Mensaje Presidencial 21 de Mayo 2011: Construyendo una
sociedad de seguridades, oportunidades y valores
Valparaíso, 21 de mayo de 2011
Señoras y señores parlamentarios,
chilenas y chilenos,
Nuestra misión
Hace un año concurrí a este Congreso Pleno para convocar a
las chilenas y chilenos a asumir una misión y abrazar una causa noble y
factible: hacer de nuestra patria, antes que termine esta década, un país
desarrollado y sin pobreza. Este fue el sueño que nuestros padres y abuelos
siempre acariciaron, pero nunca lograron. Y esta es la misión y deber de
nuestra generación, la generación del Bicentenario.
Los convoqué a que juntos construyéramos una sociedad de
seguridades, oportunidades y valores para todos.
Una sociedad de seguridades significa una vida digna para
todos los chilenos y chilenas y atenuar los temores que nos oprimen. Para ello
necesitamos una red de protección fuerte y siempre disponible para acogerlos.
Pero no una telaraña que los atrape en una dependencia permanente. Los chilenos
nos alegramos mucho más cuando una persona logra superar la red de protección
que cuando debe ingresar a ella.
Una sociedad de oportunidades significa que todos los
chilenos tengamos la posibilidad de realizarnos como personas y desarrollar en
plenitud los talentos que Dios nos dio. Para ello debemos mejorar la educación,
crear empleos y potenciar las fuerzas de la innovación y el emprendimiento.
Una sociedad de valores es una sociedad donde reine la
libertad, la justicia y la fraternidad y donde valores esenciales, como la
vida, la familia, los derechos humanos y la protección del medio ambiente, sean
siempre respetados.
Esta es la patria que juntos estamos construyendo.
2010: Un año trágico, histórico, épico y fecundo
El 2010 fue un año difícil que nunca olvidaremos. Un año en
que vivimos tristezas y alegrías; temores y heroísmos; dolores y esperanzas.
Comenzó con uno de los más devastadores terremotos y
maremotos de nuestra historia. El 27 de febrero perdimos muchas vidas y hubo
gran destrucción de propiedad.
Esos dramáticos minutos devastaron sueños y proyectos de
vida, pero no lograron doblegar el temple y la voluntad del pueblo chileno. Porque
de las ruinas se levantó una nación noble y solidaria, que supo enfrentar la
adversidad con un coraje y una unidad, que han sido destacados y admirados en
el mundo entero.
Sólo doce días después de la catástrofe, asumimos el Gobierno
de Chile. Ya no sólo con la misión de llevar adelante nuestro Programa de
Gobierno, sino también con la voluntad de reconstruir un país aún mejor.
El 5 de agosto un escalofrío recorrió nuestro país. 33
mineros habían quedado atrapados en la Mina San José. Desde el primer día
nuestro gobierno asumió el compromiso incondicional de buscarlos, como si
fueran nuestros propios hijos y, con la ayuda de Dios, rescatarlos sanos y
salvos. Muchos perdieron la fe de encontrarlos con vida. Pero el 22 de agosto
recibimos un inspirador mensaje que hizo que, en todos los hogares de nuestra
patria, los chilenos llorásemos de emoción y alegría. Siete semanas más tarde
se produjo el milagro del Campamento Esperanza. Logramos rescatar, uno a uno, a
nuestros 33 mineros y devolverlos a la vida y a sus familias. Así, lo que
comenzó como una tragedia, terminó como un testimonio, para Chile y el mundo
entero, de la fuerza de la fe, del compromiso y la convicción.
El 2010 conmemoramos también nuestros 200 años de vida
independiente. Y los chilenos celebramos el Bicentenario unidos como una gran
familia, inaugurando la gran bandera del Bicentenario, recordando nuestro
pasado, honrando a nuestros héroes, aprendiendo de nuestros errores y, por
sobre todo, mirando el futuro con una nueva fe y esperanza.
Y cuando llegábamos al final del año, nuevamente la tragedia
nos golpeó con rudeza. El 8 de diciembre, 81 compatriotas privados de libertad
perdieron sus vidas en el terrible incendio de la cárcel de San Miguel.
A pesar de la adversidad, el año 2010 fue un año muy fecundo
y promisorio para Chile.
Primero, porque experimentamos la fuerza, la solidaridad y el
coraje de nuestro pueblo que, frente a la adversidad, supo ponerse de pie con
unidad y grandeza. Estoy seguro que la forma en que enfrentamos la
reconstrucción y el rescate de los mineros, será una fuerza inspiradora para
disipar las sombras y dudas, cuando ellas en el futuro, intenten inundar
nuestra alma. Y segundo, Chile recuperó su capacidad de crecimiento y liderazgo
y avanzó en múltiples frentes, todo lo cual debe hacernos sentir a todos muy
orgullosos.
Rendición de cuentas
Queridos compatriotas:
Hoy, tal como lo ordena la Constitución y lo establece
nuestra tradición republicana, vengo ante ustedes y ante el país a rendir
cuenta.
Hoy es tiempo de balances y de que hablen los hechos, con
toda su fuerza y elocuencia.
Balance de reconstrucción
Desde el mismo 27 de febrero, la reconstrucción se planificó
e implementó en tres etapas, de distinta naturaleza, pero de inicio simultáneo.
Primero se enfrentó la emergencia inmediata: restablecer el orden público,
reponer el abastecimiento de servicios básicos, y recuperar la conectividad
terrestre y los servicios de comunicación.
Luego vino la emergencia del invierno, en la que volcamos
toda nuestra energía en brindar a los damnificados la mayor y más oportuna
protección posible, antes que el invierno trajera el frío, las lluvias y las
enfermedades. Para ello contamos con la colaboración de la sociedad civil, las
Fuerzas Armadas, miles de voluntarios y países amigos.
Este esfuerzo permitió que un millón 250 mil niños que
perdieron sus escuelas, no perdieran su año escolar. Restablecimos el acceso
digno y oportuno a los servicios de salud. Entregamos más de 80 mil viviendas
de emergencia. Recuperamos íntegramente la conectividad física de nuestro país.
Y, en 120 días, nuestra economía volvió a crecer y a crear empleos con gran
fuerza.
Esta semana, hemos dispuesto recursos para que cada familia,
que aún se encuentra en una vivienda de emergencia, acceda a materiales de
construcción, por hasta 50 mil pesos, para mejorar su vivienda y enfrentar
mejor el frío y las lluvias de este invierno. Este programa llamado Manos a la
Obra 3, beneficiará a 64 mil 726 familias.
Siempre dijimos que la reconstrucción definitiva no duraría
semanas ni meses. Dijimos que ella requeriría el esfuerzo permanente durante
los cuatro años de nuestro gobierno. Hoy, a poco más de catorce meses de aquel
trágico y devastador 27 de febrero, responsablemente puedo informar al país,
que más de la mitad de la reconstrucción ya está cumplida, pero aún nos falta
la otra mitad.
El terremoto y maremoto destruyeron o dañaron
significativamente 220 mil viviendas, aumentando en un 37 por ciento las
familias chilenas sin hogar. A marzo de este año, hemos entregado 146 mil de
los 220 mil subsidios de reconstrucción comprometidos. 92 mil proyectos están
iniciados o entregados, y cada mes se inician más de diez mil obras nuevas. Las
soluciones habitacionales terminadas y entregadas alcanzan a 40 mil.
¡Cómo me gustaría que todos los damnificados ya tuviesen sus
casas o escuelas definitivas! Desgraciadamente, la magnitud del terremoto no lo
hace posible. Hemos trabajado y seguiremos trabajando sin descanso. Pero aún
nos queda mucho por hacer. A fines de este año habremos entregado los 220 mil
subsidios comprometidos, 100 mil soluciones habitacionales estarán terminadas y
80 mil más iniciadas. Antes del invierno del 2012, todas las familias que viven
en aldeas habrán recibido sus viviendas definitivas o éstas estarán en notable
estado de avance.
En el campo de la educación, hemos reconstruido o reparado el
70 por ciento de los cuatro mil 538 establecimientos educacionales destruidos o
dañados por el terremoto, lo que representó más de la mitad de las escuelas o
colegios de las regiones afectadas, beneficiando a más de un millón de alumnos.
Y estamos trabajando para terminar esta tarea durante nuestro gobierno.
En salud hemos recuperado el 85 por ciento de los hospitales,
el 100 por ciento de las camas, el 84 por ciento de los pabellones y el 95 por
ciento del equipamiento médico, destruido o inutilizado. Durante el segundo
semestre entregaremos nueve hospitales públicos de construcción acelerada:
Putaendo, Parral, Talca externo, Talca interno, Curicó, Cauquenes, Hualañé,
Chillán y el Félix Bulnes en Santiago, que beneficiarán a más de tres millones
de compatriotas.
El 99 por ciento de la infraestructura pública destruida o
dañada ha sido recuperada y se encuentra operativa. Ello incluye mil 554
kilómetros de caminos, la infraestructura portuaria, los sistemas de Agua
Potable Rural, los aeródromos y aeropuertos, los embalses, canales y colectores
de aguas lluvias. También hemos recuperado el 98 por ciento de los puentes,
incluidos el puente Juan Pablo II y Llacolén sobre el río Bío Bío, y el 99 por
ciento de la infraestructura pública concesionada.
Es necesario e importante reconocer que ese 27 de febrero la
ONEMI no estaba preparada para asumir su desafío y cumplir la misión para la
cual fue creada. Desde luego no está en nuestras manos impedir que la
naturaleza vuelva a golpearnos. Pero sí tenemos el deber de estar preparados
para dar alertas tempranas, ayuda oportuna y proteger con eficacia las vidas de
nuestros compatriotas. Para eso enviamos a este Congreso el proyecto de ley que
crea la Agencia Nacional de Protección Civil, que reemplazará a la antigua
ONEMI, y estará dotada de los necesarios recursos humanos y de tecnología de
última generación. Este proyecto también considera la participación inmediata
de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden en la insustituible misión de proteger a
la población, sin que sea necesario decretar Estado de Excepción
Constitucional, como ocurre en la actualidad. Y estamos realizando campañas
masivas de educación y entrenamiento de la población civil, para crear una sólida
cultura de seguridad y prevención de riesgos.
No puedo concluir este balance de la reconstrucción sin
honrar la memoria de quienes perdieron la vida y solidarizar con sus familias.
Tampoco, sin agradecer el esfuerzo y la colaboración de miles de compatriotas e
instituciones que dieron testimonio de gran nobleza y generosidad. Y también
quisiera asegurar a las personas que llevan meses sufriendo, que estamos y
vamos a seguir trabajando incansablemente para ayudarlos. Ellos nos inspiran,
todos los días, a no perder ni un minuto.
Balance de nuestros siete compromisos de Gobierno
Hace un año planteamos a todos los chilenos, en este Congreso
Pleno, que junto con el desafío de la reconstrucción, asumiríamos en plenitud
la responsabilidad de concretar nuestro Programa de Gobierno. Nos comprometimos
con siete grandes desafíos para Chile, establecimos metas y plazos concretos, y
también pedimos al pueblo que nos juzgara no sólo por nuestras buenas
intenciones, sino que, especialmente, por los logros y resultados. Los chilenos
ya estamos sintiendo cómo el cambio está llegando a nuestras vidas. De estos
siete grandes compromisos paso a rendir cuenta.
