Vistas de página en total

Mi lista de blogs

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

Mi lista de blogs

«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

Mi lista de blogs

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

Mi lista de blogs

Mostrando entradas con la etiqueta santiago de chile. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta santiago de chile. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de julio de 2013

LA TERCERA


Presentación
El 19 de marzo de 2009, el Agente de la República del Perú, Embajador Allan Wagner Tizón, ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la Memoria de nuestro país en el contencioso sobre de limitación marítima con Chile. La presentación se efectúa dentro del plazo establecido por la CIJ, que señaló el 20de marzo de 2009 como fecha límite para la presentación de la Memoria por el Perú.
La Memoria contiene una detallada exposición de los elementos de hecho y de derecho que fundamentan la demanda presentada por nuestro país el 16 de enero de 2008, así como las conclusiones y las peticiones que se formulan a la Corte para salvaguardar y hacer efectivos los derechos del Perú sobre su dominio marítimo. Al respecto, cabe recordar que la materia de la controversia jurídica bilateral se refiere a la delimitación de los espacios marítimos de ambos países, a partir del punto en que la frontera terrestre entre el Perú y Chile llega al mar, esto es, a partir del punto denominado Concordia, de conformidad con el Tratado de Lima de 1929.
El Perú ha solicitado que la Corte determine el límite marítimo entre ambos países sobre la base de los principios y las normas de la costumbre internacional, tal como ésta es recogida en las convenciones sobre derecho del mar y ha sido aplicada en la  jurisprudencia en los casos de de limitación marítima. De conformidad con tales principios y normas, corresponde el trazado de una línea equidistante a partir de las costas de ambos países para lograr una solución de equidad, ante la ausencia de circunstancias especiales en el área.
El Perú ha solicitado también que la Corte reconozca los derechos soberanos exclusivos que el Perú posee sobre el área de mar peruano que se extiende más allá de 200 millas marinas del territorio de Chile y que ese país considera altamar.
La Corte ha fijado el 9 de marzo de 2010 como plazo para la presentación de la Contramemoria por el Gobierno de Chile.
Dicho tribunal podrá autorizar o disponer posteriormente la presentación de una réplica por el demandante y de una dúplica por el demandado. Culminada la fase escrita, se continuará con la fase oral del proceso, luego de la cual la Corte Internacional de Justicia emitirá la sentencia correspondiente, que es obligatoria y definitiva para las partes.
La Memoria y los demás documentos que sean presentados por ambos países durante la fase escrita tienen carácter confidencial debido a la reserva del proceso que establece la Corte y serán hechos público al inicio de la fase oral.
Finalmente, es importante resaltar una vez más la vocación pacífica del Perú al recurrir a la máxima instancia judicial supra nacional para la solución del contencioso sobre delimitación marítima con Chile, lo cual confirma el firme compromiso de nuestro país con el principio internacional de solución de controversias por medios pacíficos.

Lima, 19 de marzo de 2009

José Antonio García Belaunde

Ministro de Relaciones Exteriores

LA TERCERA


Señor Presidente del Congreso de la República,
Señoras y señores Congresistas e integrantes de la Comisión Permanente de nuestro Congreso:

Tal como anuncié el 28 de julio pasado en el recinto del Parlamento que reúne la voluntad  nacional, el Perú tomó la decisión soberana de acudir a la instancia judicial más respetada del  mundo, la Corte Internacional de Justicia, para encontrar una solución justa y equitativa a la  controversia marítima que sostenemos con nuestro vecino del sur. Dicha decisión fue comunicada  oportuna, sincera y directamente a las más altas autoridades de Chile, en aras de la transparencia  y amistad que debe reinar entre países y pueblos hermanos y vecinos, no obstante sus eventuales  discrepancias de puntos de vista y opiniones.

Hoy retorno ante el Congreso para informar a la Representación Nacional, y a través suyo a todo el  país, que esta mañana el representante del gobierno del Perú presentó ya en La Haya, la sede de  la Corte Internacional, la demanda que da inicio al proceso que resolverá de manera pacífica y  definitiva la controversia marítima de naturaleza jurídica existente entre el Perú y Chile.

El Perú da este paso con firmeza y serenidad, sin estridencia, y vengo a pedir a todos los peruanos  su mayor prudencia, su mayor responsabilidad y también su unidad y su respaldo como el que  patrióticamente han expresado todas las bancadas de este Congreso.

El recurso del Perú al máximo organismo judicial de las Naciones Unidas se ampara en el Tratado  Americano de Soluciones Pacíficas, más conocido como el Pacto de Bogotá, del cual son Partes  tanto el Perú como Chile.

