Editorial
La República. 26 de agosto de 2014
Un periodista ejemplar
El firme compromiso de
Enrique Zileri por las libertades
El fallecimiento del ex director de la revista Caretas
Enrique Zileri Gibson es una triste noticia para la prensa y la democracia. Su
partida es sentida porque con ella concluye un vibrante magisterio periodístico
de más de medio siglo en el que la creatividad, el valor y el compromiso se
conjugaron en un quehacer personal indispensable para la vigencia de los
derechos y las libertades.
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La República |
La vida de Zileri fue marcada por una épica libertaria que se
entiende perfectamente en el caso del director de una revista clausurada seis
veces y muchas otras acosada por el poder. En esa épica cabe también el
descubrimiento de su compromiso periodístico durante su juventud luego de un
largo viaje por el mundo de lo que él llamaba la búsqueda de sí mismo y el
sentido estético que le imprimió a un medio que ha sabido ser inédito,
original, llamativo y audaz.
El periodismo de Zileri no fue un periodismo de partido; fue
sin embargo un periodismo de programa, cimentado con soltura y solidez en un
conjunto de valores que impregnó a Caretas, el primero de ellos la democracia,
que Zileri entendía más allá del voto como el comportamiento democrático de los
elegidos y el libre juego de las ideas y de las libertades ciudadanas.
Por esa razón demandó el retorno de los militares a los
cuarteles luego del golpe de 1962 y se opuso tenazmente a los gobiernos de Juan
Velasco, Francisco Morales Bermúdez y Alberto Fujimori. Por la misma razón,
defendió la vigencia de la Constitución de 1979, graficó las demandas sociales
durante los períodos de crisis económica y llamó la atención del país a una
agenda nacional y a la conservación de su patrimonio cultural.
El compromiso de Zileri con las libertades fue un rasgo
inherente de su personalidad y actividad. Protagonizó jornadas memorables en
defensa de la libertad de expresión en varias oportunidades, como la huelga de
hambre de los periodistas en 1979 en la Catedral de Lima y la Biblioteca del
Congreso. En ese afán fue presidente del Instituto Internacional de la Prensa
(1988-1990) y fundador y presidente del Consejo de la Prensa Peruana (CPP).
Recientemente, en noviembre pasado, Zileri Gibson, al lado de otros siete
ciudadanos, interpuso una demanda de acción de amparo ante el Poder Judicial en
contra de la concentración de la propiedad de medios de prensa escrita en el
Perú.
Zileri también tuvo una resuelta participación en la defensa
de los derechos humanos en la dura etapa de la violencia política y lucha
contra el terrorismo. Lideró un periodismo de investigación ejemplar sobre la
naturaleza de Sendero Luminoso, especialmente su comportamiento ante las
comunidades campesinas, su actividad en el Alto Huallaga y su organización en
las cárceles. Denunció asimismo la violación de los DDHH por las fuerzas del
orden en sonados casos, incluido el asesinato de su corresponsal en Huanta,
Hugo Bustíos, en 1988. En 1999, en el cincuentenario de la Declaración
Universal de los DDHH fue distinguido por la Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos.
Estamos seguros de que las nuevas generaciones de mujeres y
hombres de prensa seguirán este valioso testimonio y magisterio que ahora se
transforma en legado.
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