1. RECUPERAR LA CAPACIDAD DE CRECIMIENTO
Recuperar la capacidad de crecimiento es el principal
instrumento para crear oportunidades y derrotar la pobreza. El crecimiento
económico genera empleo, mejora los salarios, da más oportunidades y aporta
recursos para financiar el gasto social y, especialmente nuestra Agenda Social,
en beneficio de la clase media y los sectores más vulnerables.
Hace un año nos fijamos una meta muy audaz. Tan audaz que
muchos la consideraron imposible: que Chile duplicara su ritmo de crecimiento,
alcanzando un seis por ciento anual.
Pues bien, durante los primeros doce meses de nuestro gobierno,
y a pesar de los devastadores efectos del terremoto y maremoto, Chile está
creciendo en torno al siete por ciento anual, el ritmo más alto de los últimos
quince años. Esto nos ubica nuevamente entre los países de mayor crecimiento de
América Latina y la OCDE. Y este crecimiento es sólido y sustentable, pues está
construido sobre roca y no sobre arena. En efecto, durante el año 2010, por fin
logramos no sólo detener, sino también revertir la caída que venía mostrando la
productividad desde el año 2006, e iniciar una recuperación, de forma tal que
ésta deje de ser un lastre y vuelva a ser un motor de crecimiento. La tasa de
inversión creció en un 18,8 por ciento en términos reales, 2,6 veces el
crecimiento promedio de la última década. Las exportaciones, a precios
corrientes, crecieron 31,5 por ciento, alcanzando 71 mil millones de dólares,
la cifra más alta de nuestra historia. El consumo privado creció un 10,4 por
ciento en términos reales, duplicando el promedio registrado durante la última
década.
Estos logros se deben en parte a la recuperación de la
confianza y al esfuerzo de los trabajadores y emprendedores. También a la
profunda agenda de incentivos a la inversión y el emprendimiento desarrollada
por el gobierno de la Coalición por el Cambio. Entre ellas destaco la
eliminación del impuesto a las Pymes por sus utilidades reinvertidas y la
reducción a la mitad del impuesto de timbres y estampillas. Y también a la
responsabilidad macroeconómica de los gobiernos anteriores.
Adicionalmente, acabamos de lanzar la Agenda de Impulso
Competitivo, cuyo principal objetivo, a través de un conjunto de reformas, es
fomentar la innovación y el emprendimiento, los verdaderos recursos renovables
e inagotables con que contamos, potenciar la ciencia y tecnología, los instrumentos
más poderosos de la sociedad del conocimiento y la información, y de esta
forma, incrementar el crecimiento potencial de nuestra economía.
En materia de inflación, estamos muy concientes de que el
alza en los precios internacionales, especialmente de los alimentos y el
petróleo, está golpeando el bolsillo de la gente, particularmente nuestra clase
media y sectores más vulnerables. Para evitar estos efectos, tanto el Banco
Central como el gobierno estamos tomando las medidas para mantener la inflación
dentro de rangos aceptables. El Banco Central ha actuado a través de la
política de tasa de interés y el gobierno a través de mayor austeridad y
reducciones del gasto público.
2. CREAR UN
MILLÓN DE EMPLEOS
Hablar de oportunidades exige necesariamente crear buenos
empleos y con sueldos justos. En los últimos años, cientos de miles de chilenos
vivieron la angustia de no tener trabajo. Por eso, era necesario fijarnos una
meta extraordinariamente ambiciosa. Crear un millón de empleos en el período
2010-2014.
El que ha estado cesante sabe lo que esto significa: sufre la
familia, se resiente la dignidad y la angustia de no poder cumplir con los
compromisos económicos afecta la vida familiar. Una persona desempleada no sólo
es una persona desesperada sino una oportunidad perdida. Por eso sentimos una
enorme alegría, de haber podido todos juntos, crear 487 mil empleos, la cifra
más alta de nuestra historia. Y lo más importante: la mitad de estos trabajos
fueron para mujeres.
Pero tan importante como la cantidad, es la calidad del
trabajo. Queremos trabajos mejor remunerados, en que se respeten los derechos
de los trabajadores. Queremos un trato respetuoso y un ambiente seguro. Quiero
ser muy claro: he dado instrucciones de ser inflexibles en la defensa de los
derechos laborales y sindicales frente a cualquier abuso. Hemos aumentado el
número de fiscalizadores en terreno, estamos modernizando profundamente la
Dirección del Trabajo y seguiremos avanzando en perfeccionar la justicia
laboral.
Siento también gran satisfacción por el aumento de las
remuneraciones, que crecieron en promedio un 6,3 por ciento nominal, con un
gran avance en el caso de las mujeres y los trabajadores de pequeñas y medianas
empresas. Durante el año 2010 capacitamos a un millón 100 mil trabajadores, y
estamos avanzando hacia nuestra meta de capacitar a cinco millones de
compatriotas durante nuestro gobierno.
Hemos asumido el compromiso de convertir a Chile en un país
modelo en seguridad laboral. Próximamente, enviaremos al Congreso el proyecto de
reforma a la Superintendencia de Seguridad Social y firmaremos tres decretos
que dan vida al Nuevo Sistema de Seguridad Laboral. Este año enviaremos los
proyectos que modifican la Ley de Accidentes del Trabajo y reforman el modelo
de fiscalización. Pero las modificaciones legales no bastan si no van
acompañadas de una cultura de seguridad laboral. Las reformas incluyen un
completo protocolo de prevención al interior de la empresa, con
autoevaluaciones y plena participación de los trabajadores. Nuestra meta es
reducir en un 25 por ciento los accidentes del trabajo y salvar así muchas
vidas. Estas son metas exigentes que obligarán al gobierno, a los empleadores,
a los trabajadores, a sus organizaciones sindicales y a las entidades de
prevención a instaurar una verdadera cultura de seguridad en el trabajo.
3. DELINCUENCIA,
NARCOTRÁFICO Y ACCESO A LA JUSTICIA
En materia de seguridad ciudadana la mano está cambiando. Se
está poniendo más dura con los delincuentes y narcotraficantes y más amigable
con las víctimas y los ciudadanos. El año 2009, una de cada tres familias fue
víctima de un delito. Cuatro de cada cinco chilenos vivían con temor. La droga
y el narcotráfico seguían atrapando jóvenes y destruyendo vidas y habían
transformado a Chile en el país de mayor consumo de América Latina. Esta
situación producía rabia y angustia en nuestros compatriotas.
Con el apoyo de todos los sectores creamos el Ministerio de
Interior y Seguridad Pública, implementamos el Plan Chile Seguro, los programas
Barrio en Paz Residencial y Comercial. Aprobamos la reforma constitucional que
crea la Defensoría de las Víctimas y pusimos en marcha los programas Vida Nueva
y Vida Sana.
Y para superar el déficit de nuestras policías, estamos
aumentando la dotación de Carabineros en diez mil efectivos y la dotación de la
PDI en mil detectives, los cuales estarán en las calles protegiendo a la gente
inocente.
Estamos implementando quince nuevos planes Cuadrante, para
llegar al término de nuestro gobierno a operar en todas las ciudades con más de
25 mil habitantes.
Han transcurrido sólo catorce meses desde que pusimos en
marcha una alianza estratégica entre el gobierno, las policías y la ciudadanía,
para empezar a ganar la batalla contra la delincuencia y el narcotráfico y
devolver a las familias una mayor paz y seguridad. El esfuerzo ha sido grande y
ya empezamos a ver sus primeros resultados concretos. El año 2010 los delitos
cayeron en un 16 por ciento, lo que significa que 222 mil 363 familias, en su
mayoría de hogares vulnerables y de clase media, dejaron de ser víctimas de
delitos. También el temor de los ciudadanos empezó a disminuir.
Hemos logrado la detención de más de 50 mil prófugos de la
justicia, la recuperación del 80 por ciento de los automóviles robados, la
incautación de casi tres mil 500 armas de fuego y, sobre todo, los mayores
niveles de decomiso de drogas de nuestra historia. Todos conocemos la estrecha
relación que existe entre armas, drogas y delitos. Cada vez que incautamos un
arma ilegal estamos protegiendo la vida y cada vez que incautamos drogas
estamos salvando niños y jóvenes.
Con el consumo excesivo de alcohol seremos inflexibles. El
caso de Kevin Silva, joven al que visité en el Hospital Barros Luco y me contó
cómo perdió sus piernas, cuando en la mañana de un domingo se dirigía a
participar en una maratón, ha remecido la conciencia de todos los chilenos. Por
eso presentamos un plan integral contra el alcoholismo y la droga, con metas y
plazos exigentes, que incluye que toda persona que reincida en conducir en estado
de ebriedad perderá definitivamente su carné de chofer.
Pero estamos plenamente concientes de que todavía nos queda
un largo camino por recorrer. Jamás debemos olvidar que la delincuencia y el
narcotráfico son enemigos poderosos y despiadados, y los debemos combatir
siempre con decisión y todo el rigor de la ley.
El año pasado, y luego de recorrer varios recintos
penitenciarios, encargué al ministro de Justicia un completo plan para mejorar
la indigna situación de nuestras cárceles y presos. El 15 de octubre pasado
pusimos en marcha un plan que incluyó la compra de miles de literas, colchones
y frazadas resistentes al fuego; la reparación de baños y celdas; mejores
condiciones de salud y visitas de familiares, y un estatuto laboral y
educacional para mejorar la dignidad y facilitar la rehabilitación y
reinserción social de los reclusos.
También iniciamos la construcción acelerada de cuatro nuevas
cárceles, la incorporación de casi cinco mil efectivos de Gendarmería y la
utilización de nuevas tecnologías, como el brazalete electrónico.
Días atrás dimos un gran paso adelante en materia de acceso a
la justicia, con un plan piloto de justicia vecinal, que atenderá y resolverá,
en forma simple y rápida, diferencias y conflictos de naturaleza familiar,
comunitaria o vecinal, para evitar que conflictos chicos, por no ser resueltos
a tiempo, crezcan y dejen la grande.
4. MEJORAR LA
CALIDAD Y EQUIDAD DE LA EDUCACIÓN
Todos lo sabemos. La educación es la madre de todas las
batallas. Es la cuna de la igualdad de oportunidades. La principal vía de movilidad
social. Es en la educación donde debemos ganar la batalla del futuro. Por eso,
la hemos puesto en el corazón de nuestro gobierno.
Pero esta lucha por la calidad y equidad de la educación no
se gana con discursos o promesas. Tampoco en la calle. Se gana en la sala de
clases y en los hogares.
El éxito está en invertir más, pero también en exigir más.
Por eso, estamos construyendo una alianza sólida que requiere el compromiso de
todos. De los alumnos y profesores en la sala de clases, de los directores en
escuelas y liceos, de los padres en sus hogares, de los alcaldes en sus
comunas, de los parlamentarios en el Congreso, y ciertamente del Ministerio de
Educación y el Presidente en La Moneda.
Queremos familias informadas y comprometidas. Nos alegra que
más de un millón de familias hayan firmado el Contrato de Honor, que refleja su
testimonio y compromiso. Se la van a jugar por la educación de sus hijos.
Este fue un año de grandes avances en educación. Parto por
agradecer a este Congreso por haber aprobado, con amplias mayorías, la reforma
educacional y la nueva institucionalidad, que crea la Agencia y
Superintendencia de Educación.
