Pedro Planas:
Al cumplirse diez años de la temprana muerte de Pedro Planas, no podemos menos que recordar la enorme pérdida que significó su partida para el periodismo y la intelectualidad peruana. Tenía apenas 40 años, y pese a que sus aportes ya dejaban huella, tenía aún por delante visibles retos tanto en el periodismo y la cultura política nacional.
Francisco Igartua, Fundador y Director de la revista “Oiga”, de quien Pedro Planas fue una especie de brazo derecho, definió con apropiadas palabras esa esperanza frustrada: “se nos ha ido Pedro Planas justo cuando llegaba a la madurez, y parecía que, por fin, su voz inteligente comenzaba a señalarle a
Pedro Planas fue eso: una mente hábil para razonar y encontrar luces que iluminaran nuestro destino patrio, fue hombre de inteligencia excepcional, tan veloz en el pensar que las palabras le quedaban retrasadas, haciéndose apresurado el lenguaje, precisaba Igartua en su nota postrera. “Nunca en mi largo corrido por las redacciones tropecé con un joven de mente tan despierta como la de Planas”
Igartua para entonces ya no tenía “Oiga”; presionado por el fujimorismo se había visto obligado a desprenderse de ella para indemnizar a sus trabajadores, y la nota la hacía en Ideelemail, publicación electrónica del Instituto de Defensa Legal-IDL (*).
Tres años antes de esa fecha, en noviembre de 1998, quien esto escribe fue testigo del gran respeto y aprecio que Igartua le tenía a Planas. En esa época ya Igartua hablaba de refundar “Oiga” y a un grupo de cercanos amigos nos había encargado esa tarea, empezando por recuperar legalmente el logotipo, lo cual se logró pero lamentablemente años después cuando el propio Igartua había muerto.
En esa fecha, sin embargo, estando Planas presente, y amigos cercanos como Guillermo Rey Terry, Enrique Moncloa Diez Canseco y Percy Buzaglo Terry, nos dijo a Planas y a mí que éramos a su muerte los encargados de continuar su tarea en “Oiga” y que Planas era el más indicado para ser Director. Estábamos en la oficina de Moncloa, tras una larga conversación de la que también fui testigo con Carlos Montori Alfaro, Mecenas de nuestro proyecto, que sabía también de su decisión.
Planas se lo merecía: en ocasiones en que Igartua estaba ausente, escribía los editoriales de “Oiga”, y bien recordaba el fundador de “Oiga” que no era un periodista clásico a tiempo completo sino que “su inquietud lo llevaba más allá del trajín periodístico y fruto de esa inquietud eran sus libros, sus despiadados y doctos análisis de la realidad peruana, sobre todo lo que atañe a nuestro presente. Víctor Andrés Belaunde, Riva Agüero, Haya, Mariátegui y Leguía desfilan por sus páginas dejando –con sus aciertos y desaciertos- lecciones para el hoy y el mañana” (**).
Para el año 2001, en que murió Planas, ya se había avanzado colocando “Oiga” en Internet vía “oiga online”. El cáncer segó la vida de Paco el 24 de marzo de 2004, y no pudo ver como posteriormente se recuperó legalmente todo el patrimonio cultural y la decencia de su amada revista.
Paco ya no existe físicamente, Planas tampoco, pero la inspiración de ambos sigue vigente. Son ellos los que guían el proyecto compartido de hacer de Oiga nuevamente una presencia constante en el periodismo peruano, no solo como ejemplo de las grandes tareas por hacer sino también como testimonio histórico de un periodismo honesto y realista, que es cada vez más “rara avis” en nuestro país.
JHON BAZAN AGUILAR
Lima – Perú
7 de Octubre de 2011
(*).- N° 183, 16 de Octubre de 2001.
(**).- Pedro Planas Silva, nacido 22 de marzo de 1961, estudió Ciencias de las Comunicaciones en