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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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viernes, 22 de febrero de 2013


FRANCISCO IGARTUA

EDITORIAL “Algo se pudre”

Revista Oiga, 5 de julio de 1995

Sin decir “agua va” –viejo dicho que significaba la caída del contenido de una bacinica maloliente sobre un sorprendido transeúnte—, fiel a su lema de “primero actuar”, el régimen ha intervenido las universidades de San Marcos y La Cantuta y ha dejado establecido que desde ahora se inicia una nueva era universitaria –otra “Patria Nueva” a lo Leguía— en la que ninguna universidad, estatal o privada, estará libre de ser intervenida por el Estado, el que se ocupará de diseñar las vigas maestras del tipo de educación que necesita el “Nuevo Perú” para un desarrollo rápido y sostenido;  etc., etc. Se trata de un esquema bien estructurado, basado en un análisis objetivo de la realidad educativa actual –con lineamientos generales trazados en los cuadernos que un “pajarillo verde” dejó aquí en OIGA hace ya tiempo—, pero un esquema que nada tiene de democrático y sí mucho de régimen autoritario, fascista y anacrónico, a pesar de los aires de modernidad con los que ha sido revestido. Un esquema enfrentado a la cátedra abierta, al diálogo libre –o sea de confrontación—, a la universidad entendida como centro de cultura y no de aprendizaje; un esquema que ha dejado ver la hilacha de su verdadero contenido en el trato que se le reservó al electo segundo vicepresidente de la República: al doctor Paredes Canto se le ignoró por completo en la elaboración de la ley en su aplicación manu militari. El rector de rectores, el maestro escogido para la plancha presidencial por su experiencia académica, recibió de pronto, de sorpresa, en carne propia, una lección sobre el uso de las bacinicas. Y él se ha quedado tranquilamente embarrado, sin inmutarse, sin una protesta digna de un rector universitario; probando así por qué y para qué fue nombrado vicepresidente.

Este hecho –la decisión de intervenir la universidad— ha puesto en claro cuál es el rumbo del régimen, ha remarcado el estilo autoritario y castrense del gobierno ideado por los autores del golpe del 5 de abril de mil novecientos noventa y dos.

Pero, a la vez, esta segunda etapa –“constitucional y democrática” a punta de votos— no sólo da pruebas de que el orden institucional seguirá siendo arrasado, triturado, además de borrada toda huella incómoda de pluralidad y respeto a las minorías, distintivos básicos de una democracia occidental, civilizada. También quiere demostrar que tiene preocupaciones moralizadoras. Y aquí sí que la situación se pone confusa a plenitud. No se entiende bien si la olla podrida se le ha destapado, contra su voluntad, al gobierno o si este destape se produce para tapar novísimas pugnas, muy graves, al interior del régimen. Aunque también hay ciertas alternativas: ¿No será esta –por ejemplo— una explosión controlada con propósito de echar una cortina de humo sobre temas fronterizos que aún no conocemos?  ¿No se tendrá el propósito, con riesgo calculado, de hacer una poda a fondo en los círculos palaciegos? Lo cierto es que la olla de acusaciones y destapes está oliendo muy mal, y cada vez la descomposición que va saliendo a flote es más agresiva que las pituitarias.

A la hasta ahora misteriosa “entrega” de Zanatti, a la no menos confusa ubicación de Figueroa y Neyra –después de negociaciones que Boloña afirma y Vega niega— y a la aparición sorpresiva, al parecer fuera del libreto, del financista Manrique, se une ahora la lanzada al foso de los leones de Raúl Vittor, nada menos que ex ministro de la Presidencia y ex gerente general y todopoderoso de CCD, exculpado por Martha Chávez ante las denuncias de OIGA. El que lo empuja al foso es nada menos que el presidente Fujimori, quien lo hace con esta sibilina sentencia: si se prueba que ha tenido negocios con Figueroa después de revelarse el soborno del BCCI, Vittor debe ser sancionado. ¡Como si no se hubieran publicado y republicado en insistentes páginas y carátulas de OIGA documentos concluyentes, probatorios de las relaciones de negocios –hasta noviembre de 1992 como mínimo— entre Raúl Vittor y la señora de Figueroa, quien –comprobadamente— fue la persona que retiraba y desviaba los fondos del soborno del BCCI, depositados en Panamá! ¡Cómo si no fuera cierto que la sociedad Vittal SA, de Vittor con Figueroa y su señora, no ha sido retirada del registro chileno, por lo menos hasta hace muy poco! ¡Y como si todo el Perú no hubiera escuchado en la TV la reciente conversación telefónica de los esposos Figueroa, entre Santiago de Chile y Curitiba, en la que se duelen porque Vittor no quiere seguir aportando al negocio del edificio!

Pero la pregunta que aquí en OIGA nos hacemos es: ¿por qué hoy día se saca a luz y se ventea una denuncia que OIGA hizo a su tiempo –igual que las acusaciones contra Alan García— sin que nadie nos hiciera caso en aquel momento, todavía oportuno para impedir continuara la trafa, y sin que ningún medio de difusión masiva la recogiera? ¿Qué se quiere tapar destapando a Raúl Vittor?

Y aquí vienen las grandes dudas: ¿Serán destapadas las ayudas a Zanatti de Absalón Vásquez, de Yoshiyama, de Ross? ¿Les contará Figueroa a sus amigos de Expreso cómo hizo Alan García para ganar un chorro de plata con sus declaraciones en México sobre el posible retiro peruano-mexicano del mercado de la plata?  ¿Habrá una pequeña lección de moral cívica con un público arrepentimiento del presidente Fujimori por el delito, confesado por él, de haber burlado a la universidad suplantando a su señora en los exámenes rendidos por ésta para optar el grado de ingeniera? ¿O no será que se destapa la olla sólo un poquito para que el humo y los malos olores que ella exhala sirvan de tapadera a sucesos hasta ahora ignorados por la ciudadanía? Lo cierto es que algo huele mal en el Nuevo Perú, algo se está pudriendo en el país que “está inventando” el presidente Fujimori.

