padre Pio
Zarrabe Garro c.p
29/03/ 1929 -
17/11/2009
El 17 de
noviembre de 2009, a la edad de ochenta años, falleció el sacerdote vasco pasionista
Pio Zarrabe Garro C.P, quien fue un destacado propulsor de la defensa de las
tierras amazónicas y los pueblos aborígenes del Perú.
Trabajó por
el desarrollo espiritual y material de las poblaciones indígenas y campesinas
de la Amazonia. Recorrió incansablemente el río Huallaga en sus giras
evangelizadoras a los pueblos más recónditos de la selva. Con sus escritos
exhortó y llamó la atención de los poderosos, como él los llamaba: “hacia una conciencia de equidad y bienestar
en el desarrollo de los pueblos del Nororiente peruano”.
El padre Pío
Zarrabe nació en Zenarruza-Bolívar, provincia de Vizcaya, Euskadi, el 29 de
marzo de 1929. Profesó el 26 de mayo de 1946 y se ordenó sacerdote en Roma el
20 de abril de 1952. En 1954 se licenció en Historia y ese mismo año siguió los
estudios para el doctorado y al mismo tiempo realizo varios cursos de
archivística en el Archivo Secreto del Vaticano. En 1955 regresó a la Provincia
donde ejerció la docencia de Historia y Teología en el estudiantado de Villarreal
y Mellid. En 1963 ingreso a la Universidad de Deusto como II Consultor y
Secretario Provincial. Reelegido Consultor en 1966, con el nombramiento de
Obispo de Mons. Venancio Celestino Orbe Uriarte C.P, quedó como Vicario
Provincial.
En 1974 se
puso al servicio de las Misiones en el Vicariato de Yurimaguas. Nombrado
Vicario Regional del Perú en 1994, hasta que en el 2002 regresó a Yurimaguas
para la Pastoral de las Comunidades.
El religioso,
falleció en la casa de los misioneros pasionistas del Vicariato Apostólico de
Yurimaguas. Sus restos mortales fueron conducidos hasta el interior de la
capilla Virgen de las Nieves, donde fueron velados y visitados por una multitud
de agradecidos lugareños. Posteriormente fueron trasladados a la ciudad de
Lima, donde se les dio cristiana sepultura.
La memoria
del reverendo quedará siempre en el corazón de todos los que lo conocieron en
vida.
Carta-testamento
40 AÑOS DESPUÉS…
Escribo esta carta en el río
Paranapura, en la comunidad de San Gabriel de Varadero, con fecha de hoy 6 de
abril del 2007, viernes santo. Va dirigida a todos los hermanos y hermanas que
me han brindado su amistad y su apoyo, y también a los que me han ayudado para
llevar adelante pequeñas acciones a favor de las comunidades en esta amazonía,
tierra de Dios y tierra de los loretanos.
Escribo con
el gozo de los “40 años después…” para dar gracias a Dios por todas las
maravillas que él ha obrado aquí. Así mismo para dar gracias a todos los
hombres y mujeres de buena voluntad que han sacrificado sus vidas a favor de
este pedazo de la Amazonía. Recordar, hacer memoria de esta tierra y sus
habitantes es un deber para mí.
Pero al examinar las rutas de estos
40 años y las numerosas y nuevas situaciones que me ha tocado vivir, escribo
también lleno de rabia, de dolor, golpeado por el fracaso. Y esto me lleva a
ver a la Amazonía no en su verdor, sino bajo un cúmulo de amenazas y
sobresaltos que han caído sobre nuestras tierras y nuestros pueblos. ¿Cómo
narrar con sinceridad esta historia de amor y, al mismo tiempo, de rabia?
1.- HACE 40
AÑOS ENTRÉ EN LA AMAZONÍA.
Recorrí ríos y pueblos. Conocí a
mucha gente. En Loreto, los ríos Marañón, Huallaga y Paranapura. Y en San
Martín desde Rioja, pasando por Moyobamba, San José de Sisa, Lamas, Tarapoto, Saposoa
hasta Juanjui. Era el año 1967, en el primer gobierno del presidente Fernando
Belaunde y casi en vísperas del golpe militar. Vine a visitar a mis hermanos
pasionistas, que habían llegado aquí tiempo antes, a San Martín el año 1913 y a
Loreto el año 1922. Posteriormente, los años 1968 y 1969 repetí estas visitas,
conociendo cada vez mejor el trabajo de evangelización, promoción humana y
social que realizaban aquí los pasionistas, tanto en Loreto como en San Martín.
2.- ¿CÓMO ERA LA COMUNIDAD PASIONISTA
AQUÍ HACE 40 AÑOS?
El número de misioneros era mayor que
el actual. Eran religiosos muy cercanos al pueblo. Hombres nacidos en otras
culturas, al llegar aquí se habían hecho hombres amazónicos. Lo mismo se
dedicaban a la pastoral de la evangelización que a trabajos de promoción
humana, a la atención de salud y educación, sobre todo, en las zonas rurales.
Visitaban mucho las comunidades. Dedicaban tiempo y recursos a la catequesis
infantil. Muchos sacerdotes eran docentes y profesores de religión en bastantes
colegios del Estado. Había hermanos y sacerdotes que trabajaban en la
ladrillera, en el aserradero o navegaban en la lancha flotante de salud por el
Huallaga, Marañón, Morona, Pastaza, y otros ríos. Su testimonio de vida era
admirable. El pueblo los miraba como a hermanos muy cercanos. ¿Cómo no recordar
aquí a los hermanos Juan María Odriozola y Mauricio Uranga? Eran ebanistas y
constructores de gran calidad, que nos dejaron en Yurimaguas, la Catedral, el
Hospital Santa Gema, el edificio actual de la Gerencia Regional (colegio San
Gabriel), iglesias parroquiales y casas misionales en Lagunas, Santa Cruz, San
Lorenzo, Shucushyacu, Islandia, Jeberos y Varadero, y centros educativos y
otros edificios para las religiosas y para las actividades pastorales.
