Canta claro
por FRANCISCO IGARTUA
Acusación a Fujimori es una grotesca farsa
El miércoles en la noche venía buscando tema para esta
columna; pero prendí la televisión y mi di con el caso Fujimori en el programa
de Jaime de Althaus en Canal N... Pronto advertí que ya no tenía actualidad el
problema de la montaña de chatarra intoxicante en la que se han convertido los
autos, buses y camiones usados, producto del despido de empleados públicos
durante el fujimorato, convertido: hoy en filántropos obligados, pues el
mercado ha ido reduciendo las tarifas de taxistas y choferes, mientras los
combustibles se encarecían. Problema trágico (en lo social) porque cualquier
solución concluirá en desocupación y hambre, en delincuencia y rebeldía. O sea,
el destino fatal del subdesarrollo con élites que sólo miran su bolsillo.
Lo revelado en el programa de Althaus (la endeblez de las
acusaciones contra Fujimori) no sólo me ha hecho olvidar la trágica montaña de
chatarra. Ha llevado mi indignación al extremo de tentarme a no volver a
escribir en la prensa peruana, porque también ella es cómplice de la repugnante
farsa en la que ha cumplido la acusación al fugado ex presidente.
Con sorna, el representante de Fujimori hizo ver en La Hora N
que con las "pruebas" de la denuncia judicial será imposible la
extradición de su jefe... O sea ¿que Fujimori no es un criminal?... Claro que
lo espero para probarlo, no bastan testimonios nada confiables ni un pedido de
ascensos anterior a los casos de Barrios Altos y La Cantuta. Ese pedido sólo
probaría que el ex presidente es adivino.
Pero las cosas no son así. Por lo pronto no existe un
documento firmado por Fujimori exigiendo los ascensos de la gavilla
"Colina". No. Fueron tres, dos memorandos y un oficio, insistiendo en
premiar a esos oficiales "por los trabajos Especiales de
Inteligencia" realizados en "las universidades del país". No se
trató, pues, de ascensos por méritos futuros sino por crímenes cumplidos, entre
otros la masacre de estudiantes de la Universidad del Centro, denunciada por la
Fiscalía de Huancayo el 25 de marzo de 1991.
¿No es esto prueba? Se dice que se trata de indicios. Pero
son indicios que llegan a prueba con los
asesinatos posteriores de Barrios Altos y La Cantuta. Está, pues, en Huancayo
el hecho que hace vinculantes todos estos crímenes y dan solidez a la acusación
contra Fujimori.
No querer tomar en cuenta las masacres de la sierra central
significa que hay farsa en la acusación, que no se quiere castigar a Fujimori.
¡Y que no haya disculpa para los procuradores, parlamentarios, ministros y
periódicos a los que entregué esos tres documentos!
FUENTE:
EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO, 17 de mayo 2003
EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO, 17 de mayo 2003
Pero las cosas no son así. Por lo pronto no existe un documento firmado por Fujimori exigiendo los ascensos de la gavilla "Colina". No. Fueron tres, dos memorandos y un oficio, insistiendo en premiar a esos oficiales "por los trabajos Especiales de Inteligencia" realizados en "las universidades del país". No se trató, pues, de ascensos por méritos futuros sino por crímenes cumplidos, entre otros la masacre de estudiantes de la Universidad del Centro, denunciada por la Fiscalía de Huancayo el 25 de marzo de 1991.
ResponderEliminar¿No es esto prueba? Se dice que se trata de indicios. Pero son indicios que llegan a prueba con los asesinatos posteriores de Barrios Altos y La Cantuta. Está, pues, en Huancayo el hecho que hace vinculantes todos estos crímenes y dan solidez a la acusación contra Fujimori.
ResponderEliminarNo querer tomar en cuenta las masacres de la sierra central significa que hay farsa en la acusación, que no se quiere castigar a Fujimori. ¡Y que no haya disculpa para los procuradores, parlamentarios, ministros y periódicos a los que entregué esos tres documentos!