¿Por qué hoy, pues, tanta insistencia en el retiro, la jubilación, el cierre de Oiga, la tristeza del abandono de ciertas amistades?... Porque así está hecha la vida, de barro ardiente.  Pero nada de lo enumerado significa rendición. En estas páginas no hay una línea pidiendo chepa y si guerra, guerra total contra el abuso, el atropello, la injusticia. Y si yo he cambiado de trinchera y me refugio ahora en la escritura, no es porque he variado en mis adentros. Simplemente ocurrió que me fue imposible seguir teniendo abiertas las puertas de Oiga. Me lo imposibilitó la represión taimada del régimen de los 90, una represión sesgada que deja la protesta en el vacío y amenaza con la cárcel por defraudación tributaria. He aquí esa penosa historia:
A fines de 1993, todos los periódicos, radios y televisoras —con excepción de El Comercio, Gestión y Canal 5— estaban quebrados. Se les habían acumulado millonarias deudas con la Sunat que crecían a velocidad geométrica por las moras y las multas. En teoría, el cierre de todos los medios de expresión –salvo las excepciones señaladas— era inminente... Dentro de esta situación Oiga se hallaba en una situación especial. Hasta hacia pocos meses había estado entre las excepciones, pues sus continuos desencuentros con distintos gobiernos obligaban a su administración a estar al día en los tributos, pieza clave para ajustes de cuenta con el Estado... Pero de pronto se había colocado en la disyuntiva de pagar la planilla de empleados o el impuesto del 18% a la venta del periódico, impuesto abusivo que no existe en ningún país que respete la cultura… La decisión había sido cubrir la planilla, ya que de lo contrario no aparecía la revista… Y de esta forma se inició también en Oiga el huaico de las multas y las moras… Su deuda global en esos momentos era, sin embargo, una insignificancia al lado de las otras publicaciones, aunque de cifras imposibles de cancelar para la debilitadísima economía de Oiga, castigada sin piedad por el sabotaje publicitario del Estado y de los amigos del gobierno y, además, descapitalizada por el esfuerzo que había hecho para estar al día en el pago de tributos…
En tales circunstancias, los directivos de la prensa acogotada por la Sunat, acuden donde el señor Santiago Fujimori, quien, por intermedio del publicista Óscar Dufour, era el hombre del régimen encargado de las relaciones con los medios de difusión. Para ello y para otros menesteres, Santiago Fujimori digitaba a la Sunat (todas las noches esta entidad le daba un informe detallado de sus actividades). Pero a esa reunión no se invitó expresamente a Oiga- Fue el único periódico con problemas excluido de ese cónclave en el que se llegó al acuerdo de que los medios cancelarían sus deudas con la Sunat colaborando con el gobierno en un gigantesco programa educativo.
A la reunión para concretar este acuerdo, sí fui invitado, porque, al parecer, no se quería que alguien de la oposición quedara excluido del arreglo, para que nadie estuviera libre de paja para criticarlo.
La citación la hizo el señor Alfredo Jailile, el hombre de la Caja del Ministerio de Economía y brazo derecho del poderoso ministro Jorge Camet, y el encuentro se produjo en el Ministerio, presidido por Jalilie, con el señor Carlos Orellana a su lado, como delegado de Palacio. También asistía el señor Federico Prieto Celi, del Ministerio de Educación, periodista de larga y limpia trayectoria, que se encargaría de monitorear el famoso programa de educación, cuyo objetivo era la impresión de millones de textos escolares y cuadernos que se haría en los talleres de diarios y revistas, etcétera, etcétera.
El acuerdo provisional acordado con el señor Santiago Fujimori –personaje central del régimen sin ningún cargo oficial responsable— era un enorme disparate.
-El proyecto no tenía pies ni cabeza— comencé diciendo, apenas se expuso la propuesta.
Prieto Celi, que había acudido con una serie de ayudantes y una ruma de modelos para escoger, abrió desconcertado los ojos, yo continué:
-Sería un disparate imprimir textos escolares en papel periódico y más todavía usar ese papel para cuadernos. La propaganda a favor del gobierno le resultaría al revés, pues esos cuadernos no servirían para nada y los libros se desbaratarían en un dos por tres.
-Se podrían hacer en bond.
-Si las rotativas usan el bond nacional destruirían sus rodillos por el polvillo que suelta ese papel… Y si se usa el bond importado la lavada va a resultar más cara que la camisa: tanto por el precio de ese bond como por los impuestos aduaneros y el IGV para el papel.
Cara de desolación en la sala. Prieto Celi se achicó detrás de las rumas de sus modelos. También Orellana sintió inseguridad en el piso. Alfredo Jaililie quedó imperturbable y me dedicó unas palabras de elogio.
Otros, más realistas, propusieron un arreglo publicitario. Los medios pagarían sus deudas a la Sunat con avisaje estatal.
Mientras se producía el debate, yo, que soy lerdo para expresarme verbalmente y porque se me podrían escapar algunos ajustados exabruptos, me dediqué a poner por escrito mis puntos de vista contrarios por completo al arreglo, ya que la solución no estaba en llegar a comprometidos acuerdos con el gobierno sino liberar de cierta carga tributaria a la cultura, como el 18% a las ventas, igual que en la mayoría por no decir en todos los países civilizados del mundo…. Y cuando se agotó el debate decidieron por el arreglo con avisaje, leí mi texto, que luego publiqué como editorial.