Reitero mi voluntad de que la educación siempre sea tratada
como una política de Estado. Podremos tener diferencias, pero el futuro de
nuestros niños requiere unidad.
De lo mucho que se ha hecho, quiero destacar la Beca Vocación
de Profesor, que premia a los buenos alumnos que quieren estudiar Pedagogía.
Escúchenme bien: todo joven con más de 600 puntos en la PSU, que quiera dedicar
su vida a ser profesor y a educar a nuestros niños más vulnerables, podrá
estudiar Pedagogía ¡completamente gratis! ¡Eso es tomarse en serio la
educación!
Destaco también el proyecto de ley que aumentará en un 20 por
ciento la subvención preferencial, los 30 liceos de excelencia ya funcionando.
El aumento en las horas de Lenguaje y Matemática, las nuevas pruebas Simce de
Inglés y Educación Física. También el aumento en la asignación de excelencia
pedagógica, que premia a los buenos profesores, los incrementos de sueldos y
nuevas atribuciones para los directores de colegios, el bono de hasta 20
millones de pesos para mejorar las condiciones de retiro de los profesores en
edad de jubilar y el bono de reconocimiento de hasta dos millones de pesos para
los profesores ya jubilados con pensiones bajas, entre otros.
El esfuerzo de años ya está rindiendo frutos. La última
prueba Simce nos dio dos grandes alegrías. Tanto en calidad como en equidad.
Mención especial merece el aumento en el Simce de Lectura. Y también la
reducción significativa en la brecha de resultados entre los estudiantes de
colegios particulares y municipales. Sin duda, un gran logro de nuestros niños
y profesores.
Las tareas para este año están claras. Mejoramos en Lectura,
pero tenemos que reforzar Matemática. Y para ser en el futuro un país bilingüe,
necesitamos un Plan Nacional de Inglés.
La educación pública de excelencia, al nivel del Instituto
Nacional o del Carmela Carvajal, tiene que seguir llegando a todas las
regiones. Por eso, en marzo próximo inauguraremos otros 30 liceos Bicentenario
de Excelencia, multiplicando las oportunidades para los niños meritorios.
Pero no queremos que nadie se quede atrás. Por eso estamos
apoyando con un plan especial a los mil colegios donde hay más dificultades de
aprendizaje.
Seguiremos aumentando la subvención escolar preferencial para
llegar a más sectores de clase media, que hasta ahora siempre han estado
postergados. Tendremos un nuevo Simce de Tecnologías de la Información.
Mejoraremos la alimentación que nuestros niños reciben en las escuelas,
inspirándonos en el programa Elige Vivir Sano.
Quiero reiterar aquí mi compromiso de enfrentar el bullying y
la violencia al interior de las escuelas. Es necesario restablecer el respeto
al profesor y a los estudiantes y exigir que el compañerismo y la no
discriminación no sólo se enseñen, sino que se vivan al interior de la sala de
clases.
¿Cuáles son nuestros próximos desafíos? Tal como hicimos la
reforma a la educación básica y media, llegó la hora de la educación superior y
preescolar. En la educación preescolar, este año alcanzaremos cobertura universal
para los niños pertenecientes a las familias más vulnerables y de clase media
de los dos primeros quintiles.
Y en la educación superior hemos superado por primera vez el
millón de estudiantes, 700 mil de los cuales pertenecen a la primera generación
de sus familias que accede a ella y 560 mil se ven beneficiados con becas o
créditos apoyados por el Estado. Dada la importancia de este sector, enviaremos
un proyecto de ley que crea la Subsecretaría de Educación Superior, para que
las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, así
como los estudiantes y sus familias, se vinculen con el Estado en forma directa
y eficiente.
Avanzaremos en un nuevo trato con las universidades del
Estado, otorgándoles más atribuciones y flexibilidad para mejorar su gestión y
competitividad.
Estamos concientes de la alegría, pero también de los costos
y el endeudamiento que para las familias chilenas significa que sus hijos
lleguen a obtener un título profesional. Por eso, perfeccionaremos los mecanismos
de financiamiento estudiantil, permitiremos reprogramar a los 100 mil deudores
morosos del Fondo Solidario. Buscaremos nivelar la cancha, dando más becas a
los buenos estudiantes que postulan a la educación técnica y profesional.
También modificaremos el esquema de Aporte Fiscal Indirecto, aumentando el
número de beneficiarios y entregando los recursos directamente a los
estudiantes, para que ellos decidan en qué institución quieren estudiar.
La PSU dejará de ser el único criterio para valorar a un
estudiante, incentivando que las universidades atraigan también a los mejores
alumnos de colegios municipales y particulares subvencionados, según el ranking
de su curso. En suma, más y mejores oportunidades en educación para todos los
que se esfuercen.
5. MEJORAR LA
CALIDAD Y EQUIDAD DE LA SALUD
Cuando una persona está enferma necesita que la traten con
cariño, dignidad y le otorguen una atención médica oportuna y eficaz. Sin
embargo, los usuarios no están satisfechos: largas colas, listas de espera, pacientes
que con razón pierden la paciencia, falta de especialistas y altos costos son
algunas de las quejas más frecuentes. Por eso hemos puesto al paciente en el
corazón de nuestra política de salud.
¿Y cómo está la salud en Chile? La paradoja es que tenemos
excelentes indicadores de expectativa de vida, mortalidad materno-infantil y
nutrición. Sin embargo, tenemos hábitos que no contribuyen a una vida sana. El
80 por ciento de los chilenos son sedentarios. Comemos demasiada sal, azúcar y
grasas saturadas. Casi la mitad de la población tiene problemas de obesidad. La
incidencia de enfermedades como diabetes, hipertensión y problemas
cardiovasculares es muy alta. El tabaquismo afecta a casi la mitad de la
población. Los índices de alcoholismo son excesivos y ocupamos el primer lugar
de América Latina en consumo de marihuana, cocaína y otras drogas.
Adicionalmente, hay que considerar que el envejecimiento de
nuestra población, las enfermedades crónicas que requieren tratamiento
permanente y los mayores costos asociados a las nuevas tecnologías médicas,
plantean formidables desafíos.
Para enfrentarlos con éxito necesitamos una nueva actitud.
Las responsabilidades son compartidas: los ciudadanos deben asumir el cuidado
de su propia salud. Al fin y al cabo, cada uno es el mejor y más interesado
médico de sí mismo. A ello apunta la ley de etiquetado de alimentos y la
campaña Elige Vivir Sano, liderada por la Primera Dama, cuyos ejes son:
alimentarse mejor, practicar más deporte, compartir más con la familia y disfrutar
más la naturaleza.
Por su parte, el sector salud debe mejorar sustancialmente su
institucionalidad, calidad de gestión y eficacia, y fortalecer la prevención y
la salud primaria. Prevenir es siempre mejor que curar. Por esta razón, hemos
puesto en marcha una amplia agenda que incluye: el proyecto de Ley de Tabaco,
el impulso a la Ley de Derecho y Deberes del Paciente, las mayores opciones
para la venta de remedios que no requieren receta y que permitirán una
reducción estimada de 25 por ciento en su precio. La nueva Ley de Fármacos, que
exigirá el nombre genérico de los medicamentos y su venta en dosis unitarias,
para abaratar su costo y comprar sólo lo que se necesita.
Está en pleno proceso una profunda reestructuración de
Cenabast, para evitar que los ratones y los amigos de lo ajeno se apropien de
los medicamentos que necesitan los chilenos.
Estamos creando los primeros 30 consultorios de Excelencia y
mejorando la atención a pacientes en los hospitales de alta complejidad.
El 2010 se normalizaron e inauguraron los hospitales de Los
Andes, Temuco y Santa Cruz.
Este año normalizaremos e inauguraremos catorce hospitales:
además de los nueve de construcción acelerada, que ya mencioné como parte de la
reconstrucción, comenzarán a funcionar los de Coquimbo, Punta Arenas, Las
Higueras de Talcahuano, Arica y Tocopilla. En total, estos centros
asistenciales contarán con dos mil 257 camas, 154 mil metros cuadrados de
construcción y atenderán a 3,7 millones de personas.
A partir del 2012, y antes de que termine nuestro gobierno,
se habrán inaugurado otros diez hospitales en Cañete, Hanga Roa de Isla de
Pascua, Osorno, Corral, Regional de Rancagua, Calama, Puerto Montt, Maipú, La
Florida y Los Ángeles, los cuales beneficiaran a 2,4 millones de personas.
Durante el año 2010 se terminaron las obras de 27 Centros de
Salud Familiar. Este año se terminarán otros 31 adicionales y está programado
la iniciación de 33 Centros de Salud Familiar adicionales.
Pero no basta con mejorar la infraestructura. Necesitamos
también impulsar una profunda reingeniería para mejorar la gestión de la salud,
que permita administrar mejor los hospitales y consultorios y atender mejor a
los pacientes.
Enviamos la ley corta de isapres, que fija criterios de
razonabilidad a los mecanismos de ajuste y evita diferencias excesivas de
precios por sexo y edad de los planes de salud. Este proyecto será
complementado con una iniciativa que definirá un plan garantizado de salud y un
mecanismo solidario de financiamiento, para todos los usuarios de isapres.
En julio pasado aumentamos de 59 a 69 el número de patologías
con garantía AUGE y nos hemos propuesto seguir avanzado para incluir también
atenciones de carácter preventivo y diagnóstico precoz de enfermedades crónicas
prevalentes.
Cuando llegamos al gobierno, había gigantescas listas de
espera AUGE. En mi primera Cuenta Pública me comprometí a terminar con ellas en
un plazo de dos años. Gracias a un gran esfuerzo de los servicios de salud, sus
trabajadores y la exitosa implementación del Bono AUGE, ¡hemos reducido esas
listas de espera desde 380 mil a 53 mil 152 pacientes!
Hoy quiero asumir un nuevo compromiso. Hemos anticipado en
seis meses el cumplimiento de la meta. A fines de este año las listas de espera
Auge serán parte de nuestra historia.
Pero mantenemos una enorme deuda con las cirugías no AUGE. 89
mil 631 personas han esperado más de un año para ser operadas. Con el ministro
de Salud hemos acordado un plan para resolver este problema dentro de los
próximos dos años.
6. ERRADICAR LA
EXTREMA POBREZA Y REDUCIR LAS DESIGUALDADES EXCESIVAS
Si tuviera que escoger un solo legado por el cual quisiera
que recuerden al gobierno de la Coalición por el Cambio, sería por haber
logrado derrotar la pobreza extrema y sentado las bases para que Chile deje
atrás el subdesarrollo y termine con la pobreza y las desigualdades excesivas.
Un país que ha progresado tanto y que tiene hoy el ingreso
per cápita más alto de América Latina, no puede seguir tolerando que medio
millón de compatriotas viva en la pobreza extrema y 2,6 millones en situación
de pobreza, incluido uno cada cuatro niños.
Se trata de una herida abierta, que cruza el alma de Chile.
Sanarla es nuestra gran misión. Como señalé anteriormente, el trabajo, la
educación y la familia son fundamentales en este desafío. Pero además hemos
puesto en marcha una nueva política: el Ingreso Ético Familiar, lejos de ser un
programa asistencialista, potencia las capacidades de las propias familias para
superar su condición de pobreza.
