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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

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UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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jueves, 16 de mayo de 2013

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU

HOY, 16 DE MAYO, FIESTA DE SANTA GEMA GALGANI

Dentro del Centenario queremos ofrecer un cálido espacio a una joven italiana que, aunque "oficialmente" no llegó a ser Religiosa pasionista, como era su deseo, ocupa sin embargo un lugar privilegiado en el santoral de nuestra Congregación. Su espiritualidad estaba enraizada en el carisma de San Pablo de la Cruz y su director espiritual, en sus últimos tres años, fue el pasionista P. Germán de San Estanislao. Su nombre: SANTA GEMA GALGANI.
  
Nació el 12 de marzo de 1878 en Camigliano, una aldea cerca de Lucca, en Italia. Gema es la palabra italiana para “gema”, piedra preciosa. Su padre era un farmacéutico próspero y su madre era también de noble linaje. Los Galgani eran católicos y fueron bendecidos con ocho hijos. Gema, la cuarta hija y la primera niña de la familia, desarrolló una atracción irresistible hacia la oración cuando era aún muy joven. Esto fue resultado de su piadosa madre, quien enseñó a Gema las verdades de la fe católica romana. La madre infundió especialmente en el alma preciosa de su hija el amor a Cristo crucificado.

La joven santa se aplicó con celo a la devoción. Cuando Gema tenía sólo cinco años, leía los Oficios de Nuestra Señora tan fácil y rápidamente como si fuera una persona mayor.

Cuando la madre de Santa Gema tenía que realizar sus quehaceres diarios de ama de casa, la pequeña Gema tiraría de la falda de su madre y diría: “Mamá, dime un poco más sobre Jesús”.

Desgraciadamente, la madre de Gema murió pronto. El día en que Gema recibió el sacramento de la confirmación, mientras ardientemente rezaba en la misa para que su madre recobrara la salud (la Sra. Galgani estaba gravemente enferma), escuchó una voz inconfundible dentro de su corazón que decía: “¿Me darás a tu mamá?”. “Sí”, respondió Gema a la voz, “pero con tal de que tú me lleves también”. “No”, replicó la voz, “dame a tu madre sin reservas. Por el momento tú tienes que permanecer con tu padre. Yo te llevaré al cielo más tarde”. Gema simplemente respondió “sí”. Este “sí” iba a ser repetido a través de toda la corta vida de Santa Gema en respuesta a la invitación de Nuestro Señor a sufrir por Él.

Siguiendo la muerte de su amada madre, Gema fue enviada por su padre a un internado católico en Lucca, regentado por las Hermanas de Santa Zita.
Reflexionando sobre sus días de escuela más tarde diría: “Comencé a ir a la escuela de las hermanas; estaba en el paraíso”.
Destacó en francés, aritmética y música y, en 1893, ganó el gran Premio de Oro por su conocimiento religioso. Uno de sus maestros en la escuela lo resumió muy bien al decir: “Ella (Gema) era el alma de la escuela”.
Gema había estado preparándose arduamente para su Primera Comunión. Ella acostumbraba a suplicar: “Denme a Jesús... y verán qué buena seré. Tendré un gran cambio. Nunca más cometeré un pecado. Dénmelo. Lo anhelo tanto, no puedo vivir sin Él”.
A Gema se le permitió recibir la Primera Comunión a los nueve años de edad, la cual era una edad más temprana que la usual. Con el permiso de su padre fue a un convento durante diez días para prepararse intensivamente para este solemne evento.

El gran día de Gema finalmente llegó el 20 de junio de 1887, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. En sus propias palabras ella describió su primer encuentro íntimo con Cristo en Sagrado Sacramento de este modo:

“Es imposible explicar lo que entonces pasó entre Jesús y yo. Él se hizo sentir ¡tan fuertemente en mi alma!”

Erico Galgani
El siguiente incidente mayor en la vida de Santa Gema fue cuando su padre murió en 1897. Como resultado de su gran generosidad, de la falta de escrúpulos de sus contactos en negocios y de sus acreedores, sus hijos se quedaron sin nada, y no tenían siquiera los medios para mantenerse. Gema tenía sólo diecinueve años, pero tenía ya una experiencia mayor en cargar la cruz.

