IGARTUA ROVIRA (Francisco), hijo del oñatiarra Francisco Igartua Gundi y Herminia Rovira, nació en Huarochirí, Lima, el 5 de setiembre de 1923. Siendo aun niño, su padre, con toda la familia, fue a la serranía de Ancash, a trabajar como administrador de la hacienda Larragan, en el pueblo de Aija. Pero no duro muchos años la estadía de la familia en Aija, pues el padre murió de la enfermedad de la verruga y la madre tuvo que volver al Callao, al cobijo de su familia. Jovencito aun intento probar el noviciado de La Salle en Chile, pero pronto supo que aquello no era lo suyo. Entro a estudiar Derecho en la universidad Católica, en Lima, carrera que abandono por el periodismo. Sus inicios fueron en “Jornada” donde dio señales de perspicacia para barruntar el impacto de la noticia. En 1950, con Doris Gibson fundó “Caretas”. Allí publico artículos que no agradaron al presidente general Manuel Odria y en 1952 tuvo que marchar al exilio de Panamá. En 1962 llego la fundación de “Oiga”, su gran ambición. Pero con los presidentes militares no le iba bien, y en 1974 el general Velasco lo desterró a México. De nuevo en la lid periodística le toco sufrir la dictadura de Alberto Fujimori, que le obligo al cierre definitivo de “Oiga”. Pero no desperdicio su tiempo y en 1995 publica “Siempre un extraño”, en 1997 “Reflexiones entre molinos de viento”, en 1998 “Huellas de un destierro” y en el 2000 “La Tina y otros cuentos”. Fue un periodista brillante y apasionado. Por ello a veces era contradictorio como Miguel de Unamuno, de quien tenía un aprecio inmenso, y cuyo aserto de que “el hombre que no sabe indignarse no vale para nada”, lo seguía al pie de la letra. Era un enamorado de la tierra de su padre y de todo lo vasco. Falleció el 24 de marzo de 20o4.
Bbl. Sus escritos y obras. Bazán Aguilar, Jhon, “Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesca”, 2010. Guarrotxena, Jon: convivencias personales.