No se trata de un bono ocasional ni de un regalo. Es algo
mucho más profundo: un pacto, una alianza con esas 130 mil familias, o 500 mil
personas, que viven en situación de pobreza extrema.
En esta primera etapa, estas familias están recibiendo del
Estado en promedio 38 mil 500 pesos al mes, lo que unido a sus ingresos propios
y otras ayudas estatales, les permitirá alcanzar un ingreso mensual promedio de
180 mil pesos, cifra que debemos incrementar en el futuro. Pero las familias
también deberán asumir compromisos, simples pero significativos. Por ejemplo,
que sus hijos tengan una asistencia mínima de 85 por ciento a sus escuelas, que
sus controles de salud y vacunación estén al día y que quienes estén en edad de
trabajar, trabajen, se capaciten, o busquen empleo. De este modo, toda familia
que quiera ayudarse a sí misma tendrá un gobierno y un país acompañándola y
apoyándola.
También iremos en ayuda de los casi 20 mil compatriotas para
quienes la calle es su único hogar. No queremos que ningún chileno se vea
obligado a pasar la noche en la calle. Para lograrlo estamos aumentando la
cobertura de albergues y hospederías, a través del programa Noche Digna.
Seguiremos fortaleciendo los programas Chile Solidario y
Chile Crece Contigo y estamos perfeccionando la Ficha de Protección Social,
para evitar injusticias o exclusiones injustificadas en la recepción de la
ayuda del Estado.
Y no nos hemos olvidado de las 30 mil familias, que llevan
décadas viviendo sin acceso a servicios básicos en alguno de los 700
campamentos que aún existen en nuestro país. Durante los próximos tres años
haremos un gran esfuerzo para darles una solución definitiva, entregando el
doble de los subsidios habitacionales asignados a ellas en los últimos cinco
años. De este modo, estamos trabajando para que, antes que termine esta década,
los campamentos en Chile sean historia antigua.
Finalmente, queremos invitar a los diputados a aprobar cuanto
antes el nuevo Ministerio de Desarrollo Social, ya aprobado en el Senado, y que
liderará la lucha contra la pobreza y las desigualdades excesivas.
7. PERFECCIONAR
NUESTRA DEMOCRACIA, PROFUNDIZAR LA REGIONALIZACIÓN Y MODERNIZAR EL ESTADO
Nuestra democracia necesita una profunda revitalización.
Nuestros jóvenes quieren opinar y participar: se manifiestan a través de las
redes sociales, pero no se inscriben en los Registros Electorales. Por eso,
hagámoslo ya: inscripción automática y voto voluntario.
Hemos enviado un proyecto al Congreso Nacional para permitir
el voto de los chilenos que viven en el extranjero y que mantienen un vínculo
con Chile. Esperamos que pronto alcancemos un consenso que transforme en ley
esta aspiración.
Si queremos una democracia participativa, tenemos que hacerla
compatible con la vida normal de los ciudadanos. Por eso propusimos una reforma
constitucional para que la segunda vuelta de la elección presidencial no
interfiera con las fiestas de Navidad, Año Nuevo y vacaciones. Agradezco a este
Congreso por su aprobación esta semana.
También es importante aumentar los grados de participación,
para eso hemos propuesto facilitar los plebiscitos comunales y la iniciativa
popular de ley.
Además, necesitamos que la democracia llegue con mayor
plenitud a los partidos políticos. Por eso, en los próximos meses enviaremos
los proyectos de ley de primarias voluntarias y vinculantes para seleccionar
los candidatos y una nueva ley de partidos políticos, que los haga más
democráticos, transparentes y participativos.
En regionalización estamos avanzando a paso firme. Cada
región tiene su propio Plan de Desarrollo Regional. Estos instrumentos fueron
elaborados y acordados con las regiones, se hacen cargo de los principales
desafíos de cada una de ellas y comprometen altos niveles de inversión. Durante
el presente año, el Fondo Nacional de Desarrollo Regional cuenta con 840 mil
millones de pesos, lo que significa un 50 por ciento más que el 2010. Además, y
para potenciar en forma muy especial el desarrollo de las regiones extremas,
estamos revisando y fortaleciendo los incentivos tributarios.
Pero nos queda mucho por avanzar. Potenciaremos y
modernizaremos los gobiernos regionales y comunales, incorporando la elección
directa de los consejeros regionales, extendiendo la Alta Dirección Pública
para los cargos claves y creando cursos de formación y capacitación para sus
funcionarios.
Como Presidente trabajo con muchos servidores públicos
honestos, capaces y con gran vocación. Pero ni el mejor de ellos puede entregar
todo su aporte si trabaja en un Estado que fue diseñado en el siglo IXX,
parchado en el siglo XX y que no responde a las necesidades y desafíos del
siglo XXI. Y el problema no es el tamaño sino la calidad del Estado. Los
chilenos saben muy bien que la presencia del Estado donde no se requiere es
asfixiante, pero su ausencia es desoladora donde sí se requiere.
Estamos trabajando para modernizar nuestro Estado y ponerlo
100 por ciento al servicio de nuestros ciudadanos. Sólo un ejemplo: a todos nos
han pedido certificados de nacimiento en oficinas estatales. ¿Qué paradoja, no?
Cuando es el propio Estado el que los otorga. Estamos trabajando para que
ninguna oficina de gobierno exija a un ciudadano un certificado que ya está en
poder del Estado.
Adicionalmente, el Portal Digital de Servicios del Estado
permitirá a los ciudadanos hacer más trámites electrónicamente, sin moverse de
su hogar o lugar de trabajo. Queremos que el Estado se acerque a las personas y
no que las personas tengan que peregrinar permanentemente por las distintas
oficinas del Estado.
En materia de transparencia, los ciudadanos tienen derecho a
saber qué hacen los órganos públicos que ellos financian con sus impuestos y
cómo se comportan las autoridades que ellos eligen con sus votos. Por ello, y
para profundizar la transparencia, hemos firmado un convenio con el Consejo de
la Transparencia, que pone a disposición de las personas toda la información
gubernamental en forma simple y expedita; y nos alegramos de los adelantos
reconocidos por ese consejo. Junto con ello, enviamos a este Congreso el
proyecto de ley que perfecciona las declaraciones de patrimonio de intereses de
las autoridades públicas y crea la figura del Fideicomiso Ciego.
Concluida mi cuenta sobre los siete principales compromisos
del gobierno de la Coalición por el Cambio, paso a referirme a algunos temas
seleccionados. Otras materias que me interesa compartir con la ciudadanía
estarán disponibles en una versión extendida de esta intervención en nuestra
página web: www.gob.cl.
Otros compromisos
CULTURA
Por la trascendencia de la cultura en nuestra sociedad,
propondremos crear el Ministerio de la Cultura y el Patrimonio, que agrupará al
Consejo de la Cultura y las Artes, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y
Museos y el Consejo de Monumentos Nacionales. Esto fortalecerá la creación,
difusión y conservación de nuestra cultura y patrimonio. Además, en los
próximos días presentaremos a este Congreso un proyecto de ley que fortalece y
perfecciona la Ley de Donaciones Culturales, simplificando sus procedimientos y
ampliando el universo de beneficiarios y donantes.
Durante nuestro gobierno entregaremos cinco nuevos teatros
regionales en Iquique, La Serena, Rancagua, Concepción y Punta Arenas. Y 51
nuevos centros culturales, en las comunas con más de 50 mil habitantes, además
de Rapa Nui y Chiloé, cumpliendo así nuestro compromiso con las regiones. Junto
con ello, a partir de este año realizaremos Festivales de las Artes en todas
las regiones de Chile.
En alianza con los gobiernos regionales y comunales y el
sector privado, estamos reconstruyendo inmuebles de alto valor patrimonial,
como el Museo de Arte Contemporáneo, la Iglesia La Matriz en Valparaíso, la
casa de Violeta Parra, la Sala Arrau del Teatro Municipal, el Teatro Municipal
de Viña, la Parroquia San Vicente de Tagua Tagua, el Santuario Santa Rosa de
Pelequén y la Biblioteca Severín, entre otros.
DEPORTES
Queremos hacer de Chile un país de deportistas. Porque el
deporte no sólo mejora nuestra salud, estado físico y ánimo. También nos enseña
valores, dentro y fuera de la cancha, como el esfuerzo, el trabajo en equipo,
el respeto a los compañeros y al rival y el saber ganar y perder. Es el mejor
antídoto contra la droga, el alcohol y la delincuencia.
Hoy, casi el 80 por ciento de los chilenos son sedentarios.
Nuestra meta es duplicar el número de deportistas, pasando de dos a cuatro
millones e incorporando a niños, mujeres, trabajadores y adultos mayores.
Este año inauguraremos los estadios de Arica, Copiapó,
Ovalle, Curicó y Talca cuyos trabajos comenzaron durante la administración
anterior. Por su parte, días atrás dimos a conocer el plan ChileEstadios, con
financiamiento del gobierno nacional y regional, el que permitirá modernizar,
durante los años 2012 y 2013 y con estándar FIFA, siete estadios de fútbol
profesional: Antofagasta, Calama, La Serena, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua
y Concepción. Estos siete estadios significan una inversión de 75 millones de
dólares. Más adelante, continuaremos con Iquique, Puerto Montt, Curicó y otros.
Adicionalmente, para recuperar los estadios para los amantes
del fútbol y para la familia, y arrebatárselos a los violentistas y
delincuentes, hemos desarrollado el plan Estadio Seguro, cuyo debut en el
reciente partido entre Colo Colo y Universidad de Chile y en el clásico
universitario fue muy promisorio.
Pero lo más significativo serán los 147 mini estadios de
fútbol amateur que construiremos con financiamiento compartido, con una
inversión de hasta 300 millones de pesos cada uno, contarán con pasto sintético
o natural, iluminación, graderías, camarines y servicios higiénicos, y a los
cuales podrán postular todos los municipios y organizaciones deportivas. De
esta forma, los chilenos podrán practicar deporte con pantalón corto, y no sólo
ser espectadores de pantalón largo. También, estamos construyendo una red de 30
polideportivos en todo Chile. Estos programas representan una inversión del
gobierno de 95 millones de dólares.
Y con respecto al deporte de alta competencia, apoyaremos con
más fuerza a nuestros actuales y futuros campeones. Por eso hoy quiero
agradecerle a Tomás González, un gran líder y un ejemplo para millones de niños
y jóvenes chilenos, no sólo por sus magníficos triunfos internacionales en el
mundo de la gimnasia, sino también por haberse puesto la camiseta y liderado la
campaña Elige Vivir Sano.
Además, el próximo año el Rally Dakar cruzará nuevamente
nuestro territorio, realizaremos por segundo año consecutivo la Vuelta
Ciclística de Chile, el año 2014 Chile será sede de los Juegos Sudamericanos y
el 2015 acogeremos el Mundial de Fútbol Masculino Sub 17.
Por la inmensa importancia que asignamos al proyecto de hacer
de Chile un país de deportistas y crear una verdadera cultura de vida sana,
hemos decidido enviar a este Congreso un proyecto de ley que creará el Ministerio
del Deporte en Chile.
CHILE UNA SOCIEDAD DE VALORES, CHILE UNA GRAN FAMILIA
Para hacer realidad la sociedad de valores, debemos apoyar y
fortalecer la familia, a todos los tipos y formas de familias.
