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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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viernes, 1 de mayo de 2009

FRANCISCO IGARTUA – EDITORIAL – Sigue en marcha la farsa electoral – Revista Oiga 9/01/1995


Años atrás, en tiempos de Leguía y otros dicta­dores, los guardias y so­plones ingresaban a una imprenta, volteaban los chivaletes, deshacían las formas... Y la publi­cación que molestaba al régimen que­daba paralizada por un buen tiempo. Ordenar tipos y cajas significaba un largo y tedioso trabajo improductivo que desanimaba a muchos y a los más decididos los silenciaba por un buen tiempo. Eso se llamaba amansar a la prensa. Sólo más tarde se llegaba a la clausura, la cárcel y la deportación, Con otros rebeldes se usaba la dádiva para callarlos.

Con el correr del tiempo los métodos represivos fueron cambiando, se hicieron más sofisticados y la compra de conciencias más comercial, más abier­ta. Habíamos llegado a la era de la publi­cidad... Hasta llegar hoy, a los felices días un gobierno militar que ha tenido la habilidad de colocar en la presidencia a un civil de ojos rasgados, complaciente con el Fondo Monetario y el Banco Mun­dial. Los ojos presidenciales y sus com­placencias con el mundo financiero son su gran escudo frente a la comunidad internacional y su licencia para hacer, en la política interna, lo mismo que ha­cían los viejos despotismos, aunque con las modernas sofisticaciones de la hora.

Por ejemplo, en estos días ha sido silenciado el Canal 11, la única señal televisiva de abierta oposición al régi­men. Esta vez no hay chivaletes voltea­dos con la tipografía por los suelos. La señal de Canal 11 ha sido volada. No con una bomba contra la rotativa como antaño, sino con una descarga eléctrica que ha destrozado el monitor. Al mo­mento de escribir estas líneas son ya cuatro los días sin imagen ni voz en la pantalla de Canal 11... Mientras las otras televisoras callan. Y callan también los órganos de prensa. Hasta aquellos que, por tradición, saben que cuando se abu­sa de un órgano de expresión se está abusando de la prensa toda. Pero, ¿qué se puede esperar de empresas –expre­samente no digo periódicos– que en lugar de exigir ser exonerados de los impuestos acogotantes establecidos por este gobierno militar presidido por Fuji­mori, han preferido suscribir un contra­to de publicidad que ata a los periódicos y televisoras con el Tesoro Público? Esos impuestos, que la prensa no exige sean derogados, son los más altos, de lejos, de todo el continente americano y del mundo. Y, si es necesario precisar, pre­ciso: “Mientras en EEUU y en muchos otros países no se cobra impuesto algu­no por la compra de papel periódico, en el Perú esos impuestos llegan al 35.7%, seguido por Chile con 18% (El dato es de la SIP). ¿Para qué ha servido en el Perú el acuerdo de la prensa internacional, suscrito en Berlín hace tres años, conde­nando a la tributación con el moderno método de censura contra los medios de difusión?

Sin embargo, el Canal 11 no sólo sufre la presión o acogote tributario, además de sabotaje en publicidad –como OIGA y otras publicaciones de la oposi­ción–, sino que ha sido silenciado volán­dole la señal con una sobrecarga eléctri­ca. Ha sido clausurado el Canal 11 –al momento en que Luis Cisneros, presti­gioso general en retiro, denunciaba la corrupción de la cúpula militar–, por medio de la alta tecnología del Servicio de Inteligencia, los modernos soplones del régimen.

Por tamaño despropósito contra la libertad de expresión alza su voz de pro­testa esta revista. Y no se diga que será una voz en el desierto. Esas voces que van a parar ahí, como los rezos, se juntan a todas las voces de protesta que ha habido en el mundo e irán creciendo hasta derrotar a la dictadura. Siempre, a la larga o a la corta, vencerá la libertad. Siempre habrá un nuevo amanecer para los hombres libres. Así como siempre habrá un día de oprobio para los tiranos.

