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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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jueves, 18 de septiembre de 2014

Y sigo andando



¿Por qué hoy, pues, tanta insistencia en el retiro, la jubilación, el cierre de Oiga, la tristeza del abandono de ciertas amistades?... Porque así está hecha la vida, de barro ardiente. Pero nada de lo enumerado significa rendición. En estas páginas no hay una línea pidiendo chepa y si guerra, guerra total contra el abuso, el atropello, la injusticia. Y si yo he cambiado de trinchera y me refugio ahora en la escritura, no es porque he variado en mis adentros. Simplemente ocurrió que me fue imposible seguir teniendo abiertas las puertas de Oiga. Me lo imposibilitó la represión taimada del régimen de los 90, una represión sesgada que deja la protesta en el vacío y amenaza con la cárcel por defraudación tributaria.


FRANCISCO IGARTUA. Director Fundador de las revistas peruanas OIGA y Caretas.
Archivo FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA. BILBO-EUZKADI. LIMA PERU

He aquí esa penosa historia:

A fines de 1993, todos los periódicos, radios y televisoras —con excepción de El Comercio, Gestión y Canal 5— estaban quebrados. Se les habían acumulado millonarias deudas con la Sunat que crecían a velocidad geométrica por las moras y las multas. En teoría, el cierre de todos los medios de expresión –salvo las excepciones señaladas— era inminente... Dentro de esta situación Oiga se hallaba en una situación especial. Hasta hacía pocos meses había estado entre las excepciones, pues sus continuos desencuentros con distintos gobiernos obligaban a su administración a estar al día en los tributos, pieza clave para ajustes de cuenta con el Estado... Pero de pronto se había colocado en la disyuntiva de pagar la planilla de empleados o el impuesto del 18% a la venta del periódico, impuesto abusivo que no existe en ningún país que respete la cultura… La decisión había sido cubrir la planilla, ya que de lo contrario no aparecía la revista… Y de esta forma se inició también en Oiga el huaico de las multas y las moras… Su deuda global en esos momentos era, sin embargo, una insignificancia al lado de las otras publicaciones, aunque de cifras imposibles de cancelar para la debilitadísima economía de Oiga, castigada sin piedad por el sabotaje publicitario del Estado y de los amigos del gobierno y, además, descapitalizada por el esfuerzo que había hecho para estar al día en el pago de tributos…

En tales circunstancias, los directivos de la prensa acogotada por la Sunat, acuden donde el señor Santiago Fujimori, quien, por intermedio del publicista Óscar Dufour, era el hombre del régimen encargado de las relaciones con los medios de difusión. Para ello y para otros menesteres, Santiago Fujimori digitaba a la Sunat (todas las noches esta entidad le daba un informe detallado de sus actividades). Pero a esa reunión no se invitó expresamente a Oiga- Fue el único periódico con problemas excluido de ese cónclave en el que se llegó al acuerdo de que los medios cancelarían sus deudas con la Sunat colaborando con el gobierno en un gigantesco programa educativo.

A la reunión para concretar este acuerdo, sí fui invitado, porque, al parecer, no se quería que alguien de la oposición quedara excluido del arreglo, para que nadie estuviera libre de paja para criticarlo.

La citación la hizo el señor Alfredo Jailile, el hombre de la Caja del Ministerio de Economía y brazo derecho del poderoso ministro Jorge Camet, y el encuentro se produjo en el Ministerio, presidido por Jalilie, con el señor Carlos Orellana a su lado, como delegado de Palacio. También asistía el señor Federico Prieto Celi, del Ministerio de Educación, periodista de larga y limpia trayectoria, que se encargaría de monitorear el famoso programa de educación, cuyo objetivo era la impresión de millones de textos escolares y cuadernos que se haría en los talleres de diarios y revistas, etcétera, etcétera.

El acuerdo provisional acordado con el señor Santiago Fujimori –personaje central del régimen sin ningún cargo oficial responsable— era un enorme disparate.

-El proyecto no tenía pies ni cabeza— comencé diciendo, apenas se expuso la propuesta.

Prieto Celi, que había acudido con una serie de ayudantes y una ruma de modelos para escoger, abrió desconcertado los ojos, yo continué:

-Sería un disparate imprimir textos escolares en papel periódico y más todavía usar ese papel para cuadernos. La propaganda a favor del gobierno le resultaría al revés, pues esos cuadernos no servirían para nada y los libros se desbaratarían en un dos por tres.

-Se podrían hacer en bond.

-Si las rotativas usan el bond nacional destruirían sus rodillos por el polvillo que suelta ese papel… Y si se usa el bond importado la lavada va a resultar más cara que la camisa: tanto por el precio de ese bond como por los impuestos aduaneros y el IGV para el papel.