Fiel a una profunda convicción de la Coalición por el Cambio
y cumpliendo un compromiso enviamos al Congreso el proyecto de ley que extiende
el posnatal de tres a seis meses y amplía su cobertura para el 60 por ciento de
las madres trabajadoras de clase media y vulnerables, incorporando así a 160
mil mujeres a este beneficio. Su aprobación significará un aporte a la salud
física, mental y emocional, tanto del niño como de su madre, al extender el
período de lactancia y facilitar la relación madre-hijo y padre-hijo, durante
los primeros seis meses de vida del niño y compatibilizará mejor el mundo de la
familia con el mundo del trabajo.
También, iniciamos un plan piloto del Programa de 4 a 7, que
permite ampliar el horario de 60 escuelas vulnerables, beneficiando a más de
seis mil madres trabajadoras que podrán ejercer sus labores tranquilas sabiendo
que sus hijos están bien cuidados.
Para ayudar a los niños en situación de fragilidad,
presentaremos el proyecto de ley que reformula el actual Sename, creando dos
instituciones: el Servicio Nacional de la Infancia y la Adolescencia y el nuevo
Servicio Nacional de Menores, enfocado exclusivamente en la atención y
rehabilitación de niños y adolescentes que hayan infringido la ley.
Además, estamos perfeccionando nuestra legislación familiar y
las normas sobre cuidado compartido de los hijos por padres separados, para
buscar fórmulas más armoniosas, poniendo siempre por delante el interés
superior de los hijos.
También aumentamos el Subsidio Único Familiar para ayudar a
las familias más pobres y con más hijos.
Para prevenir la violencia intrafamiliar, promulgamos la ley
que contempla el delito de Femicidio, pusimos en marcha el programa Chile Acoge
y creamos centros especializados en los tribunales de Familia para que, en
casos urgentes, toda mujer, niña o niño agredido reciba protección oportuna y
eficaz, a través de medidas cautelares como el uso del brazalete electrónico.
También presentamos a este Congreso el proyecto de ley que
modifica la sociedad conyugal, reconoce la plena capacidad de la mujer en la
administración de sus bienes, asegura una efectiva igualdad entre ambos
cónyuges y garantiza una adecuada protección económica para la mujer,
especialmente cuando ha dedicado su vida al cuidado de los hijos y no ha tenido
un trabajo remunerado.
No queremos que Chile sea un país ingrato con nuestros
adultos mayores. Debemos tratarlos hoy igual como queremos que nos traten a
nosotros mañana. A eso apunta el Bono Bodas de Oro, un reconocimiento al valor
del matrimonio, que beneficiará con 250 mil pesos a aquellas parejas que hayan
cumplido 50 o más años de matrimonio. Este bono se empieza a pagar la próxima
semana y beneficiará, durante nuestro gobierno, a 420 mil adultos mayores.
También es importante que la Cámara de Diputados haya aprobado en general el
proyecto que elimina o reduce gradualmente el descuento del siete por ciento de
salud, a más de 770 mil adultos mayores de clase media y vulnerables.
Asimismo, nos causa satisfacción que el próximo 1 de julio
completaremos la Reforma Previsional, aumentando la cobertura del Pilar
Solidario del 55 por ciento a 60 por ciento de la población e incrementando la
pensión máxima con Aporte Solidario desde 200 a 255 mil pesos.
Recogiendo una amplia y sentida aspiración popular,
modificaremos el sistema de inscripción de nacimientos en el Registro Civil,
para que los padres puedan inscribir a sus hijos, como originarios del pueblo
en que viven y no solo de la ciudad donde nacen.
En nuestro país, más de un millón de compatriotas se
identifican con las comunidades aymara, atacameña, quechua, diaguita, colla,
rapa nui, mapuche, kawashkar o yagan, entre otras. Nos sentimos muy orgullosos
de ser una nación multicultural. Pero no sentimos lo mismo al constatar que,
por siglos, las oportunidades para su progreso material y espiritual no han
estado a la altura de sus necesidades ni de nuestras potencialidades como país.
Se trata de una población que vive en condiciones precarias, con tasas de
desempleo y pobreza superiores a la media nacional, y con salarios y
escolaridad por debajo del resto del país.
Para recuperar el tiempo perdido y hacer justicia, pusimos en
marcha una agenda a favor de nuestros pueblos originarios, que incluye su
reconocimiento constitucional y deja atrás la estrategia de asimilación,
reemplazándola por una de integración, que significa valorizar y proteger su
cultura, idioma, tradiciones y valores.
También estamos incorporando su medicina tradicional a
nuestros programas de salud, creando establecimientos de educación
multiculturales, incluyendo los liceos de excelencia Indómito de Purén y
Araucanía de Villarrica, y una completa reforma y fortalecimiento de las
instituciones y programas orientados hacia ellos, como la Conadi, el Programa
Orígenes y los Fondos de Desarrollo Indígena. También cambiamos la política de
tierras para que ella sea más transparente y justa y siempre vaya acompañada de
apoyo productivo.
En septiembre, en el cerro Ñielol constituimos una Mesa
Amplia de Diálogo para el Reencuentro Histórico, integrada por el gobierno, las
iglesias, la sociedad civil y, naturalmente, representantes del pueblo mapuche,
la que estamos extendiendo a otras etnias. El Plan Araucanía es la iniciativa
más ambiciosa de las últimas décadas para empezar a mejorar de verdad la
calidad de vida y las oportunidades del pueblo mapuche. En educación, hemos
aumentado en un 34 por ciento el presupuesto para becas indígenas, en un 20 por
ciento el fondo para promover su cultura y educación y casi en un 60 por ciento
el Fondo de Desarrollo Indígena de la Conadi.
Pero el respeto se demuestra también con símbolos. El 4 de
agosto pasado emití un instructivo presidencial para que las autoridades de
nuestras etnias originarias reciban la debida consideración en todas las
ceremonias oficiales de los gobiernos regionales y provinciales.
También estamos comprometidos con el fortalecimiento de la
libertad religiosa y la igualdad de cultos. Hemos formado mesas técnicas con
las distintas confesiones, especialmente el mundo evangélico, para remover las
trabas legales que aún subsisten, especialmente en escuelas, hospitales,
cárceles, instituciones de educación superior y en el acceso a subsidios
estatales. ¡Porque hay muchos caminos que llevan a Dios, y todos merecen
nuestro respeto!
También debemos preocuparnos de las cerca de dos millones de
personas, uno de cada ocho chilenos, que viven con algún tipo de discapacidad.
Nuestro plan se ha orientado a cuatro ejes prioritarios: primero, abrirles las
puertas a la educación, el trabajo y la salud. Segundo, prevenir, a través de
un plan nacional de detección y tratamiento temprano de enfermedades, que
puedan ocasionar discapacidades. Tercero, rehabilitar, dando apoyo económico y
a través de Fonasa, a la Fundación Teletón, y terminando con las listas de
espera para ayudas técnicas, como prótesis, sillas de ruedas, entre otras. Y
cuarto, crear el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), que contará
con los recursos, atribuciones y personal necesario para proteger sus derechos.
CLASE MEDIA, PYMES Y PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES
La clase media es la columna vertebral de nuestro país y
estamos profundamente comprometidos con ella.
Nos preocupa especialmente la educación de sus hijos. Por eso
estamos creando una subvención escolar especial para ellos. Y en la educación
superior, dando más becas y bajando los costos del crédito, para que ninguna
familia de clase media tenga que elegir a cuál de sus hijos le financia su
educación superior y cuál llega solo a cuarto medio.
En seguridad ciudadana, nuestro énfasis está en lograr que
las familias de clase media se sientan más seguras y no tengan que depender de
rejas, candados y alarmas para protegerse.
Pero la clase media requiere también que el Estado se
comprometa con la protección de sus derechos. Se encuentra en avanzado trámite
el proyecto de ley que crea el Sernac Financiero, para evitar cobros abusivos
en bancos e instituciones financieras, así como el proyecto para disminuir los
costos de los seguros de los créditos hipotecarios. Esta medida favorecerá a
cerca de un millón 250 mil familias.
También dictamos un reglamento para prohibir las ventas
atadas de productos financieros y transparentar la información de costos, lo
que favorecerá a más de cuatro millones de usuarios de créditos de consumo y
siete millones de usuarios de tarjetas de crédito. En las próximas semanas
presentaremos un proyecto de ley para disminuir las arbitrariedades que se
producen con Dicom, porque sabemos que estar en esa lista muchas veces impide
acceder a créditos, iniciar un emprendimiento o, incluso, obtener un empleo.
En salud hemos entregado, a través del Bono AUGE, una
atención más oportuna en los hospitales o clínicas. También autorizamos la
venta de medicamentos que no requieren receta médica en supermercados, lo cual
bajará su costo en hasta 25 por ciento.
Y porque sabemos que existe una clase media compuesta por
pequeños y medianos empresarios y comerciantes, la Agenda de Impulso
Competitivo incorpora la creación de un nuevo estatuto Pyme 2.0 y tal como
contamos con un Chilecompra, vamos a crear un Chilepaga. Para que, en el
futuro, la inmensa mayoría de los pagos de organismos del gobierno, no excedan
los 45 días.
JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS
En justicia y derechos humanos nuestro gobierno está dando
pasos sustantivos para instaurar en Chile una verdadera cultura de protección y
fomento de la vida, la dignidad y los derechos humanos, en todo tiempo, lugar y
circunstancia.
Luego de años de postergaciones, finalmente restringimos el
ámbito de la Justicia Militar al campo que le es propio, estableciendo que los
civiles sólo puedan ser juzgados por tribunales ordinarios y de acuerdo a las
normas penales comunes. E ingresamos un proyecto de ley para adecuar nuestra
legislación antiterrorista a los estándares propios de democracias
desarrolladas, pero sin que ello nos signifique bajar la guardia frente a este
flagelo cruel y despiadado, que representa en sí mismo, una violación grave a
los derechos fundamentales.
Estamos invirtiendo 69 mil millones de pesos, un 21 por
ciento más que el año anterior, para fomentar y proteger mejor los derechos
humanos y reparar a víctimas del pasado. Entre ellas destaco el Instituto de
Derechos Humanos, el Museo de la Memoria, las becas y pensiones de las
comisiones Rettig y Valech y los programas especiales del Ministerio del
Interior.
El 23 de diciembre pasado entró en vigencia en nuestro país
la Convención Internacional Contra la Desaparición Forzada de Personas, para
que nunca más en Chile vuelvan a ocurrir atrocidades como las que conocimos en
décadas anteriores. Hace algunas semanas publicamos la ley que tipifica los
delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas, así como la que
concede protección a refugiados políticos. Y estamos avanzando decididamente en
la ratificación de los instrumentos necesarios para la cooperación de Chile con
la Corte Penal Internacional.
Hemos levantado fuerte y clara nuestra voz ante la comunidad
internacional para denunciar y condenar atropellos a la democracia y los
derechos humanos, cada vez que ha sido necesario. Ayer recibimos la noticia que
nuestro país había sido reelegido como miembro del Consejo de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas.
Finalmente, en los próximos meses enviaremos a este Congreso
un proyecto de ley que crea la Subsecretaría de Derechos Humanos, como parte
del nuevo Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
AGRICULTURA
La sociedad de seguridades y oportunidades también incluye a
los más de dos millones de compatriotas que viven o trabajan en el campo.