Gema pronto comenzó a enfermar. Se le desarrolló una curvatura en la columna vertebral. Le dio también una meningitis dejándola con una pérdida de oído temporal. Largos absesos se le formaron en la cabeza, el pelo se le cayó, y finalmente las extremidades se le paralizaron. Un doctor fue llamado y trató muchos remedios, los cuales fallaron todos. Sólo se puso peor.
Gema comenzó entonces su devoción al Venerable Gabriel Possenti de la Dolorosa (ahora San Gabriel) . En su lecho de dolor ella leyó la historia de su vida. Más tarde ella escribió acerca del Venerable Gabriel:
“Creció mi admiración de sus virtudes y sus maneras. Mi devoción hacia él se incrementó. En la noche no dormía sin tener su retrato bajo mi almohada, y después comencé a verlo cerca de mí. No sé cómo explicar esto, pero sentía su presencia. Todo el tiempo y en toda acción, el hermano Gabriel venía a mi mente".

Gema, ahora de veinte años, parecía estar en su lecho de muerte. Una novena fue sugerida como la única posibilidad de cura. A la medianoche del 23 de febrero de 1898, escuchó el ruidito de un rosario y comprendió que el venerable Gabriel se estaba apareciendo ante ella. El habló a Gema. “¿Deseas recobrar la salud? Reza con fe cada noche al Sagrado Corazón de Jesús. Yo vendré a ti hasta que la novena se haya terminado, y rezaremos juntos al Sacratísimo Corazón”.

El primer viernes de marzo la novena terminó. La gracia fue concedida: Gema estaba curada. Al levantarse,  alrededor de ella lloraron de alegría. Sí, ¡un milagro había sido llevado a cabo!

Gema, ahora en perfecta salud, había deseado siempre ser consagrada monja, pero esto no iba a ser así. Dios tenía otros planes para ella. El 8 de junio de 1898, después de recibir la Comunión, Nuestro Señor dejó a su servidora saber que aquella misma noche le regalaría con una extraordinaria gracia.

Gema fue a casa y rezó. Ella cayó en éxtasis y sintió un enorme remordimiento por pecar. La bendita Virgen María, a quien Santa Gema era tremendamente devota, se le apareció y le habló: “Mi hijo Jesús te ama más allá de la medida, y desea darte una gracia: yo seré una madre para ti. ¿Serás tú una verdadera hija?”
La bendita Virgen María abrió entonces su manto y cubrió a Gema con él.

Así es como Santa Gema relata cómo recibió los estigmas: “En ese momento Jesús apareció con todas sus heridas abiertas, pero de estas heridas ya no salía sangre, sino flamas. En un instante estas flamas me tocaron las manos, los pies y el corazón. Sentí como si estuviera muriendo, y habría caído al suelo de no haberme sostenido mi madre en alto, mientras todo el tiempo yo permanecía bajo su manto. Tuve que permanecer varias horas en esa posición. Finalmente ella me besó en la frente y desapareció, y yo me encontré arrodillada. Yo aún sentía un gran dolor en las manos, los pies y el corazón. Me levanté para ir a la cama, y me di cuenta de que la sangre estaba brotando de aquellas partes donde yo sentía el dolor. Me las cubrí tan bien como pude, y entonces, ayudada por mi Angel, fui capaz de ir a la cama...” Muchas gentes, incluyendo los respetados eclesiásticos de la Iglesia, fueron testigos de este milagro de los estigmas, los cuales recurrieron durante la mayor parte del resto de su vida. Un testigo declaró: “La sangre salía (de Santa Gema) de sus heridas en gran abundancia. Cuando ella se levantaba, fluía al suelo, y cuando estaba en cama no sólo mojaba las sábanas, sino que saturaba el colchón entero. Yo medí algunos de estos arrollos o estanques de sangre, y eran de entre veinte y veinticinco pulgadas de largo y más o menos dos pulgadas de ancho”.

Como San Francisco de Asís y el Padre Pío, Gema también puede decir: “Nemo nihi molestus sit. Ego enim stigmanta Dimini Jesu in corpore meo porto”. Ningún hombre me dañe, puesto que llevo las marcas de Nuestro Señor en el cuerpo”.