Mediante dicho instrumento suscrito en 1948 dentro del marco dentro del marco de la Organización de Estados Americanos, las Partes reconocieron como obligatoria la jurisdicción de la Corte  Internacional de La Haya en toda controversia jurídica que verse sobre la interpretación de  tratados, cuestiones de Derecho Internacional, o violaciones a obligaciones internacionales y sus reparaciones.

En vista de la innegable existencia de un desacuerdo de naturaleza jurídica entre el Perú y Chile  sobre la delimitación de sus espacios marítimos, el Pacto de Bogotá constituye la vía legal para  recurrir directamente a la Corte Internacional, sin necesidad de ningún convenio como paso  especial, tal como estipula el artículo XXXI de dicho Pacto.

La histórica acción internacional emprendida hoy por el Perú culmina una cuidadosa etapa  preparatoria, llevada a cabo paso a paso por mi gobierno, para garantizar la salvaguarda de los  más altos intereses nacionales. La adecuada preparación del caso ha requerido adoptar bajo la  prolija conducción de la Cancillería, una serie de medidas, unas de conocimiento público y otras de  carácter reservado, para encontrarnos en las mejores condiciones a la hora de recurrir ante la  Corte de La Haya.

Entre estas medidas cabe destacar el depósito en las Naciones Unidas de una Ley de Líneas de  Base, la norma mediante la cual se definieron técnicamente los puntos de nuestro litoral a partir de  los cuales se proyectan las 200 millas del mar peruano. Posteriormente, la elaboración y  aprobación de la cartografía del sector sur de nuestro dominio marítimo permitió graficar por  primera vez la extensión del mar que nos pertenece, de conformidad con la Constitución del Perú y  el Derecho Internacional contemporáneo. Mediante el correspondiente depósito de dicha  cartografía hemos cumplido los pasos legales indispensables para someter el diferendo marítimo al  máximo órgano judicial del sistema de las Naciones Unidas.

De manera paralela, la Cancillería seleccionó y organizó un extraordinario equipo de reputados  juristas nacionales y extranjeros, así como grupos constituidos por especialistas de primer nivel en  derecho, geografía, historia y relaciones internacionales, quienes acompañarán todo el largo  proceso que se inicia hoy en La Haya.

La demanda presentada esta mañana también responde a un conjunto de acciones llevadas a  cabo a mediano y largo plazo, como parte de una política de Estado, desde 1986, cuando durante  mi gobierno anterior el Perú planteó a Chile por primera vez en la historia la necesidad de convenir  en fijar nuestros límites marítimos. La naturaleza jurídica del actual diferendo reside precisamente  en la falta de un tratado de delimitación marítima entre ambos países, y el recurso a la Corte de La  Haya es la vía para resolver dicha controversia bilateral de la manera más civilizada y sensata, con  arreglo a derecho y bajo la incuestionable autoridad de la Corte Internacional.

La última fase preparatoria del caso ha consistido en elaborar la demanda, con el concurso de los  asesores nacionales y extranjeros, así como su detenida revisión a la luz de las sentencias  emitidas recientemente por la jurisprudencia internacional sobre asuntos del Derecho del Mar que  confirman el punto de vista peruano. Concluidos los trabajos previos, hoy iniciamos el largo camino que debemos recorrer hasta alcanzar la solución justa y equitativa a las diferencias jurídicas que  mantenemos con Chile respecto a nuestros espacios marítimos adyacentes.

Señor Presidente, la tarea pendiente en La Haya es ardua y compleja, debido a la precisión,  amplitud y profundidad que requieren los alegatos escritos y orales formulados ante la Corte. Es  una tarea que demandará tolerancia, paciencia y continuidad en nuestros esfuerzos, en vista de la  formalidad de los procedimientos de dicha Corte y de la trascendencia y sensibilidad del caso. Nos compromete, además, en virtud del reglamento de la Corte, a mantener la reserva que todo  proceso jurisdiccional requiere.

Por ello creo que se hace indispensable mantener intacta la unidad nacional que se ha forjado en  torno a la defensa de nuestros derechos marítimos, y que es necesario preservar exenta de toda  distorsión, sea por motivaciones políticas, partidarias, personales o chauvinistas.

Hay que recordar que compartimos con Chile una larga historia de lucha conjunta para lograr la  consagración internacional de la tesis de las 200 millas. A partir de la firma de la Declaración de  Santiago de 1952, el Perú y Chile, conjuntamente con el Ecuador, adoptamos como norma básica  de política internacional la extensión de nuestras zonas marítimas hasta una distancia de 200  millas marinas de nuestras respectivas costas. Durante décadas, Perú y Chile hemos cooperado  activa y lealmente para defender nuestra política marítima común frente a las actividades de las  flotas de las potencias pesqueras, y en concordancia, hemos actuado unidos dentro del marco de  las conferencias internacionales convocadas para tratar los asuntos del Derecho del Mar.