Nuestro gobierno está impulsando una verdadera política de Estado en favor del
mundo rural, y especialmente de los productores pequeños y medianos y de la
agricultura familiar campesina. Próximamente enviaremos a este Congreso un
proyecto de ley que transformará el actual ministerio en el Ministerio de
Agricultura y Alimentos, para hacer de Chile una potencia agroalimentaria y
forestal.
También, y tal como nos comprometimos el 21 de mayo pasado,
estamos enfrentando con decisión y urgencia la competencia desleal, tanto
externa como interna. Recientemente se aprobó el proyecto que extiende de dos a
cuatro años el plazo de aplicación de salvaguardias y estamos trabajando en
fortalecer el funcionamiento de la Comisión de Distorsiones. Además, creamos el
sistema de muestras y contramuestras y una oficina especializada, dentro de la
Fiscalía Nacional Económica, para prevenir atentados y abusos a la libre
competencia agrícola.
Pusimos fin a la retención de IVA a los contribuyentes
agrícolas que utilicen facturas electrónicas y rebajamos sustancialmente las
tasas de retención para aquellos productores de trigo y legumbres que no las
utilizan, beneficiando a más de 70 mil pequeños productores.
En materia laboral, próximamente enviaremos a este Congreso
un proyecto de nuevo estatuto laboral, para adecuar las normas a la realidad
del sector y proteger mejor los derechos de los trabajadores y trabajadoras
agrícolas de temporada, recogiendo muchas de las propuestas de la Mesa Agrícola.
Además, hemos incrementado el presupuesto de Indap, para
aumentar de 53 mil a 88 mil el número de pequeños agricultores beneficiados a
través del programa Prodesal y estamos realizando alianzas productivas con más
de cuatro mil pequeños productores. Y, con apoyo de Inia y Corfo, estamos
fomentando la asociatividad y transferencia técnica al sector agrícola para
aumentar su competitividad.
Presentamos una iniciativa para regular por ley los vegetales
genéticamente modificados. Hemos recuperado íntegramente los sistemas de riego
afectados por el terremoto y estamos realizando nuevas inversiones que nos
permitirán incorporar, este año, ocho mil nuevas hectáreas al riego y
tecnificar otras 20 mil.
En materia forestal, este año presentaremos un proyecto de
ley para combatir a la desertificación, recuperar suelos erosionados, mejorar
la retención hídrica y prevenir incendios forestales, ampliando las sanciones e
incorporando la responsabilidad civil de quienes los ocasionen.
Gracias a las nuevas regulaciones sanitarias y de
localización de los centros de cultivo, la industria acuícola está recuperando
los niveles de producción y exportación que presentaba antes de la crisis del
virus ISA. Por su parte, este año enviaremos un nuevo proyecto de ley de pesca
que permita compatibilizar el desarrollo del sector, incluyendo la pesca
artesanal e industrial, con la conservación del recurso pesquero.
Por cierto, este gobierno de la Coalición por el Cambio está
muy conciente que la sólida situación de nuestra economía, el alza en los
precios de nuestras principales exportaciones, las buenas perspectivas para la
inversión extranjera, el debilitamiento mundial del dólar, han producido una
apreciación de nuestra moneda y una caída en el precio del dólar, que ha dañado
la competitividad de algunas de nuestras industrias exportadoras o
sustituidoras de importaciones. La más sensible de ellas es la agricultura. Y
si bien este efecto ha sido parcialmente compensado por mejores precios
internacionales, hemos decidido apoyar a los agricultores, incrementando
sustancialmente las líneas de financiamiento a través de Corfo y BancoEstado
para pequeños y medianos productores agrícolas. Corfo ampliará el límite para
otorgar garantías estatales a 18 mil Unidades de Fomento (UF), las cuales
podrán garantizar todo tipo de créditos e inversiones, ante cualquier banco. Y
el BancoEstado está abriendo nuevas líneas de crédito por 400 millones de
dólares de hasta 20 años plazo, así como una línea de créditos en dólares por
un monto total de 300 millones de esa moneda. Así estamos apoyando la
reconversión y la productividad de micro y pequeños empresarios agrícolas.
INFRAESTRUCTURA
En un país como Chile, de territorio tan extenso como
accidentado y ubicado tan lejos de los principales mercados del mundo, la
calidad de la infraestructura y cadena logística es crucial. Para agregar valor
a nuestros productos es fundamental reducir el tiempo y mejorar su acceso a los
principales destinos nacionales y mundiales.
Durante el 2010, invertimos en infraestructura dos mil 700
millones de dólares y lanzamos un plan de concesiones de más de ocho mil
millones de dólares para el período 2010-1014, que significará más y mejores
carreteras, puertos, aeropuertos, embalses y otras obras públicas.
Hemos puesto en marcha el programa Caminos para el
Desarrollo, que pavimentará 700 kilómetros de caminos secundarios productivos.
Además, estamos completando la Ruta Austral, para conectar Chile por Chile,
entre las regiones de Los Lagos y Aysén.
TRANSPORTES
El diseño y la operación del Transantiago es un gran problema
que nos deja una gran lección. No es posible diseñar ni implementar políticas
públicas a partir de solo voluntarismo. ¿Cuántos recursos ha debido gastar el
Estado y cuánto daño se le ha causado a los chilenos? Estamos trabajando en una
solución que es compleja y tomará tiempo. Ya iniciamos un proceso de rediseño,
que incluyó, entre otras medidas, un nuevo marco regulatorio, un nuevo subsidio
para evitar alzas aún mayores en las tarifas, lo cual nos ha permitido, pese al
aumento de precios de los combustibles, reducir su déficit financiero y mejorar
las frecuencias y regularidad en los tiempos de transbordo y espera. Este año
completaremos la renegociación de los contratos con los operadores, para que el
Transantiago evolucione hacia un sistema de transporte público seguro y
eficiente.
El próximo año iniciaremos las obras de las nuevas líneas 3 y
6 del Metro, incorporando 37 nuevos kilómetros y cinco nuevas comunas a su red:
Pedro Aguirre Cerda, Cerrillos, Independencia, Conchalí y Huechuraba.
En cuanto al transporte en regiones, implementamos un
subsidio de 29 mil millones de pesos para zonas urbanas e iniciamos un completo
plan de renovación y modernización de flotas.
Cada año tenemos que lamentar mil 600 muertes por accidentes
de tránsito, constituyendo la segunda causa de muerte de jóvenes. Nos hemos
propuesto disminuir en un 20 por ciento el número de estas víctimas fatales de
aquí al 2014, y salvarle así la vida a 320 hombres, mujeres y niños, cada año.
Para ello, estamos impulsando un sistema con puntaje para las licencias de
conducir y hemos adquirido equipos de última tecnología para controlar el
exceso de velocidad en nuestras carreteras, especialmente de buses y camiones.
TELECOMUNICACIONES
En materia de telecomunicaciones, este año llegaremos con
banda ancha e internet a tres millones de beneficiarios, en mil localidades. En
marzo próximo, prácticamente todas las escuelas y liceos de Chile dispondrán de
este servicio. También estableceremos un sistema de internet inalámbrico y
gratuito en el Metro.
Crearemos una Superintendencia de Telecomunicaciones, para
proteger mejor los derechos e intereses de los usuarios, y aprobaremos una ley
de TV digital, que permita una cobertura gratuita de alta definición en todo
Chile.
La ley de antenas regulará su instalación y protegerá la
salud y los derechos de los vecinos y estamos avanzando en la portabilidad
numérica, permitiendo así a los clientes de telefonía móvil cambiarse de
empresa sin perder su número, y en terminar los cobros por larga distancia
nacional.
TURISMO
La industria del turismo será la de mayor crecimiento y
creación de empleos a nivel mundial. En Chile tenemos todo para transformarnos
en una potencia turística: una cordillera majestuosa, un desierto inspirador,
más de cuatro mil kilómetros de costas, bosques, ríos, volcanes, glaciares,
lagos, fiordos, la magnífica Antártica y una gran riqueza cultural e histórica.
Nos hemos propuesto, durante esta década, duplicar la
importancia del turismo en la economía nacional, pasando del tres por ciento al
seis por ciento, crear 45 mil nuevos empleos directos y 160 mil indirectos, y
aumentar en un 45 por ciento el número de turistas extranjeros que nos visitan
cada año.
Para ello creamos la Subsecretaría de Turismo, estamos
promoviendo la imagen de Chile en el exterior, invirtiendo en nueva
infraestructura física y digital, y apoyando con créditos y capacitación a
miles de pequeños y medianos empresarios y trabajadores del rubro turístico.
MINERÍA
La inversión minera proyectada supera los 50 mil millones de
dólares, la mayor de nuestra historia. De ella, más de 20 mil millones de
dólares corresponden a Codelco. El 80 por ciento de esta inversión se
materializará durante los próximos cinco años.
Esto constituye una muy buena noticia, pero también un enorme
desafío. Debemos actuar ahora para adecuar nuestra institucionalidad,
modernizar nuestras regulaciones y capacitar nuevos fiscalizadores, a fin de
asegurar que este auge minero sea sustentable ambientalmente, eficiente
energéticamente y seguro para los trabajadores.
En los próximos meses enviaremos a este Congreso un proyecto
de ley que crea una superintendencia especializada en el control de riesgos y
fiscalización de las normas sobre seguridad minera, además de establecer
comités paritarios en todas las empresas para prevenir accidentes laborales. Y
este año esperamos que sea aprobado el proyecto que regula el cierre de faenas
después del cese de su operación, a fin de evitar que explotaciones temporales
produzcan daños permanentes al medio ambiente.
Además, estamos diseñando un nuevo marco regulatorio para el
litio, hemos puesto en marcha un plan de optimización de procesos y mejoras en
la gestión de Enami y estamos apoyando decididamente el plan de inversiones e
internacionalización de Codelco.
Finalmente, enviaremos un proyecto de ley para fusionar los
actuales ministerios de Minería y Energía.
VIVIENDA Y URBANISMO
En materia de vivienda, no queremos que el terremoto y
maremoto nos aparten de nuestro compromiso de entregar, durante nuestro
gobierno, 600 mil soluciones habitacionales para las familias más vulnerables y
de clase media que las requieren.
A esta fecha, nuestro gobierno ya ha entregado 180 mil obras
y asignado casi 100 mil subsidios regulares, que se suman a los más de 146 mil
subsidios entregados para reconstruir o reparar viviendas destruidas o dañadas
por el terremoto.
A partir de este año, nuestra política habitacional
considerará un subsidio especial para que aquellas familias más numerosas, o en
que un integrante sufra alguna discapacidad o que acojan a un adulto mayor,
puedan acceder a viviendas más amplias y confortables. Además, queremos ampliar
las posibilidades de las propias familias beneficiarias de elegir, entre una serie
de alternativas, el barrio donde estarán ubicadas sus futuras viviendas, así
como el modelo, diseño y materiales de su construcción, lo cual se facilitará
con la feria virtual de vivienda que estamos creando en la web.
Junto con ello, hemos establecido un sistema de certificación
de calidad de las viviendas, para evitar que el sueño de la vivienda propia se
transforme en una pesadilla, como le ha ocurrido a tantas familias en el
pasado, y hemos ido avanzando en la búsqueda de soluciones justas, que incluyen
rebajas parciales de dividendos para cerca de 80 mil deudores habitacionales
vulnerables.