-No se pueden hacer excepciones con el IGV –fue la respuesta.
-¿Y por qué se exceptúa el juego de bolsa, a las afps y a otras actividades puramente lucrativas?
-La prensa no es cultura. Lean El Mañanero –metió su cuchara un funcionario, lector sin duda de basura amarilla.
Si no leyera usted periódicos no tendría usted su geografía ni si historia al día. Sería usted un analfabeto cultural. No cultivaría, si la tiene, su educación cívica.
Sin embargo, más tarde, por presión de la administración de Oiga, que se aferraba ilusamente a esperanzas imposibles, cedí y acepté el “arreglo”, que era muy simple: El tesoro público, o sea Jaililie, extendía un cheque por el monto de la deuda de cada empresa y ésta lo endosaba a la Sunat. A cambio de tan simple “arreglo”, el responsable –en el caso de Oiga, yo— aceptaba un pagaré con el gobierno, poniendo de garantía casa, autos, cuentas corrientes, etcétera, etcétera. Mientras que el Estado prometía –sin documento— publicar avisos hasta cumplir con el monto del pagaré.
Y, como estaba previsto, los anuncios o avisos se fueron publicando de acuerdo al capricho del régimen. Rápido y bien valoradas las notas en los periódicos amigos y lentas y mal pagadas en los órganos de la oposición radical.
-Podía haber sido nunca.
Por eso, apenas rescaté el comprometido pagaré, resolví liquidar Oiga, lo que no resultó fácil. Más mucho más complicado y difícil es desbaratar que crear una empresa.
¿Y la prensa que tenía en orden sus cuentas con la Sunat?...
Cuando se produjo el acuerdo protestó airado el canal 5, con un argumento válido: no era justo que se castigara a los cumplidos… Por lo que fueron premiados los que estaban  al día. Y a Oiga se le volvió a discriminar. No se quiso hacer caso al alegato de que su situación era especial, pues siempre habían estado en orden sus pagos al fisco, con lo que se había descapitalizado, y siendo su retraso reciente… no podía ser tratado igual con los que nunca pagaron y no se descapitalizaron.
Su alegato fue al tacho de basura.
Todo esto lo miro con frialdad y no  me arrepiento ni me quejo…
La lucha por lo que yo creo es la verdad no cesa porque imponderables decisiones del destino, por mano del poder político de turno, me obligaron al cierre de las puertas de mi revista Oiga. Siempre quedará la revista, lo escrito en ella, como el testimonio vital de mi compromiso conmigo mismo y con mis deberes cívicos y mi bandera inabdicable de ayer y de mañana, de siempre… Testimonio que continúa con mis libros y colaboraciones en la prensa…
Así reflexiono ahora, a la distancia, mientras termino de escribir la nota que todos los jueves leo, a las ocho de la mañana, en los micrófonos de Radio Libertad, dirigiéndome a un público masivo –la modernidad lo califica con las letras “C” y “D”—, que seguramente está más interesado en la problemática menuda de los escándalos públicos que en la meditación cívica, pero en el que la siembra de inquietudes mayores no es un desperdicio. Además, como que con esas notas y esporádicas colaboraciones en El Comercio mi conciencia se pone a salvo.
También pienso en el Perú y su futuro y, sin querer, mi atención se fija en el pasado, en ese territorio de desconcertadas gentes, en la caravana que se quedó en mitad del desierto, en la República Embrujada, donde más veces y mayor tiempo se obedeció a la voz de mando de los cuarteles que al mandato de las urnas; donde los breves ensayos de democracia han nacido, languidecido y muerto prematuramente a la sombra de los espadones cuartelarios. Y escucho a lo lejos la voz de Juan Ríos diciéndome: “Durante mucho tiempo los institutos armados desempeñaron el papel de perros de presa de la mal llamada oligarquía. El general Velasco –autor de la zoológica definición— intentó ubuescamente y sin participación popular el experimento de cambiar al Perú. El resultado inmediato de su obra fundamental –la reforma agraria— fue un desastroso traspié económico. Pienso, sin embargo, que, desde el punto de vista histórico, constituye un paso necesario que desgraciadamente no dio el régimen presidencial de Fernando Belaunde”.
¿Tienen razón estas palabras del poeta Ríos? Entrañable amigo y guía en las horas más oscuras de Oiga, salvo en las anteriores a las decisivas del destierro a México.
Difícil la pregunta y más compleja aún podría ser aún su respuesta si en el más allá siguieran en funciones los oídos y las cuerdas vocales de carne y hueso. El amigo Juan, de podernos replicar el comentario con el temperamento de su envoltura terrena, de seguro nos daría una respuesta sangrienta y breve. Sería una frase tan dolorosamente cruel como su: “¿Cree usted que hay país…?”, lanzado como respuesta a una pregunta que se le hizo sobre la patria, a la que mucho y muy honradamente quiso a pesar de haber quedado “podrida antes de madurar”.
Con tanta pasión la amó que un día del año 80, antes de los resultados electorales, quiso rezar así en Oiga: “Me parece que desde la Independencia el Perú ha vivido en permanente crisis ética, intelectual, física, económica y social. Nos hemos podrido antes de madurar. En un país que nunca tuvo clase dirigente ni escala de valores, donde el ejército ha matado más compatriotas en represiones y motines que soldados extranjeros en defensa de nuestro mutilado territorio. El pueblo, ignaro y desnutrido, no ha llegado aún a ser verdaderamente pueblo. No es su culpa. Es nuestra culpa. Perdónanos Señor”.