Cara de desolación en la sala. Prieto Celi se achicó detrás de las rumas de sus modelos. También Orellana sintió inseguridad en el piso. Alfredo Jaililie quedó imperturbable y me dedicó unas palabras de elogio.

Otros, más realistas, propusieron un arreglo publicitario. Los medios pagarían sus deudas a la Sunat con avisaje estatal.

SANTIAGO FUJIMORI y JOSU ERKOREKA
Archivo BLOG JOSU ERKOREKA


En tales circunstancias, los directivos de la prensa acogotada por la Sunat, acuden donde el señor Santiago Fujimori, quien, por intermedio del publicista Óscar Dufour, era el hombre del régimen encargado de las relaciones con los medios de difusión. Para ello y para otros menesteres, Santiago Fujimori digitaba a la Sunat (todas las noches esta entidad le daba un informe detallado de sus actividades). Pero a esa reunión no se invitó expresamente a Oiga- Fue el único periódico con problemas excluido de ese cónclave en el que se llegó al acuerdo de que los medios cancelarían sus deudas con la Sunat colaborando con el gobierno en un gigantesco programa educativo.

Mientras se producía el debate, yo, que soy lerdo para expresarme verbalmente y porque se me podrían escapar algunos ajustados exabruptos, me dediqué a poner por escrito mis puntos de vista contrarios por completo al arreglo, ya que la solución no estaba en llegar a comprometidos acuerdos con el gobierno sino liberar de cierta carga tributaria a la cultura, como el 18% a las ventas, igual que en la mayoría por no decir en todos los países civilizados del mundo…. Y cuando se agotó el debate decidieron por el arreglo con avisaje, leí mi texto, que luego publiqué como editorial.

-No se pueden hacer excepciones con el IGV –fue la respuesta.

-¿Y por qué se exceptúa el juego de bolsa, a las aefepés y a otras actividades puramente lucrativas?

-La prensa no es cultura. Lean El Mañanero –metió su cuchara un funcionario, lector sin duda de basura amarilla.

Si no leyera usted periódicos no tendría usted su geografía ni si historia al día. Sería usted un analfabeto cultural. No cultivaría, si la tiene, su educación cívica.

Sin embargo, más tarde, por presión de la administración de Oiga, que se aferraba ilusamente a esperanzas imposibles, cedí y acepté el “arreglo”, que era muy simple: El tesoro público, o sea Jaililie, extendía un cheque por el monto de la deuda de cada empresa y ésta lo endosaba a la Sunat. A cambio de tan simple “arreglo”, el responsable –en el caso de Oiga, yo— aceptaba un pagaré con el gobierno, poniendo de garantía casa, autos, cuentas corrientes, etcétera, etcétera. Mientras que el Estado prometía –sin documento— publicar avisos hasta cumplir con el monto del pagaré.

Y, como estaba previsto, los anuncios o avisos se fueron publicando de acuerdo al capricho del régimen. Rápido y bien valoradas las notas en los periódicos amigos y lentas y mal pagadas en los órganos de la oposición radical.

-Podía haber sido nunca.

Por eso, apenas rescaté el comprometido pagaré, resolví liquidar Oiga, lo que no resultó fácil. Más mucho más complicado y difícil es desbaratar que crear una empresa.

¿Y la prensa que tenía en orden sus cuentas con la Sunat?...

Cuando se produjo el acuerdo protestó airado el canal 5, con un argumento válido: no era justo que se castigara a los cumplidos… Por lo que fueron premiados los que estaban al día. Y a Oiga se le volvió a discriminar. No se quiso hacer caso al alegato de que su situación era especial, pues siempre habían estado en orden sus pagos al fisco, con lo que se había descapitalizado, y siendo su retraso reciente… no podía ser tratado igual con los que nunca pagaron y no se descapitalizaron.

Su alegato fue al tacho de basura.

Todo esto lo miro con frialdad y no me arrepiento ni me quejo…

La lucha por lo que yo creo es la verdad no cesa porque imponderables decisiones del destino, por mano del poder político de turno, me obligaron al cierre de las puertas de mi revista Oiga. Siempre quedará la revista, lo escrito en ella, como el testimonio vital de mi compromiso conmigo mismo y con mis deberes cívicos y mi bandera inabdicable de ayer y de mañana, de siempre… Testimonio que continúa con mis libros y colaboraciones en la prensa…

A
FRANCISCO IGARTUA Y DORIS GIBSON.
Archivo FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA Bilbo-Euzkadi. Lima-Perú
sí reflexiono ahora, a la distancia, mientras termino de escribir la nota que todos los jueves leo, a las ocho de la mañana, en los micrófonos de Radio Libertad, dirigiéndome a un público masivo –la modernidad lo califica con las letras “C” y “D”—, que seguramente está más interesado en la problemática menuda de los escándalos públicos que en la meditación cívica, pero en el que la siembra de inquietudes mayores no es un desperdicio. Además, como que con esas notas y esporádicas colaboraciones en El Comercio mi conciencia se pone a salvo.