Solo quiero recordar a los que han
pasado de este mundo al Padre. A los citados hermanos Mauricio y Juan María hay
que añadir al misionero, obrero y técnico, padre Juan Luís Aguirre y al hermano
Rafael, empeñado en muchos trabajos. Al padre Benedicto Lekue, animador de las
comunidades y defensor de los indígenas en Borja, San Lorenzo y Lagunas. Al
padre Juan Primo, fundador de la primera librería Santa Rosa, gran educador de
la juventud, patrocinador de tantos maestros que recibían de él apoyo y ayuda
económica para terminar sus estudios y organizador de bastantes Escuelas
Parroquiales. Y hablando de educadores recordemos al obispo Elías Olazar,
profesor en la Escuela Normal y en el colegio Jauregui. Al padre Javier Burgoa,
director de la Escuela Normal mixta de Yurimaguas, que pasó luego con el mismo
cargo a San Martín, cuando nuestra Escuela Normal fue cerrada por el Gobierno
militar.
Aquel año 1967, un amigo entrañable
me paseó por el Huallaga y el Marañón, el padre Iñaki Basauri, primer
organizador de los animadores cristianos en el Vicariato y defensor incansable
de los campesinos y chacareros. Cabe también recordar aquí a dos veteranos
pasionistas a los que tocó vivir en la Amazonía más de 40 años, padres Leonardo
Uriarte e Inocencio Rodríguez. A este último le tocó abrir la parroquia de
Andoas, después del Protocolo de 1942 entre el Perú y el Ecuador. Hasta esa
fecha la zona de Andoas se atendía desde la sede misional ecuatoriana de
Canelos. Y cerrando esta lista de hombres admirables, recuerdo al padre Segundo
Larruskain, sacerdote de gran bondad, acogida y amabilidad, que aquel año era
párroco de la Catedral de Yurimaguas.
Con estos hermanos que han descansado
ya de sus fatigas hay que recordar, también, a otros muchos a los que visité y
abracé como amigos y viven actualmente en diversas naciones de Europa, América
Latina y el Caribe.
Junto a los pasionistas trabajaban
aquí las hermanas Franciscanas Misioneras de María, que atendían el colegio
“Virgen de los Dolores” que desde sus inicios marcó una ruta nueva de educación
en la Amazonía. Era una comunidad internacional, pero muy unida por el espíritu
franciscano. Las hermanas Franciscanas atendían también el hospital Santa Gema.
Recuerdo aquella visita memorable del 67 a este Centro de Salud. Las camas de
los enfermos eran una preciosura, limpias y bien cuidadas. Una de las hermanas
me llevó a la ropería del hospital y me enseñó los armarios donde guardaban la
ropa que ponían al servicio de los pacientes. En todo resplandecía limpieza y
elegancia. La hermana me dijo: “Estas sábanas y frazadas son para los enfermos.
Por tanto, para el mismo Jesús, que llega enfermo aquí”. La ropería de la
clínica limeña Anglo Americana no superaba en pulcritud a este ambiente del
hospital Santa Gema. ¿Y qué decir de la preparación técnica y sanitaria de las
hermanas y de su amabilidad con los pacientes?
En Lagunas y en San Lorenzo las
hermanas de la Compañía Misionera del Corazón de Jesús habían organizado
centros educativos. En Lagunas el colegio Goretti para la educación de la
juventud femenina, sobre todo, de la etnia Cocamilla. Y en San Lorenzo un
colegio internado para la juventud femenina de las etnias Aguaruna y
Chayahuita. Una labor paciente, de gran entrega, cuidadosamente llevada.
Las hermanas
de la Compañía Misionera, tanto en Lagunas como en San Lorenzo, realizaban una
gran labor en salud, trabajando como enfermeras del Estado y también como
sanitarias particulares. Aunque no he citado en este apartado a ningún
misionero o misionera presente entre nosotros todavía, no puedo omitir aquí a
la hermana Sagrario Sanz, modelo y paradigma de mujer entregada a la salud del
pueblo. Sagrario lleva entre nosotros más de 50 años. Su presencia maternal y
su sabiduría médica no tienen límites.
3.- PERO FUE
EL AÑO 1974, durante la construcción del oleoducto nor-peruano, que por
indicación de mis superiores llegué a San Lorenzo del Marañón para hacerme un
hermano loretano y servidor de esta tierra. Y así hasta hoy. ¡Han pasado 33
años! Esta carta tiene sabor viejo y nuevo, acumula experiencias gozosas y
fracasos, fortalezas y debilidades, gracia y pecado. ¿Cómo explicar a ustedes,
mis amigos, los cambios que ha habido aquí durante estas décadas? Indicaré
brevemente algunos sucesos, pero deseo centrarme más en los problemas de pueblos
y tierras que vivimos actualmente.
4.- ME REFIERO PREFERENTEMENTE AL CAMPO RURAL.
Tengo que
decir que el Estado ha invertido mucho en educación y salud, tanto en las
comunidades indígenas como en las campesinas. La presencia de centros
educativos y colegios ha llevado al pueblo el conocimiento de las letras,
aunque con bastantes factores negativos en relación a la cultura amazónica.