A los veintiún años de edad, Gema fue acogida por una generosa familia italiana, los Giannini. La familia ya tenía once hijos, pero estaban contentos de darle la bienvenida a esta joven y pía huérfana en su hogar. La madre de la familia, la Señora Cecilia Giannini diría más tarde de Gema: “Puedo declarar bajo juramento que durante los tres años y ocho meses en que Gema estuvo con nosotros, nunca supe del menor problema en nuestra familia por su causa, y nunca noté en ella el mínimo defecto. Repito: ni el menor problema ni el mínimo defecto”.

Santa Gema diligentemente ayudaba con los quehaceres de esta familia numerosa. Tenía también tiempo para rezar, que era su actividad favorita. A través de la Providencia, ella consiguió al bendito Pasionista Padre Germán, C.P., como director espiritual a quien ella era totalmente obediente.

El Padre Germán, un teólogo eminente en cuanto a la oración mística, notó que Gema tenía la más profunda vida de oración y resultante unidad con Dios. El estaba convencido de que su “Gema de Cristo” había pasado por todos los nueve estados clásicos de la vida interior.

Gema iba a misa dos veces al día, recibiendo la comunión en una. Ella rezaba las oraciones con fe  y por las noches, con la Sra. Giannini, iba a las vísperas. En todos sus ejercicios espirituales ni una sola vez descuidó sus quehaceres diarios en la casa de los Giannini.

El ángel guardián de Santa Gema se le aparecía frecuentemente. Los dos conversaban de la misma manera en que se habla entre los mejores amigos. La pureza e inocencia de Gema debe haber atraído a este glorioso ángel desde del cielo hasta su lado. Gema y su ángel con sus alas extendidas o arrodillado a su lado, recitaban juntos jaculatorias o salmos alternadamente. Cuando meditaban sobre la pasión de Nuestro Señor, su ángel la inspiraba con los más sublimes pensamientos de este misterio. Su ángel guardián una vez le dijo sobre la agonía de Cristo: “Mira lo que Jesús ha sufrido por los hombres. Considera sus heridas una por una. Es el amor lo que las abrió todas. Ve lo execrable (horrible) que el pecado es, ya que para expiarlo, tanto dolor y tanto amor han sido necesarios”.

En 1902 Gema, con buena salud desde su cura milagrosa, se ofreció a Dios como víctima por la salvación de las almas. Jesús la aceptó, y ella cayó peligrosamente enferma. No podía pasar ningún alimento. Aunque recobró brevemente la salud a través de la Divina Providencia, rápidamente volvió a caer enferma. El 21 de septiembre de 1902, comenzó a vomitar pura sangre que venía de los espasmos violentos de amor de su corazón. Mientras tanto, pasaba por un martirio espiritual que ella experimentaba como aridez y desconsuelo en sus ejercicios espirituales. Para añadir, el demonio enemigo multiplicaba sus ataques contra la joven “Virgen de Lucca”. Satanás redoblaba la guerra contra Gema porque sabía que su fin se acercaba. El se esforzaba para persuadirla de que había sido enteramente abandonada por Dios, usando sus infernales apariciones e incluso asestando golpes físicos contra su frágil cuerpo. Un testigo que estaba cuidando a Gema dijo: “Aquella bestia abominable será el final de nuestra querida Gema -golpes sordos, formas de animales feroces, etc.- Me alejé de ella con lágrimas porque el demonio la estaba desgastando.”

Gema incesantemente invocaba los nombres sagrados de Jesús y María, aún la batalla se libraba en ella. Su director espiritual, el venerable P. Germán, en cuanto a la última batalla de Gema, declaró: “La pobre sufriente pasó días, semanas y meses de esta manera, dándonos ejemplo de paciencia heróica y motivos para sentir un benéfico temor a lo que pueda pasarnos, de no tener los méritos de Gema, a la hora de nuestra muerte”.