Ésta ha sido, sin duda, la noticia más lamentable de la semana. Aunque no la única que entristece el panorama electo­ral. También ha habido un cambio de juego en las reglas para las reelecciones, tomando entre gallos y medianoche, por un grupo diminuto de parlamenta­rios del CCD. Con 34 votos sobre 80, se pretende cambiar las normas electora­les establecidas por una ley orgánica o sea sólo modificable con un mínimo de 41 votos. En la nueva disposición, apro­bada a la carrera y promulgada a la velocidad del rayo por el presidente del gobierno militar, se limitan a dos los personeros especializados, cuando son 47 los centros de cómputo esparcidos por todo el territorio nacional, y se crea un nuevo formato de cédula electoral que estaba prohibido en la legislación anterior: la colocación de la fotografía de los candidatos en los votos. Una cos­tumbre colombiana y de algunos otros países que, sin embargo, se presta a suspicacias en el Perú –donde estaba prohibida por ley– porque justamente la larga campaña electoral del presidente y candidato se inició hace más de un año con el reparto constante de almana­ques, con su foto, por todo el territorio peruano, y a lo que ahora se sumará la distribución, en víspera del acto electo­ral, al iniciarse el año escolar, de varios millones de cuadernos con el escudo nacional y ¡la foto de Fujimori a todo color! Este gasto lo cubrirá naturalmen­te el Tesoro y nadie sabe hasta ahora quién paga los calendarios con la ima­gen de Fujimori en todas las poses y vestimentas del folclor peruano. Lo úni­co que se sabe con certeza de estos calendarios es que no llevan pie de im­prenta, lo que es obligatorio, por ley, en el Perú. Mientras que, por lo bajo, se dice que los almanaques son impresos en Sanmarti, una imprenta, privatizada a precio de ganga, dirigida por un nisei que sería hombre de paja de Yoshiyama, el Nº 2 del régimen.

Serán, pues, muy poco transparen­tes las próximas elecciones peruanas. Y a lo anterior había que añadir, entre otras muchas irregularidades, que más de la mitad del electorado habita en las zonas declaradas en emergencia por causa del terrorismo que, al parecer, ha sido ya vencido. Ese control militar -en muchos lugares ya innecesario- ha pro­ducido la muerte de un dirigente aprista, asesinado por una patrulla policial en el norte, y el abaleamiento por soldados del Ejército a una comitiva de Acción Popular, integrada por la fórmula presi­dencial completa del partido del ex pre­sidente Belaúnde.

También el Jurado Nacional de Elec­ciones, que da la impresión de estar prestándose a una pantomima teatral, haciendo de enemigo de Fujimori en la ficción –propone leyes y disposiciones que el CCD cambia a su gusto–, ha puesto un grano de arena muy grande en el entrabamiento del proceso: el con­trol de los servicios de computación del recuento de votos ha sido otorgado por el JNE a una empresa que fue represen­tante de ‘Wang’, pero que hoy no tiene más respaldo que un capital de 80 mil soles y una casita medio desocupada por sede. A esa diminuta sociedad, propie­dad de un nisei, se le dio calificación mayor que a la IBM ¡en capacidad técni­ca y en solvencia económica!... Más tarde el CCD añadió el límite de dos personeros, técnicos en electrónica –cuando son 47 los centros de cómpu­to– por cada fórmula presidencial. Eso se llama torear al alimón.

Y como debe ser infinita la caja de sorpresas electorales que nos tiene reservadas el gobierno militar que preside Fujimori, en días pasados una subpre­fecta –Ruth Benavente– puso en evidencia que no eran perla aislada los oficios del prefecto de Huánuco instando a sus funcionarios a hacer campaña por la reelección de Fujimori. La subprefecta da cuenta detallada a sus superiores – uno de ellos ministro de Estado– sobre las actividades que ha desarrollado en favor de la reelección de Fujimori. ¿Cuántas indiscreciones se seguirán des­cubriendo en estos meses? ¡Los secretos por revelar parece que serán intermina­bles!

domingo, 26 de abril de 2009

CARTA DE DESPEDIDA DE JOSU LEGARRETA, HASTA AHORA DIRECTOR DE RELACIONES CON LAS COLECTIVIDADES VASCAS

Carta de despedida de Josu Legarreta, hasta ahora director de Relaciones con las Colectividades Vascas

Tras el cese aprobado en la mañana de hoy martes por el Consejo de Gobierno del Gobierno Vasco, Josu Legarreta, hasta la fecha Director de Relaciones con las Colectividades Vascas en el Exterior, ha remitido una carta en la que se despide de los Centros Vascos tras alrededor de dos décadas de gestión. Por su interés, reproducimos aquí la misiva, que ha sido enviada esta tarde por internet a las diferentes federaciones de centros vascos y euskal etxeas del mundo.

