Por FRANCISCO IGARTUA
Libertad de prensa, regionalización y discriminación racial
Hay en esta semana tres temas ineludibles, pero, siendo éstos
de tan diverso contenido, me siento incapaz de reunirlos en un solo artículo.
Serán pues tres breves comentarios los que compongan este "Canta
Claro", previas unas líneas sobre el entrampamiento diplomático-militar en
el que estamos metidos. Por un lado se habla de armarnos y por otro de que no
tenemos un centavo, lo que me anima a hacer estas dos preguntas: ¿Servirá lo
ocurrido para entender que los asuntos militares básicos se deben ver en secreto
ante los representantes del pueblo? ¿La integración sudamericana no es de suma
importancia, tanto desde la perspectiva política como de la económica? Sólo
mentes obcecadas por prejuicio ideológico o intereses particulares podrían
negar esto último.
Plena libertad de prensa, pero...
La reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa en Lima
fue motivo para que el presidente Toledo encendiera el entusiasmo de esa
asamblea con un discurso de fervorosa adhesión a la libertad de prensa, adhesión
real que nadie le puede discutir. Sin embargo, animado al parecer por los
aplausos se salió de órbita y aprovechó la ocasión para quejarse en tono
desmedido de las críticas que le hace la prensa ("no distorsionen, no
enfermen el alma del pueblo"... "tengo autoridad moral para decirles
que no mientan"), añadiendo que pocos medios lo ayudaron en su "lucha
por recuperar la democracia", mientras que refiriéndose al Poder Judicial,
afirmó "yo no me meto ahí". Dos puntos que son verdad a medias; pues
si es cierto que Toledo encabezó la oposición final contra Fujimori, también es
verdad que él y la mayoría de los medios que mencionó no estuvieron en esa
lucha desde el golpe militar del 92 hasta comienzos de 1999. Lapso durante el
cual Toledo hablaba de construir el segundo piso de la obra de Fujimori y buena
parte de esa prensa no se cansaba de alabar los "éxitos" del régimen
golpista. Y, en cuanto a que el presidente no se mete en el terreno judicial,
puede que así sea. Pero alguien de su gobierno tendrá que explicar (éste es
sólo un ejemplo) cómo hizo el ex director de Expreso, representativo mayor de
la prensa fujimontesinista, para salir a la calle y fugar del país. La jueza
que dictó la excarcelación podrá explicar (rabulescamente) que se ajustó a ley,
pero ¿por qué esa ley no sirve para otros? Y sobre todo ¿por qué el Inpe, que
es dependencia del gobierno, dejó salir a Calmell un viernes en la tarde,
dándole tiempo para la fuga entre sábado y domingo?
Poniéndonos una pistola en la sien
Se aproximan las elecciones de noviembre y cada día se hace
más claro que la pregonada regionalización será un enorme disparate. No porque
el sistema regional sea malo, sino porque su creación (que es proceso largo y
laborioso) comienza disparatadamente. Hasta este momento, a días del acto
electoral, no hay ley y por lo tanto no se sabe por qué tipo de regionalización
se va a votar. Se ha decidido, antes de la ley, que cada departamento sea una
región: ¡algo alucinante! porque región significa una economía mucho mayor de
la que tiene cualquiera de nuestro más desarrollado departamento. Sin la menor
duda, la departamentalización que nos espera será, pues, un desastre que traerá
mayor confusión política y creará varias tetas presupuestales que ninguna
"macrorregión" futura podrá eliminar. ¿Por qué no se comenzó la
descentralización reforzando el poder municipal, mientras se daba forma a las regiones económicamente viables entre
las varias en que podría dividirse el país?
La discriminación: enfermedad humana
Nuestra primera dama, doña Eliane Karp, no puede con su genio
y acaba de echar más leña al fuego del debate político como si no nos sobraran
enfrentamientos. A la señora Karp se le ha ocurrido afirmar que a su esposo se
le hace la guerra por su origen indígena. Lo que es falso de toda falsedad, ya
que si eso fuera cierto no hubiera sido elegido por los peruanos (incluida la
minoría blanca o semiblanca que odia a García). Cosa distinta es que la
discriminación racial subsista en grupos sociales y en algunas instituciones
nacionales; pero, desde la época de Velasco Alvarado, esa tara virreinal ha
amenguado y la estructura de mando en el país es hoy mestiza. Tanto, que las
elecciones presidenciales desde 1985 han sido enfrentamientos entre mestizos,
con sólo un lugar (asiático). ¿O no es mestizo Alejandro Toledo Manrique, tanto
por sus apellidos como por los rasgos de su padres y sus hermanos? Igual de
mestizo que Alan García y que la mayoría de jefes militares, miembros del Congreso,
jueces, fiscales y vocales supremos.
