poco a poco se va apagando, crepitando como una gran hoguera. Había trascurrido más de 30 minutos. Nos habíamos salvado y habíamos salvado El Comercio.

30 minutos: Un sorbo de té, otro sorbo, y otro.

31 minutos: El doctor Oscar Miró Quesada me había dicho una vez: Admiro, en mi hermano Luis, la armonía que guarda entre la rectitud y el sentimiento. También, su nacionalismo total, sin xenofobia, y su gran amor por la justicia social. Pero entre otras cosas, su enérgico poder de decisión. Una vez, Glicerio Tassara iba a lanzar otra edición de “Idea Libre” contra mi padre. Estábamos en un rincón de la universidad cuando Luis dijo: “Vamos a impedir que salga ese ataque”. Recuerdo que con nosotros estaban Pazos Varela y Carlos Zavala. Fuimos a “Idea Libre”. No bien entramos en la dirección, Tassara sacó su revólver y me apuntó. Luis saltó sobre él, pero ya Tassara había disparado. Lo rodeamos para desarmarlo, mientras Pazos Varela estaba agonizando ahí mismo. El tiro le había caído en el corazón. Cosas del destino, pero Luis ha sido así siempre”.

38 minutos: “Me han dado fama de ser un hombre duro, pero no lo soy. Yo trato de llevarme bien con todo el mundo. Lo que pasa es que confunden energía de carácter con dureza. Antes de decidirme yo pienso demasiado y sólo cuando estoy seguro de que tengo razón, ya no doy marcha atrás”.

¿Es eso karate, profesor?...

40 minutos: Había que establecer relaciones entre su cuerpo y su alma. Preguntar si su espíritu es inversamente proporcional a su estatura. Cuando joven, no hubo deporte que dejara de practicar. Ciclismo, atletismo, fútbol, cricket, remo y tal vez karate. Había que imaginarlo escuchando al profesor japonés, las enseñanzas de la doctrina Zen: “El karate no es para usarlo en nuestro propio beneficio sino en defensa de un ideal de justicia. Hay que ser prudente (como él) hasta donde sea posible para evitar todo motivo de fricción. Eso nos lleva a la necesidad de mantener una norma de modestia y corrección (como él) en todas las situaciones de la vida, aún en el hablar, en el comer, en el obrar. / ¿Es eso karate, profesor? /. Sí, eso, pero además, es esperar a que el adversario reflexione y desista y sólo en última instancia que salga el arma de que disponemos como cortando el aire”.

45 minutos: Su rostro, a veces me parece borgiano o ¿será solamente para asociarle esta frase?: Mi cuerpo puede sentir miedo, pero yo no. (Borges).

46 minutos: Luis Miró Quesada de la Guerra, nacido cuando la patria atravesaba los momentos más luctuosos de su historia (1880), ingresó a trabajar en el diario que hasta hoy dirige, en 1903. “Ese año me pusieron en planilla, pero no recuerdo cuál fue mi salario. Creo sí, que fue demasiado poco”. Eran, en realidad, los viejos tiempos de la zarzaparrilla de Bristol, del agua de Melisa y el Cordial Cerebral (remplazado ahora por el gerovital) y se publicaban avisos que decían: “Vendo 2 bueyes y dos vacas lecheras, ofertas en domicilio”; se escribía tejido con g y las noticias policiales aparecían así: “Al subir el Puente de Piedra que está en declive, sucedió que los caballos resbalaron cayendo por el lado izquierdo, rompiéndose los ganchos a que estaban sujetos los caballos, el carro retrocedió y dos personas que iban allí se tuvieron que arrojar llenas de temor”. Ahora, un solo titular causa veinte veces más miedo: “Jet se estrella, mueren 110”.

56 minutos: Eran otros tiempos, y aunque no había Gladys que aparecieran eróticamente, ya la publicidad tenía sus trucos: Arriba, la cara amarga de un fumador que se queja: ¡Demonios, qué cigarro tan malo! Abajo: la misma cara del fumador, pero sonriendo: ¡No os veríais en esos apuros si fumarais cigarrillos El Figaro!, por ejemplo.

Aversión a los reportajes

58 minutos: Cuando me advirtió que ya habíamos conversado algo, me pesó no haber llevado lápiz para tomar alguna nota. "No se preocupe (me dijo él), porque yo no le he concedido una entrevista. Hemos conversado para que Ud. haga una semblanza, si algo tuviera que escribir sobre mí”, agregó. (Después su hija Elvira, inseparable compañera de sus viajes a través del tiempo y de los mares, confirmaría la aversión del ilustre hombre de prensa, a los reportajes. “¿Para qué –contesta él– si tengo un periódico donde puedo verter mis opiniones?”

