Centenario Nacimiento
de
Fernando Belaunde Terry
1612-2012
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Pedro Pablo Kuczynski
La columna de PPK
El 7 de octubre estaremos celebrando el centenario del
nacimiento de FBT. Es un buen momento para recordar a este gran demócrata. Sin
duda Fernando Belaunde fue el que introdujo en el Perú una era política moderna
que reemplazó la tradición limeña de una pequeña oligarquía que mandaba y se
turnaba en el poder.
Yo he tenido el privilegio de trabajar con él en su primer
gobierno, cuando Fernando Schwalb me trajo desde el Banco Mundial en Washington
para colaborar en el Banco Central. Eran épocas turbulentas que culminaron en
agosto de 1967 en una crisis de balanza de pagos y una devaluación movida. Un
poco más de un año después hubo el golpe de Estado del Gral. Juan Velasco
Alvarado y llegaron doce años de gobierno dictatorial, con todas las
consecuencias nefastas que eso trajo.
Durante el exilio de Fernando Belaunde y de Violeta Correa
tuve muchas oportunidades de estar con ellos y de ser testigo de las penurias
que vivieron. Él siempre fue una persona de pulcra honestidad que vivía de su
trabajo y había salido del Perú contra su voluntad sin un solo centavo.
Felizmente, a partir del año 1978, bajo el Gral. Francisco Morales Bermúdez, el
gobierno militar empezó a cambiar de rumbo, con miras a un retorno hacia la
democracia.
Se convocó a una Asamblea Constituyente, en la cual Belaunde
y sus seguidores se negaron a participar, por considerarla el resultado de un
proceso convocado por un gobierno militar ilegítimo. Sin duda este rechazo a
participar en la Constituyente le ayudó mucho a Belaunde a ganar las elecciones
de abril de 1980, en la cual consiguió una amplia mayoría en la primera vuelta
y en el Congreso.
Recuerdo que unos días antes, pasando por la Asamblea del
Banco Interamericano de Desarrollo en Río de Janeiro, camino a la mina que yo
dirigía en África Occidental, los compatriotas ahí presentes se reían de mi
participación en la campaña de Belaunde. La Embajada de Estados Unidos en sus
pronósticos internos lo daba por derrotado. Pero la visión de Belaunde y su
sapiencia política le dieron el triunfo. Ahí me invitó a ser su ministro de
Energía y Minas.
El tema económico no era el activo fuerte de FBT. Al final
del gobierno militar, la bonanza de los precios del petróleo, a raíz de la
crisis en Irán, que coincidió con la apertura del Oleoducto Norperuano, le dio
un fuerte impulso a la economía, junto con el buen manejo del Ministerio de
Economía y del Banco Central, por Javier Silva Ruete y Manuel Moreyra,
respectivamente. Esa prosperidad duró otros dos años, bajo Belaunde, hasta que
en agosto de 1982 estalló la crisis de la deuda latinoamericana, la cual empezó
en México. Se secaron las financiaciones del exterior y el gobierno, que había
sido prolijo en el manejo del Ministerio de Economía, se enfrentó a una crisis
económica, aumentada por las inundaciones del Niño de 1983. No hubo forma de
salir adelante y la crisis continuó y se acentuó hasta fines de la década, bajo
el gobierno de Alan García.
Hasta su muerte en 2002, Belaunde siguió trabajando por el
Perú. Recuerdo como ministro de Economía que lo fui a ver junto con Fernando
Olivera porque necesitábamos los votos de los congresistas de Acción Popular de
esa época: ya enfermo se tomó el esfuerzo de llamarlos uno por uno para
ayudarme, y logramos una votación favorable.
Belaunde dejó varios legados de importancia capital. Uno de
ellos es que los peruanos conozcan a su Perú, esta tierra ancha y ajena, en las
palabras de Ciro Alegría. Otra gran herencia es algo muy importante hoy: la
honestidad en el manejo gubernamental. Es algo que lamentablemente escasea en el
Perú de hoy. Un tercer legado, sin duda clave, es que la democracia es un
sistema viable, y ciertamente muchísimo mejor que la alternativa, que es la
autocracia y las dictaduras. Mirando la América Latina de hoy, estas lecciones
son importantísimas y fundamentales y las debemos recordar en este Centenario.
DIARIO CORREO, PERU,
5/10/2012
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