25/07/2012
La Cofradía de la
Virgen de Arantzazu, que fue fundada hace 400 años, ha renacido del olvido y ya
tiene nueva existencia desde el 14 de Febrero del presente año mediante
Escritura Pública, aunque su activación oficial será en noviembre próximo con
un amplio programa conmemorativo que incluye la plantación en Lima de un retoño
del Gernikako Arbola, y otras actividades conmemorativas del Cuatricentenario.
La refundación de la Cofradía, en forma de un centro vasco actual, manifiestan
sus promotores, se llevó a cabo con la presencia de diversos empresarios de
origen vasco en el emblemático e histórico Club Nacional de Lima. Sus
propósitos específicos son rendir homenaje a quienes en el Siglo XVII fundaron
en Lima la Cofradía cuatricentenaria, que funcionó hasta el año 1865, en que el
gobierno peruano de turno la cerró y transfirió sus bienes a una Beneficencia
Pública, recuerdan.
Perú, Lima. La activación tiene como
propósito festejar el Cuatricentenario con la edición de un libro
conmemorativo, un foro histórico-cultural con la presencia de connotados
miembros del mundo vasco latinoamericano, la siembra de un retoño del Gernikako
Arbola y un homenaje a los mártires de la tragedia de Gernika, además de otros
homenajes, señala John Bazan Aguilar, responsable de la revista limeña Oiga y
uno de los impulsores del emprendimiento.
El grupo promotor proyecta también un
homenaje póstumo al periodista peruano-vasco Francisco Igartua Rovira --quien
diera dio los pasos iniciales para revivir la Cofradía de Lima-- en la forma de
entrega de un Premio denominado con su nombre a quienes hayan destacado por su
defensa del Estado de Derecho y los Valores Democráticos, que fueron las
constantes de su vida profesional.
Este premio será discernido por un
Jurado presidido por el pintor Fernando de Szyszlo, quien preside el Consejo
Editorial de la Revista “Oiga” que fundara Igartua. Igartua, en el II Congreso
Mundial de las Comunidades Vascas, dio a conocer un documento con la historia
de la fundación de la Cofradía de Lima, cuyos Estatutos había sacado a la luz,
los mismos que, señaló entonces, habían servido para la fundación de otras
cofradías similares en otras partes del mundo donde existían comunidades
vascas.
La mención de Igartua abrió el camino
para que un dedicado grupo de sus amigos personales, y colaboradores, rescatara
no solo su legado periodístico cultural sino también esta especial historia de
la Cofradía de la Virgen de Arantzazu, que hoy revive al cabo de cuatrocientos
años de silencio, concluye la nota remitida a la redacción de
EuskalKultura.com.
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