Hemos pasado de ser un pueblo ágrafo (hablar pero no escribir) a ser un pueblo
iniciado en la escritura. Del personal magisterial con estudios de secundaria y
algunos con primaria, hemos pasado hoy a tener docentes titulados. Quiero
referirme brevemente a la reforma educativa durante el Gobierno militar. Fue un
esfuerzo grande, cuyo mérito se debe atribuir a un grupo de asesores que
trabajaron en el Ministerio de Educación. El espíritu educativo y pedagógico de
Salazar Bondy estuvo presente en los diversos procesos de la reforma. Los
entrenadores del personal educativo llegaron hasta las poblaciones más lejanas
del país. Los técnicos residentes en estas zonas apartadas se solidarizaban con
el maestro como con un hermano, ayudándole a llevar a la práctica los
principios teóricos de la reforma educativa. Esto hizo que los resultados de
aula mejoraran notablemente. ¡Cómo no recordar los dos cursos tenidos en San
Lorenzo del Marañón y en Puerto América, capital distrital del Morona, a
profesores bilingües y mestizos! Llegaron de Lima, del Ministerio de Educación,
la doctora Tincopa, el profesor César Vidal y el jesuita padre Luna Victoria y
compartieron el espíritu de la reforma educativa con muchos maestros y
maestras, olvidados desde siempre por el Gobierno central. Fue una pena que el
Gobierno militar tomara posteriormente una línea equivocada: politizar la
educación. Igualmente el Gobierno, a pesar de haber hecho tanto en educación,
temía a los maestros. Por eso el año 1970 suprimió las Escuelas Normales,
dejando una por cada Departamento.
En salud, la
construcción de postas, puestos de salud, hospitales rurales, han llevado grandes
beneficios a las comunidades. En estos centros sanitarios trabajan personal del
Estado y promotores en salud formados por instituciones particulares, como la
Iglesia Católica y otros grupos. Uno de los indicadores que podemos presentar
como fruto de tantas iniciativas estatales y particulares en salud, es la
disminución notable de la mortalidad infantil, gracias a las vacunas y a la
educación preventiva en salud que se ha impartido hasta hoy.
Creo que en
educación se podía haber invertido mayor esfuerzo para lograr una educación
plenamente inculturada y de mayor respeto a las lenguas de los grupos.
Igualmente en salud hubiese sido muy alentador el promover decididamente la
medicina tradicional, sin rechazar del todo la botica.
5.- DESDE
HACE 40 AÑOS han nacido nuevas poblaciones, tanto en la geografía indígena como
en la campesina. Notamos un aumento notable de la población. En 1967 había
centros poblados que no eran pueblos independientes. Habían sido fundos de
hacendados del tiempo del caucho o propiedades de gente adinerada, con
presencia de peones que muchas veces trabajaban en condición de esclavos.
Cuando se retiraron los hacendados, estos fundos quedaron a la intemperie y
fueron formándose núcleos poblados que más tarde tuvieron autoridades, centros
educativos y otras instituciones. Este fenómeno, no estudiado todavía, ha
cambiado notablemente el mapa de la Amazonía. Reunir datos y escribir una
historia seria y bien documentada del origen de cada comunidad, de cada
caserío, de cada centro poblado, es una deuda que las autoridades y otras
instituciones debemos pagar antes que sea tarde.
6.- ¿QUÉ
MEJORÍA NOTAMOS HOY en la economía familiar y en otros aspectos de la vida
campesina? ¿Estamos mejor o peor que hace 40 años? No se puede dar una
respuesta única y simplificar en breves líneas una larga historia. Pero sí
podría ofrecer algún apunte. Hace 40 años había pobreza, pero era “una pobreza
noble”. Hoy la pobreza se ha tornado en “pobreza inhumana”. Basta visitar
algunos asentamientos humanos de la ciudad de Yurimaguas, donde muchas familias
venidas del campo, viven “cielo arriba y tierra abajo”, privados de las cosas
más necesarias.
Hace 40 años
había bastantes comerciantes que eran personas de gran humanidad. Recordamos
principalmente a los de origen chino. No tenían el afán obsesivo de acumular
bienes. Muchos de ellos trabajaban en plan de trueque con los agricultores y en
una forma bastante ética. Lo que sí lamentamos la presencia de empleados mal
pagados. Hoy el comercio es ganancia y riqueza para los que tiene bastante
plata y fuente de mayor pobreza para el pueblo en general.
Años más
tarde, con la presencia del Banco Agrario, con sus beneficios y también sus
trampas, el campesinado entregaba sus productos a ENCI y ECASA, que eran
centros de acopio, y aunque algunos empleados de estas instituciones eran muy
fregados, beneficiaron al campesinado.
Hoy el
campesinado no sabe qué hacer con sus productos ya que no encuentra a quién
entregar a precio justo el fruto de su trabajo. Los únicos que se enriquecen
con el sudor de los campesinos son los rematistas y algunos comerciantes.
7.- UN FACTOR
POSITIVO a tener en cuenta es la obtención de los documentos de nacionalidad,
la Libreta Militar y el DNI. Hace décadas cuando el servicio militar era
obligatorio, sólo los pobres iban al ejército. Los que tenían dinero o
padrinos, quedaban dispensados del servicio a la patria.
En general,
en la población rural, tampoco se practicaba la inscripción de los nuevos hijos
en el Registro Municipal y la mayoría del personal adulto no tenía documentos
personales. Hacia el año 80 sí hubo oportunidad de inscripción gratuita en los
registros provinciales y distritales, pero no toda la población aprovechó esta
oportunidad. Hoy en día la mayoría posee el DNI.
8.- LO QUE
SÍ HA MEJORADO son las rutas y las embarcaciones para viajar por río.
Embarcaciones a larga distancia y los botes de cercanía, son hoy algo que no
existía hace 40 años. De la única carretera Tarapoto – Yurimaguas, en
condiciones precarias, del año 1967, hoy somos testigos de una “carretera
ecológica” entre Yurimaguas y Tarapoto. Varias poblaciones han abierto trochas
y caminos entre caserío y caserío. Aunque, también aquí hay historias negras.
Por ejemplo, las proyectadas carreteras Muniches–Balsapuerto y
Shucushyacu-Gloria, han queda como sueños para el pueblo y en ocultas ganancias
mal habidas para unos pocos.
¿Y qué decir
del proyectado puerto internacional en Yurimaguas? Pues, sencillamente que una
nueva carretera en plena selva es como una amante que busca a su amado, para
formar una verdadera unión vial por tierra y por agua.
Hoy
hablamos, con bastante emoción, del futuro puerto de Yurimaguas. Pero ¿cabe
llevar este proyecto en el Huallaga a su paso por la ciudad de Yurimaguas? Un
gran puerto moderno necesita de varios kilómetros cuadrados de superficie.