En el ínterin, los países sudamericanos del Pacífico Sur celebramos una serie de convenios  operativos de carácter puntual, como parte integral de la Declaración de Santiago, mientras  concentramos nuestros mejores esfuerzos en conseguir que la evolución del Derecho del Mar  acogiera como principio universal la tesis de las 200 millas.

Ese es un logro del Perú y de Chile en su acción conjunta.

Hoy, el Derecho Internacional contemporáneo finalmente reconoce el derecho de los Estados  ribereños, como Perú y Chile, a las áreas marítimas que se proyectan desde sus litorales, hasta  200 millas marinas, partiendo de sus líneas de base.

Sin embargo, de este trabajo conjunto es un hecho evidente que debido a la configuración física de nuestras costas, los espacios marítimos del Perú y Chile se superponen parcialmente, y ahí está el origen geográfico del diferendo. Dicha superposición genera que dos áreas marítimas sean objeto  de discrepancias bilaterales de índole jurídica.

De un lado, la controversia jurídica entre el Perú y Chile concierne la delimitación de los espacios  marítimos proyectados hasta las 200 millas marinas, tomando como punto de partida el punto en la  orilla del mar denominado Concordia, de conformidad con el Tratado de 1929.

En vista de ello, el Perú está solicitando también que la Corte determine el límite marítimo entre  ambos países, sobre la base de los principios y las normas de la costumbre internacional, tal como  están recogidos en las convenciones relativas al Derecho del Mar y han sido aplicados por la  jurisprudencia en múltiples casos sobre delimitación marítima entre los Estados y me refiero  también a los más recientes fallos de la Corte Internacional.

La solicitud del Perú se fundamente en el principio rector de la delimitación marítima entre Estados con costas adyacentes, el cual establece que, de conformidad con el Derecho Internacional, dicha  delimitación debe responder a la finalidad de alcanzar un resultado equitativo. De acuerdo a los  desarrollos más recientes de la jurisprudencia internacional relativos al Derecho del Mar, el citado  principio es básicamente similar a la equidistancia que rige la delimitación de los mares territoriales y que es el principio que el Perú defiende.

De esta manera la Corte Internacional de Justicia ha sido consistente en la aplicación del principio  de la equidistancia para alcanzar soluciones de equidad en la definición de límites marítimos.

De otro lado, la materia de la controversia jurídica bilateral también comprende el área de mar  peruano que se extiende más allá de 200 millas marinas del territorio de Chile, y que ese país  considera, desde su punto de vista, alta mar. Por ello, el Perú está solicitando que la Corte  reconozca los derechos soberanos exclusivos que el Perú posee sobre dicha área marítima,  denominada "triángulo externo".

El hecho de recurrir a la máxima instancia judicial internacional para resolver la controversia  marítima reafirma la histórica vocación pacífica del Perú y su tradicional conducta de apego a los  principios del Derecho Internacional que rigen las relaciones de amistad y de cooperación entre los  Estados.

Es una manera de reafirmar nuestro permanente compromiso con el principio consagrado por la  Carta de las Naciones Unidas, conforme al cual los Estados deben resolver sus controversias por  medios pacíficos, a fin de no poner en riesgo la paz y seguridad internacionales ni la justicia.  Del mismo modo, el gobierno del Perú reitera su plena adhesión a la Declaración sobre el Arreglo  Pacífico de Controversias Internacionales, aprobada unánimemente por la Asamblea General de  las Naciones Unidas en 1982, que señala expresamente que el recurso al arreglo judicial de las  controversias jurídicas, en particular su remisión a la Corte Internacional, no debe ser considerado  un acto inamistoso entre los Estados. Dicha Declaración insta además a todos los Estados a  observar y promover de buena fe la solución pacífica de las controversias internacionales, razón  por la cual mantener la buena fe es un derecho exigible y, a la vez, un deber que debemos cumplir

durante el proceso que se seguirá en Corte de La Haya.

En última instancia, el recurso a la Corte Internacional de Justicia permitirá resolver de manera  definitiva la controversia marítima entre el Perú y Chile, y continuar trabajando como lo deseamos, conjunta y sinceramente, en el desarrollo de la relación bilateral moderna de amistad, cooperación y visión de futuro compartida, que corresponde al destino común que nos une como países vecinos y que nuestros pueblos hermanados aspiran alcanzar dentro de un clima de paz y de mutuo entendimiento.

Señor Presidente, señores congresistas, hombres y mujeres del Perú, dejemos ahora a la justicia  internacional decir su palabra. Y entre tanto continuemos nuestro camino de engrandecer el Perú,  fortaleciendo la hermandad y la concertación económica, política y cultural con sus vecinos y  amigos.

