viernes, 2 de agosto de 2013

LA TERCERA

SESIÓN DEL SÁBADO 1 DE MARZO

Aprobada el acta anterior, se dio cuenta de los oficios dirigidos por el general Santa Cruz, a nombre del Ejército del Centro, y la Municipalidad, en que manifiestan la gratitud y respeto al Soberano Congreso y la satisfacción que le ha merecido el nombramiento de Presidente de la República hecho en el Excelentísimo señor don José de la Riva Agüero y, habiéndose oído con agrado, se acordó su impresión en la Gaceta oficial, y que se les contestase por la Secretaria.
El señor Pezet indicó la necesidad de que, en consecuencia de dicho nombramiento y juramento prestado por el referido señor Excelentísimo, se hiciesen las mismas demostraciones de solemnidad que se habían practicado en iguales casos, y expidiesen en el día el respectivo decreto, como desde luego se verificó ordenándose:
1° Que a las diez de la mañana del 2 del corriente se reúnan en el salón de recibimiento de Palacio todos los generales y oficiales del Ejército y Armada, las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, y todas las corporaciones de la capital, a reconocer al Presidente de la República.
2° Que concluido este acto pasen a la Santa Iglesia Metropolitana con el Presidente, donde se celebrará una misa en acción de gracias, entonándose el Te Deum; en cuyo acto se hará en la plaza mayor una salva de 21 cañonazos que se repetirá en la del Callao y buques de la Armada Nacional una hora después.
3° En las noches de los días 1, 2 y 3 habrá iluminación y repique general en la ciudad.
4° Que las mismas solemnidades se practiquen en todo el territorio del Estado, con arreglo a las circunstancias de cada población.
Consecutivamente se leyó el dictamen de la Comisión de Justicia sobre la confinación de los religiosos de la Buenamuerte con motivo de haberse solicitado por el P. José Cayro se le pusiese en libertad, y en conformidad a lo que opinó dicha Comisión se resolvió, que respecto de no aparecer la causa legalmente comprobada, cuya excepción contenía el soberano decreto expedido por la restitución de los americanos, debía considerarse comprendido el anunciado P. Cayro en la amnistía y ponérsele en libertad, apercibiéndolo a la subordinación y obediencia debida al prelado, sin perjuicio del conocimiento legal que corresponda sobre el nombramiento del provincial, con arreglo a las instituciones de la orden por el caso de vacante, de cuya providencia se instruyese el gobernador del Arzobispado.
Asimismo se leyó la representación del Diputado don José María del Piélago en que, por sus enfermedades que le obligaban a tomar otro temperamento, solicitaba se le concediesen dos meses de término. Se accedió a su solicitud, haciendo uso de la licencia dentro de seis u ocho días. Se levantó la sesión pública y siguió el Congreso en secreta.

Nicolás de Aranibar
Presidente

Mariano Quezada y Valiente

Diputado Secretario

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