Primero, unos 1500 metros en el río donde puedan atracar las lanchas. Por
ejemplo, la superficie entre el actual puerto de “la boca” hasta la
desembocadura del Shanusi. Y estar este gran embarcadero en lugar accesible,
tanto para pasajeros como para carga. Luego, se necesitan espaciosos lugares para
oficinas, almacenes, hangares, plazas de parqueo y depósitos de combustible. El
hipotético puerto de Yurimaguas abarcaría más de la mitad de la superficie de
nuestra ciudad. ¿Será posible todo esto?
Si se
traslada el gran puerto a la vuelta de Santa María, en los terrenos que
actualmente ocupan los centros poblados de Cachihuañushca, Luz del Oriente,
Santa Rosa… había que pensar en la gran superficie destinada al movimiento
portuario. ¿Qué posibilidades ofrece este lugar?
Tampoco
olvidemos “los malos pasos” que, en tiempos de vaciante, ofrece el Huallaga.
Recuérdese que cuando la Marina autorizó la navegación en los ríos de la selva,
permitió que las lanchas de mayor tonelaje llegaran solamente hasta Lagunas.
Posteriormente se concedió la licencia hasta Yurimaguas.
¿Qué
alternativa ofrece Saramiriza y sus terrenos adyacentes para el puerto
internacional? La ruta del Marañón hasta Manseriche acepta navíos de gran
tonelaje. Solo que habría que construir la carretera Saramiriza–Corral Quemado.
¿Por dónde cruzará la carretera binacional que los gobiernos del Ecuador y del
Perú se han comprometido a construir después del último Acuerdo de Paz?
Esto que
escribo aquí en forma anecdótica, está siendo un tema que preocupa a los
grandes consorcios. Por eso, una gran empresa multinacional que ha visitado
nuestra zona está confrontando las posibilidades de adquirir tierras en Alto
Amazonas o en la Provincia de Datem del Marañón, según la ubicación del nuevo
puerto.
Que la
Providencia nos guíe a todos para lograr aquellas vías de comunicación, tanto
terrestres como fluviales que necesitamos, para poner a nuestra Amazonía en
armonía y comunicación con los océanos Atlántico y Pacífico.
9.- LA ÉPOCA
DEL TERRORISMO de los años 80 también tuvo aquí su actuar sanguinario y
destructor. Lagunas fue, soy testigo, el lugar del primer ataque terrorista la
noche del 29 de Junio de 1985. Luego hubo varios ataques a las poblaciones, en
menor o mayor escala, como a Yurimaguas la noche del 25 de julio de 1990. La
iglesia católica, tanto en Pampa Hermosa, en Yurimaguas, en Lagunas,
Barranquita… hizo de su parte un gran esfuerzo para que el terrorismo no
actuara en forma tan sanguinaria y suavizara el cobro de cupos a los
comerciantes y a otros que tenían algunos bienes. Por ejemplo, en Lagunas, la
iglesia católica intervino ante las personas sindicadas como terroristas. Se
dialogó mucho con ellos y siempre se les pedía: “Ustedes son dueños de sus
ideas pero no lleguen a derramar sangre inocente en este pueblo”. El último
diálogo con el “capo de la guerrilla” tuvo lugar el 27 de junio, dos días antes
del ataque a la ciudad. Hubo varias muertes y metieron miedo al pueblo. Pero
con el grupo principal atacante, se cumplió lo de “el que a espada mata a
espada morirá”. El 7 de julio fueron abatidos por las fuerzas del orden.
Catorce subversivos muertos (un triste 7 y domingo). Otros atacantes que
quedaron en Lagunas fueron detenidos y encarcelados en Iquitos. Pero alguno,
muy importante en el grupo, quedó en libertad, ocupando incluso puestos en
instituciones estatales de Loreto.
El
terrorismo no fue aquí tan cruel como en San Martín, pero tuvo su color
sanguinario. Lo más triste fue la acción de personas particulares que tenían su
escuadrón y actuaron como matones y matonas. Sí, también matonas.
A raíz del
narcotráfico en algunas comunidades se hizo un gran esfuerzo para organizarse
al estilo de rondas campesinas, tener grupos de vigilancia y también charlas
sobre Derechos Humanos y qué métodos usar ante el fenómeno del terrorismo.
10.- POR ESAS
FECHAS SE PRESENTÓ AQUÍ EL NARCOTRÁFICO aunque con variantes. El cultivo de la
coca no abarcó extensiones notables, pero algunas poblaciones y sus aeropuertos
y puertos fueron escogidos como “buzones” por los narcotraficantes. Esto es,
traían, en avionetas o por ruta fluvial, costales de pasta básica hasta
Lagunas, que era uno de los lugares “buzones” donde depositaban esta mercancía
y desde allí salía para Colombia y otros destinos. Todo esto se hacía a la
vista de las autoridades y de las fuerzas policiales. También se practicó la
modalidad de traer en avionetas desde Alto Huallaga la pasta básica envuelta en
chalecos salvavidas. Por ejemplo, a Puerto Victoria, frente a la desembocadura
del Huallaga, llegaban deslizadores de gran rapidez y seguridad. Cuando el
pueblo veía estas embarcaciones rápidas decía: “Hoy o mañana llegará alguna
avioneta y arrojará 15 ó 20 bolsas que rápidamente serán recogidas por el
personal del deslizador”. Y así, un día y otro.
¿Qué está
sucediendo hoy entre nosotros? En los tres primeros meses del 2007, se han
abierto aquí, por lo menos, cinco zonas de cultivo de coca. ¿Quién dice algo?