Queridos amigos y amigas:

En la vida hay momentos de alegría y de tristeza, de triunfo y de fracaso. A veces incluso los resultados que uno considera positivos se convierten en adversos a las esperanzas creadas. Así es la vida.
Hace más de dos décadas que tuve el honor de empezar a relacionarme con las Euskal Etxeak. La acogida que me habéis brindado siempre desde estas vuestras instituciones, en general, y como personas, en particular, ha constituido para mi una historia muy gratificante, como representante del Gobierno Vasco y como persona.
Hoy, después de 20 años de gestión y de amistad, quiero remitiros un saludo muy especial de agradecimiento y felicitación por toda la labor que habéis desarrollado y desarrolláis en defensa del Pueblo Vasco y sus Instituciones y por todo lo que en lo personal me habéis ayudado a que mi gestión política fuera más eficiente.
Pero más allá de la gestión política quiero agradeceros el enorme enriquecimiento personal que ha supuesto mi relación con vosotros. A través de esta relación he sido capaz de aprehender y apreciar la diversidad, enorme riqueza, formidable creatividad y tenacidad que caracteriza a los vascos del mundo. Esta experiencia me ha conducido a una importante evolución personal: quien sólo conoce Euskal Herria no conoce ni siquiera Euskal Herria, porque vosotros sois sin duda una parte importante de esta realidad que merece ser tenida en cuenta y que de ninguna manera puede ser ignorada cuando se habla de la historia y realidad del Pueblo Vasco.
En la actualidad, las tecnologías de la comunicación y de la información acortan de forma muy importante las distancias físicas, por lo que no quisiera que mis palabras fueran interpretadas como una despedida. Euskadi, que lingüísticamente significa “conjunto de vascos”, es el Pueblo que lo conformamos todos los vascos y vascas, tanto de Europa, como de cualquier parte de mundo. Por lo que me siento muy unido a todos vosotros y vosotras, a vuestras Euskaletxeak.
Deseo animaros a que prosigáis trabajando por la solidaridad entre quienes las conformáis y por su fortalecimiento institucional: sólo desde estas dos perspectivas podemos garantizar su futuro exitoso en lo local y en su desarrollo de programas de relaciones entre este, también vuestro, Pueblo Vasco y los países en que residís.
Reitero mi agradecimiento y felicitación: Eskerrik asko bihotz-bihotzez eta Zorionak.

Un fuerte abrazo:

Josu Legarreta

Fuente:  EuskalKultura 26/05/2009


21 AÑOS Y UNA SOLA LINEA - Oiga 8/11/1968

En la siguiente nota el jefe de redacción de OIGA, Alfonso Reyes, hace un apretado recuerdo de la trayectoria de este semanario, fundado por mi hace 21 años y entregado desde entonces, intensa, apasionadamente, a la tarea de convencer a las gentes de que sin moral y sin justicia no hay buen gobierno y que no es país libre el que no controle la explotación de sus riquezas. Gracias a la colaboración de un grupo de amigos leales creo que OIGA ha llegado a ser lo que lo que intente en 1948: una voz de aliento a la revolución peruana. Y eso sigue y seguirá siendo nuestro modesto e irrenunciable cometido.

F. IGARTUA

1948. Un golpe militar, un cuartelazo que de revolución solo tiene el nombre, ha restaurado en palacio de gobierno a la plutocracia civilista, que maneja nuevamente al país por interpósita persona: el general Manuel A. Odria. Es la famosa “revolución restauradora”, capitaneada el 27 de octubre por Odria, en Arequipa, y auspiciada desde Lima por Pedro Beltrán, cabeza visible de la oligarquía exportadora. El mismo día del “cuartelazo”, un semanario que estaba en la prensa y que iba a salir denunciando que la derecha quería derrocar al doctor José Luis Bustamante y Rivero para entregar el ciento por ciento de los certificados de divisas a los exportadores –como después se confirmaría– es empastelado por la policía, plegada ya al movimiento, que impide así su aparición. Doce días después mas tarde, sin embargo, el 8 de noviembre de 1948, el semanario lograría ver la luz.