FRANCISCO IGARTUA
HUELLAS DE UN DESTIERRO
XLIV “Y sigo andando”

FRANCISCO IGARTUA
EDITORIAL Otra vez la inútil conseja de Brecht
Revista Oiga 11/08/1995

Se ha repetido tantas veces la conseja de Brecht, y tan inútilmente, que me parece perder el tiem­po volverla a citar: Vinieron por el sastre de abajo, pero yo no era sastre... Vinieron por el vecino religioso, pero yo no era religioso... Hasta que vinieron por mí...

Lo mismo está ocurriendo hoy en el Perú y nadie o casi nadie se inmuta. La persecución no es contra ti, contra los individuos, sino contra las instituciones, muchas veces contra corporaciones adversas a tu sentir y ajenas a tu gremio, por lo que te quedas quieto, sin advertir que la próxima puede ser tu comunidad. Se agravió, por ejemplo, a los jueces y magistrados y se arrasó con la institución judicial... y muchos pensaron ¿por qué deberían preocuparse los que no eran jueces, o magistrados?... Lo mismo ocurrió con los Colegios Profesionales, pero como millones de peruanos no son profesionales ¿por qué habría de cundir la alarma?... Los municipios fueron atropellados, pero como la mayoría no es concejal ni pretenden serlo hubo silencio... Se vilipendió a los políticos y a los partidos y como ni partidos ni políticos son gratos cuando están lejos del poder, la multitud los repudió y los halló “tradicionales”, la nueva voz descalificadora... Ahora le ha tocado el turno a la Iglesia, y para agraviarla impunemente, con alevosía y ventaja, el agravio vino unido a un tema sobre el que la Iglesia sostiene una posición que no es bien vista por la mayoría de las gentes. Y la reacción es: ¿por qué rechazar esos agravios si uno no es religioso? ¿Por qué preocuparse por el manoseo a una institución que sostiene una posición diametralmente contraria a la libertad sexual, a la que uno es afecto?

El conflicto creado por el presidente de la República con su agresiva referencia, en el Mensaje del 28, al control de la natalidad, aderezada con unos cuantos insultos a la Iglesia, es un hecho político y no otra cosa. Un conflicto en el que nada tienen que ver las te de cobre, los condones, las abstinencias, las píldoras y ni siquiera el aborto. Se trata de un gesto político dirigido a someter a la Iglesia como institución, planteado en un terreno estratégicamente escogido para, en la confrontación buscada, el gobierno cuente con todas las circunstancias a su favor, ya que son los más y no los menos los que prefieren no ser molestados con interferencias morales a la hora del placer sexual y son numerosísimos los ciudadanos con odio natural a lo religioso, a lo sobrenatural, a la disciplina ética que no parta de la propia voluntad. Aparte de que no hay persona consciente que no se preocupe y alarme con el crecimiento de la natalidad en medio de la miseria, el hambre, el abandono y la ignorancia.

No se trata, como Expreso ha querido hacer creer, de que los exabruptos presidenciales contra la Iglesia se produjeron como apurada y simple respuesta a la homilía del Cardenal Vargas Alzamora en el Te Deum, en la que éste hizo genérica y conceptual referencia a las obligaciones de los gobernantes. No. El Mensaje se produce poco después del Te Deum y fue leído. Era un texto escrito de antemano. Los insultos de “vacas sagradas y tabúes que se derrumban” fueron, pues, premeditadamente consignados en el Mensaje para crear el conflicto político. Más todavía, al día siguiente y al subsiguiente, en El Peruano, el periódico oficial del Estado -o sea de todos los peruanos-, aparecen dos artículos donde se insulta a la Iglesia hasta la náusea -ver sección En el Perú-, bajo la firma del secretario del presidente Fujimori.

La intención política no puede estar más clara y sólo a los ingenuos se les ocurre caer en el juego y ensartarse en la oscura polémica sobre métodos para lograr el sexo seguro. La Iglesia, con habilidad antigua, no cayó en el anzuelo. Planteó, en un comunicado del pleno episcopal, su razonado rechazo al aborto, al asesinato de una vida ya nacida, expuso su doctrina sobre los métodos de planificación familiar y con un largo capotazo alejó de sus terrenos al toro bravo que el gobierno le había soltado. Y para rematar la faena, con sosiego de civilización añeja, monseñor Irizar explicó: “Cada pareja y persona es responsable de su vida conyugal; en ese sentido nosotros ayudamos -desde la Iglesia- a formar conciencia, pues, al final, cada persona decide en su conciencia ante Dios. Por eso, al santuario de la conciencia, no entramos; ahí no entra nadie, mucho menos el Estado”. En resumen, la Iglesia no propone ni alienta una política poblacional. Ese es terreno del Estado. Lo que la Iglesia tiene es una doctrina al respecto que los fieles a ella y los hombres de buena voluntad están en libertad de seguir. Una doctrina que no propugna la procreación irresponsable sino la paternidad responsable y a la que le preocupa no tanto el número de habitantes sino la forma como estos aumentan.

l'osservatore romano



FRANCISCO IGARTUA

EDITORIAL "Adios, amigos y enemigos"

Revista Oiga 5/09/95

En cualquier despedida algo se va de nuestra existencia y en cada adiós morimos un poco. Y siendo éste un adiós con resonancias mayores, grande es la sensación de acortamiento de la vida que acompaña a mi lápiz en estas líneas, aunque en el cerebro se me vaya afirmando la esperanza de que este adiós sólo será un alto en la larga batalla de Oiga por lograr que los ciudadanos del Perú comprendan que el verdadero desarrollo se logrará únicamente cuando construyamos una democracia, cuando hagamos de esta patria nuestra un estado de derecho, basado en el imperio de la ley. ¿Por qué el cierre de esta quinta etapa de la azarosa existencia de Oiga no puede significar solamente un alto en la batalla? ¿Por qué tiene que ser imposible una sexta y hasta una séptima vida, como los gatos, insistiendo en que los grandes programas económicos, los brillantes empréstitos, la magia de las finanzas, las apabullantes obras físicas, el crecimiento espectacular del turismo, no serán reales, sino sólo apariencias, si los peruanos siguen apartados de la cultura cívica, sin entender que el meticuloso respeto a la ley –tanto de los de arriba como los de abajo— es el único cimiento sólido para un desarrollo verdadero y sostenido?