11.- LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL se han multiplicado. De la antigua oficina de
telégrafos de Yurimaguas, hemos saltado al discado nacional e internacional, al
teléfono domiciliario y al teléfono rural. Las emisoras radiales, a nivel
provincial tienen aquí una fuerte presencia. Recibimos normalmente canales
nacionales y extranjeros de televisión y tenemos también televisión local. Lo
que hace falta es que estos medios estén al servicio del pueblo, sobre todo,
del campesinado, observando siempre aquellos principios éticos que deben
acompañar a toda información. La TV local de Yurimaguas no llega a la zona
rural. Lo mismo sucede con la prensa escrita local, regional y nacional.
12. DESDE
LOS AÑOS 70 SE INICIÓ EN LA AMAZONÍA con el reconocimiento y titulación de las
comunidades nativas y campesinas. Las comunidades nativas o indígenas tuvieron
suerte, no así las campesinas.
Los
criterios para el reconocimiento y señalización de los territorios podían haber
sido otros. Los grupos indígenas tienen la idea de que su etnia forma una
“nacionalidad”. Por eso, les parecía algo raro que la demarcación se hiciera
por comunidades y no para todo el grupo étnico. La legislación sobre las
comunidades nativas indicaba que se linderase el territorio de cada comunidad.
Desde luego, la linderación de toda la zona del grupo étnico tenía sus
dificultades. Por ejemplo, ¿cómo unir todo el territorio Chayahuita (Shawi) de
Cahuapanas, Shillay y Paranapura? Entre estos ríos había también comunidades de
otras etnias que en el pasado se habían enfrentado mucho. Lo mismo sucedía con los Candoshi que
ocupaban la cabecera del río Nucuray y una zona cercana al lago Rimachi, habiendo
en el mismo territorio otros grupos étnicos. Pero el reconocimiento y
titulación de las comunidades nativas, según mandaba la ley correspondiente,
trajo beneficios, ya que fue una defensa de su territorio frente a madereros y
otros.
Recuerdo los
inicios de este trabajo en el Marañón. Miembros del Ministerio de Agricultura
de Yurimaguas, gente muy buena, con grandes sacrificios entraban en las
comunidades, demarcaban el territorio de la comunidad, levantaban el censo y
recogían toda la documentación para la categorización de la comunidad con su
nombre propio. Daba gusto colaborar con estas personas. Desde la Parroquia de
San Lorenzo apoyamos al personal del Ministerio de Agricultura en su trabajo en
algunas comunidades Aguaruna y Chayahuita. Las comunidades se fortalecieron, se
impidió la entrada de madereros, mejoró la educación y las comunidades
crecieron en autoestima y fortaleza. No faltaron traidores durante estos
trabajos. Personas e instituciones que querían intervenir, pero en provecho
propio. No podemos callar la acción negativa de SINAMOS.
Las
comunidades campesinas o mestizas no tuvieron tanta suerte y los poblados no
fueron saneados ni se avanzó en la titulación de tierras. El saneamiento de las
comunidades campesinas no abarcó ni siquiera al 3% de la población. Además, las
comunidades nativas recibieron el apoyo de la Iglesia Católica, de AIDESEP y
otras instituciones. Esta acción benéfica no se extendió a las comunidades
campesinas.
13.- EN
REFERENCIA AL SANEAMIENTO DE LOS CENTROS POBLADOS, hoy estamos entrampados. El
95% de los poblados campesinos de Alto Amazonas y Datem del Marañón, y de los
distritos de San Martín cercanos a nosotros, no han sido linderados, ni
categorizados, ni reconocidos. Estos poblados no tienen “partida de nacimiento”
y a nivel nacional no están reconocidos ni como “caseríos” ni como “pueblos”.
Son sencillamente poblaciones que no han entrado en el marco catastral del
Perú.
Los terrenos
son del Estado, quien, o puede entregarlos en plan de concesión, o en forma onerosa
(“venta”) al primer consorcio, persona jurídica o particular que lo solicite.
Si tenemos ojos para ver, observemos lo que está pasando en los valles del
Caynarachi y Shanusi y a ambos márgenes del Huallaga en San Martín y Loreto.
Nuestras
tierras de Alto Amazonas, Datem y los distritos cercanos de la Región San
Martín están recibiendo la invasión de miles de colonos. Pero lo más doloroso
es que en Lima se las arreglan, incluso saltando las leyes del Sector Agrario,
y conceden miles y miles de hectáreas a consorcios poderosos ignorando
totalmente la realidad de las poblaciones amazónicas. Aquí una pregunta ¿sigue
en vigor el Decreto Legislativo Nº 653 y su artículo 43º o ha sido derogado?
Aceptamos
también nuestra culpa porque no hemos actuado a tiempo para el saneamiento de
nuestros territorios y categorización de nuestros poblados.
En general,
hemos ignorado las leyes agrarias referentes a las tierras en la Amazonía.
Tampoco el Ministerio de Agricultura nos ha adoctrinado a tiempo. Siempre he
pensado que las Agencias Agrarias debían ser escuelas itinerantes, que vayan
por los centros poblados de nuestra Amazonía, celebrando asambleas y reuniones,
y alentando al pueblo para que sanee sus territorios y llegue también a la
titulación de sus propiedades. Pero nada de esto se ha hecho. Todas las leyes,
tanto las favorables, como las atacantes para la Amazonía, prácticamente han
quedado en las páginas de “EL PERUANO”.
El Estado ha
pasado por encima de las autoridades regionales y locales, y hoy está dando
miles y miles de hectáreas a consorcios poderosos del Perú y de otras naciones.
¿Qué sentido tuvo la visita, en forma muy reservada, del Ministro de
Agricultura con el embajador de Malasia a Yurimaguas, en febrero de este año?
¿Dónde queda el Decreto Legislativo Nº 653, que indica que la adjudicación de
tierras se hará previa calificación del Ministerio de Agricultura, el
respectivo Gobierno Regional y el Instituto Nacional de Desarrollo INADE?
Los
habitantes de la Amazonía, vivientes en estas tierras desde hace siglos, no son
considerados ni como posesionarios ni como propietarios de sus tierras. Nuestra
bendita Amazonía no existe para ciertas autoridades cuando se trata de Derechos
Humanos. ¿Hasta cuándo será así?