En materia de urbanismo, a través del programa de
recuperación de barrios, estamos haciendo un esfuerzo histórico de inversión en
construcción y mejoramiento de espacios públicos, áreas verdes, plazas,
ciclovías, multicanchas, iluminación, pavimentación de caminos y equipamiento
urbano. Y este año, después de una década de indefiniciones, pondremos en
marcha una nueva estrategia nacional de desarrollo urbano de largo plazo,
elaborada por una comisión amplia y plural, integrada por arquitectos,
urbanistas y otros expertos sobre la materia, que nos permita avanzar hacia
ciudades cada día más humanas, seguras y limpias.
RELACIONES EXTERIORES
En materia de relaciones exteriores, Chile tiene una sola
voz. Y esa voz, que trasmite unidad y fuerza, es la mejor garantía de que los
derechos de Chile serán siempre respetados.
Quiero agradecer la valiosa actitud de todos los
parlamentarios y dirigentes políticos, cuyo respaldo he sentido cada vez que
los intereses de nuestro país lo han requerido.
Hemos seguido profundizando nuestras relaciones con
Argentina, a través de reuniones bilaterales, incluyendo por primera vez, esta
semana, una reunión en La Moneda, con participación de ministros, intendentes y
gobernadores de ambos países, para acelerar la integración económica, cultural
y física.
Con Bolivia, Chile no tiene problemas limítrofes pendientes.
El Tratado de 1904, plenamente vigente, los fijó con claridad, y ha permitido
el más amplio y libre tránsito para el comercio exterior de Bolivia y una paz
que se extiende por más de 106 años. Además, Chile y Bolivia tienen un
mecanismo acordado de diálogo, en torno a trece puntos de interés bilateral,
cuyo objetivo es avanzar en soluciones concretas, útiles y factibles para ambos
países y cuya eficacia ha sido reconocida tanto por Chile como por Bolivia. En
consecuencia, las declaraciones del Presidente Morales, incluyendo su intención
de acudir a tribunales y organismos internacionales para su aspiración
territorial y marítima, constituyen un serio obstáculo para las relaciones
entre ambos países y no se condicen ni con la letra ni con el espíritu del
Tratado de 1904. Adicionalmente, ellas se apartan de los términos acordados en
los múltiples encuentros de trabajo y acuerdos alcanzados entre ambos
gobiernos.
Bolivia no puede pretender un diálogo “directo, franco y
sincero”, como sostuvo el Presidente Morales, mientras simultáneamente
manifiesta su intención de acudir a tribunales y organismos internacionales,
para impugnar un tratado plenamente vigente, aduciendo para ello, entre otras
razones, la aplicación de normas constitucionales bolivianas, aprobadas más de
100 años después de la suscripción y aprobación del Tratado de 1904. Esto
constituye una pretensión inaceptable en el Derecho Internacional, ya que implicaría
dar prioridad a una norma interna por sobre un tratado internacional.
No obstante lo anterior, y dentro del marco del respeto de
los tratados vigentes entre ambos países y del espíritu de las conversaciones
existentes, Chile ratifica su voluntad de diálogo bilateral, para seguir
avanzando en la búsqueda de soluciones concretas, útiles y factibles para ambos
países.
Con respecto a Perú, hemos seguido avanzando en los caminos
de la colaboración e integración entre nuestros países y pueblos. Y simultáneamente,
haciendo valer con fuerza y decisión los tratados limítrofes de 1952 y 1954,
que fijaron el límite marítimo entre Chile y Perú, en base al paralelo que
parte del límite terrestre y se extiende por 200 millas de mar territorial
chileno. Estos tratados han sido reconocidos invariablemente por Chile y
Ecuador, país firmante de dichos acuerdos, y también por la comunidad
internacional. Más aún, por más de 50 años, Perú también los reconoció.
La nota enviada recientemente por Perú a las Naciones Unidas,
reconociendo la Carta Náutica enviada por Ecuador a dicho organismo
internacional, constituye una confirmación adicional de la naturaleza de
tratado limítrofe de la “Declaración de Santiago sobre Zona Marítima” de 1952.
Más aún, la ratificación por parte de Ecuador y Perú del paralelo geográfico
como límite marítimo entre ambos países, como se desprende de los tratados de
1952 y 1954, confirma la posición, sostenida por Chile y Ecuador, en forma
permanente y consistente.
Adicionalmente, seguimos profundizando nuestros lazos de
integración con América Latina, asumiendo nuestro rol en Unasur y Mercosur y
fortaleciendo la Alianza del Pacífico, recientemente acordada entre Chile,
México, Colombia y Perú.
Por su parte, en mayo del 2010 y finalizando un proceso
iniciado por el gobierno anterior, Chile pasó a ser miembro de la OCDE. También
seguimos desarrollando nuestros vínculos con la Unión Europea, el Nafta, que
agrupa a Estados Unidos, Canadá y México, y el Asia-Pacífico, a través del
Trans Pacific Partnership (TPP), que incluirá países de ambos bordes del Océano
Pacífico y deberá constituirse en la zona de libre comercio más grande y
auspiciosa del mundo. También seguimos avanzando a través de tratados de
integración bilaterales, ya firmados o en proceso de negociación, con Malasia y
Vietnam y la profundización de nuestros acuerdos de libre comercio con Hong
Kong y China.
En julio, Chile asumirá la presidencia de la naciente
Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac), cuya primera cumbre
se celebrará en nuestro país el próximo año. Ese mismo año se celebrará en
Santiago la séptima cumbre entre América Latina y El Caribe y la Unión Europea,
cuyo capítulo latinoamericano también es presidido por Chile.
Finalmente, y a través de un grupo de trabajo transversal,
estamos avanzando en una profunda modernización de nuestra Cancillería, que la
adecúe a las necesidades, desafíos y oportunidades del siglo XXI y fortalezca
nuestra integración con el mundo.
DEFENSA
En materia de defensa, los chilenos sabemos que tenemos
instituciones armadas de las que podemos sentirnos muy orgullosos. Son
instituciones modernas y capaces de proteger nuestra soberanía, fronteras,
territorio y mar, y también sabemos que son solidarias en tiempos de paz.
Para continuar apoyando su modernización, hemos propuesto al
Congreso Nacional un mecanismo de financiamiento plurianual, que garantizará un
equilibrio adecuado entre los recursos y la estabilidad que necesitan nuestras
Fuerzas Armadas, y al mismo tiempo el control democrático del gasto en defensa.
Este proyecto reemplazará la Ley Reservada del Cobre y liberará a Codelco de un
impuesto distorsionador.
También impulsaremos la segunda etapa de la reforma a la
Justicia Militar, en línea con la Reforma Procesal Penal en el campo civil.
Durante el 2012 presentaremos al Congreso proyectos de ley
para eliminar, gradualmente, la cotización del seis por ciento que afecta a los
pensionados de las Fuerzas Armadas mayores de 65 años, afiliados a Capredena y
Dipreca y terminar con distorsiones y excesos existentes. También estamos
trabajando en una nueva carrera militar, más extendida y con mejores
incentivos, de forma de potenciar el recurso humano.
Chile es un país comprometido con la paz. Se ha distinguido
siempre por el respeto a los tratados y el Derecho Internacional. Ha declarado
que no tiene reivindicaciones pendientes. Pero ha tenido siempre la más firme
voluntad para resguardar su independencia, soberanía e integridad territorial.
MEDIO AMBIENTE
Nuestro país tiene muchos desafíos en materia de medio
ambiente y nuestro gobierno no los va a eludir. No tenemos tiempo que perder,
el tiempo no será nuestro aliado sino nuestro juez. Y nuestros hijos y nietos
nos juzgarán por la forma en que enfrentamos este desafío. El crecimiento y el
cuidado del medio ambiente, lejos de competir, son objetivos complementarios.
El año pasado, gracias a un acuerdo político transversal,
pusimos en marcha una nueva institucionalidad ambiental, que incluye un
Ministerio del Medio Ambiente, un Servicio de Evaluación Ambiental, que
reemplazó a la antigua Conama y la Superintendencia del Medio Ambiente. A ellos
se sumarán muy pronto los nuevos tribunales ambientales especializados y el
Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas, que nos permitirán
proteger mejor nuestro enorme patrimonio natural.
Este año creamos el Parque Marino Motu Motiro Hiva, de 150
mil kilómetros cuadrados, en torno a la Isla Salas y Gómez, el quinto más
grande del mundo y que protege un maravilloso y único Santuario de la
Naturaleza.
Lo mismo haremos con los Géiseres del Tatio y el Monte San
Lorenzo. A través del nuevo Servicio de Parques y Biodiversidad, seguiremos
dando vida a nuevas zonas protegidas, incluyendo un gran parque en la Patagonia
y la recuperación de bosques originarios en la Isla de Pascua, para convertir a
nuestro país en un ejemplo mundial y ponerlo en la vanguardia en materia de
protección de nuestra biodiversidad. Para ello, estamos confeccionando un
inventario nacional de todos los ecosistemas y áreas silvestres que requieren
protección, así como elaborando planes de recuperación y conservación para las
casi 400 especies cuya supervivencia se encuentra amenazada, tales como el
cóndor, el huemul, el alerce, la araucaria o la palma chilena.
Dictamos una nueva normativa en materia de emisiones de
plantas termoeléctricas y de calidad del aire, incluyendo el material
particulado 2,5, el más dañino para la salud, siguiendo los estándares de los
países más desarrollados. Esta norma permitirá adelantarnos en diez años los
plazos previamente contemplados. La aplicación de esta norma limitará
significativamente las emisiones provenientes de centrales termoeléctricas y
fuentes tóxicas como: chimeneas industriales, fuentes móviles y estufas a leña.
Estas exigencias deberán ser cumplidas de inmediato por las nuevas centrales, y
en un plazo determinado, también por las existentes. Para decirlo en forma
clara: si hubiéramos tenido estas normas en nuestro país, no tendríamos dramas
como Tocopilla, Puchuncaví-Ventanas, Huasco, Coronel, Talcahuano y Mejillones.
Adicionalmente, estamos haciendo una completa revisión del
Plan de Descontaminación del Complejo Industrial Ventanas. Estamos incorporando
incentivos para el uso de vehículos eléctricos o híbridos, de baja o cero
emisión. En las próximas semanas ingresaremos a la Contraloría la nueva norma
ambiental para calefactores a leña, publicaremos el anteproyecto del Plan de
Descontaminación de Concepción y del Valle Central de la Región de O’Higgins.
Iniciaremos un programa para el recambio de calefactores en las ciudades de
Coyhaique y Temuco y enviaremos a este Congreso un proyecto de ley general de
residuos, para fomentar el reciclaje y la reutilización de los residuos
sólidos.
ENERGÍA
En energía Chile tiene hoy una potencia instalada de
generación eléctrica de casi quince mil MW. Esta capacidad, y los proyectos ya
en construcción, son suficientes para satisfacer las necesidades de energía
durante nuestro período de gobierno. Sin embargo, si queremos seguir creciendo
al ritmo que Chile necesita y continuar abasteciendo de energía a nuestros
hogares, empresas y ciudades, necesitamos duplicar esta capacidad.
