Miércoles, 04 de septiembre de
2013 | 6:39 am
Ángel Delgado Silva. Abogado
especializado en Derecho Público, Constitucional y Administrativo, catedrático
en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
María Elena Hidalgo
El especialista Ángel Delgado
analiza los potenciales riesgos para la libertad de prensa que se presentan por
el hecho de que u n solo grupo empresarial concentre la propiedad del 70 por
ciento de los periódicos que circulan en el país. Delgado afirma que la
democracia se fortalece con la pluralidad, no con el pensamiento único.
¿Que un solo grupo económico
concentre la propiedad del 70 por ciento de periódicos es una amenaza a la
libertad de prensa?
Es un peligro. En un Estado
democrático, el ciudadano tiene derecho a estar informado de manera
proporcionada. Lo conveniente es que un ciudadano no reciba información
sesgada, de modo que pueda sacar sus propias conclusiones y tome sus
decisiones. Pero si la información viene de una sola vía, de un solo camino,
obviamente recibirá información parcializada.
En el caso de la compra del Grupo
Epensa por el Grupo El Comercio, sus promotores la presentan como una simple
operación comercial. ¿Es así?
La crítica a los Estados
totalitarios y comunistas es justamente limitar a la prensa e imponer una
verdad oficial. Pero estamos ante un caso en el que, sin que haya intervenido
lo político y lo jurídico –o aprovechando la ausencia de ambos–, los mecanismos
comerciales y económicos nos llevan a una situación que se parece mucho a esos países donde hay concentración de
poder . Estamos en una situación en la que la equidad está ausente, en la que
el que tiene ventaja va a imponerse a los demás y va a sacar del juego a
quienes no piensen igual. Eso es peligroso porque es como entrar a una sociedad
vertical y autoritaria.
¿Existen normas legales que limitan la concentración de la propiedad
sobre los medios de comunicación?
Hay que distinguir a los medios de
comunicación. Hay medios de comunicación
que asumen espectros como la banda sonora y las ondas de telecomunicación que
pertenecen al Estado. Estos espacios sí son regulados y no puede haber
monopolio. Pero en el caso de la prensa escrita, no hay una legislación que
señale un límite de acumulación o crecimiento porque la lectoría está dada en función al respaldo del
público. Constitucionalmente tenemos la libertad de derecho a la propiedad. No
existen normas restrictivas para la
compra de diarios. Pero es un desafío que este tema se debata porque el Grupo
El Comercio, que ha comprado al Grupo Epensa, también es propietario de medios
audiovisuales. Entonces ya no es solo la prensa escrita sino la suma del grupo
y es obvio que van a desarrollar un pensamiento propio que van a vender a la
sociedad y en condiciones más favorables que
los otros.
¿Los ciudadanos podrían impugnar
la concentración de la propiedad de los medios de comunicación?
Se debe generar un sentimiento
ciudadano por intermedio de la opinión pública que rechace y condene
moralmente estas prácticas que se
traducen en la acumulación de poder periodístico, porque se pone en peligro el
bien superior que es la libertad de expresión. En nombre de la libertad de
expresión hay que desarrollar una barrera en el seno de la opinión pública que
censure la monopolización de los medios de comunicación.
¿Qué debería hacer el Estado para
asegurar la pluralidad de la propiedad de la prensa? ¿O no tiene facultad para
intervenir?
El Estado no tiene los medios
para poder aplicar una limitación. La misma prensa es reacia a que le pongan
límites. Pero hemos llegado a un punto donde la ausencia total de regulación
pone en peligro la libertad de expresión , la libertad de prensa. Yo creo que
esta es una magnífica oportunidad para que en los sectores políticos y sociales
hagan un gran debate sobre el rol de la prensa. Así como hay gente que se opone
a cualquier tipo de control del Estado en defensa de la libertad, así también
se puede decir que resulta preocupante la ausencia de controles absolutos, lo
que permite las acumulaciones de propiedad –que son válidas comercialmente–,
pero desde el punto de vista periodístico pueden ser nefastas.
¿La concentración daña la
libertad?
En un régimen democrático la información debe ser plural, debe primar la diversidad.
Lo contrario es la concentración porque implicaría el pensamiento único. La
concentración de poder es contraria a la democracia, y la concentración de
poder en los medios, también.
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