Por todos
los datos que tengo en mis manos, este año 2007 y en los dos próximos años, se
va a jugar la suerte de la Provincia de Alto Amazonas y de los distritos de San
Martín colindantes con nosotros. Los grandes nos van a aplastar y tragar.
Llegan aquí con cartones redactados en Lima “conforme a ley”. Pero en muchas
cosas estas leyes ignoran la existencia de los pueblos amazónicos. Un consorcio
puede venir, “legalmente autorizado” en Lima, pero el hecho de su presencia
aquí es injusta, inmoral, no aceptable. ¿Sucederá entre nosotros lo que ha
pasado en otras partes, que con la apertura de nuevas vías de comunicación y
adquisición de grande lotes por consorcios poderosos han dejado sin tierras a
muchos pueblos? Abramos los ojos y veamos lo que ha pasado en Brasil donde
desde hace años hay grupos que andan de una parte a otra. Son “los sin tierra”.
¿Llegaremos a esta situación? Me duele mi pueblo, lloro por mi pueblo. Del 2007
al 2009 Alto Amazonas y distritos colindantes o consiguen ser tierra libre,
fraterna y próspera o pueblos esclavos para siempre.
14. LOS QUE
LLEGAN ACÁ ¿VIENEN A TRAERNOS PROGRESO O EXPLOTACIÓN? Qué raro es que lleguen
acá instituciones particulares, con excepción de la Iglesia Católica, otras
iglesias cristianas y últimamente algunas ONG, a traernos progreso, vida y
libertad. No, vienen buscando su medro, su progreso a cuesta del pueblo. El
verdadero progreso supone el desarrollo integral de todas las personas. Para
ser auténtico el desarrollo ha de ser integral, es decir, ha de promover a
todas las personas y a toda la persona. El verdadero desarrollo realiza en cada
uno y para todos el paso de condiciones de vida menos humanas a condiciones más
humanas. La solidaridad mundial, cada día más eficiente, debe lograr que todos
los pueblos por sí mismos sean los artífices de su propio destino. Nuestro
mundo está enfermo y la causa fundamental de esta enfermedad es la falta de
fraternidad entre las personas y entre los pueblos.
Bienvenidos
los que vienen a traernos el progreso y el bienestar a la Amazonía. Pero no
caigamos en la trampa de llamar “progreso” a la “explotación”. El someter
nuestros pueblos y nuestras tierras a las ambiciones de personas poderosas o
consorcios peruanos y extranjeros que manejan millones, jamás nos traerá el
anhelado progreso y bienestar.
Un tiempo
fuimos colonia de España; luego, en tiempos del caucho, colonia de Inglaterra y
de otros poderosos, y actualmente vamos a quedar “colonizados”. Esta parte de
la Amazonía va a ser colonia del capital extranjero y de algunos capos del
capital peruano. Y en esta danza macabra vamos cayendo también en la trampa de
ser colonia de Lima. En referencia a Yurimaguas podemos convertirnos en colonia
de Iquitos. ¿Tiene Yurimaguas colonias donde ejerce su poder dominante? ¿Cómo
se trata desde la sede central de Yurimaguas al campesinado? ¿Los centros
poblados, nuestros caseríos y comunidades reciben apoyo para el progreso, trato
igualitario y el respeto que se merecen? De esto depende que la zona rural de
nuestra Provincia se convierta en colonia o en comunidad de pueblos libres. Las
autoridades provinciales y distritales tienen aquí un reto al que tienen que
enfrentarse. Y los traficantes de tierras y los eternos engaña pueblos de
nuestra Provincia tienen que ponerse la mano al pecho.
Escribo con
mucho dolor, aunque en el fondo tengo la esperanza que esto va a cambiar.
15.- AL
RECORDAR LA RUTA DE LOS 40 AÑOS, tengo que lamentar la total deforestación de
esta zona. Toda madera de cierto valor ha sido talada y llevada a otra parte…
cedro, caoba, etc. Durante los últimos 20 años se han depredado entre 9 y 10
millones de hectáreas de la selva peruana. Entre los depredadores hay que
sindicar a los taladores ilegales, a los traficantes de tierras y a los
agricultores migrantes que no respetan la naturaleza de nuestros suelos.
Cuando viaje
por primera vez por los ríos de la Amazonía había una vegetación tupida, los
árboles llegaban hasta la orilla de los ríos. Por ejemplo, el río Paranapura
guardaba una riqueza maderera incalculable. El cauce del río era unos 20 metros
más estrecho que hoy, su profundidad era mayor. No había ni corte de árboles ni
chacras en la orilla del río. Lo que evitaba la erosión permanente de tierras.
Solo algunos muchachos cortaban aletas de lupuna para hacer sus carpetas en las
escuelas. Pero esto no dañaba a la vegetación.
Entraron los
madereros, llegaron los motosierristas, se abrieron trochas para los tractores
y nuestra riqueza forestal fue por ahí a enriquecer a otros.
Los años 80
y 81 me tocó pasar bastantes meses en el río Nucuray, del distrito de Lagunas.
Llegaron los primeros madereros. Durante 2 años sacaron madera noble por un
equivalente de un millón quinientos mil (1 500 000) soles actuales. El Estado
no llegaba ni siquiera a invertir S/ 12 000 en pagar al único profesor de las
comunidades. Estos datos los pude conseguir en conversaciones con los madereros
y con los guardias forestales de la boca del Nucuray.
Cuando ya se
ha deforestado todo, tampoco ha habido actividad especial para la
reforestación. Antiguamente no se utilizaba la reforestación, porque los
árboles “madre” de cedro, caoba y otros, esparcían sus semillas y venían nuevos
retoños y nuevos árboles. Pero habiendo cortado todas estas especies, ¿quién va
a sembrar las semillas para nuevas plantas? Hace bastantes décadas Perú firmó
un tratado internacional sobre reforestación: “donde se talaba un árbol de
madera valiosa, había que sembrar dos de la misma especie”
Se exigía a
los madereros que plantaran árboles nuevos, pero el gremio hizo caso omiso a
esta ordenanza. Posteriormente las oficinas forestales, aumentando los
impuestos a los madereros, se reservaron la tarea de la reforestación. Pero
casi todo quedó en letra muerta.