El racismo por lo demás no es problema de estas latitudes. Es
una enfermedad humana y universal que, por desgracia, se da en todas partes.
¿Acaso en Italia los milaneses no desprecian a los "terroni", a los
de sur? ¿No hay desprecio dé los judíos a los árabes y hasta a los judíos
negros llegados de Abisinia? Y los exquisitos londineses ¿no miran sobre el
hombro a los barbarotes de Escocia que no sean nobles?
Añadir ingrediente racial a la política peruana es una
temeraria irresponsabilidad.
Fuente:
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario CORREO, 2 de noviembre de 2002
Plena libertad de prensa, pero...
ResponderEliminarLa reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa en Lima fue motivo para que el presidente Toledo encendiera el entusiasmo de esa asamblea con un discurso de fervorosa adhesión a la libertad de prensa, adhesión real que nadie le puede discutir. Sin embargo, animado al parecer por los aplausos se salió de órbita y aprovechó la ocasión para quejarse en tono desmedido de las críticas que le hace la prensa ("no distorsionen, no enfermen el alma del pueblo"... "tengo autoridad moral para decirles que no mientan"), añadiendo que pocos medios lo ayudaron en su "lucha por recuperar la democracia", mientras que refiriéndose al Poder Judicial, afirmó "yo no me meto ahí". Dos puntos que son verdad a medias; pues si es cierto que Toledo encabezó la oposición final contra Fujimori, también es verdad que él y la mayoría de los medios que mencionó no estuvieron en esa lucha desde el golpe militar del 92 hasta comienzos de 1999. Lapso durante el cual Toledo hablaba de construir el segundo piso de la obra de Fujimori y buena parte de esa prensa no se cansaba de alabar los "éxitos" del régimen golpista. Y, en cuanto a que el presidente no se mete en el terreno judicial, puede que así sea. Pero alguien de su gobierno tendrá que explicar (éste es sólo un ejemplo) cómo hizo el ex director de Expreso, representativo mayor de la prensa fujimontesinista, para salir a la calle y fugar del país. La jueza que dictó la excarcelación podrá explicar (rabulescamente) que se ajustó a ley, pero ¿por qué esa ley no sirve para otros? Y sobre todo ¿por qué el Inpe, que es dependencia del gobierno, dejó salir a Calmell un viernes en la tarde, dándole tiempo para la fuga entre sábado y domingo?
Dos puntos que son verdad a medias; pues si es cierto que Toledo encabezó la oposición final contra Fujimori, también es verdad que él y la mayoría de los medios que mencionó no estuvieron en esa lucha desde el golpe militar del 92 hasta comienzos de 1999. Lapso durante el cual Toledo hablaba de construir el segundo piso de la obra de Fujimori y buena parte de esa prensa no se cansaba de alabar los "éxitos" del régimen golpista. Y, en cuanto a que el presidente no se mete en el terreno judicial, puede que así sea. Pero alguien de su gobierno tendrá que explicar (éste es sólo un ejemplo) cómo hizo el ex director de Expreso, representativo mayor de la prensa fujimontesinista, para salir a la calle y fugar del país. La jueza que dictó la excarcelación podrá explicar (rabulescamente) que se ajustó a ley, pero ¿por qué esa ley no sirve para otros? Y sobre todo ¿por qué el Inpe, que es dependencia del gobierno, dejó salir a Calmell un viernes en la tarde, dándole tiempo para la fuga entre sábado y domingo?
ResponderEliminarY, en cuanto a que el presidente no se mete en el terreno judicial, puede que así sea. Pero alguien de su gobierno tendrá que explicar (éste es sólo un ejemplo) cómo hizo el ex director de Expreso, representativo mayor de la prensa fujimontesinista, para salir a la calle y fugar del país. La jueza que dictó la excarcelación podrá explicar (rabulescamente) que se ajustó a ley, pero ¿por qué esa ley no sirve para otros? Y sobre todo ¿por qué el Inpe, que es dependencia del gobierno, dejó salir a Calmell un viernes en la tarde, dándole tiempo para la fuga entre sábado y domingo?
ResponderEliminarY sobre todo ¿por qué el Inpe, que es dependencia del gobierno, dejó salir a Calmell un viernes en la tarde, dándole tiempo para la fuga entre sábado y domingo?
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