PROCLAMA DEL GENERAL JOSÉ DE SAN
MARTÍN
DESPIDIÉNDOSE DEL PERÚ,
20 DE SETIEMBRE DE 1822
Presencié la declaración de la independencia de los Estados
de Chile y el Perú; existe en mi poder el estandarte que trajo Pizarro para
esclavizar el Imperio de los Incas y he dejado de ser hombre público; he aquí
recompensados con usura diez años de revolución y guerra.
Mis promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra
están cumplidas: hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de
sus gobiernos.
La presencia de un militar afortunado (por más
desprendimiento que tenga) es temible a los Estados que de nuevo se
constituyen; por otra parte, ya estoy aburrido de oír decir que quiero hacerme
soberano. Sin embargo, siempre estaré pronto a hacer el último sacrificio por
la libertad del país, pero en clase de simple particular y no más.
En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas (como en lo
general de las cosas) dividirán sus opiniones; los hijos de éstos darán el
verdadero fallo.
Peruanos:
Os dejo establecida la Representación Nacional, si depositáis
en ella una entera confianza, cantad el triunfo; si no, la anarquía os va a
devorar.
Que el acierto presida a vuestros destinos, y que estos os
colmen de felicidad y paz.
Pueblo Libre y setiembre 20 de 1822.
José de San Martín
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