También pienso en el Perú y su futuro y, sin querer, mi atención se fija en el pasado, en ese territorio de desconcertadas gentes, en la caravana que se quedó en mitad del desierto, en la República Embrujada, donde más veces y mayor tiempo se obedeció a la voz de mando de los cuarteles que al mandato de las urnas; donde los breves ensayos de democracia han nacido, languidecido y muerto prematuramente a la sombra de los espadones cuartelarios. Y escucho a lo lejos la voz de Juan Ríos diciéndome: “Durante mucho tiempo los institutos armados desempeñaron el papel de perros de presa de la mal llamada oligarquía. El general Velasco –autor de la zoológica definición— intentó ubuescamente y sin participación popular el experimento de cambiar al Perú. El resultado inmediato de su obra fundamental –la reforma agraria— fue un desastroso traspié económico. Pienso, sin embargo, que, desde el punto de vista histórico, constituye un paso necesario que desgraciadamente no dio el régimen presidencial de Fernando Belaunde”.

¿Tienen razón estas palabras del poeta Ríos? Entrañable amigo y guía en las horas más oscuras de Oiga, salvo en las anteriores a las decisivas del destierro a México.

Difícil la pregunta y más compleja aún podría ser aún su respuesta si en el más allá siguieran en funciones los oídos y las cuerdas vocales de carne y hueso. El amigo Juan, de podernos replicar el comentario con el temperamento de su envoltura terrena, de seguro nos daría una respuesta sangrienta y breve. Sería una frase tan dolorosamente cruel como su: “¿Cree usted que hay país…?”, lanzado como respuesta a una pregunta que se le hizo sobre la patria, a la que mucho y muy honradamente quiso a pesar de haber quedado “podrida antes de madurar”.

Con tanta pasión la amó que un día del año 80, antes de los resultados electorales, quiso rezar así en Oiga: “Me parece que desde la Independencia el Perú ha vivido en permanente crisis ética, intelectual, física, económica y social. Nos hemos podrido antes de madurar. En un país que nunca tuvo clase dirigente ni escala de valores, donde el ejército ha matado más compatriotas en represiones y motines que soldados extranjeros en defensa de nuestro mutilado territorio. El pueblo, ignaro y desnutrido, no ha llegado aún a ser verdaderamente pueblo. No es su culpa. Es nuestra culpa. Perdónanos Señor”.

Como que Juan Ríos sintiera, igual que Octavio Paz con México, que los males del Perú fueron mas imputables a la Republica que al Virreinato, que a la prospera y potente Nueva castilla; solo comparable en America con Nueva España. También coincidía Juan con Eduardo Orrego, otro amigo entrañable, quien por esos años 80 impulsaba a los jóvenes como el a actuar de inmediato “antes de quedar como frutos podridos en el árbol, como nuestros mayores”…

Esto lo decía replicando a los que pedían maduración a la juventud accionpopulista.

Ni Juan Ríos ni Eduardo Orrego podrían rectificar ante los vivos su vision pesimista –no por ello menos amorosa– de la patria republicana. Los dos habitan desde hace algunos años el reino de los muertos, que es donde iremos a parar todos sin distinción de ricos y pobres, de tontos e inteligentes, de haraganes y hacendosos, de esclavos de la lujuria y vendedores de la carne, según esta explicado con Áurea grandiosidad por Calderón de la Barca en El Gran Teatro del Mundo y donde, de acuerdo al Dante, volveremos a ser catalogados de acuerdo a los designios de la divinidad y a la conducta de nuestras conciencias. Porque es en ellas, en las conciencias, donde esta la virtud o el pecado, no en los hechos mismos, vistos siempre con los ojos de cada época y que son materia para los fallos de la justicia humana, desde antiguo débil, por lo que leemos en el Quijote, a la presión de los poderosos y al sonido de las monedas.


FRANCISCO IGARTUA - HUELLAS DE UN DESTIERRO. Y sigo andando. Capitulo XLIV.

domingo, 31 de agosto de 2014

Concentración de medios: Juez declaró improcedente demanda de El Comercio contra 8 periodistas

La República. Miércoles, 04 de junio de 2014 | 7:11 pm

Dicha demanda buscaba considerar como lícita la transacción en la que se compra al Grupo Epensa.