Aún así, a través de todas estas pruebas, Gema nunca se quejó, solamente oraba. Gema estaba llegando al final. Era prácticamente un esqueleto viviente, pero todavía bello a pesar de los estragos de su enfermedad. Se le administraron los sagrados viáticos. En sus últimas palabras, dijo: “No busco nada más. He hecho a Dios el sacrificio de todo y de todos. Ahora me preparo para morir.” Boqueando, gritó: “Ahora realmente es verdad que nada mío queda, Jesús. ¡Encomiendo mi pobre alma a ti, Jesús!” Gema entonces sonrió y dejando caer la cabeza a un lado, dejó de vivir.

Una de las hermanas presente en su lecho de muerte, vistió el cuerpo de Gema con los hábitos de las Pasionarias, que era la orden a la que Gema siempre había aspirado. Su muerte bendita tuvo lugar el Sábado Santo, 11 de abril de 1903. Gema Galgani tenía veinticinco años.

Las autoridades de la Iglesia comenzaron a estudiar la vida de Gema en 1917, y fue beatificada en 1933. El decreto aprobando los milagros para la canonización fue leido el veintiséis de marzo de 1939, Domingo de Pasión.

Gema Galgani fue canonizada el 2 de mayo de 1940 por Pío XII, sólo treinta y siete años después de su muerte.

Santa Gema, ruega por nosotros.

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU


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CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU


Arriba: cuatro de los Obispos pasionistas que vinieron pastoreando el extenso campo de la Misión en tierra amazónica. Mons. Santos Iztueta (fallecido), Mons. Venancio Orbe (fallecido), Mons. Miguel Irízar (emérito) y Mons. José Luís Astigarraga (actual Obispo de Yurimaguas). Faltan Mons. Atanasio Jáuregui, Elías Olázar y Martin Elorza (fallecidos). En total, siete Obispos pasionistas misioneros. Abajo: los 12 primeros misioneros pasionistas llegados al Perú.

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU



Tal como estaba anunciado, hoy 15 de mayo de 2013, a las 11 de la mañana, ha tenido lugar la presentación y el pregón del gran evento pasionista en tierras peruanas.

En el Centro Cultural "El Olivar", a doscientos metros de la parroquia del Pilar de San Isidro-Lima, el periodista de Radio Programas del Perú, Miguel Humberto Aguirre, hizo una breve y enjundiosa presentación del acto a celebrar.

A continuación, Mons. Miguel Irízar, Obispo emérito del Callao y miembro de la Congregación Pasionista, ofreció una amplia exposición de la labor desarrollada por los Pasionistas a lo largo de estos cien años de labor misionera.

Todo ello acompañado en la pantalla por viejas películas y fotos de la Misión, lo cual venía a subrayar con hechos el discurso del conferenciante.

Con el acto de hoy se da inicio oficial al Centenario cuyo programa iremos anunciando puntualmente para los lectores de este blog.

Fuente:
Congregación Pasionista del Perú


miércoles, 15 de mayo de 2013

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU

CENTENARIO PASIONISTA EN EL PERU – Monseñor Miguel Irizar C.P, con Miembros de la Congregación Pasionista / Municipalidad de San Isidro - Centro Cultural El Olivar  15/05/2013 

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU

CENTENARIO PASIONISTA EN EL PERU – Pregón del Centenario / Discurso de Monseñor Miguel Irizar C.P / Municipalidad de San Isidro - Centro Cultural El Olivar  15/05/2013 




CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU

entrevista al padre pío zarrabe
ENTREVISTA AL RVDO. P. JOSÉ IGNACIO ZARRABE GARRO

¿Cómo se le ocurrió venir al Perú, y en concreto, a la Región Loreto?

Yo pertenezco a la Congregación de los Pasionistas que llegaron a el Huallaga el año 1922, por vía marítima, surcando el Amazonas, el Marañón y el Huallaga. Aquí abrieron la primera casa, pero se extendieron después a toda la provincia con comunidades en Santa Cruz, Lagunas, San Lorenzo del Marañón, Borja de Maseriche, Jeberos, Balsapuerto, y otros lugares. Su trabajo era ponerse al servicio de esta Región para atender en Evangelización, en Educación, en Salud.

Teníamos bastante relación con el Perú y puedo decir que esto me proporcionó una especial querencia a esta Nación. Mi llegada al Perú, en un viaje de 25 días por mar, fue el cumplimiento de uno de mis grandes sueños.

