MIGUEL GRAU: EN DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN
Por Pedro Planas Silva. "Democracia y Tradición Constitucional en el Perú. Materiales para una historia del Derecho Constitucional en el Perú". Editorial San Marcos. Lima, 1998. Pp. 428-431
Nota Introductoria
Aquí se presentan dos documentos de enorme magnitud democrática e histórica, pero escasamente conocidos y divulgados, pese a que deberían considerarse como textos de reflexión obligada en colegios y hasta en las escuelas de los institutos armados en el Perú. Se trata de la firme posición que adoptó la Marina en defensa del orden constitucional y en repulsa al golpe -inicialmente victorioso- de los coroneles Gutiérrez, perpetrado el 22 de julio de 1872. El primer texto, si bien es un pronunciamiento colectivo de los Jefes y Oficiales de la Marina, tiene a Miguel Grau entre los primeros firmantes, lo que permite suponer que estuvo entre los gestores del pronunciamiento. El segundo texto podría titularse "No reconozco otro caudillo que la Constitución" y es obra exclusiva de Miguel Grau, redactado para remitirlo desde el Huáscar a las autoridades y ciudadanos de todo el Sur del Perú, invitándolos a defender el orden constitucional y plegarse contra la actitud de los golpistas. Tampoco debe olvidarse que Miguel Grau, el más importante de nuestros héroes navales, fue miembro del Partido Civil y, como tal, fue elegido diputado por Paita en las legislaturas de 1876, 1877 y 1878, etapa inmediatamente anterior al Combate de Angamos. También en esos meses previos a la Guerra con Chile, Grau debió haberse indignado por el inexplicable y alevoso asesinato de Manuel Pardo, jefe del Partido Civil al cual él pertenecía, por obra del sargento Montoya y en la propia puerta del Senado, cuya presidencia Pardo ejercía en la legislatura de 1878. (Ambos documentos, junto con el diario del "Huáscar" y las acciones simultáneas seguidas por la fragata "Independencia" y los vapores "Chalaco", "Marañón" y "Sofía", así como la lista de oficiales, profesores y alumnos de la Escuela Naval que prestaron servicios en la "Escuadra defensora de la Constitución", han sido reproducidos en: "El Peruano". Boletín oficial; Lima, miércoles 14 de agosto de 1872; pp. 93-106.
Pronunciamiento de la Marina contra el Golpe de los Hermanos Gutiérrez
<< El inaudito abuso de fuerza con que el día de ayer ha sido escandalizada la Capital de la República, debía encontrar, como en efecto ha sucedido, el rechazo más completo de parte de los jefes y oficiales de la Armada que suscriben, quienes ajenos a toda liga personal, no reconocen otra regla de conducta que la emanada o dirigida al fiel cumplimiento de las instituciones patrias. >>
<< El criminal proceder del Coronel Tomas Gutiérrez, es pues, la ruina del régimen constitucional y, como consecuencia precisa, el desquiciamiento social más completo. Para restablecerlo cábenos la fortuna de ser los primeros en ofrecer nuestro patriótico contingente y poner al servicio de la Nación los elementos de que hoy disponemos. En nuestro camino nos asiste la más firme persuasión de encontrar a todos los buenos ciudadanos y que unidos para combatir la anarquía podamos devolver a los legítimos representantes de la voluntad nacional, la independencia que requiere el ejercicio de sus augustas funciones. >>
El ancla, Callao, Julio 23 de 1872
Miguel Grau, Aurelio García y García, Samuel Palacio, Camilo N. Carrillo, Carlos Ferreyros, Miguel Ríos, Manuel M. Carbajal, Simón Cáceres, Carlos Arrieta, F.M.Frías, Amaro G. Tizón, Ruperto Gutiérrez, Ramón Freyre, M. Espinosa, Darío Gutiérrez, Enrique Carreño, Pedro Rodríguez Salazar, Eugenio Raygada, Serapio Tejerina, Arístides de la Haza, Antonio Jimeno, Andrés Rey, Manuel Dávila, Bernabé Carrasco, Miguel Damonte, A. Gerardo Carrillo, Carlos R. Colmenares, Manuel C. de la Haza, Agustín Arrieta, Froilán Miranda, José C. Valencia, Federico Delgado, Francisco León, José M. Rodríguez, Manuel Valderrama, Máximo Tafur, Tomás M. Cárdenas, Manuel Aparicio, Julio Jiménez, Ezequiel Fernandini, Francisco Guerci, Francisco Flores Manuel T. Reyes, Francisco Medina, Julio Sagasti.