El 17° Juzgado Especializado Civil de Lima declaró improcedente la demanda civil que interpuso el Grupo El Comercio contra los 8 periodistas que lo habían querellado, en la cual dicho grupo editorial buscaba que se considere lícita la adquisión de Epensa.

Así lo dio a conocer la periodista Rosa María Palacios -una de las denunciantes- a través de su cuenta de Twitter.

Asimismo, el también periodista Augusto Álvarez Rodrich, que también pertenece al pliego de demandantes, se pronunció al respecto de tal fallo.

Hay que señalar que el Grupo El Comercio alegaba en dicha demanda que, desde que adquirió el 54 % de las acciones del Grupo Epensa, "el Grupo La República venía publicando artículos, notas periodísticas y entrevistas dirigidas a cuestionar la validez de esta operación. No obstante, el juzgado -tras considerar fundada la demanda- recordó a los abogados de los litigantes que esto forma parte de la libertad de prensa.

Cabe recordar que completan el grupo de demandantes -que piden la anulación de esta transacción- son Enrique Zileri Gibson, director fundador de la revista Caretas; Luz Helguero Seminario, directora del diario El Tiempo-Piura; Gustavo Mohme Seminario, director del diario La República; Fernando Valencia Osorio, director de Diario 16; y los periodistas Miroslav Lauer Holoubek y Mario Saavedra-Pinón Castillo.

En la resolución emitida también se buscaba declarar improcedente la acción de amparo presentado por los 8 periodistas. Sin embargo, el juzgado desestimó tal pedido.

LA OTRA VERSIÓN
Cabe resaltar que El Comercio se pronunció al respecto del fallo y resaltó que el Juzgado admitió la demanda declarativa contra el Grupo La República.

"Admitiremos la demanda, con el fin que las partes involucradas ejerzan de manera amplia su derecho constitucional a la defensa, y en su debida oportunidad el juzgado establezca si existe o no la violación a los derechos fundamentales alegados", fundamenta la resolución.



miércoles, 27 de agosto de 2014

La República 

Editorial

La República. 26 de agosto de 2014

Un periodista ejemplar

El firme compromiso de Enrique Zileri por las libertades

El fallecimiento del ex director de la revista Caretas Enrique Zileri Gibson es una triste noticia para la prensa y la democracia. Su partida es sentida porque con ella concluye un vibrante magisterio periodístico de más de medio siglo en el que la creatividad, el valor y el compromiso se conjugaron en un quehacer personal indispensable para la vigencia de los derechos y las libertades.

La República 
La vida de Zileri fue marcada por una épica libertaria que se entiende perfectamente en el caso del director de una revista clausurada seis veces y muchas otras acosada por el poder. En esa épica cabe también el descubrimiento de su compromiso periodístico durante su juventud luego de un largo viaje por el mundo de lo que él llamaba la búsqueda de sí mismo y el sentido estético que le imprimió a un medio que ha sabido ser inédito, original, llamativo y audaz.

El periodismo de Zileri no fue un periodismo de partido; fue sin embargo un periodismo de programa, cimentado con soltura y solidez en un conjunto de valores que impregnó a Caretas, el primero de ellos la democracia, que Zileri entendía más allá del voto como el comportamiento democrático de los elegidos y el libre juego de las ideas y de las libertades ciudadanas.

Por esa razón demandó el retorno de los militares a los cuarteles luego del golpe de 1962 y se opuso tenazmente a los gobiernos de Juan Velasco, Francisco Morales Bermúdez y Alberto Fujimori. Por la misma razón, defendió la vigencia de la Constitución de 1979, graficó las demandas sociales durante los períodos de crisis económica y llamó la atención del país a una agenda nacional y a la conservación de su patrimonio cultural.

El compromiso de Zileri con las libertades fue un rasgo inherente de su personalidad y actividad. Protagonizó jornadas memorables en defensa de la libertad de expresión en varias oportunidades, como la huelga de hambre de los periodistas en 1979 en la Catedral de Lima y la Biblioteca del Congreso. En ese afán fue presidente del Instituto Internacional de la Prensa (1988-1990) y fundador y presidente del Consejo de la Prensa Peruana (CPP). Recientemente, en noviembre pasado, Zileri Gibson, al lado de otros siete ciudadanos, interpuso una demanda de acción de amparo ante el Poder Judicial en contra de la concentración de la propiedad de medios de prensa escrita en el Perú.