Dónde nació y en que fecha

En la región de España que se llama Euskalerria (país Vasco). Y, en concreto en un pueblo llamado Bolívar. De aquí viene en parte mi vocación latino-americana. En Bolívar nacieron los antepasados del libertador Simón Bolívar. Su abuelo emigró a México. Un hijo suyo se trasladó a Venezuela y allí nació el libertador Simón Bolívar. De pequeño y de joven aprendí mucho de la historia americana y me eduqué entre los varios monumentos levantados en homenaje al libertador. Creo que todo esto influyó en mi simpatía por América.

Nací hace muchos años. Soy de Aries, del 25 de marzo de 1929

Mis padres se llamaban Benito y Emilia. Siempre me arreglé bien con ellos, aunque tengo algunos episodios que me disgustaban. Mi papá había estado unos 15 años en América del Norte. En mi casa vivía también un tío americano. Cuando ellos preferían conversar sobre cosas que no entendiéramos nosotros, hablaban inglés y esto me enojaba mucho. Hasta tal punto que teniendo ocasión de aprender esta lengua entonces y años más tarde, siempre aborrecí el inglés. ¡Cosas de niños! Luego, muchas veces me he arrepentido de este capricho.

Cómo fue lo de su vocación para la vida religiosa

No es una pregunta que tenga una respuesta fácil. La vocación es algo que va surgiendo poco a poco y necesita años de maduración, antes de tomar una decisión definitiva.

Tuve la suerte de tener en la parroquia unos sacerdotes diocesanos muy inteligentes y buenos. Ellos nos hablaban de la vocación. Y en mi casa la abuelita, gran lectora de vidas de santos, nos solía repetir: “En la vida hay que hacer algo valioso. Lo mejor es trabajar por otros, tener espíritu de servicio y esto se cumple en la vida religiosa”. Así, por una parte y por otra, fui recibiendo algunas lecciones. Mis papas nunca me abordaron el tema vocacional.

Cuando me decidí, vino lo más delicado, comunicar a mi papá el deseo de ser sacerdote. Todavía recuerdo el lugar y la hora en que tuve esta conversación con mi papá. Le manifesté mi propósito y él, ocultando su disgusto, me dijo: “Hijo, si ese es el camino que has escogido yo te ayudaré en tus estudios. Todo corre a mi cuenta”. Luego vino el pedir la entrada a los Pasionistas.

Que tal estudiante fue usted?

Pasable, jamás tuve jalados. Y tengan en cuenta que mi carrera de estudios, además de la secundaria, fue de 2 años, de filosofía, 4 años de teología, y 3 años de universidad, para sacar la licencia en historia. Mi punto débil era la caligrafía. Siempre escribí torcido hasta el día de hoy. Esto me traía problemas en los exámenes escritos. Pero los profesores parece que tenían buena vista e interpretaban mis garabatos.

Durante los últimos cursos de estudios qué pasos dio en su vida religiosa

A los 21 años, el día 27 de diciembre de 1950 hice mi profesión religiosa, que suponía la entrega definitiva a la Congregación Pasionista. Dos años más tarde, con 23 recién cumplidos, recibí la ordenación sacerdotal. Todo esto aconteció en la ciudad de Roma, ya que mis superiores me destinaron a Italia con 19 años. Y me tocó vivir allí 7 años seguidos, terminando mi formación e iniciando los trabajos sacerdotales.

Mi primer trabajo pastoral como sacerdote fue continuar en la universidad y atender los sábados y domingos a los presos detenidos en la gran cárcel Regina Coeli que albergaba unos 2000 detenidos, la mayor parte presos políticos. Eran los años de la posguerra Europea. En la cárcel me encontré con la vida real, con muchos hombres sin libertad, cada uno con su historia, sus problemas, su llanto. En el penal tuve la suerte de conocer a las personas “en su interior”. Doy gracias a Dios por este mi primer trabajo sacerdotal.

Cómo fue la salida de Roma y su actividad posterior?