Aunque, desgraciadamente, no es del porvenir –aún muy incierto— que me toca tratar en esta nota editorial. Me corresponde referirme a los hechos puntuales del presente, o sea repetir lo que escribí hace dos semanas a mis amigos: Oiga ya no volverá a aparecer. Después de 33 años de llegar semanalmente a manos de nuestros lectores –salvo algunas interrupciones, unas breves y otras prolongadas, motivadas por clausuras y una deportación en México— queda interrumpido este largo diálogo que veníamos sosteniendo con nuestros lectores.

¿Diálogo?, se preguntarán con sorna más de uno de los lectores de Oiga que no nos quieren y responderé diciendo con el maestro Unamuno que, bueno, que no serán diálogos –tan inservibles como esos catecismos con preguntas y respuestas— sino autodiálogos, diálogos consigo mismo, con las inquietudes que en mí despertaba la actualidad y los problemas que esa actualidad creaba en mi conciencia.

Oiga ya no volverá a aparecer. La cierra, no obliga a autosilenciarnos, el acoso que la revista viene sufriendo desde hace diez años. He tomado esta decisión en consulta con mis asesores más cercanos, principalmente con Jesús Reyes, quien me viene acompañando casi desde el día –hace 33 años— que retomé la aventura de Oiga, iniciada en noviembre de 1948, como respuesta de mi generación al cuartelazo del general Odría contra el presidente Bustamante y Rivero, el hombre que inútilmente intentó que este país de desconcertadas gentes entendiera el valor de la democracia, de la cultura cívica, del acatamiento al imperio de la ley y no al mandón de turno.

Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad –con lo que cada uno cree es lo cierto— y en el curso del camino fuimos perdiendo amigos, contactos, benefactores, sobre todo amigos que alguna vez encontraron acogida en estas páginas y cuyas causas defendió Oiga con calor.

Pero ¿qué importa lo ganado o lo perdido en la ruta? Sí me importa morir con dignidad, con la altivez con que vivimos estos últimos 33 años de Historia del Perú.

He dicho que hubo acoso y podría relatar las presiones sufridas por la imprenta donde se imprimía Oiga –imprenta permanente perdedora en las licitaciones a las que acudía— pero no quiero crear problemas a terceros que actuaron con entereza hasta que se les quebró el ánimo de ayudarnos. Hablaré, pues, de acoso sin añadir detalles, dejaré la palabra colgada en el aire. Y en cuanto al acoso tributario sí seré algo más preciso, por la ayuda que desde estas últimas páginas puedo prestar a mis colegas de la prensa escrita, colocados en situaciones parecidas a las que han llevado a Oiga a decir adiós a sus lectores.

Sí hay acoso tributario y es penosa la voz de los fundamentalistas del liberalismo, de los ayatolas del fujimorismo, cuando gritonean que no debe haber excepciones en las normas tributarias al referirse a los impuestos al papel y al IGV sobre la venta de periódicos y revistas –IGV que no puede ser trasladado a los canillitas— y callan, poniéndose siete candados en la boca, cuando se exceptúa del IGV a los negocios de la educación, cuando se libra de IGV a los negocios en la Bolsa y cuando el Estado excluye de ese impuesto –para que no quiebren— a las AFPs.

Sí hay un acoso tributario contra la prensa, que se hace extensiva a los libros, a la lectura en general. Y haciendo prohibitiva la lectura, justo en el quinquenio de la Educación, se escarnece al más elemental derecho de un educando: poder leer con libertad. (Entendiéndose por educandos no sólo a los párvulos de los colegios sino también a los mayores, quienes sólo leyendo se irán graduando en una materia en la que no se cesa de aprender, en cultura cívica). También es burla cruel mantener ese 18% de IGV a las medicinas y a los alimentos básicos en un país de tuberculosos, muertos de hambre y con salarios miserables. ¿Por qué? –repetimos como tantas otras veces— se ensaña la tributación con la cultura, la salud y la alimentación básica y sí encuentra razones para ser benévola con las especulaciones financieras, las AFPs y las empresas que hacen negocio con la educación?¿Por qué en el Perú del quinquenio de la educación se hace prohibitivo leer un libro?

Y, para terminar esta nota de adiós, debo decir gracias, muchas gracias, a todos los colegas que han expresado públicamente su pesar por la desaparición de Oiga. En especial, el decano de la prensa nacional, a El Comercio; a César Hidebrandt, que me emocionó ante las cámaras de Canal 9; a María del Pilar Tello, de Gestión; a Mirko Lauer, de La República; a Juan Ramírez Lazo… Y no sigo enumerando a las voces de solidaridad recibidas, tanto de encumbrados personajes –el presidente Belaunde y el embajador Pérez de Cuéllar, entre otros— como de viejos colaboradores y de amigos de la revista que apenas conocí, porque estoy seguro que los olvidos serían muchos más que los recuerdos y yo quisiera que las gracias sean para todos por igual.


Fuente: Editorial Periodistica Oiga S.A

Mr. H. G. Wells, el novelista inglés, nos es profundamente simpático por lo mismo que es antipático a casi todos los idiotas. Y aquí conviene que definamos esto de idiota -en griego: hombre particular, o privado- diciendo que es el que no tiene más que sentido común, el que no discurre más que con lugares comunes y que por tanto odia las paradojas. Mr. Wells forjó paradojas y hace luego juegos malabares, malabariza con ellas, y cuando, al fin, esas paradojas han logrado entrar en el sentido común de los idiotas, éstos las convierten en lugares comunes, las clasifican y etiquetan y las meten en unas cajitas donde las tienen guardadas para enseñárselas a sus hijos.

