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Carlos OLAZÁBAL CASTILLO
De acuerdo con las investigaciones de Francisco Igartua, las que fueron publicadas en el número 189 de Euskonews & Media, la Cofradía de la Virgen de Aránzazu en Lima fue fundada a inicios del siglo XVII, para que después de largos años de actividad, en 1865 se disuelva y sea absorbida por la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima.
La sede de la cofradía y el lugar donde se veneraba la imagen de la Virgen de Aránzazu es la antigua iglesia del convento de San Francisco de Lima, ubicada en el centro histórico, a tres cuadras de la Plaza Mayor. Este convento y su iglesia son una muestra de la arquitectura barroca, son uno de los principales monumentos arquitectónicos de la ciudad y, durante el virreinato abarcó una enorme extensión de terreno, la cual fue recortada con el paso de los años, principalmente para la apertura de nuevas calles.
Es precisamente en esta iglesia que se sigue conservando la imagen de la Virgen de Aránzazu, hoy conocida como la Virgen de la Manzana o la Virgen española.
El pequeño resumen histórico contenido en dos páginas, que es entregado en la misa del día de fiesta y que lleva como título “Santa María de Aránzazu. La Virgen de la Manzana”, se indica que la Cofradía se fundó en el año 1612 “por nobles caballeros que pertenecían a las provincias vascongadas de Guipuscoa” y, de acuerdo a los registros de la iglesia, fue Juan de Urrutia, quien envió dinero a España para que hicieran una réplica de la Virgen.
La imagen llegó a Lima en 1646 y antes de pasar a la Iglesia de San Francisco, estuvo en la Catedral. El 18 de octubre de dicho año, fue trasladada en “triunfal procesión al Convento de San Francisco”, acompañada por una comitiva presidida por el Virrey, Marqués de Mancera, Pedro de Toledo y Leiva.
La imagen es de aproximadamente 1.50 cm de altura. La Virgen se encuentra de pie, con el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús y en la mano derecha tiene una manzana natural. Esta manzana es cambiada por los feligreses, quienes llevan otra para reemplazarla, ya que se considera que tiene poderes curativos y que sirve para unir a las familias.
Su altar se encuentra en uno de los lugares principales del templo. Está ubicado contiguo al altar mayor. En dicho altar, también se encuentran la Virgen de Guadalupe, San Martín de Porras, una pequeña imagen del Niño de Atocha, Santo Toribio de Mogrovejo y algunas reliquias de San Francisco Solano.
En la reja de madera que separa este altar del resto de la iglesia se encuentran varias placas de diversos materiales donde están escritas oraciones a los santos ahí venerados. En la placa referida a la Virgen de Aránzazu, se lee la historia de su aparición y dice que por sostener una manzana, “nos da a entender que María es la nueva Eva que muestra a su hijo la manzana de la unión, la manzana del amor”. Continúa con una oración y se indica que los días 9 de cada mes a las 7.30 de la noche se celebra una misa en su honor.
De acuerdo a la versión oral de algunos feligreses y a la reseña histórica anteriormente mencionada, la Virgen se encontraba en la parte superior del altar y a inicios del año 1995, se la puso en la parte inferior, sobre la mesa donde se celebraban las misas, para así realizar tareas de conservación de los retablos. El párroco narró la historia de la Virgen y a partir de ese momento los feligreses comenzaron con su devoción. Luego de un tiempo cuando se intentó restituirla a su ubicación, se sucedieron algunos inconvenientes que impidieron subirla a la hornacina donde se encontraba originalmente. Esto se tomó como un presagio y como “una clara indicación que (la Virgen) deseaba que la dejaran donde estaba”. Por lo tanto se le dejó en la parte inferior, en una zona más accesible a los fieles. En la hornacina donde originalmente se encontraba la Virgen, ahora podemos apreciar una bandera española.
Poco a poco la feligresía aumentó y se hicieron cargo de su cuidado como “Camareras”, las señoras Mercedes Flores de Montiel y Roxana Montiel Flores, devotas concurrentes a esta iglesia.
Iglesia de San Francisco.
Todos los días 9 de cada mes se realiza una misa en su honor a las 7.30 de la noche, a la que los devotos llevan manzanas para que sean bendecidas por el sacerdote oficiante. En esta ocasión se abre la puerta de la reja del altar y ahí se colocan cestas con las manzanas, las cuales son bendecidas al finalizar la misa y repartidas entre los devotos, quienes forman un par de filas con ese objeto. Además se les hace entrega de una estampa de la Virgen y un rosario. Antes de retirarse, el sacerdote reza la oración impresa en la parte posterior de la estampa que dice:
“Madre, eres luz, consuelo y guía
de quien con piedad te reza;
socorre con gran largueza
a nosotros Madre mía.