Terminados mis estudios universitarios y algunos otros cursos complementarios, regresé a España e inicié allí la tarea de la docencia superior como profesor de Historia de la Iglesia y Teología. Fueron 12 años felices. Los estudiantes de Teología eran jóvenes entre los 20 y 25 años. Sinceros, aplicados y muy centrados en su formación. Entre bastantes alumnos que luego han ocupado puestos importantes en la Iglesia y en la Congregación, puedo señalar a Monseñor Miguel Irizar, obispo de Yurimaguas de 1972 a 1989 y al actual obispo Monseñor Astigarraga.

Qué otras tareas realizó usted antes de venir al Perú?

La Congregación me encargó diversos trabajos de gobierno. Siendo superior tuve la suerte de visitar, durante 3 meses, el año 1967, todas nuestras comunidades pasionistas del Perú, Costa, Departamento de San Martín y parte de Loreto. Mi recorrido aquí fue así: Papaplaya, Lagunas, San Lorenzo, San Gabriel de Varadero, (rió Paranapura) y Yurimaguas. Fue mi primer baño en la amazonía).

Pero cuándo fue su destino definitivo al Perú?

En febrero de 1974 llegué por vía marítima, la puerto del Callao y desde allí a San Lorenzo del Marañon. Mi llegada coincidió con el inicio de los trabajo del oleoducto nor peruano.
El Marañón fue mi primera estación misionera. Atendía a la población San Lorenzo, un pequeño caserío entonces, nada comparable con la actual capital de la provincia de DATEM
Junto con el trabajo parroquia me dieron el cuidado pastoral de las comunidades Chayahuitas de los ríos Sillay y Cahuapanas y de la comunidad Aguarían del río Apaga.

¡Que trabajo tan distinto si lo comparo con mis años de profesor de teología! Mi estadía en San Lorenzo, y sobre todo, el trato con las comunidades nativas, me hizo muchísimo bien, aunque muchas cosas tuve que comenzar de cero en la organización de mi vida. Tengo una grande deuda con estas comunidades ya que me ayudaron a ser más hombre y más sacerdote.

¿Qué otros trabajos nos puede destacar de su pastoral?

La formación cristiana de adultos. Allí comenzaron con la formación de los animadores de comunidad para las 250 comunidades donde no había sacerdotes. Formar hombres y mujeres para el servicio de Dios, la celebración de la Palabra los domingos en su comunidad y, también para que dieran testimonio cristiana ante sus hermanos.

La mayoría de estos adultos no habían terminado sus estudios de primaria y tenían gran dificultad para la lectura. Se les hacía difícil el manejo de la Biblia (libros fundamental del animador) o cualquier otros trabajo que pedía lectura y escritura. Pero, poco a poco, fuimos creando métodos de educación y formación para adultos; tarea muy diferente de la formación de niños y jóvenes.

Desde entonces y van ya 31 años mi querencia y trabajo principal ha sido el servicio a los animadores, concursillos, con publicaciones de libros y otros subsidios.

Un trabajo consolador que te lleva a descubrir en el hombre y la mujer de la chacra, grandes valores humanos y religiosos! Gracias, Señor, por nuestra Amazonía y por sus hombres y mujeres, fruto de tu creación!

Usted también estuvo en Lagunas ¿Cuándo fue ese trabajo pastoral?
El año de 1979 me indicaron que en Lagunas hacia falta un sacerdote más, sobre todo para la atención a las comunidades y los animadores. Y allí me fui. Pasé en Lagunas 11 años atendiendo por temporadas en la capital distrital, donde ya residía un sacerdote, pero mi dedicación principal fueron las 67 comunidades del Distrito, incluyendo a los Candoshi del río Nucuray.

El Vicariato me apoyó en la construcción de un bote, el ERA KUMITSA, Este bote visitaba las comunidades durante todo el año: Tres veces tuve que cambiar de bote, pero con la misma matricula, que en español es BUENA NOTICIA.

¿Qué impresiones guarda de su estadía en Lagunas?
La población de Lagunas y de sus comunidades pertenece, en gran parte, al grupo Cocamilla. Un pueblo pacifico, religioso y muy hospitalario. Posteriormente parece que las cosas han cambiado y varios males han azotado a esta población, en este orden: terrorismo, narcotráfico, enfrentamiento entre autoridades y grupos de pobladores. Pero no hay que perder la esperanza Lagunas tiene grandes recursos humanos y espirituales. Vendrán tiempos mejores.