A Mr. Wells le preguntaron por los seis más grandes hombres de las historia y en vez de mandarle a paseo al humorista -o caso idiota, si tomaba la pregunta en serio- que se lo preguntó, contestó diciendo que eran Cristo, Buda, Aristóteles, Asoka, Roger Bacon y Lincoln. ¿Verdad que es divertido? Y ello ha servido, por lo menos, para que muchos se hayan preguntado: "¿y quién fue Asoka?" Lo cual, lector, debe importarnos muy poco. Dejemos, pues a Asoka.

Esta divertidísima, humorística y paradójica respuesta de Wells a una pregunta divertidísima, humorística y paradójica ha dado motivo a que otros escritores hayan terciado y escrito cosas bastante divertidas también. Y Wells, a su vez, ha replicado y al replicar se ha metido con Shakespeare. Que en Inglaterra es peor acaso que meterse con Cristo y tan grave como meterse con Cervantes. ¡No siendo los cervantistas que se meten con él a cada paso y le dejan al pobre!... Pero lo que no se le ha ocurrido a Wells, y eso que es ocurrente, es si Buda no es creación de algún Shakespeare indio, si tiene más realidad histórica que Hamlet, como Aquiles creación de Homero o de quien sea, y el mismo Cristo, según algunos... impíos ¡claro! creación poética, mito, de alguna comunidad judía.

Y cuenta que al decir que acaso Buda no tenga más realidad histórica que Hamlet no es que se la neguemos, sino todo lo contrario. Los que conocen nuestra filosofía de la historia -"anch´io sono pittore"- expuesta en nuestra Vida de Don Quijote y Sancho -cuya tercera edición acaba de publicarse- saben que creemos que Don Quijote y Sancho tienen más realidad histórica que Miguel de Cervantes Saavedra -y más que la del que esto escribe- y que lejos de ser éste, Cervantes, el que creó a aquéllos, son ellos los que crearon a Cervantes. Y vamos a emprender una campaña para que se canonice a Don Quijote, haciéndole San Quijote de la Mancha. Y si la Iglesia Romana, que ha canonizado a no pocos sujetos poéticos de menos realidad histórica que Don Quijote, se opusiera a ello, podría ser llegado el momento del cisma y de constituir la Iglesia Católica -es decir, Universal- Española, Quijotesca.

Hay quienes viven en un mundo de hielo, de agua sólida o congelada, con nubes, o sea agua en estado nebuloso y a las veces vapor, encima entre el documento histórico y la pseudo leyenda. Y estos tales no se dan cuenta del agua líquida, fluyendo de los ríos y arroyos que arrastran témpanos y de donde brota bruma. No tienen sentido histórico.

Si al que esto escribe se le preguntara por los seis más grandes hombres de la historia española, sabría responder, pero obligado a ello, no omitiría Don Quijote, Sancho Panza, Segismundo, Don Juan Tenorio, Pedro Crespo, San Isidro Labrador y... ya van seis y es lástima que no quepan el Cid, Pizarro, Prim y otros mitos más.

Dicen que Simón Bolívar -¡otro mito!- solía decir que los tres grandes majaderos de la historia habían sido Cristo, Don Quijote y él, Bolívar. Y teniendo en cuenta que majadero es un instrumento para majar, resulta que el dicho, por más que a un cristiano irreverente pueda parecerle irreverente, no está mal, pues ¡cuidado con lo que majaron Cristo, Don Quijote y Bolívar!

Y una de las cosas que prueban mejor la genialidad paradójica -aunque de no ser paradójica no sería genialidad- de Bolívar, es que se puso al lado de dos a quienes él debía de creer míticos, pues Bolívar, que habría leído a Volney, no estaría muy seguro de la realidad histórica del Cristo al modo que la entienden los idiotas.

No hace mucho que un amigo nuestro que acababa de leer la formidable novela de Emilia Brontë, titulada Wuthering heights -traducida y publicada recientemente en español con el título de Cumbres borrascosas- nos preguntaba que de dónde pudo sacar a Heathcliff, ese prodigioso ejemplo de pasión trágica, aquella pobre muchacha, hija de un pobre clérigo, que murió soltera a los treinta años en un pueblecito inglés. Y le dijimos que Emilia Brontë sacó esa su tormentosa criatura de donde todo creador las saca, de sí misma. O más bien que fue Heathcliff el que hizo a Emila Brontë.

Pero es la misma Emilia Brontë la que nos lo dice en el último hermosísimo poema que escribió. "Oh Dios de mi pecho; todo poderosa, siempre presente Divinidad! ¡La vida -que en mí tiene descanso- como yo -vida inmortal- tenemos poder en Ti!... Con amor que mucho abarca tu espíritu anima los eternos años penetra e incuba arriba, cambia, sostiene, disuelve, crea y cría. Aunque la tierra y el hombre se fueran y los soles y los universos dejaran de ser y te quedaras Tú solo, cada existencia existiría en Ti." La que escribió esto era una creadora, una poeta -mejor que poetisa- y cada verdadera existencia, cada acción que es pasión, vive en el Creador, así cada criatura de pasión y de amor como Heatchcliff vive en quien la creó. Y como Heathcliff vive y vivirá, vive y vivirá Emilia Brontë. Y muy de otro modo que como se lo figuran los idiotas.