Una línea definida
Se llama OIGA, tiene 4 paginas, cuesta 50 centavos, esta impreso en papel periódico corriente y tiene al frente, como director a un periodista, Francisco Igartua, que viene de hacer sus primeras armas en Jornada primero y después en La Prensa, en la época anterior a la de Beltrán. En su primera pagina, un gran titular: VERDADERO OBJETIVO DEL CIVILISMO: ELIMINACION DEL CONTROL DE CAMBIOS”. En las paginas interiores, otro titular sobre un tema que será permanente en las paginas de OIGA, reclamo constante para redimir del poder extranjero un pedazo del territorio patrio: el petroleo y La Brea y Pariñas. “TRAYECTORIA DE LA INTERNATIONAL PETROLEUM – UN PULPO SOBRE AMERICA LATINA – EL PETROLEO”, se titula el primer disparo periodístico que se hace en esta batalla, finalmente ganada por el Perú hace apenas un año. Allí se dice “la realidad es que la International Petroleum ha convertido un pedazo de nuestro territorio en territorio extranjero. Talara es peruana a medias. Talara es mestiza. Mestiza de gringo y cholo…”. Oiga insta, desde ese momento, a seguir el ejemplo mexicano, que ha cortado los brazos del pulpo imperialista y explota su petróleo para beneficio de su pueblo.

Una constante: luchar por la justicia
En el primer editorial de ese día –precursora de la CARTA AL LECTOR que semanalmente escribe ahora el director de OIGA– hay una explicación y una reafirmación que, a lo largo de sus tres etapas azarosas será una constante invariable: “Aparece este semanario en un momento crítico y lleno de incertidumbre e inquietud para la patria. No creemos venir a salvarla. No somos ilusos. Nos limitaremos a cumplir en nuestro campo, en el periodismo, con lo que nos parece justo. Hemos debido salir algo antes para el público, pero un cambio de gobierno, sorpresivo aunque no inesperado, ha instalado a una junta militar en el poder y nos ha obligado a meditar la justicia de nuestra posición. Y no la variaremos. Seguimos creyendo que sólo la honestidad y él interés, asentados en una doctrina social revolucionaria que sea realizable, podrán hacer la felicidad de nuestro pueblo”.

Tres ediciones, y luego la prisión
Ninguna alusión ni queja por el atropello que retrasó su salida y sí, más bien, una pincelada de humor en la explicación que se da al publico sobre “las fuentes que financian OIGA”, y que tendrá que repetirse cada vez que el sabotaje económico, abierto o embozado, ha obligado al semanario a recurrir a su única fuente de recurso: el publico y los amigos. “OIGA –dice la breve nota– aparece sin otro medio económico que los soles salidos del bolsillo de sus redactores. Que esos soles no son muchos y tenemos el temor de quedarnos en el primer número. Por lo tanto, y sinvergüenza, pedimos ayuda al publico y a los amigos”. Ayuda que nunca será regateada por unos y otros. Pero la primera etapa de este semanario, que mañana cumple 21 años, será brevísima: apenas tres ediciones, entre noviembre y diciembre del 48. La cárcel, obligada escuela de civismo en esa época, interrumpe momentáneamente las inquietudes de Igartua.

21 años
Es en romántico homenaje a esta primera aventura periodística que, 14 años después, el 28 de noviembre de 1962, cuando el semanario vuelve a reaparecer, en una segunda etapa, siempre bajo la dirección de Igartua, lleva un nombre que para muchos es nuevo, pero que ya tenia edad y tenia historia: OIGA. Y es también en recuerdo a esos primeros ejemplares de OIGA, que uno de nuestros lectores y amigos descubrió recientemente en la Biblioteca Nacional, que esta revista, ahora en su tercera etapa, ha trasladado la fecha de su fundación a ese 8 de noviembre de 1948 que alumbró su accidentado nacimiento.