Sabemos que Lagunas fue la primera población de Loreto a donde llegó el terrorismo.
Así fue. Y me tocó vivir la espantosa noche del 29 de junio de 1985. El ataque fue liderado por el doctor del Hospital y un reducido grupo traído de fuera por el mismo doctor y algunos laguninos engañados por este líder chimbotano de triste memoria.

Iniciamos el año 1985 bajo negros presagios. Sabíamos que algo malo iba a suceder. La Iglesia hizo varias denuncias en su predicación a partir del mes de marzo. Yo tuve bastantes ocasiones de tratar con el doctor del hospital. Me desvelaba sus ideas revolucionarias y yo le planteaba la estrategia cristiana para hace mas libre al pueblo liberándolo de tantas esclavitudes La última conversación tuvo lugar 2 días antes del ataque. El grupo terrorista tenía un plan terrible sobre Lagunas: matanzas, robos, aniquilamientos de la población. Aquella fatídica noche mataron a tres personas, aunque su plan era decapitar a bastantes varones de la población. Pero la mano de Dios hizo su acto de presencia; uno de los atacados, el cabo García yurimaguino, herido de muerte y casi en agonía, disparó su pistola contra lo asaltantes e hirió gravemente al segundo de a bordo de los terroristas.

Este hecho cambio el rumbo de los acontecimientos. El grupo terrorista suspendió el ataque y para salvar al herido, salio de Lagunas en un bote robado, El herido se sanó, pero el grupo principal, de los atacantes unos 14, se escondieron en el monte, entre Islandia y Santa María. Allí fueron sorprendidos por los guaridas de asalto (los sinchis) y matados y acribillados.

Se cumplió a la letra la palabra de Jesús. “El que a espada mata, a espada morirá”.

En una de mis conversaciones con el doctor, pocos días antes del ataque, le dije en plan muy humano: “Mira, hermano, respeto las ideas de su grupo, pero le pido que en Lagunas no se derrame sangre inocente”. Pero el grupo ya había decidido su plan destructor.

La Iglesia, lo mismo que había orado por los caído en la balacera de los terroristas, organizó una misa de funeral por los 14 acribillados por los guardias. Es que, alma por alma, tanto hay que rezar por el inocente como por el pecador.

Puente entre Mons. Miguel Irizar y Mons. José Luis

Me toco hacer de puente entre la salida de Monseñor Irizar en octubre de 1989 hasta la llegada del nuevo obispo Monseñor José Luis el 1 de marzo de 1992.

Mi obligación era atender pastoralmente a todo el Vicariato. No eran tiempos fáciles nos tocó entre otros acontecimientos tristes el ataque terrorista a Yurimaguas el 25 de julio de 1990 Pero mi principal trabajo de esos años fue preparar el Plan Pastoral para todo el Vicariato, que se publicó después con el titulo de Rutas de Evangelización”. Este trabajo era fruto del esfuerzo conjunto de misioneros, misioneras, y laicos comprometidos.

Pero cuando vino a Yurimaguas Mons. José Luis usted se ausentó por un tiempo.

Así fue, mis hermanos pasionistas del Perú me llevaron a Lima y me nombraron superior y responsable de todas las comunidades y obras Pastorales que tiene nuestra Congregación en Perú. Me tocó atender servicialmente a mis hermanos Pasionsitas. Una de las tareas más difíciles, pero al mismo tiempo de mucho gozo, fue dar mayor impulso a la formación de los jóvenes vocacionados. En Lima tuve la ocasión de tomar el pulso a todo el Pero, ya que aquí en la Selva mis tareas me ataban al trabajo rural.

Al terminar los 8 años de mi cargo en Lima, los superiores me ofrecieron el regreso a mi antiguo campo de trabajo. Y aquí sigo, gracias al Señor.

A qué se dedica hoy aquí

Sigo apoyando la formación de los animadores del Huallaga central, con cursos y procurando preparar para ellos folletos muy sencillos. Formamos una equipo de tres para esta labor: Hermano Abraham, Arequipeño, hermano Freddy, cajamarquino y este servidor de ustedes, “loretano” con el DNI 10222618.