No ha habido
una voluntad decidida de reforestación y ahora, para más INRI, con la Ley
28852, de promoción de la inversión privada, reforestación y agroforestación,
en la práctica, nos quitan todas aquellas tierras que no utilizamos
actualmente. Adiós a nuestros bosques, nuestros montes y nuestras tierras.
Parece que la Amazonía ha sido puesta en subasta. Aquí cada familia necesita,
por lo menos, de 10 a 20 hectáreas, teniendo en cuenta que la agricultura es
rotativa. Además hay que pensar en las nuevas familias que se irán formando. ¿Y
dónde quedan los bosques comunales?
Mis ojos
añosos y cansados no quieren ver, hablo en parábola, letreros y anuncios en la
Plaza Mayor de Lima:
“La selva en subasta,
se ofrece al mejor postor”.
“Las tierras nororientales,
con sus ríos, bosques y pueblos,
están en venta”.
Urge, pues,
una reforestación cuidadosa y técnicamente bien aplicada. Para ello el
campesinado tiene que recibir la ayuda y la asesoría del Ministerio de
Agricultura.
Durante los
11 años de mi estadía en Lagunas, llegué varias veces al Tibilo que entrega sus
aguas al Pacaya-Samiria, que actualmente es zona de reserva. Pero me hago una
pregunta: ¿cuántos miles y miles de pies de madera noble, de aves y peces se
han extraído del Pacaya-Samiria y se siguen sacando hasta el día de hoy? En
esta reserva el Estado tiene policías ecológicos, pero llegan allá los
madereros y llevan su batallón de matones bien armados y hacen correr a los
policías ecológicos. ¿Con qué licencia entran estos madereros al
Pacaya-Samiria? Es una pregunta a la que pocos quieren contestar. Una
personalidad que conoce bien estos problemas, el señor Matías Prieto Celi, ex
funcionario de la FAO y ex jefe del INRENA, nos indica que “el tráfico de
madera es el segundo ilegal del país, después del narcotráfico”. Ahora me veo
obligado a hacer una pregunta: ¿Cuándo se escribirá la verdadera historia de
los responsables de esta rapiña y robo que se ha hecho en nuestra Amazonía?
16.-
FELIZMENTE HAY ENTRE NOSOTROS PERSONAS E INSTITUCIONES que quieren defender la
Amazonía y detener a los asaltantes poderosos que llegan aquí para hacerse con
lo nuestro, enriqueciéndose ellos y dejándonos en mayor pobreza. Me consta
también que están llegando entre nosotros algunas empresas internacionales que
quieren invertir en la Amazonía, dejando tierras reforestadas, que serán
propiedad del pueblo. Ojalá se lleven a cabo estos proyectos.
Pero al que
entre nosotros quiera defender las tierras y al campesinado le esperan días
amargos. Primero será insultado, luego, señalado como subversivo y más tarde
denunciado y condenado. Esto ha pasado también a otras personas que han
defendido a la población frente al abuso de las mineras. Con estupor leo un
artículo redactado por la reconocida periodista Mariella Balbi en el decano de
nuestra prensa escrita “EL COMERCIO”. Lean el texto: “En los líos con las
mineras hay actores como el narcotráfico, las ONG, activistas políticos y, en
algunos casos, la Iglesia Católica”. Pocas veces se ha dicho mentira tan
grande. Esto es, que en los líos de las mineras están las ONG y la Iglesia
Católica. Como miembro y servidor de esta comunidad yo tomo como un honor este
ataque a nuestra madre Iglesia. Ojalá en todas partes estuviésemos todos
denunciando y enfrentándonos a los poderosos que aplastan a nuestro pueblo. Queremos
una iglesia “subversiva”, no vendida, que camine con el pueblo y esté dispuesta
a correr el mismo destino que el campesinado.
17.- HOMBRES
Y MUJERES EN ACCIÓN. Estos últimos años los loretanos tenemos la costumbre de
lamentarnos mucho, quejarnos de todo lo que sucede entre nosotros. Parecemos
unos renegones y “quejicas”. No esperemos que las soluciones vengan de fuera.
Somos nosotros los responsables, en gran parte, de que las cosas anden mal.
Urge un cambio de cara a un futuro sea distinto. Entre las muchas actividades
que quedan aquí pendientes y sin respuesta, me parece que hay dos de suma
urgencia para el presente y futuro de nuestra Amazonía:
a.-
Concienciar y mentalizar al campesinado, no en un plan paternalista, sino en
una actitud de cercanía, ayuda y apoyo. Algunas de estas acciones:
- Unirnos,
Ministerio de Agricultura, Educación, Gerencia Regional, Municipalidad
Provincial, Distritos, iglesias católicas y otras cristianas y todas las
personas de buena voluntad para ponernos al servicio del campesinado y mejorar
su situación precaria, darle dignidad para que crezca su autoestima.
- Y todo
ello en una actitud de escucha de los problemas que tiene el campesinado; en
actitud de respuesta efectiva y práctica que requiere hoy el agro y oferta de
aquellos medios ilustrativos, técnicos y económicos que urge ofrecer al hombre
del campo.
- Informar
al pueblo detalladamente sobre saneamiento y titulación de tierras, mejorar la
agricultura tradicional, nuevos planes de Desarrollo Productivo, reforestación,
cuidado de los bosques comunales, etc.
b.-
Monitoreo y supervisión. Formar urgentemente brigadas de ingenieros agrónomos y
forestales que vayan por los caseríos entrenando a campesinos y campesinas
sobre el adecuado uso de tierras, técnicas de agricultura, silvicultura, cría
de animales domésticos, ganadería, piscigranjas, etc. Ahora mismo necesitamos
unos 60 especialistas para este trabajo en los 6 distritos de la Provincia de
Alto Amazonas.