61 minutos: Los perros me recibieron con ladridos en su residencia, y uno de ellos casi se pasó de leal. A propósito, para el doctor Miró Quesada, nada hay más valorativo en el hombre que la lealtad y la amistad, pero con una advertencia: ‘Soy amigo hasta donde llegan los límites de mi país. Porque entre los intereses de la patria y los de la amistad, a la amistad hay que dejarla de lado”.

66 minutos: En un sofá muy muelle, en su residencia de Javier Prado, delante de unas breves estatuas de mármol, el hombre hace recuerdos infinitos. Su vida llena de anécdotas comienza cuando a los pocos días de nacido, ante la invasión de los chilenos, tiene que ser llevado a Ancón en una caja de vino. Después todo es un ir y venir incesante. De clorificar el agua que bebe Lima, puede pasar o pasa con facilidad a una legación en Suiza; de asfaltar el jirón de La Unión va a representar al país en La Liga de las Naciones. Es alcalde de la ciudad con la misma maestría con que desarrolla su cátedra en San Marcos. Escribe un editorial, dos, cien contra la IPC igual como funda el primer refectorio escolar en el país. “Según una encuesta que mandé hacer, los niños pobres se desmayaban en la primera hora de clase. Resulta que no comían la noche anterior ni tomaban desayuno en la mañana siguiente”. Entonces funda ese refectorio, propone escuelas al aire libre al estilo de Charlottemburgo y pide como allá, para los niños, doble ración de alimento, doble ración de aire puro y media ración de trabajo.

¿Recuerdos imborrables? Los dolorosos.

70 minutos: No se puede dar la vuelta al mundo de una vida de 90 años en 90 minutos, pero resulta hermoso intentarlo aunque sea para titular. Pero, digamos, doctor Luis, ¿podría señalar algunos de sus recuerdos imborrables?. “Los imborrables siempre resultan ser los más dolorosos. El placer es siempre pasajero, el dolor es permanente y a veces, hasta eterno”. Entonces, quiso recordar a su esposa. “Elvira –dijo– fue una mujer sin la cual yo no habría llegado a ser algo en la vida. Ella me daba aliento para toda empresa, Leguía me mandó decir una vez que me daba 15 días para arreglar mis papeles. Yo le mandé decir, primero que averiguara dónde estaba escondido; segundo, que me hiciera detener; y, tercero, que me deportara. En esos días, había una recepción oficial en una embajada. Yo le dije a Elvira, vamos a la recepción. Fuimos y mi presencia causó revuelo singular. Lo recuerdo, perfectamente, todo ahora.

75 minutos: Luis Miró Quesada (Una orquídea y una lágrima, todos los sábados en la tumba de su esposa) ha callado y en sus ojos hay un brillo que podría afirmar, es una lágrima.

78 minutos: Ahora es lunes y estamos bajo el signo de escorpio. Ya regresó el hombre de la Luna y Vietnam todavía está crucificado, pero en un tiempo atrás, el presidente Prado lo hizo llamar con urgencia. Estados Unidos se había dirigido al Perú presionándolo para que retirara sus tropas de la Provincia de El Oro. La comisión consultiva había aceptado por unanimidad que las tropas se retiraran.

—Tenemos que hacerlo— le dijo el presidente.

—No puede ser —contestó Miró Quesada— la provincia de El Oro es la prenda que tiene el Perú para poder arreglar definitivamente sus diferendos con el Ecuador. Las tropas no deben retirarse.

—Es que no nos queda otro camino.

—Entonces, yo escribiré en contra —dijo Miró Quesada.

Hubo más diálogos, otro miembro de la comisión dijo que podríamos ser objeto de humillación. Miró Quesada respondió que humillación sería ceder ante las presiones diplomáticas. “Tal vez podríamos ceder ante el desembarco de tropas norteamericanas en Tumbes”, replicó, y se dio media vuelta. Pero la historia ha dado su versión eterna: El Perú no retiró sus tropas.

85 minutos: “No deseo enturbiar con esos recuerdos esta fecha, pero el gran error del Apra fue matar a mi hermano, cuando yo era quien escribía los editoriales. Haya tenía conocimiento de que iba a cometerse ese crimen y si no lo supo directamente, cuando menos lo sabía en alguna forma. Pero, dejemos esas cosas para otra vez”, porque las sombras han caído sobre los altos árboles y los días. ¡Ya es hora de ir al diario, a ver qué pasa!

89 minutos: Doctor, ¿por qué no escribe Ud. sus memorias'?

—Las memorias sólo deben escribirlas los grandes hombres.

90 minutos: Mañana que cumple 90 años, ¿qué editorial escribirá el Dr. Miró Quesada, en su propio corazón?

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OIGA, 4 de diciembre de 1970 En el Perú, págs. 14, 15, 16 y 17.

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