Manifiesto de Miguel Grau en defensa de la Constitución[1]
<< Comandancia del Monitor Huáscar. Julio 26 de 1872[2] >>
<< El 22 del presente a las 2:00 p.m. se introdujo en el Palacio de Gobierno el Coronel Silvestre Gutiérrez quien, habiendo tomado de antemano todas las precauciones para no encontrar resistencia, a la cabeza de dos compañías del Batallón Pichincha, que mandaba, aprisionó a S.E. el Coronel don José Balta y después de haber personalmente arrojado de sus puestos a todos los empleados de los Ministerios y demás oficinas del Estado, se dirigió a la Plaza de Armas, en donde se encontraba el resto de su batallón con el Zepita mandado por su hermano don Marceliano Gutiérrez y declaró, a nombre del Ejército, destituido del mando Supremo al Presidente Constitucional de la República Coronel Don José Balta y proclamó General del Ejército y Jefe Supremo de la Nación a su hermano el Coronel Tomás Gutiérrez. Enseguida disolvió con fuerza armada las Juntas preparatorias de ambas Cámaras del Cuerpo Legislativo. >>
<< El Coronel don Tomás Gutiérrez, para poder consumar impunemente este criminal atentado, abusando del puesto que le había confiado como Ministro de Guerra su excelencia el coronel Balta, inutilizó de antemano todas las fuerzas que no eran de su confianza, separando del mando de algunos Cuerpos a los Jefes y Oficiales que, con su honradez y antecedentes, eran incapaces de prestarse a secundar una acción tan criminal, reemplazándolos con otros adecuados al logro de sus aspiraciones. V.S. comprenderá que, estando el Ejército puramente en manos de los cuatro Coroneles Gutiérrez otros Jefes improvisados y sin prestigio, les fue fácil llevar a cabo, sin oposición alguna, tan incalificable crimen, haciendo así uso de la fuera, para pisotear impunemente las leyes y atacar de un solo golpe todos los poderes de la República. Las Cámaras del Cuerpo Legislativo, viéndose amenazadas, se reunieron en Congreso pleno y antes de ser disueltas por la fuerza bruta, tuvieron tiempo para condenar y declarar fuera de la ley a los instigadores, autores y cómplices de este atentado, haciéndolos responsables ante la Nación y llamar a los pueblos a la parte del Ejército que permanece fiel al orden público y a las instituciones, para hacer entrar en el camino del orden a los que lo perturbaban[3] >>
<< Al ver así las leyes ensartadas en la bayoneta del soldado al ver atropellados todos los poderes de la República; al ver amenazados los más sagrados derechos del ciudadano y al ver, en fin, envilecido y escarnecido lo más sagrado entre los pueblos cultos y herida de muerte a la Patria, la Marina Nacional, que siempre ha dado muchas pruebas de patriotismo y abnegación por el orden y sostenimiento de las instituciones, no ha trepidado en ponerse a la altura que por sus antecedentes le corresponde, ha rechazado indignada la invitación que se le hizo para secundar la consumación de tan horrendo atentado; y, enarbolando el estandarte de la ley, ha protestado en masa de tan inauditos y escandalosos crímenes, no reconociendo otro caudillo que la Constitución y recorre hoy el litoral de la República, con los poderosos elementos con que cuenta, para cooperar en unión de los pueblos al restablecimiento del orden constitucional. Nadie en la Capital ni en el Callao ha secundado el movimiento de cuartel de lo Gutiérrez y, hasta el 24, por noticias recibídas en las islas de Chincha, por telégrafo, se sabía que aún no habían podido organizar su gobierno, porque no encontraban quien se prestase a servir en ninguna dependencia. El Poder Judicial y el comercio se encuentran paralizados; así, pues, están completamente aislados y amenazados constantemente por el pueblo en el que no encuentran apoyo. >>
<< Al dar a V.S. cuenta de estos acontecimientos abrigo la firme convicción de que V.S., cuyos honrosos antecedentes y amor patrio lo hicieron acreedor al puesto que ocupa, se apresurará a ser uno de los primeros que corra al llamamiento que hacen unánimemente los Representantes de la Nación, para salvar a la República del abismo en que le ha colocado la ambición de cuatro soldados sin prestigio, que han osado poner su planta sobre la frente de nuestra desgraciada Patria, para humillarla y sacrificarla al logro de sus innobles y temerarias pretensiones. A cuyo efecto la Escuadra Nacional invita a todos los pueblos de la República que la ayuden a llevar a cabo tan sagrado deber. Adjuntos encontrará V.S. la declaración del Cuerpo Legislativo firmada por todos los Representantes y copia del Acta-protesta de los Jefes y Oficiales de la Escuadra, para que V.S. dándoles publicidad haga conocer estos documentos por los pueblos de su mando.>>
Dios guarde a Ud.
