Cien Años cumple en el Perú la misión pastoral vasca de la
Congregación Pasionista
Jhon BAZÁN AGUILAR
En pocas semanas se cumplirán CIEN AÑOS de una gesta
evangelizadora hecha por vascos que no tiene precedente, pues quienes hasta hoy
la protagonizan fueron y son hombres decididos a todo, cuyas únicas armas son
una cruz y la palabra convincente, aparte de una renunciación casi perpetua a
lo que la mayoría consideramos buena vida. Son los misioneros de la Orden
Pasionista, una congregación cuyos primeros soldados partieron de Bilbao en
diciembre de 1912 y empezaron su obra sacra en la Amazonía peruana cuatro y
medio meses después, luego de interminable viaje.
Eran doce, como los apóstoles de Cristo, y eso han seguido
siendo año tras año, década tras década: apóstoles y soldados de la fe, que han
venido superando no solo lo desafiante de esa floresta indómita sino también
las propias reglas de la Iglesia, que en un momento dado estuvo a punto de
terminar con su apostolado, porque de acuerdo a las reglas de la Congregación
no podían ejercer donde ya otros religiosos tenían presencia oficial a través
de parroquias.
Tuvo que intervenir el Papa de entonces para encontrar una
solución salomónica. Si bien los pasionistas no podían predicar en la diócesis
de Chachapoyas, un esforzado religioso, Monseñor Emilio Lisson, logró que la
Santa Sede creara una Prefectura Apostólica Misional, colindante con la de San
Martín, y que esta fuera encomendada a los pasionistas.
Fue así que en 1917 continuó la obra, que hasta ahora se
mantiene con gran esfuerzo y sacrificio, pues los misioneros pasionistas no son
de esos cómodos religiosos que se mueven en ciudades, con parroquias
establecidas, impartiendo sacramentos en lugares tranquilos, gozando de buenas
limosnas y soporte de la feligresía, cuando no conduciendo colegios de buen
nivel que rivalizan incluso con los más encopetados centros educativos
privados.
No, los primeros pasionistas que llegaron en 1913 no sabían
siquiera a donde venían, ni lo agreste del entorno pese al verdor permanente.
Sin caminos que seguir, y solo con la guía de Dios, tenían que adentrarse en
territorios desconocidos, en viajes de seis y siete días, según lo ha
testimoniado en cartas Monseñor Lisson:
“Para ellos no había caminos difíciles, a pesar de que
algunos han sido de seis y siete días a pie, con barro a la rodilla; ni
delicadeza de alimentos, habiéndose contentado con lo que podían darles en
estas regiones retrasadas; ni esmero en la cama o en el mueblaje, habiendo sido
con frecuencia la cama una mala estera y los muebles, los troncos de los
árboles” narraba Monseñor Lisson, quien era el obispo de Chachapoyas y quien
había hecho la invitación a la orden pasionista para iniciar su misión.
Y agregaba más adelante: “No creo que en las misiones de otras
partes sufran los misioneros más privaciones que las que aquí han soportado los
pasionistas. La obra va produciendo sus frutos; mi deseo es que éstos sean
estables y se extiendan más y más”.
Eran tiempos difíciles y lo siguen siendo ahora, pero la
vocación evangelizadora sigue siendo la misma.
Hace poco nomás en Lima celebramos el Cuarto Centenario de la
fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de Arantzazu, por vascos, en Lima; y
los padres pasionistas estuvieron a nuestro lado, en lo religioso y en lo
cultural, representados por el Padre Antonio María Artola Arbiza, un académico
de primer orden, catedrático emérito de Sagrada Escritura en la Facultad de
Teología de la Universidad de Deusto. Actualmente enseña en la Facultad de
Teología Redemptoris Mater de la Provincia Constitucional del Callao, y en la
Facultad de Teología Civil y Eclesiástica de Lima.
Hicimos incluso un peregrinaje hasta Yurimaguas, donde se
encuentra la sede de la Orden, donde fuimos atendidos por el Provincial
Monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde, C.P., quien nos entregó una
emblemática efigie de nuestra Señora de Arantzazu traída en el siglo pasado del
País Vasco; y que llevada a Lima presidió los eventos conmemorativos, e incluso
un conversatorio histórico con la presencia de reconocidos intelectuales del
mundo vasco y latinoamericano.
Siguiendo la idiosincrasia tenaz del pueblo vasco, los
religiosos pasionistas siguen haciendo una gran obra en el Perú.
Inicialmente la tarea se realizaba desde una Prefectura
Apostólica, la cual con el tiempo derivó en un Vicariato Apostólico a cargo de
un obispo.
Al momento de crearse la Prefectura se señaló textualmente:
«La confiamos a la Congregación pasionista.» y cuando la Prefectura Apostólica
fue elevada a Vicariato se dijo: «Queremos que en adelante siga también... a
cargo de los misioneros de susodicha Congregación de los clérigos descalzos de
la Santísima Cruz y Pasión de nuestro Señor Jesucristo, que han venido
laborando en esta región con tanto celo.»
Eso es lo que siempre han demostrado los misioneros de la
Cruz en el Perú: celo, entrega total a su misión apostólica, siguiendo la
huella de los doce primeros, uno de los cuales incluso entregó su vida al
encarar su tarea, muriendo ahogado en uno de los caudalosos ríos de la selva
peruana.
Eso es lo que ha rescatado y destacado en su momento Monseñor
Miguel Irízar Campos, sacerdote vasco, quien en el Perú ha efectuado una obra
monumental, y que en el Cuatricentenario de la Cofradía de N.S. de Arantzazu en
Lima cumplió un rol fundamental.
Es pues digno de destacarse estos primeros cien años de
presencia pasionista en el Perú, una presencia silenciosa pero efectiva, pues
la palabra y la obra de Dios ha llegado a lugares ignotos, donde solo la
persistencia y entrega de estos religiosos ha podido alcanzar.
La partida de los primeros misioneros desde su casa matriz de
Bilbao se produjo en diciembre de 1912. Iniciaron el cruce del Atlántico el
primer día de enero de 1913, y solo llegaron a Tarapoto el 17 de mayo de ese
año.
Estamos ya pues viviendo el Primer Siglo de esta gesta poco
conocida. Reconozcamos tan tesonera labor y rindamos homenaje a quienes desde
1913 vienen dando muestras de histórico desprendimiento. Desde estas páginas
les tributamos un merecido tributo de admiración.
660 zenbakia
2013 / 02-27 / 03 – 13
Fuente:
EUSKONEWS
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
ILUSTRE HERMANDAD VASCONGADA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU
COFRADIA VASCONGADA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU DE LIMA
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