24. Oiga, Lima, 11 de febrero 1985.
MARIO VARGAS LLOSA – El pez en el agua – Memorias – pág. 271.
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“O quienes, sin estar inscritos en Libertad, me prestaron un apoyo invalorable con sus escritos y sus pronunciamientos, como los periodistas Luis Rey de Castro, Francisco Igartua, Cesar Hildebrandt, Mario Miglio, Jaime Bayly, Patricio Ricketts y Manuel dOrnellas,35 o el actor y director Ricardo Blume, quien con valentía y generosidad se jugo entero, cada vez que hizo falta, en defensa de lo que ambos creíamos. O a intelectuales como Fernando Rospigliosi y Luis Pasara y jóvenes escritores como Alfredo Pita, Alonso Cueto y Guillermo Niño de Guzmán, quienes desde posiciones independientes y a veces hostiles a la mía, tuvieron, en el fragor de la guerra electoral, gestos de nobleza hacia mi persona o hacia lo que yo hacia.
35. Estos dos últimos para desconsuelo de quienes los teníamos como ejemplo de periodistas democráticos pasaran desde el 5 de abril de 1992, a defender de manera militante el golpe de Estado del ingeniero Fujimori, que destruyo la democracia peruana.
MARIO VARGAS LLOSA – El pez en el agua – Memorias – págs. 317 y 318.
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“(Repito que este sistema permitió memorables pillerías: los privilegiados con esas licencias de importación, que recibían dólares subvaluados podían, en una sola de esas operaciones, dejar en cuentas cifradas en el extranjero, millones de dólares. Precisamente, ahora que escribo estas líneas, la revista Oiga45 revela que uno de los ministros de Agricultura de Alan García, miembro de su circulo de íntimos, Remigio Mórales Bermúdez –hijo del ex dictador-, deposito en el Atlantic Security Bank de Miami, durante su gestión, ¡mas de veinte millones de dólares!)”.
45. Oiga, Lima, 12 de agosto de 1991.
MARIO VARGAS LLOSA – El pez en el agua – Memorias – pág. 365.
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“Si la guerra electoral había sido sucia en la primera vuelta, ahora fue inmunda. Gracias a informaciones espontaneas que nos llegaban de distintas fuentes, y a averiguaciones hechas por la propia gente del Frente Democrático o por los periodistas y medios que apoyaban mi candidatura, como los diarios Expreso, El Comercio, Ojo, el Canal 4, la revista Oiga y sobre todo el programa televisivo de Cesar Hildebrandt, En persona, el misterio en torno al ingeniero Fujimori comenzaba a disiparse. Surgía una realidad bastante diferente de esa, mitológica, con que lo habían revestido los medios de comunicación controlados por el APRA y la izquierda. Por lo pronto, el candidato de los pobres no era nada pobre y disfrutaba de un patrimonio considerablemente mas solido que el mío, a juzgar por las decenas de casas y edificios que poseía, había comprado, vendido y revendido, en los últimos años, en distintos distritos de Lima, subvaluando sus precios en el registro de propiedad para reducir el pago impuestos”.
Mario Vargas Llosa – El pez en el agua – Memorias – pág. 509.