El deán Inge -deán de la catedral anglicana de San Pablo, de Londres, de quien os hemos ya más de una vez hablado-, dice de esas palabras de Emilia Brontë moribunda que parecen contener "una verdadera filosofía" y añade: "Esta concepción de la relación de Dios al mundo es también la de la Iglesia Católica y ha sido defendida por una larga serie de filósofos cristianos que no me parecen inferiores en agudeza y penetración a los más celebrados pensadores modernos desde Spinoza hasta nuestros días". Pero no estamos muy seguros de que esa concepción de la Brontë "sea la general en la Iglesia Católica, ni mucho menos. Más se parece a la del propio deán Inge. Porque los Idiotas de la iglesia -y en ésta como en cualquier otra congregación los idiotas son los más- los que no tienen más que sentido común, como carecen de sentido propio y de pasión propia, no pueden concebir, ni menos sentir, esa especie de inmortalidad. Esa la siente un Heathcliff. Es decir, una Brontë". Para los idiotas, para los del puro y recto sentido común, no hay más que una inmortalidad común, una comunidad inmortal. Como no tienen más que individualidad corpórea, al deshacérseles el cuerpo se les deshace la individualidad. Y nada pierden.

Vamos a consultar con Bolívar, que ¡claro! sigue viviendo, nuestro propósito de hacer que la España Máxima canonice a don Quijote. Y no vayan a creer los semi-idiotas -que son peores que los idiotas puros- que se trata aquí de nada de espiritismo, ¡no! Para ponernos al habla con Bolívar no necesitamos espiritismos. Vamos a hablar con él en español claro y recio y no en ninguna clase de esperanto y vamos a hablar con él a solas, alma a alma, sin comunidad ambiente que nos estorbe. Y estamos seguros de que aprobará nuestro proyecto, con la condición ¡claro está! de que luego se le canonice a él también y le hagamos San Simón Bolívar. Y os aseguramos que ambos, San Quijote de la Mancha y San Simón Bolívar tendrán más realidad histórica que pueda tenerla aquel don San Diego Matamoros de que hablaba don Quijote.

(Se admiten adhesiones).

M. Unamuno

Publicado el 15 de abril de 1923 en La Nación de Buenos Aires

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miércoles, 20 de febrero de 2013

(The Basques in the colonisation of Peru)
Batiz, P.

La presencia vasca en Perú ha sido menor que en otros países de América Latina. No obstante, P. Batiz puede mencionar un buen número de arquitectos, escultores, canteros, artesanos, etc. que se ilustraron en la construcción de varias ciudades y especialmente en su capital Lima.


Peru aldean Euskaldunen presentzia ez da Latinoamerikako beste tokitan bezain ugaria izan. Nolanahi ere, hainbat hiriren eraikuntzan, batez ere hiriburuan, Liman, lan eginiko arkitekto, eskultore, hargin, artisau eta abarren izen asko aipatzen ditu P. Batizek bere lanean.


Les Basques ont été moins nombreux au Pérou que dans d’autres pays d’Amérique Latine. Cependant, P. Batiz mentionne le nom de plusieurs Basques architectes, sculpteurs, tailleurs de pierre, artisans, etc... qui s’illustrèrent dans la construction de plusieurs villes et en particulier, de la capitale Lima.



* Archives Manuel de Ynchausti. Ustaritz

VIIème Congrès d’Etudes Basques = Eusko Ikaskuntzaren VII. Kongresua = VII Congreso de Estudios Vascos (7. 1948. Biarritz). – Donostia : Eusko
Ikaskuntza, 2003. – P. 455-457. – ISBN: 84-8419-931-2.

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martes, 19 de febrero de 2013


(Fraternités municipales et ordre publicen Castille et Lion pendant le Moyen âge
Municipal Brotherhoods and public orderin Castile and Lion in the Middle Age
Kontzeju-ermandadeak eta ordena publikoa Gaztela eta Leonen Erdi Aroan)


José Luis ORELLA UNZUÉ
Universidad de Deusto y del País Vasco
Clio & Crimen, nº 3 (2006), pp. 68-133

Resumen: El objetivo de este III Coloquio organizado por el Centro de Historia del Crimen de Durango está centrado en el estudio de la Hermandad como institución que persigue la delincuencia en despoblado.
Al asumir el estudio del control de delitos y la impartición de penas en los territorios de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa parto de varios presupuestos que es necesario explicitar:
Primero que las instituciones judiciales de estos territorios desde su instauración hasta su supresión foral están vinculadas, sino desde su origen a la Santa Hermandad de los Reyes Católicos (ya que las Hermandades Vascas son anteriores al siglo XV), sí en su consolidación como instituciones judiciales estables.
Segundo que los ámbitos de jurisdicción y los tribunales que los ejercen (al igual que en otros territorios hispanos y de la Cristiandad) son múltiples ya que la justicia durante el Antiguo Régimen no es territorial sino personal y por lo tanto existen varios ámbitos de jurisdicción y sus correspondientes tribunales a los que puede acogerse un súbdito de los reyes sea eclesiástico, universitario, militar, comerciante o burgués.
Tercero que en el desarrollo de las instituciones judiciales de los territorios vascos tenemos dos procedimientos historiográficos como posibles: 
1) aportando un desarrollo dinámico y diacrónico, territorio por territorio y en esta panorámica ir desgranando los diferentes niveles judiciales de primera y de segunda instancia y aun considerando ésta última en el grado de apelación o de súplica.
2) El segundo procedimiento, que es complementario al anterior, consistente en la descripción de aquellos tribunales que son comunes en su organización estructural dentro de las tres provincias vascongadas y por lo tanto son también afines a similares tribunales de otros territorios del reino de Castilla.   Me estoy refiriendo a los tribunales de justicia correspondientes a gremios y cofradías, a los tribunales eclesiásticos, a los tribunales fronterizos dirigidos  y encabezados por alcaldes de sacas o a los tribunales de ferrerías.
En esta introducción convendría también destacar que en el Antiguo Régimen y dentro de la etapa foral tanto en los siglos medievales como en los modernos, nos encontramos en las tres provincias vascongadas con una multiplicidad de jurisdicciones especiales que se aglutinan y aun se solapan en la sociedad.
Palabras clave: Hermandades vascas, Santa hermandad, delincuencia, delitos, penas.

