MARÍA, LA DOLOROSA, LA CORREDENTORA,
según el P. Artola
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Padre Doctor Antonio Maria Artola Arbiza C. P |
La verdad que ante el P. Antonio María Artola uno queda
anonadado por la hondura de su reflexión teológica, la ternura de su relación
con Jesús y con María, la audacia de su investigación, la coherencia de su
vida. En el Atrio Paulino del viernes 6 de julio nos expuso el tema "UNA
MIRADA A MARÍA DOLOROSA EN EL MES DE LA PATRIA. Cuando la contemplación activa
se convierte en un compromiso contemplativo". Al tiempo que nos presentó
su libro "Dolorosa. Meditaciones sobre la Compasión de María".
(Pasionistas, Lima, 2012).
Nos iluminó con su charla acerca del gran misterio del dolor
y de la muerte en el hombre, especialmente del pecado (placer por evitar el
deber), y la luz que da respuesta al mismo proveniente de la redención de Jesús
y de la Virgen. Sólo se redime por el dolor salvífico de Cristo; Él lo hizo por
su muerte. Si el pecado se hizo en Adán y Eva, la redención se hace en el nuevo
Adán (Cristo) y la nueva Eva (María). Si los primeros padres
"com-pecaron", hay necesidad de "co-redención". Está
completamente convencido de que el misterio de María Corredentora debería ser
el quinto dogma mariano y que con ello subiría muchísimo tanto la devoción a
María como el compromiso de los católicos.
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Padre Doctor Antonio Maria Artola Arbiza C. P |
Parte de sus reflexiones se ofrecen en sus libros
"Getsemaní" y "Dolorosa" –disponibles en Secretaría de la
Iglesia del Pilar-, y que son el fruto de sus meditaciones enviadas por carta a
las MM. Salesas de Rwanda. Ese monasterio logró reunir a hutus y tutsis y fue
el único en evitar la destrucción.
Cada tema va precedido de una ambientación poética. "En
este nuestro mundo transido de tanto dolor, sean los dolores de María el
lenitivo más puro y delicado" (p.7). Pretende el autor "poner al alma
devota de María en contacto con su alma dolorida en un acto gratuito de
compasión. Su motivación podría resumirse en las siguientes palabras:
multiplicar el número de devotos de los Dolores de María como san Gabriel de la
Dolorosa. `Jesús estará en agonía hasta el final de la historia´. María sigue
siendo la Virgen Dolorosa, que personifica el destino doliente de la Iglesia. Y
Gabriel es el símbolo de las almas identificadas con el sufrir actual de Cristo
y de su Iglesia, como María al pie de la cruz...Sólo un problema humano es
verdadero problema: el problema del dolor. Sólo un misterio grande encierra la
existencia del hombre: el misterio del sufrimiento.
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Padre Doctor Antonio Maria Artola Arbiza C. P |
Resolver ese problema es la tarea más ardua de la vida. Y
también la más necesaria. Quien no resuelve el problema del dolor, nada
importante resuelve en su vida. Quien descubre el misterio del dolor, sublima
toda la vida y le otorga el más elevado sentido. Éste es el secreto de la
devoción a la Virgen Dolorosa. Ilumina el misterio del dolor humano, enseña a
sublimar lo más negativo de la existencia humana. Del duro castigo del pecado
primero, quien medita los dolores de María, saca la aceptación que le hace
acreedor a la vida eterna".