Los mares de OIGA
Tras prodigar “vehemencias e inquietudes” en otra publicación, también fundada y dirigida por el, es que Igartua decide “resucitar” OIGA, en esa primavera de 1962. El primer número de esta nueva etapa tiene ya otro ropaje. Por lo pronto, su logotipo – letras minúsculas, negras, sobre fondo rojo– es distinto al primigenio trazado a mano. Y ya no tiene cuatro páginas, sino dieciséis, impresas impecablemente en offset. Y hay también ya montada una incipiente organización comercial, en la que han puesto todos sus afanes e inquietudes dos hombres que pertenecen ligados indisolublemente a OIGA: Jorge Aubry y Juan Sarda. Aubry es el que alienta la empresa, se compromete a desenredar problemas y pone su nombre y firma como respaldo moral y material a la nueva aventura. Sarda es el hermano mayor, el guía y el consejero del grupo de ilusos – Sebastian Salazar Bondy– que creen posible el periodismo de opinión, de adhesión a principios éticos.

Con la historia
En el Perú gobierna transitoriamente una junta militar –producto del primer golpe institucional de la Fuerza Armada– que ha llegado al poder para impedir la consumación del fraude electoral que aspiraba a prolongar la convivencia apropradista por otros seis años. El viernes 28 de noviembre de 1962 aparece el primer ejemplar de esta nueva etapa.

Un solo espíritu
Es un periódico distinto en la forma, pero idéntico en el espíritu al OIGA de 1948. Hay
La misma adhesión de ayer a la voluntad nacional de renovación, igual devoción por la libertad e idéntico rechazo a las viejas taras de nuestro republicanismo.

Predicando en el destierro
Es este OIGA el que va a alzar bandera por Belaúnde Terry, no por el hombre ni por seguir al caudillo, sino por los principios que él encarna, por las metas que un movimiento de juventudes avizoro y que él se comprometió a alcanzar ante todos los pueblos olvidados del Perú. Y cuando el nuevo régimen reformista triunfa en las urnas, no es esta revista ni sus gentes quienes se aupan en el carro del vencedor, sino que alza su primer reclamo: “La renovación ha ganado las elecciones y debe ganar el gobierno”; y de inmediato insiste en una campaña que será permanente en este semanario, bajo el grito de “!Ahora a moralizar! Con palabras que repite una y otra vez a lo largo del periodo que se inicio en 1963, no deja de advertir: “No es posible reformar siguiendo el consejo de los antirreformistas y nunca, en estos casos, será fecunda una política de concesiones al enemigo, ya que será él, el que termine por dominar la situación, sea por medio de sus propios hombres o de algunos reformistas debidamente ganados a su favor”.

Otro tono
El fracaso de las reformas básicas, la entrega del petróleo, la corrupción y la inmoralidad, son hechos dolorosos que van a confirmar las predicciones de OIGA. Ya para entonces OIGA ha cambiado de formato. A partir de marzo del 65, deja su tono de semanario de combate para vestir ropaje menos espectacular, menos altisonante, pero más difícil de llevar. Como lo explica nuestro director en nota editorial, “morigerar ímpetus, ceñirse estrictamente a los hechos, evitar el comentario estridente, encierra dificultades mayores que lo que pueda imaginar el neófito en este apasionante y variado oficio que es el periodismo”.

La “riqueza" de OIGA
En efecto. Es difícil el tipo de publicación que va a intentar OIGA en su tercera etapa. A la sobriedad que lo obliga el formato pequeño –donde el titulo llamativo cede ante la importancia de la información– se va a añadir infinidad de temas especializados que en una revista de este orden es preciso abarcar: política, cultura, medicina, religión, tecnología, internacional, deportes, amenidades. Esto significa un plantel de redacción numeroso y de primerísima calidad. Cada asunto, por pequeño que sea, va a ser tratado por un especialista en la materia. Un especialista que además, sabe escribir con amenidad y concisión. Todo esto va a demandar un esfuerzo titánico que se lograra y afirmara gracias a la colaboración de la gente identificada con la línea de OIGA que entrega la única riqueza que posee: capacidad e inteligencia.

Otra aurora
Y es así como hemos llegado a este N° 349, de aniversario. A los 21 años, cuando se comienza a tomar enserio el oficio de hombre, muchos de los peruanos que vieron la luz casi al mismo tiempo que el primer OIGA y que estos días se reciben de ciudadanos, echaran una mirada retrospectiva y hallaran que, aunque es negativo el saldo de estas ultimas décadas de nuestra vida republicana, un capitulo promisorio se acaba de iniciar en el Perú. ¡Qué distinto el panorama que atalayo OIGA, cuando 21 años atrás inicio su siempre renovada lucha por un Perú mejor! (A.R)