Sé que todos, todos estamos unidos en este momento.

Dios bendiga a nuestra patria.

Muchas gracias.

Lima, 16 de enero de 2008


domingo, 24 de marzo de 2013

IN MEMORIAM


VALEROSO DEFENSOR DE LAS LIBERTADES
Igartua: Una huella imborrable

Por: Jhon Bazán
Periodista

La huella que Francisco Igartua Rovira dejó a su paso por la vida se nota más nítida desde afuera que desde las calles de Lima. He tenido ocasión de recoger en mis viajes notables recuerdos, y elogiosos comentarios, no solo acerca de lo que fue como persona –un hombre íntegro con ideas propias– sino de su lucha permanente por la libertad y la búsqueda de soluciones.
Palmira Oyanguren, intelectual chilena de raíces vascas, escribió recientemente un enjundioso artículo en el que dice de Igartua: “Periodista agudo y excepcional, Francisco Igartua fue uno de los grandes exponentes de la prensa peruana. Nada ni nadie pudo acallar a este personaje que tenía por lema el ‘no a la regimentación de la prensa’ y si bien sufrió el peso de varias dictaduras, su convicción fue más fuerte que los sablazos militares…”.
Otros recuerdan a Igartua por la terca consecuencia con sus ideas libertarias, que lo llevaron incluso a sufrir persecución y destierro. Una anécdota de los tiempos de Odría lo retrata mejor que nadie, cuando era, entonces, un periodista en busca de la verdad, lo cual naturalmente incomodaba al régimen.
Igartua estaba deportado, pero burlando los controles fronterizos había vuelto a Lima, aunque avisados por esbirros de su audacia estaba siendo buscado por calles y plazas. Escogió, entonces, para refugiarse un eventual y sui géneris asilo: el local de El Comercio, donde con la anuencia del director, don Luis Miró Quesada de la Guerra, se sintió protegido y a salvo por el tiempo necesario, ya que los policías no se atrevieron a violar el local de tan importante diario.
Cabe recordar que Igartua, para entonces, ya había pasado por el mítico diario “Jornada”, una hoja cotidiana cuyas columnas muchas veces eran incendiarias. Había estado en “La Prensa”, cuando la dirigía Guillermo Hoyos Osores, su amigo y referente, y había tenido la audacia de fundar “Oiga” casi el mismo día en que Manuel Odría había roto la democracia derrocando al presidente constitucional José Luis Bustamante y Rivero, a quien Igartua admiró hasta su muerte.
Ya para entonces había dado muestra de su compromiso con la verdad con el llamado Caso Góngora Perea, que lo contrapuso con un diputado aprista por Amazonas que había declarado cosas de las cuales después se arrepintió presionado por el partido y que desmintió en sendas cartas a “Jornada” (setiembre de 1946). El asunto llegó hasta el liderazgo aprista, que citó a Igartua al local de “La Tribuna”, pero en vez de diálogo recibió una soberana paliza en el zaguán de ese diario. El lema aprista de entonces era “por la razón o la fuerza”.
Ahora que se cumplirán nueve años de su fallecimiento, es bueno reflexionar respecto a este legado de fidelidad a sus ideales que dejó Igartua a los periodistas. Los reveses nunca lo arredraron: Fundó “Oiga” primero en 1948 para luchar contra Odría y luego en sucesivas etapas contra mandones antidemocráticos de toda laya; luego cofundó “Caretas”, donde dejó doce años de su vida editorial y lineamientos que aún le sobreviven.

Fuente:
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA

martes, 12 de marzo de 2013

IN MEMORIAM 1923 2004


La primera cofradía en América
Por FRANCISCO IGARTUA

"Antes paisano que Dios", frase con tufillo blasfemo, fue común entre los vascos de aquellas épocas y es frase que sintetiza el ánimo de los vascos que participaron en la Conquista y en la fundación de la institucionalidad colonial americana. Un hecho, repetido en todo el Nuevo Mundo, que se explica por el carácter cerrado del euskaldun (desconfiado de los "otros") y por la diferenciación que nacía del idioma. El euskera los unía y les permitía mantener secretos sin necesidad de pasar a la clandestinidad.

La conjunción de estos dos elementos (idioma y desconfianza) hizo que los vascos siempre andaran en grupo, grupos que algunas veces pactaron por lo bajo entre ellos, aunque las más de las veces se enfrentaron por fidelidad al bando con el que se habían comprometido. Lo que no quiere decir que no hubiera excepciones y de gruesa envergadura, algunas más que vergonzosas. Y también confabulaciones de abierta picardía.