Quisiste, Virgen María
en un espino reinar
y a un pobre pastor
tus favores ofreciste.
Madre de pureza,
Aránzazu monte umbroso,
hornacina de mi amor,
pedestal que hizo el señor
a la que es amor hermoso,
te ofrezco con gran ternura
un saludos Madre mía”.
Las manzanas son llevadas a los hogares a fin de que sean repartidas entre los familiares con el fin de propiciar la unión familiar. En el caso de los enfermos deben ingerirla con fe y así se pueden curar de sus dolencias. De acuerdo al testimonio de una feligrés de aproximadamente 60 años, su hija se curó de la gastritis comiendo las manzanas bendecidas, sin embargo aún no se había podido curar de un prolapso.
La Misa de Fiesta
Todos los años, el 9 de setiembre se celebra su día central. Desde el día 6 se realiza un triduo, se reza el rosario y se saca a la Virgen bellamente vestida a una zona cercana al altar mayor, donde se le coloca sobre un anda. Las diversas actividades son organizadas por la Camarera con la colaboración de sus familiares y algunos devotos. Hace unos años pudo contratar una banda de músicos con la que se hizo una pequeña procesión por el atrio de la iglesia, lo cual no se pudo volver a repetir por la falta de medios económicos.
El día 9 por la mañana, se puede observar diversas actividades en el altar de la Virgen. En el presente año del 2007, se ingresaron 6 cajones conteniendo manzanas coloradas (manzanas “delicia”), así como flores y algunas velas. Todo esto, donaciones de los fieles.
La Camarera así como sus colaboradores se encargan de invitar para que “se les acompañe” en la misa de la noche.
A las 7 pm la iglesia se encuentra abarrotada de fieles, sin embargo no todos son devotos de la Virgen, hay muchos que van a la misa dominical. Algunos llevan hasta el altar bolsas conteniendo manzanas, que entregan a la hermana, quien les pregunta si son para compartir. Algunas personas responden afirmativamente, mientras que otras indican que son para ellas. Las bolsas contienen entre 4 y 10 manzanas.
A esta hora también, las manzanas han sido colocadas en bolsas blancas de plástico y en unas pequeñas cestas se ponen el sobre conteniendo la reseña histórica de la Virgen, una estampa con una oración al reverso y un llavero de acrílico con la imagen de la Virgen, todo lo cual es bendecido por un sacerdote antes de iniciar la misa.
Minutos antes de empezar la misa se reparte un cancionero titulado “Misa de Fiesta. Santa María de Aranzazu. 09 de Setiembre del 2007. Basílica de San Francisco de Jesús - Lima”. Contiene 12 canciones que comúnmente se entonan en las diversas misas de la parroquia.
En el momento de la comunión, un grupo de fieles, comienzan a repartir las manzanas por todo el templo así como también los sobres conteniendo la historia. Se aprecia que hay una gran demanda por las manzanas y todos quieren llevarse una de ellas.
Al finalizar la ceremonia, en el que se dan vivas a la Virgen, la camarera, lleva una torta de cumpleaños con su respectiva vela encendida al lugar donde está la imagen y el coro entona el Feliz Cumpleaños, luego de lo cual se sopla la vela.
A continuación un grupo de damas se acerca a la imagen y entona “Las mañanitas”, canción típica de los cumpleaños. Cabe mencionar que esta forma de celebrar a las vírgenes es común en los diversos templos de Lima.
Al finalizar, los feligreses se van retirando poco a poco y solo quedan los allegados a la Camarera, quienes proceden a trasladar a la imagen hasta su altar, donde se quedará hasta el siguiente año.
La actual devoción a la Virgen de Aránzazu, se manifiesta sin dar mucha importancia a su origen y se tangibiliza con el hecho de que los fieles pueden llevar a su hogar algo milagroso, como es la manzana. Muchos fieles entrevistados, señalaron que justamente iniciaron su devoción cuando vieron el reparto de las manzanas o cuando se enteraron de los poderes que pudiera tener esta fruta bendecida.
Si en su inicio la Cofradía, era una institución circunscrita solo por vascos, hoy se aprecia que los fieles de la Virgen de Aránzazu son pobladores limeños, quienes acuden a sus misas con la fe de obtener un milagro para sus males y aflicciones.
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