Résumé: L’objectif du III Colloque organisé par le « Centro de Historia del Crimen » de Durango est porté sur l’étude de la « Hermandad » comme une institution qui poursuit la délinquance es rase campagne.
Pour étudier le control des délits et les peines accordées, je parte de plusieurs présupposés qu’il faut expliciter.
Premièrement, les institutions judiciaires dans ces territoires, dés son instauration jusque la suppression des « fueros » , sont liées á la « Santa Hermandad » non pas depuis son origine (les confréries basques sont antérieures aux XV siècle) mais comme institutions judiciaires stables.
Deuxièmement, les champs de juridiction et les cours qui l’exercent sont multiples car la justice n’est pas territorial mais personnelle, et pour ça il y a plusieurs champs de juridiction.
Troisièmement, dans le déroulement des institutions judiciaires des territoires basques nous avons deus procédés historiographiques possibles:
1) apporter un déroulement dynamique et diachronique territoire par territoire et ainsi égrener les divers niveaux judiciaires de première et deuxième instance.
2) le deuxième procédé complète le précédent, et consiste á la description des cours communs en leur organisation dans les trois provinces basques et  comme conséquence sont aussi semblables aux cours d’autres territoires dan le royaume de Castille.
Il faut aussi souligner dan cette introduction que á l’ancien régime et á l’étape des « fueros », tant aux siècles moyenâgeux qu’aux modernes, nous trouvons dans les trois provinces basques une multiplicité de juridictions spéciales qui s’agglutinent et même se croisent dans la société.
Mots clés: Les confréries basques, Santa Hermandad, délits, peines.
Abstract: When introducing the study of the control of crime and punishment in the territories of Álava, Vizcaya and Guipúzcoa, some assumptions need to be stated:
First, from their foundation to their suppression, the legal institutions in these territories are linked, not to the Holy Hermandad of the Catholic Monarchs (because the Basque Hermandad is previous to the 15th century), but as steady legal institutions.
Second, the jurisdiction field and the courts that run them (just like in other Hispanic and Christianity territories) are many because law during the Old Regime was not territorial but personal and thus, there are several jurisdiction fields and their corresponding courts, to which an ecclesiastical, university, military, merchant or bourgeois subject of the monarchs could have recourse.
Third, throughout the development of the legal institutions of the Basque territories, there are two possible historiography procedures:
1) Analyze the legal stages of the First and Second Instances through a dynamic and diachronic development and even consider the last one an appeal or a plea.
2) The second procedure is complementary to the previous one and it describes those courts that are common in their structural organization in the three Basque Provinces and therefore, they are similar to other Courts in other territories in Castile. I am referring to the Courts of law corresponding to guilds and brotherhoods, to the ecclesiastical court, the frontier courts leaded by a mayor and Courts of forging.
In this introduction, it’s worth mentioning the fact that in the Old Regime and within the “foral” stage, both in medieval and modern centuries, in the three Basque Provinces there is a multiplicity of special jurisdictions that bind together and overlap in society.
Key words: Basque Hermandad, Holy Hermandad, crime, punishment.

Laburpena: Durangoko Krimenaren Historiaren Zentroak antolatutako III. Mahai-inguru honen helburua Ermandadeak
aztertzea da, eremuan delinkuentzia jazartzen duen erakundea delako. 
Araban, Bizkaian eta Gipuzkoan delituak kontrolatzea eta zigorrak ezartzea aztertzean, azaldu beharreko hainbat aurrekari hartu ditut kontuan:
Lehenengoa: lurralde horietako erakunde judizial horiek, ezarri zirenetik desagertu ziren arte, Errege-erregina Katolikoen Ermandade Santuari atxikita daude sorreratik bertatik ez bada –euskal ermandadeak XV. mendaren aurrekoak dira–, bai erakunde judizial egonkor gisa finkatu zirenetik
Bigarrena: jurisdikzio-eremuak eta horiek gauzatzen dituzten epaitegiak (beste hainbat lurralde hispaniarretan eta Kristandadekoetan bezala) ugariak dira; izan ere, Antzinako Erregimenean justizia ez zen lurraldekoa pertsonala baizik, beraz, hainbat jurisdikzio-eremu eta haiei zegozkien epaitegiak zeuden, eta hartara jo zezakeen errege-erreginen mendeko oro, elizakoa, unibertsitatekoa, militarra, merkataria ala burgesa izan.
Hirugarrena: euskal lurraldeetako erakunde judizialen bilakaeran bi prozedura historiografiko erabil daitezke: 
1) Bilakaera dinamiko eta diakronikoa, lurraldez lurralde, eta bertan lehenengo eta bigarren mailako eremu judizialak bakantzea, azken hori apelazio edo erregu-mailakotzat hartuta.
2) Bigarren prozeduran –aurrekoaren osagarri gisa–, hiru probintzietan egitura-antolakuntza bertsua duten epaitegien deskribapena egiten da, eta horiek ere Gaztelako erreinuko beste lurraldeetako epaitegien antzekoak dira.   Gremioei eta kofradiei zegozkien justizia-epaitegiez, eliza-auzitegiez, zerga-alkateek zuzendu eta arteztutako muga-epaitegiez eta burdinola-epaitegiez ari naiz.
Sarrera honetan azpimarratu beharko litzateke Antzinako Erregimenean eta foru-aldian, bai Erdi Aroko mendeetan bai modernoetan, hiru probintzietan hainbat jurisdikzio berezi daude gizartean metatuta eta ezkutatuta.
Giltza-hitzak: Erdi Aroa, Gaztelako Koroa, kontzeju-ermandadeak, ordena publikoa.

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