Esta tendencia a la diferenciación, a sentirse distintos, a ser comunidad con caracteres propios, otra nación, hizo que muy pronto los vascos de América comenzaran a congregarse en reuniones exclusivas que fueron tomando forma institucional. La más antigua información sobre el tema, es la referida a los vascos de Potosí (Alto Perú), importante ciudad que creció al lado de la mítica montaña de plata que deslumbró por siglos a la imaginación europea y en la cual los vascos se hicieron ricos y poderosos, gracias a su entrega al trabajo y su habilidad para los negocios. Al finalizar el siglo XVI, la comunidad vasca de Potosí, que controlaba las fábricas mineras (el ochenta por ciento de las 132 fábricas eran de vascos en 1580), que tenía mayoría en el municipio (de los doce regidores seis eran vascos) y dominaba el mercadeo de la plata (de doce mercaderes ocho eran vascos), se constituyó en Hermandad de ayuda mutua en el templo de los agustinos del lugar, aunque no se oficializaron los estatutos. Y lo mismo ocurrió por aquellos años en la Ciudad de los Reyes (Lima), donde algunos vascos se reunían, con fines iguales y la misma informalidad de los de Potosí, en el convento de San Agustín.

Pero la primera hermandad vascongada que se organiza y se oficializa en América, es la fundada en Lima el trece de febrero de 1612. En esa fecha, formalmente, importantes comerciantes vascongados de la capital del Virreynato de Nueva Castilla se reunieron para dar poder a los siguientes "caballeros hijosdalgo de la nación vascongada" (Olarte, Cortabarría, Urdanibia, Urrutia, Arrona y Rezola) encargándoles adquirir una capilla en la "iglesia de Santo San Francisco" con el propósito de dedicarla al culto de nuestra Señora de Aranzazu. Una capilla que tendría por objeto ser punto de reunión de la Hermandad Vascongada, más conocida luego como Cofradía de la Virgen de Aranzazu, reservándose la cripta para el entierro exclusivo de los miembros de la Hermandad y sus descendientes. El 27 de diciembre de ese mismo año, concluidos los trámites de la compra, se convocó a una reunión para elegir mayordomos y redactar estatutos; estatutos que rigieron durante más de dos siglos la Hermandad limeña, y que son muy parecidos a los redactados años después en México, Santiago de Chile y otras ciudades con el mismo fin: poner en funcionamiento una Cofradía de la Virgen de Aranzazu, que congregara en exclusiva a los vascos, probándose así que lo ocurrido en Lima no fue un hecho aislado, circunscrito a esa ciudad, sino un propósito compartido por todos los vascos de América, deseosos de diferenciarse y hacer causa común entre ellos. Por algo todas estas hermandades o cofradías se organizaron bajo la advocación de Nuestra Señora de Aranzazu, el máximo símbolo religioso de los vascos, identificándolo con "nuestra nación", como dice la constitución de la primera de estas Cofradías, la fundada en la Ciudad de los Reyes en 1612.

Fueron ciento cinco hermanos los fundadores de esa primera Cofradía (35 de Quipuzcoa, 49 de Vizcaya, 9 de Navarra, 7 de Alava y 5 de las Cuatro Villas) y se conserva el nombre de ellos porque dejaron estampada su firma en el libro de elecciones de la Hermandad. Los que dieron poder para la compra de la capilla fueron Garro, Gordejuela, Echegaray, Munibe (Lope de), Munibe (Miguel de), Ortiz de Bedia, Mallea, Zabala, Ormaechea, Arcaya, Urasandi. Todos importantes comerciantes de la ciudad, lo que es otra muestra de la dedicación a los negocios de los vascos en América. Aunque en Potosí, donde en realidad se inician informalmente estas asociaciones, hay que añadir a los hombres de empresa los numerosos técnicos que dirigían en las minas la amalgama del mercurio con la plata, los azogueros.

El ánimo nacionalista de los cofrades está claro en el texto de los estatutos de la "Congregación y Hermandad que tienen fundada los Caballeros hijosdalgo que residen en esta Ciudad de los Reyes del Perú... con el fin de ejercitar entre si y con los de su nación obras de misericordia y caridad, así en vida como en muerte... y porque la nobleza y limpieza de sangre es don de Dios... ayuda mucho a la virtud y buenas obras al ser hijos y descendientes de buenos, se ordena para mayor decoro de la Congregación que todos los que hubieren de ser recibidos en ella sean originarios de las partes y lugares sus referidos o sus descendientes... En la capilla y bóvedas de ella tienen entierro propio los hermanos y viudas de ellos, pero si éstas se casaren con personas que no lo sean pierden este derecho... también lo tienen los hijos legítimos y naturales de tales Caballeros hijosdalgo que son o hubieren sido de dicha hermandad y las mujeres que se casaren con ellos, advirtiendo que los naturales no tengan raza indígena...".