¿Será esto
un sueño? No, es la respuesta que pide nuestro campo y nuestros pueblos frente
al momento histórico y la realidad que vivimos.
18.- COMO
CREYENTE, HE REZADO MUCHAS VECES LA ORACIÓN que nos ofrece el libro de la
oración de la Iglesia, el misal:
“Suscita en todos los hombres
el deseo de un progreso justo y
fraternal,
para que, con los bienes que generosamente
repartes entre todos, se realice cada uno como persona humana
y, suprimida toda discriminación,
reinen en el mundo la igualdad y la
justicia”.
Hay que
trabajar para que, vencidas todas las desigualdades, podamos impulsar el
progreso de los pueblos dentro de las exigencias de la justicia y de la caridad
cristianas.
“Conciliar
el progreso económico con el bienestar del peruano más humilde y del medio
ambiente es creer en el desarrollo como libertad”. En esta zona de la Amazonía
urge un trabajo serio para cambiar el sentido de las cosas, para que de una vez
para siempre terminemos con las corruptelas y engaños de los grandes y visibles
y devolvamos al pueblo sus derechos.
“Hay que
luchar por peruanizar el Perú y devolvérselo a todos los peruanos y peruanas
para que sea una tierra de oportunidades, progreso, justicia y libertad”.
Los
creyentes en Cristo, aunque pecadores, nos dirigimos en nuestras oraciones a
Cristo y le decimos: “Tú que has creado a todos los hombres a imagen tuya, haz
que sintamos horror de las injusticias y desigualdades entre los hombres”.
La Iglesia
no debe intervenir a nivel político ni sindical, pero por su fidelidad al
Evangelio de Jesús debe estar siempre alerta y defender los Derechos Humanos e
intervenir con eficacia a favor de los explotados y excluidos. Debe estar
alerta para defender el medio ambiente y la armonía con la creación.
La Iglesia
Católica en Brasil, cada año dedica el tiempo de la cuaresma, a un problema de
nivel nacional, dentro de la Campaña de la Fraternidad. Este año el tema
escogido ha sido: “FRATERNIDAD Y AMAZONÏA”, bajo el lema “VIDA Y MISIÓN EN ESTA
TIERRA”.
19.-
ENTRANDO EN EL SIGLO XXI. El Señor nos concede la gracia de estrenar un tiempo
nuevo, maravilloso. “Somos la primera generación que puede erradicar la
pobreza, ¿dejáremos pasar esta oportunidad?”. Hoy conocemos mejor las
potencialidades de nuestra tierra, tenemos a mano la ayuda maravillosa de la
técnica. Sólo falta que todos, científicos, agrónomos, autoridades y pueblo nos
reconciliemos con nuestra madre tierra, respetando el ambiente, la
biodiversidad y todas aquellas condiciones que la tierra pide para ser madre
generosa en producir los bienes que necesita la humanidad. Con todos los
recursos actuales y los que puede ofrecernos la creación, podemos hoy mismo
alejar de nosotros el hambre y mejorar notablemente los niveles en salud y en
educación.
Estamos
llamados a ser más solidarios, más fraternos los unos con los otros.
¿Aplicaremos nuestra capacidad y las potencialidades que
existen entre nosotros para construir un mundo en justicia, paz y con un gran
respeto a la integridad de la creación? La respuesta está en nuestras manos, no
como personas particulares, sino unidos a todos los que quieren un mundo en
justicia, en paz e integridad de la creación.
20.-
TERMINANDO ESTA CARTA, quiero expresar una idea que me acompaña desde años.
Aquí, en la Amazonía, estamos descontentos de lo que sucede hoy. Pero de
nosotros y de nuestro actuar de hoy, depende un “futuro” diferente y mejor.
Nosotros, un
pequeño grupo de misioneros pasionistas, queremos hacer, en este momento, el
mayor esfuerzo que esté a nuestro alcance. En Barranquita el Padre Mario
Bartolini ha sido atacado y amenazado de muerte por su valiente defensa de las
tierras y del campesinado. Igual suerte le ha tocado a la misionera de Jesús,
Luz Adela Guillén.
En
Yurimaguas estamos siendo atacados, aunque solapadamente, por algunos
traficantes de tierras y por aquellos que quieren sacar provecho a su favor y
chupar la sangre de los campesinos. Pero como pequeño grupo misionero no nos
desmayamos. Nuestra confianza es el Señor y ponemos nuestras vidas al servicio
de los hombres y mujeres de la Amazonía.
Y hemos
querido pasar de las palabras y promesas a los hechos. Después de habernos asesorado
debidamente con las autoridades correspondientes, hemos comenzado a poner
linderos a los terrenos de los centros poblados, a levantar el censo de la
población y practicar todos los trámites que sean necesarios para categorizar a
los pueblos. Para fines de abril tendremos preparados 15 expedientes de otras
tantas comunidades para su entrega en Iquitos al Gobierno Regional.
Posteriormente seguiremos en el trabajo hasta abarcar, en esta primera etapa, a
40 comunidades. Luego, si Dios quiere, si las comunidades nos solicitan y
obtenemos los medios económicos necesarios, seguiremos abarcando a otras
comunidades del Vicariato. Nuestro trabajo no es la titulación de tierras, que
pertenece al PETT o al organismo que asuma este trabajo. Nosotros, sencillamente,
señalamos, de acuerdo con las poblaciones colindantes, hasta dónde llegan sus
linderos. Nuestro trabajo pasa al Gobierno Regional, posteriormente llegará a
Lima a las instancias correspondientes, y finalmente, oficializando el
saneamiento de las tierras y la categorización de los poblados, se entregará en
los Registros Públicos de Yurimaguas.
Pío Zarrabe
Garro CP, un santo de nuestro tiempo
Fuente:
Congragación
Pasionista del Perú
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