Para ello, debemos adoptar las decisiones ¡ahora!, y evitar
así una crisis energética en la segunda mitad de esta década. Necesitamos
compatibilizar la generación de la energía necesaria con la igualmente
necesaria protección de nuestro medio ambiente. Y para ello requerimos aplicar
las mejores tecnologías y desarrollar una política de Estado.
Hemos descartado planificar o construir plantas de energía
nuclear durante nuestro gobierno. Sí avanzaremos en comprender mejor estas
tecnologías y en capacitar a nuestros profesionales y técnicos.
Nuestra firme prioridad está en la eficiencia energética y la
generación de energías limpias y renovables, como la energía del sol, el
viento, las mareas y la geotermia. Ya tenemos decenas de proyectos pilotos en
desarrollo y hemos destinado un fondo de 85 millones de dólares para
investigarlas y promoverlas. Pero esas energías representan menos del tres por
ciento de nuestra actual matriz energética. En Estados Unidos y los países de
la OCDE las cifras no son significativamente superiores.
Seguiremos avanzando decididamente en energías limpias y
renovables para alcanzar la meta del 20 por ciento. Pero decir que en estas
energías se encuentra toda la solución a nuestro problema, es una utopía que
induce a engaño a los chilenos.
En consecuencia, no podemos renunciar a la energía térmica ni
hidráulica. Sabemos perfectamente que la aprobación de nuevas centrales y
líneas de transmisión genera apasionadas controversias. El camino fácil sería
aplazar las decisiones y dejarle el problema al próximo gobierno. Pero esa
conducta pondría en peligro el desafío más profundo y el anhelo más arraigado
de los chilenos: alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza. Un Presidente
debe ser capaz de levantar la vista, mirar más allá de las próximas elecciones
y asumir su responsabilidad con su país.
¡Tengo muy clara mi responsabilidad con el medio ambiente,
pero también tengo muy clara mi responsabilidad con el desarrollo!
Chile es un país rico en agua. Y el agua es energía limpia y
renovable. No produce emisiones contaminantes ni efecto invernadero. Teniendo
acceso a la generación hídrica, en los últimos quince años se han aprobado 106
plantas termoeléctricas, la mayoría de ellas a carbón o petróleo, con los
mayores índices de contaminación y sin los debidos resguardos ambientales.
Basta ver lo que está ocurriendo hoy en Ventanas o Mejillones.
Pero además, la generación hidroeléctrica es más económica.
Esto es muy relevante, porque el costo de la energía en Chile duplica el de los
países vecinos y supera en casi un 50 por ciento el de los países
desarrollados. Esto lo pagan todos los chilenos, todos los meses en sus cuentas
de luz, y también la economía con pérdidas de competitividad. No podemos decir
que necesitamos energía, consumirla abundantemente y, al mismo tiempo,
oponernos a todas sus fuentes.
Hasta ahora hemos hablado sólo de generación. También debemos
hablar de transmisión y distribución. Chile es un país muy largo. Y mientras el
consumo se concentra en el centro del país, la generación energética futura se
desplazará hacia el norte, en materia de energía solar, y hacia el sur, en materia
de energía hidroeléctrica. En consecuencia, necesitamos una política adecuada a
nuestra realidad. Necesitamos una política de Estado en materia de transmisión
y distribución de energía.
En los últimos días la sociedad chilena ha sido cruzada por
un profundo debate respecto de la conveniencia o inconveniencia de un proyecto
hidroeléctrico en la Región de Aysén y de la línea de transmisión desde Aysén a
la Región Metropolitana.
El gobierno ha escuchado este debate y lo considera útil y
necesario. Por esta razón vamos a complementar el trabajo de la recién
designada Comisión de Expertos, de diferentes sensibilidades políticas y
ciudadanas, promoviendo un debate profundo y responsable, para concordar esa
política de Estado, que norme y regule mejor temas como la construcción de
megalíneas de transmisión, la interconexión entre los sistemas eléctricos del
norte grande y del centro sur, creando un Sistema Interconectado Nacional,
incluyendo la posibilidad de una carretera eléctrica pública, de acceso abierto,
que permita a múltiples generadores, incluyendo mini y medianas
hidroeléctricas, solares, eólicas, y a futuro geotérmicas y mareomotrices, como
también a distribuidoras y consumidores, integrarse al Sistema Interconectado
Nacional.
Adicionalmente, debemos estudiar formas para flexibilizar y
hacer más competitiva la distribución en el sistema eléctrico, considerando la
posibilidad de crear un multicarrier eléctrico, que otorgue a los consumidores
mayores opciones para elegir a sus generadores de energía.
Está política nacional deberá incorporar también los
necesarios resguardos para proteger el medio ambiente y los sectores afectados
y otros temas de interés público. Y generará una industria más limpia, más
competitiva y con mejores precios para los consumidores.
AGUA
El agua es un recurso estratégico para el desarrollo de
Chile. Debemos usarla con sabiduría. Por ello, hemos diseñado una Estrategia
Nacional de Recursos Hídricos y un Plan Regional de Infraestructura y Gestión
del Agua para todas las regiones de Chile. Ellos permitirán planificar y
priorizar inversiones hasta el año 2018, para aumentar la disponibilidad de
agua, construir nuevos embalses, impermeabilizar canales, inyectar aguas
superficiales a los acuíferos, potenciar el riego tecnificado y aumentar la
fiscalización de la DGA, para combatir el delito de usurpación de aguas.
Además, este año invertiremos 30 mil millones de pesos en sistemas de Agua
Potable Rural.
Señoras y señores parlamentarios:
chilenas y chilenos:
Quiero terminar compartiendo con ustedes una felicitación,
dos reflexiones y un agradecimiento.
La historia independiente de Chile ha estado siempre
vinculada a este Parlamento. El Cabildo Abierto de 1810 llamó a las primeras
elecciones de diputados en todas las provincias de Chile y, a las diez de la
mañana del 4 de julio de 1811, al son de una salva de artillería, salieron del
Palacio de Gobierno los primeros 36 diputados del Congreso.
En estos 200 años de vida han pasado por este Congreso casi
cuatro mil senadores y diputados, incluyendo a Bernardo O’Higgins, Manuel
Rodríguez, Diego Portales, Valentín Letelier, Benjamín Vicuña Mackenna, Enrique
Mac Iver, y tantos otros. Sólo uno de ellos, Jaime Guzmán, fue asesinado
cumpliendo su deber. 29 de ellos ocuparon también la Presidencia de la
República.
En este Congreso se han debatido y despachado más de 20 mil
leyes que han ido configurando nuestra patria y nuestra identidad, como la Ley
de Libertad de Vientre, la de Instrucción Primaria Obligatoria, las
revolucionarias leyes laborales y sociales de principios del siglo XX, la Ley
del Sufragio Femenino, la Ley de Filiación, la Reforma Procesal Penal. Ellas
han dejado huellas en el alma chilena. Este año, en que el Congreso cumple 200
años de vida, quiero agradecer y felicitarlos a todos ustedes, y a quienes los
antecedieron.
Vamos ahora con las dos reflexiones.
Nuestro país tiene por delante un futuro promisorio. Estamos
avanzando, y a paso firme, en las siete grandes misiones de nuestro gobierno:
hemos recuperado la capacidad de crecer y crear empleos. Estamos mejorando la
calidad de la educación y la salud. La delincuencia, la droga y la pobreza
están retrocediendo. Y estamos avanzando en la revitalización de la democracia,
la modernización del Estado y la descentralización del país. Antes que termine
esta década podemos ser la primera nación de Latinoamérica en cruzar el umbral
del desarrollo y superar la pobreza.
Pero construir una sociedad de seguridades, oportunidades y
valores implica una opción por los más vulnerables. Con ese objetivo diseñamos
la Agenda Social. Porque queremos que las madres acompañen a sus niños en sus
momentos de mayor necesidad de cuidado y afecto, estamos alargando el posnatal
a seis meses. Porque agradecemos a los matrimonios, hemos otorgado el Bono
Bodas de Oro. Porque queremos una vida mejor para nuestros adultos mayores,
estamos eliminando o reduciendo el siete por ciento de salud. Porque queremos
que todas las familias superen la pobreza extrema, hemos creado el Ingreso
Ético Familiar.
Estamos bien encaminados, pero nos queda mucho por recorrer.
La parte final del ascenso a las más altas cumbres es siempre la más hermosa,
pero también la más difícil. Por lo mismo, debemos reflexionar y preguntarnos:
¿Qué puede desviarnos de nuestro camino? ¿Qué puede abortar el cumplimiento de
nuestra misión? Dos grandes peligros pueden impedir que lleguemos a la meta.
El primero, es que el germen de la división y el virus de la
beligerancia se adueñen del espacio público y nos impidan practicar el diálogo
constructivo y alcanzar acuerdos fecundos.
Cuando los países destinan sus mejores esfuerzos a una lucha
fratricida entre sus propios hijos, destruyen su futuro. Nada une más un pueblo
que un proyecto grande, ambicioso y factible, en que todos puedan aportar a su
éxito y beneficiarse de sus frutos. Por eso, como Presidente de Chile, en este
momento crucial de nuestra historia, llamo a la unidad de todos los chilenos.
Debilitar nuestras instituciones es el segundo peligro. Las
instituciones, es decir las reglas que democráticamente nos hemos dado para
canalizar nuestra creatividad, arbitrar nuestras diferencias y armonizar los
múltiples y legítimos intereses que existen en toda sociedad libre y plural,
deben ser siempre respetadas.
Sin instituciones, la fuerza reemplaza a la racionalidad, la
inestabilidad se adueña de la vida pública y los derechos se tornan frágiles.
Como país ya recorrimos ese camino y socavamos las bases mismas de nuestra
democracia y sana convivencia. Por eso hoy también quiero llamar a mis
compatriotas a cuidar y respetar nuestras instituciones.
Quiero terminar este segundo Mensaje a la Nación expresando
mi gratitud a tantas y tantos.
Dar las gracias a esos millones de chilenas y chilenos que,
con su esfuerzo, progresan y sacan adelante a sus familias. A todos quienes nos
aportan ideas o nos regalan una sonrisa, plegaria o palabra de aliento.
Agradecer a quienes nos critican constructivamente, porque nos motivan a
hacerlo mejor. A los trabajadores que, con su esfuerzo, han hecho de Chile el
país más próspero de América Latina. A tantos emprendedores, especialmente
pequeños y medianos, que desde un quiosco, almacén o ferretería, dan trabajo a
millones de chilenas y chilenos. A las mujeres, y muy especialmente a las jefas
de hogar. A los artistas e intelectuales que nos enriquecen el alma. A los
profesores que educan a nuestros hijos.
Agradecer también a los parlamentarios y dirigentes de la
Coalición por el Cambio por su generoso, permanente y leal apoyo. A la
oposición que practica el diálogo y la colaboración constructiva. A los
ministros, subsecretarios, intendentes y cientos de funcionarios públicos, con
quienes comparto el privilegio de servir a nuestro país.
Y por cierto, agradecer desde el fondo del corazón a mis
cuatro hijos y a mi mujer, Cecilia, por acompañarme en esta cruzada, por
compartir conmigo los momentos alegres y apoyarme en los momentos tristes, y
siempre, siempre, darme amor, comprensión y cariño.
Y a Dios, por habernos dado la vida, amarnos y guiarnos todos
los días. Que Dios bendiga a nuestra patria. Viva Chile y muchas gracias.
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