Desde el inicio, como vemos, se señala en los estatutos que la congregación está estrictamente reservada a los vascos, indicándose con claridad el territorio ("Quipuzcoa, Señorío de Vizcaya, Alava y Navarra", con una extensión precisa a "las Cuatro Villas de la costa de la Montaña que son Laredo, Castro Urdiales, Santander y San Vicente de la Barquera").

También se recogen las viejas costumbres de los euskaldunes señalándose que la igualdad debe ser respetada hasta en la muerte, por lo que "para que se eviten quejas y haya igualdad en todos los hermanos que es madre de la paz y conformidad cristiana, a ningún hermano ni hermana de cualquier condición, oficio y calidad que sea se le de o pueda dar asiento, ni entierro particular en la capilla". Ni asiento ni sepultura que diferencie a unos de otros y, más aún, "esto ha de ser de tal manera indispensable" que no hay autoridad alguna que pueda "innovar o dispensar" esta disposición. Igualdad que se extiende hasta el caso de "personas pobres originarias de dichas provincias y descendientes de ellas (fallecidas en la ciudad), las cuales o por descuido o por falta de noticia no hayan sido registradas... se ordena que los tales se hayan de enterrar y se entierren en la capilla a costa de la Hermandad...."

La voluntad de singularizarse, de tener identidad propia, es la que anima a este y otros estatutos (México, Santiago de Chile); aunque sin llegar a desatinos. Por ejemplo, los mayordomos limeños que deciden el nombramiento de Capellanes para las capellanías que la Cofradía sostiene, deben cuidarse de que los aspirantes demuestren primero que nada solvencia moral, capacidad intelectual, don de gentes y sólo en último término están obligados a preferir a originarios de euskalherría o vascos americanos.

La Cofradía de Lima tuvo vida ininterrumpida hasta el siglo XIX y en 1857, proclamada ya la independencia peruana y establecida la República, eran 278 sus miembros, cifra significativa en la Lima de ese entonces. Sólo en 1865 entra en disolución y es absorbida por la Beneficencia Pública de la ciudad.

Sin embargo, nunca dejaron los vascos de Lima tener contacto entre ellos como hermandad vascongada y, comenzado el siglo XX, se van sucediendo algunas peñas de charla, mus y vino. Hasta que, el día 30 de Diciembre de 1950, en forma solemne, se reúne un grupo de personalidades, distinguidas por su resonancia económica y social o por la importante función pública que desempeñaban, y queda establecido el Centro Vasco de Lima. La ceremonia se realizó en un espléndido local, el Country Club, una especie de hotel rodeado de hermosos jardines que era el punto de reunión más exclusivo de la ciudad, con restaurantes y grandes salones útiles para bodas y desfiles de moda. La razón de que se diera esta extravagante amalgama de gran mundo y sociedad vasca ocurrió porque la idea de fundar el Centro partió de las conversaciones entre Jean Magnet Hiriart, vasco de Iparralde, que era el gerente general del sitio, con el encargado de los restaurantes, el bilbaino Juancho Gonzalez Sasía, gudari que partió para América luego de la caída de Bilbao en la Guerra Civil. Participaban de estas inquietudes parroquianos del lugar, sobre todo Germán Aguirre, motor del empresariado peruano, y Abel Corriquirí, también destacada personalidad de los negocios. Ambos, nacidos en el Perú, tenían honda devoción por sus raíces vascas y se dedicaron a convocar a los amigos. Las reuniones en el Country Club eran esporádicas con dos fechas obligatorias, el Aberri Eguna y el día de San Ignacio.

Fue este Centro el precursor de la actual Euskaletxea y participaron en él Martín Iñurritegui, Germán Aguirre, Rafael de Orbegozo, Abel Carriquirí, Eduardo Ibarra, Jean Magnet Hiriart, Alejandro Esparza Zañartu, Andrés Aramburu Menchaca, Germán Ortiz Montori, Dionisio Bollar, Eduardo Olano, Rodrigo Aranguena, Fermín Berasategui, Juan José Gonzales de Sasía y otros más.

Euskonews & Media 189.zbk (2002 / 11 / 22-29)

Fuente;
EUSKONEWS
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA

lunes, 11 de marzo de 2013

IN MEMORIAM 1923 - 2004


América y las euskaletxeak
* Traducción al español del original en euskera
Por FRANCISCO IGARTUA

Aunque haya muchísima gente en el mundo que ignore la identidad vasca y no falten hasta vascos que estimen folklóricas las diferencias de este pueblo con otros, la identidad euskaldun es una realidad que viene de muy lejos y ha persistido a través de los muchos siglos que nos separan de la época en que las tribus de Euskalherria resolvían sus problemas bajo un árbol y fueron constituyendo el reino de Navarra. Identidad que más tarde se consolidó en Fueros e hizo que los vascos establecidos en los puertos españoles de salida a América fueran calificadas por Carlos V y Felipe II de gente con "talante y costumbres diferentes". Y ya en América, son los "vizcaínos" los que siguen a Almagro para la conquista de Chile...