¿Con qué personajes importantes has tratado o te ha tocado conocer?

No sé que decir. Para mi personajes muy importantes son las abuelitas que en los caseríos cuidan a sus nietitos, las mamás que atienden a sus hijos y además tienen que trabajar en la chacra. Estas personas son muy importantes, aunque sus caras no las veamos en la televisión ni las radios emisores traten de anunciar el trabajo sacrificado de estas mujeres de nuestro pueblo.

Pero entrando en su pregunta, les diré que, siendo joven sacerdote, saludé al Papa Pío XII. También en Roma traté con profesores e intelectuales de primer orden de varias naciones.

Aquí en Perú fue recibido una vez por el Presidente Belaunde y tratamos algunos asuntos de la Selva. Me di cuenta que el presidente seguía siendo el gran enamorado de la Amazonia, pero que sus ministros le engañaban. Me pregunto, en concreto, como iba la construcción de la carretera triangular Yurimaguas, Jeberos, Balsapuerto – Yurimaguas. Era el año 1983. Yo le respondí sencillamente Excelencia hemos oído algo de esta obra, pero todavía no se ha iniciado. El puso cara de consternación y pena y se llevó las manos a la cabeza. Al presidente Valentín Paniagua pude saludarle y conversar con En, en el velorio del Doctor Alfonso Barrantes que quien alcalde de Lima.

Me ha tocado también tratar con los Cardenales Juan Landazuri, Augusto Vargas y el actual Juan Luis Cipriani con este tuve algun problemita por una pequeña novela que escribí sobre la iglesia del Perú, pero todo terminó fraternalmente y en paz.

Si hoy tuviese usted que iniciar su carrera vocacional y su sacerdocio, ¿Qué haría?

Ante todo aceptar lo que me indiquen los superiores de mi Congregación. Pero de mi parte escogería trabajar con gente en las zonas rurales, sobre todo, en la formación de los animadores y de las comunidades cristianas. Creo que aquí está el futuro de nuestra Iglesia.

Pero este trabajo lo haría con estilo distinto, con nueva metodología, y con mayor energía.

¿Nos puede dar algún consejo que nos sirva para nuestra vida?

Entre ustedes y servidor hay muchos años de distancia, pero creo que les puedo dar un breve mensaje. Cada uno de nosotros debe pensar que la vida es irrepetible, se vive sola vez. Y al final de nuestra vida únicamente “nos quedaremos en aquello que hemos dado con amor y entrega”. Lo que hayamos reservado para nosotros, no tendrá valor alguno, se nos escapará de nuestras manos.

También les recordaré aquello de: “Si no vives para servir, no vales para vivir”. ¿Qué les parece?.

PADRE PIO, 40 AÑOS DE AMAZONÍA

En la actualidad sigue luchando por la Amazonía

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU


Martes 14 de mayo del 2013 - 10:41 | 27 visitas

Esta importante labor se inició cuando el 17 de mayo de 1913 arribaron a Tarapoto los primeros misioneros al servicio a las personas que más necesitan de Dios.

Lima. En el Perú los Pasionistas están presentes desde los primeros años del siglo XX en la Amazonía, misión que llevan desde hace cien años de intensa labor con el compromiso trazado por su fundador San Pablo de la Cruz.

Monseñor Miguel Irizar Campos, obispo emérito del Callao junto al alcalde de San Isidro, Raúl Cantella Salaverry, anunciarán este miércoles 15 de mayo las diversas actividades que se realizarán con ocasión de celebrar el centenario pasionista.

Los Pasionistas llegaron en 1913, partiendo del puerto de Bilbao, España, hacia la Amazonía peruana, invitados por el Obispo de Chachapoyas, monseñor Emilio Lissón para adentrarse en territorios desconocidos.

Desde esa fecha han realizado una significativa obra evangelizadora por medio del verbo e incluso no dudaron en utilizar los medios de comunicación para llevar la palabra de Dios.

FUENTE:
Peru.com

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU

CENTENARIO PASIONISTA DEL PERU - CATEDRAL DE YURIMAGUAS

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