Zileri también tuvo una resuelta participación en la defensa de los derechos humanos en la dura etapa de la violencia política y lucha contra el terrorismo. Lideró un periodismo de investigación ejemplar sobre la naturaleza de Sendero Luminoso, especialmente su comportamiento ante las comunidades campesinas, su actividad en el Alto Huallaga y su organización en las cárceles. Denunció asimismo la violación de los DDHH por las fuerzas del orden en sonados casos, incluido el asesinato de su corresponsal en Huanta, Hugo Bustíos, en 1988. En 1999, en el cincuentenario de la Declaración Universal de los DDHH fue distinguido por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.


Estamos seguros de que las nuevas generaciones de mujeres y hombres de prensa seguirán este valioso testimonio y magisterio que ahora se transforma en legado.

martes, 26 de agosto de 2014

Fallece Enrique Zileri, el periodista peruano antidictaduras

El exdirector del semanario político 'Caretas' formó a hombres de prensa en una redacción a la que dotó de vehemencia e ironía

JACQUELINE FOWKS. El País 25 AGO 2014 - 19:56 CEST1

El exdirector de la revista semanal 'Caretas'. / LA REPÚBLICA
El exdirector de la revista semanal Caretas, Enrique Zileri Gibson, falleció la madrugada del lunes en Lima a los 83 años, siete años después de haber asumido la presidencia de la publicación a causa del deterioro de su salud.

Zileri, hijo único de la fundadora del semanario, Doris Gibson, se formó en internados en Estados Unidos y en la Universidad de Cornell, aunque no concluyó sus estudios. En la década de los años 80, luego de trabajar como publicista, se hizo cargo de una revista que, desde su creación fue crítica contra las dictaduras. En 1975 y 1976 fue deportado por el gobierno militar peruano y vivió en Argentina.

Bajo su liderazgo, Caretas fue el medio que mejor cubrió la violencia desatada por Sendero Luminoso en las décadas de los 80 y 90. Contrató para ello como reportero a Gustavo Gorriti, entonces campeón de judo, lector y agricultor, que se formó como periodista con la guía de Zileri. También tenía entre sus filas a Hugo Bustíos, el corresponsal de la revista en Ayacucho, el principal territorio de la guerra, que fue asesinado por el Ejército en 1988, durante el primer gobierno del presidente Alan García.

Caretas se distingue: cuando hay momentos de mucha presión, reacciona con humor, lo cual demuestra que no tienes miedo"

En los años 90, durante el gobierno de Alberto Fujimori, Caretas reveló que Vladimiro Montesinos, el asesor principal del presidente y jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional y de las fuerzas armadas, había sido colaborador de la CIA, por lo que fue expulsado del Ejército, y abogado de narcotraficantes.

Caretas fue un medio fiscalizador durante la gestión autoritaria de Fujimori, a contracorriente de la mayoría de medios de comunicación. En 1995, el director de la revista apostó que el mandatario no se reelegiría en la primera vuelta de los comicios y que, si eso ocurría, se bañaría en la pileta de la Plaza Mayor de Lima: cosa que cumplió.

Entre 1999 y 2000, cuando el 80% de medios limeños recibía dinero del Servicio de Inteligencia Nacional para respaldar —con sus noticias y opinión— a la segunda reelección de Fujimori, Zileri y otros contados periodistas persistieron en ser independientes y opositores, pese a las presiones del Poder Judicial y de la entidad recaudadora de impuestos, que el Gobierno utilizó para intimidarlos.

El periodista fue un formador de varias generaciones quienes destacaban de él sus arranques de mal humor durante los cierres de edición, su gusto por la tecnología y por el baile; sin embargo, su aporte más original en el periodismo político fue el humor y la acuciosidad.

“Caretas se distingue: cuando hay momentos de mucha presión, reacciona con humor, lo cual demuestra que no tienes miedo. El humor es una forma de defenderse”, comentó en una entrevista al diario La República en 2013.

Zileri ha sido un amigo generoso, tolerante, siempre dispuesto a echar una mano a los colegas y un defensor militante de los derechos humanos”
Mario Vargas Llosa, el escritor y Premio Nobel de Literatura 2010

El año pasado firmó con otros seis periodistas una demanda de amparo para que el Poder Judicial opine sobre la constitucionalidad de la compra de acciones del grupo periodístico Epensa por parte del Grupo El Comercio, una transacción que los críticos califican como concentración de medios de comunicación.

Este lunes, Mario Vargas Llosa, el escritor y Premio Nobel de Literatura 2010, describió a Zileri como “un amigo generoso, tolerante, siempre dispuesto a echar una mano a los colegas y un defensor militante de los derechos humanos”.

El periodista fue director del Consejo de la Prensa Peruana, el gremio más importante de empresas periodísticas en su país.