Esta diferenciación, que afirma la identidad vasca, da vida en 1612 a la primera Euskaletxea americana. El hecho ocurre en el convento de San Francisco, en Lima, Perú, y muy pronto es calcado en ciudad de México. A fines del siglo, esa reafirmación de identidad de los vascos afincados en América se había extendido por todo el continente; siempre como cofradías "de Nuestra Señora de Aranzazu".

Para demostrar la intención nacionalista de esas primeras Euskaletxeak, basta con leer uno de los muchos documentos de aquellas épocas, casi todos idénticos. En él, lo mismo que en los de México y Santiago, se dice:
"Por cuanto en la Congregación y Hermandad que tienen fundada los caballeros hijos-dalgo que residen en esta ciudad de los Reyes de Perú (Lima), naturales del Señorío de Vizcaya y Provincia de Quipuzcoa y descendientes de ellos , y naturales de la Provincia de Alava, Reino de Navarra y de las cuatro villas de la costa de la Montaña (como se ve, queda claramente demarcado el territorio)...se requeire actualizar las ordenanzas de 1612, que fue cuando se dio principio a la Ilustre Hermandad Vasconzada de Nuestra Señora de Aranzazu, para unirse y confederarse todas las personas de los lugares arriba citados... a fin de ejercitar entre sí y con los de su nación obras de misericordia y caridad... y están a continuación los nombres y apellidos de todos los hermanos con el paraje de donde son (65 de guipuzcoa, 49 del Señorío, 9 de navarra, 7 de Alava y 5 de las Cuatro Villas)."

Se trata de ordenanzas que, en algunos asuntos, llegan a extremos tan severos que hoy producirían espanto por su racismo, pero que abonan la tesis de la diferenciación vasca y se pueden ver con indulgencia si nos situamos en la mentalidad de la época en que ellas fueron elaboradas.

Después de establecer "ante todas cosas" que la nobleza y limpieza de sangre ayuda mucho a la virtud y que las buenas obras son producto del ser hijos y descendientes de buenos, " se ordena para mayor decoro de esta Congregación que todos los que hubieren de ser recibidos en ella sean originarios de las partes y lugares suso referidos o sus descendientes"..."para lo cual se advierte que no se admitan, ni entierren en su capilla persona alguna que esté manchada de judío, moro, penitenciado para el Santo Oficio, ni casado con mulata, india o negra, o que tenga algún oficio infame"...Termina esta segunda ordenanza señalando cómo deben hacerse "el examen y las averiguaciones" con sumo secreto, verbalmente y no por escrito. Sólo cuando la diligencia hubiese terminado es que será escrita y consignada en el libro de la Hermandad.

Pero no sólo de racismo están teñidas estas ordenanzas, también lo están de la igualdad que desde los tiempos ha caracterizado a los vascos. Luego, pues, de ordenar que en la capilla y bóvedas de ella tengan entierro los hermanos y las viudas de ellos-"siempre que no se hubieren casado con personas ajenas a la hermandad"- se extiende ese derecho a todos los hijos, legítimos o naturales, de los caballeros que son o hubieran sido de la Cofradia, aunque "adviertiendo que los hijos naturales no tengan raza indigna"...Más todavía. La quinta ordenanza quiere que haya igualdad en todos los hermanos "porque ésta es madre de la paz", y dispone: "a ningún hermano ni hermana de cualquier condición, oficio o calidad que sea se le de ni se le pueda dar asiento, ni entierro particular en dicha capilla, y esto ha de ser de tal manera indispensable que los mayordomos y diputados ni los Cabildos y juntas generales no puedan dispensar en esto". O sea, dentro del más ortodoxo igualitarismo, esas primitvas Euskaletxeak no admitían privilegio alguno fuere cual fuere el caso. Alzaban con toda claridad un lema que nunca debiera ser olvidado: todos los vascos somos iguales.

Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio-porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluído el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando " y yo lo soy puro, por los dieciséis costados". Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América.