Miguel Grau
[1] Para derrocar la dictadura de Tomás Gutiérrez, Grau movilizó el “Huascar” por todo el litoral del Sur, remitiendo por telégrafo esta circular a todas las autoridades, difundiendo el pronunciamiento del Congreso y conminándolas al respeto a la Constitución y la condena a los golpistas. Recibieron esta circular los prefectos de Arequipa, Cuzco, Puno, Moquegua y Tarapacá, los subprefectos de Arica e Islay, los vocales de las Cortes Superiores de Arequipa, Puno y Moquegua y los Alcaldes de Arequipa, Tacna y Tarapacá.
[2] Se trata de un texto consecutivo, sin puntos aparte. Para facilitar la lectura, lo hemos dividido en tres párrafos.
[3] Efectivamente, como se relata con detenimiento en el texto “Reelección y auto elección en el Perú republicano”, el 23 de julio de 1872, antes de ser disuelto, el congreso emitió un Manifiesto donde denunció que se había “perturbado el régimen constitucional” y que “semejante ultraje a la ley, a la soberanía y a los fueros de la Representación nacional, en momentos tan solemnes, importa la consumación del delito de lesa patria”. Y agregaba: “… sin hacerse cómplice de tan grave atentado, no puede el Congreso, en Juntas Preparatorias, permanecer en silencio porque traicionaría los altos deberes que tiene para con la Nación”; y considerando que “debe pasar a la posteridad un documento que reflejando lealmente el sentimiento público haga execrable la memoria de los autores de tan abominable delito”, declaró su condena a la actitud tomada “por una parte de la Fuerza Armada”, considero “responsable ante la nación a sus autores, instigadores y cómplices, considerándolos fuera de la ley” y finalmente convocó “al pueblo ya a la parte del Ejército que permanece fiel al orden público y a las instituciones para llamar al camino del deber a los que lo perturban”.
Acta de la sesión Congreso del 22 de julio de 1872, en: “El Peruano”. Boletín Oficial; Lima, martes 6 de agosto de 1872; p.61
Aquí se presentan dos documentos de enorme magnitud democrática e histórica, pero escasamente conocidos y divulgados, pese a que deberían considerarse como textos de reflexión obligada en colegios y hasta en las escuelas de los institutos armados en el Perú. Se trata de la firme posición que adoptó la Marina en defensa del orden constitucional y en repulsa al golpe -inicialmente victorioso- de los coroneles Gutiérrez, perpetrado el 22 de julio de 1872. El primer texto, si bien es un pronunciamiento colectivo de los Jefes y Oficiales de la Marina, tiene a Miguel Grau entre los primeros firmantes, lo que permite suponer que estuvo entre los gestores del pronunciamiento. El segundo texto podría titularse "No reconozco otro caudillo que la Constitución" y es obra exclusiva de Miguel Grau, redactado para remitirlo desde el Huáscar a las autoridades y ciudadanos de todo el Sur del Perú, invitándolos a defender el orden constitucional y plegarse contra la actitud de los golpistas. Tampoco debe olvidarse que Miguel Grau, el más importante de nuestros héroes navales, fue miembro del Partido Civil y, como tal, fue elegido diputado por Paita en las legislaturas de 1876, 1877 y 1878, etapa inmediatamente anterior al Combate de Angamos. También en esos meses previos a la Guerra con Chile, Grau debió haberse indignado por el inexplicable y alevoso asesinato de Manuel Pardo, jefe del Partido Civil al cual él pertenecía, por obra del sargento Montoya y en la propia puerta del Senado, cuya presidencia Pardo ejercía en la legislatura de 1878. (Ambos documentos, junto con el diario del "Huáscar" y las acciones simultáneas seguidas por la fragata "Independencia" y los vapores "Chalaco", "Marañón" y "Sofía", así como la lista de oficiales, profesores y alumnos de la Escuela Naval que prestaron servicios en la "Escuadra defensora de la Constitución", han sido reproducidos en: "El Peruano". Boletín oficial; Lima, miércoles 14 de agosto de 1872; pp. 93-106.
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