Euskonews & Media 72.zbk (2000 / 3 / 24-31)

Fuente:
EUSKONEWS
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA

viernes, 22 de febrero de 2013


MEMORIA HISTÓRICA

Se cumplen 55 años del ascenso de varios vascos al cerro chileno en homenaje al lehendakari Aguirre

IBAN GORRITI - Domingo, 16 de Octubre de 2011 - Actualizado a las 08:52h
BILBAO

EN Chile se preguntan qué hace humedecer los ojos. Y en aquella tierra del considerado fin del mundo se responden: "El viento, la tierra, la cebolla,… los recuerdos". Un recuerdo de los vascos exiliados a este país por la Guerra Civil española permanece vivo, orgulloso a la vista de todos sobre el horizonte. Hay a quien aún se emociona y empaña la mirada.

Esta república suramericana cuenta en su cartografía con un monte, montaña, cerro,… llamado Euzkadi (hoy oficialmente, Euskadi) en la cordillera de los Andes. Es un logro histórico cargado de anécdotas, de amor por las raíces, aquellas capaces de revivir todavía bajo las peñas rocosas de otro continente. Un grupo de cuatro vascos de una Euzko Etxea -la de Valparaíso, se constituyó en 1947, y la de Santiago, en 1950- fue quien coronó un cerro virgen y quiso bautizarlo con el nombre de la patria vasca. Aunque las fechas no cuadran, porque cuatro descendientes de vascos lo subieron en 1956 -un año después-, se ha heredado la idea de que lo hollaron para rendir homenaje al lehendakari Aguirre por su segunda visita a Chile a finales de 1955. El presidente de los vascos participó como invitado especial en el Primer Congreso Internacional de Democracia Cristiana, del 8 al 11 de diciembre de aquel año.

Considerando que el Partido Nacionalista Vasco fue uno de los fundadores de aquella Internacional, junto a José Antonio Aguirre, participaron en las jornadas el presidente del PNV en Argentina, Pedro Basaldua; su homólogo en Chile, José Ituarte; y Santi Zarranz. Los montañeros que lograron el hito fueron Polentzi Uriarte, Agapito Palacios -de oficio sastre y uno de los más reconocidos andinistas, nombrado por la federación de montaña como el mejor deportista en 1981, cuando a los 60 años ascendió el Aconcagua-, Tomás Alberdi y Loyola, fotógrafo de la expedición. Estos andinistas pertenecían al Club andino Horizonte deportivo Euzko Etxea. También fundaron la agrupación Kaiku.

ABERRI EGUNA DE 1956 Pusieron sus pies sobre la cima, de los hoy oficiales 3.165 metros cercana a Santiago de Chile, el día del Aberri Eguna, el viernes 30 de marzo de 1956. El sábado, 31 de marzo, también hay constancia de que estuvieron allí. En la cumbre depositaron una placa de mármol con los datos de la jornada, como se aprecia en las fotografías conservadas de aquel hito poco conocido.

La empresa no fue fácil. El primer obstáculo fue burocrático. El Gobierno no les permitió esa designación. En una entrevista, uno de los andinistas, Agapito Palacios, relató a la periodista Palmira Oyanguren que la prohibición de bautizarlo como Euzkadi no les hizo ceder. "Entonces cambiamos el nombre por Sasía, en honor a un joven vasco que murió en la cordillera", resumió el montañero. Agapito hacía referencia a Narkis de Sasía, hijo de un baracaldés que había fallecido en un alud en 1953. Las leyes de entonces en Chile no permitían registrar accidentes geográficos con nombres de países, a pesar de existir un precedente (un monte llamado Italia). La ley vigente sí permitía, sin embargo, bautizarlos con nombres de personas.

Fue un general del Ejército chileno, curiosamente -al parecer con un apellido vasco que no ha trascendido-, quien negó el deseo de la Euzko Etxea chilena. "Finalmente, gracias a un amigo que yo tenía en el Instituto Geográfico Militar, que también era andinista, logramos dar una estocada y llamarlo como lo habíamos planeado en un principio", aseguró Palacios, quien también fue atleta y ya muy veterano corrió maratones, "siempre con la camiseta de Euskadi", solía repetir.

CONOCIDO COMO EUKADE De ahí, el Instituto Geográfico Militar registró el hoy Euskadi en el cajón del Maipú, no lejos del cerro Catedral (en los 33º 51' de latitud y en los 70º 21' de longitud) con sus -entonces delimitados- 3.265 metros de altitud y de roca descompuesta, típica de la cordillera andina chilena.

Los arrieros locales de la zona de El Ingenio conocen el cerro como Eukade. Una de las posibles ascensiones al cerro que se dedicó a Aguirre y los vascos comienza en un fundo privado de la localidad El Ingenio. La primera aproximación es de un día y se ataca la cima el segundo. Descendientes de vascos del Club Patagónico Andino Elal de Santiago de Chile volverán a intentar hacer cumbre a finales de octubre y a primeros de noviembre, como ya lo hicieron el año pasado. La historia y sociedad vasca tiene una cita pendiente con ellos.