CANTA CLARO
Por Francisco Igartua
La realidad no es
lo que aparenta ser
Lejos de aclarar el panorama político nacional, la presentación del gabinete Ferrero ante el Parlamento ha oscurecido aún más nuestra ya oscura vida política. La masiva abstención que impidió el voto de censura (aparte de tres votos de los propios interpelados) fue un gesto de respeto a la persona del doctor Carlos Ferrero, de fecunda actuación conciliadora mientras fue presidente del Congreso. No de esperanza en el equipo ministerial, de notoria baja calidad en su conjunto. Situación que ha puesto sobre el tapete la posibilidad de que el premier Ferrero resulte siendo otro fusible de Palacio. Al parecer, Toledo estaría deseoso de ser licenciado, pues no hay otra explicación a tanta torpeza para ir rebajando el nivel de sus colaboradores. En otras palabras, el Congreso se ha hecho eco del clamor ciudadano para que personalidades del nivel de Beatriz Merino y Carlos Ferrero tengan mayor participación en la selección de sus equipos ministeriales. Si esto no ocurre, la suerte del premier Ferrero está echada. Seguirá el camino de Beatriz Merino. ¿Y a dónde irá a parar nuestra inestable República?...
El tema no es, pues, lo que dijo o calló en su exposición el flamante Premier. Lo que importa es desentrañar el significado de las movidas políticas que se han producido en torno al nuevo gabinete. La más notoria, sin duda, han sido los primeros pasos del embajador del Perú en España, señor Fernando Olivera, para romper la alianza del FIM con el gobierno. Sus exigencias públicas para que el gobierno atienda una larga listó de reclamos (los mismos que la oposición ha venido haciendo desde el inicio del régimen de PP-FIM) no significa otra cosa que el propósito del señor Olivera de pasar a ser un nuevo y flamígero adversario del gobierno toledano, con la mirada puesta en las elecciones del 2006, en las que el líder fimista sueña llegar a la segunda vuelta como el abanderado del antiaprismo.
Ya la vaca del Estado ha sido bastante ordeñada desde la embajada en España y desde su cuota de ministros. Ahora le toca ir montando la candidatura presidencial de Olivera, opositora a Toledo, con reclamos radicales que recién descubre y que hasta ahora ha venido callando, a pesar de estar viviendo (provechosamente) en las entrañas del régimen al que comienza a criticar con acidez. A pesar de tan claras evidencias de que Olivera prepara un próximo alejamiento del régimen, el presidente Toledo insiste en que su alianza con el FIM está "más fuerte que nunca" y lo mismo declara, aunque con menor énfasis, su socio, el embajador en España con presencia constante en Lima. Hipocresías de la política que a nadie engallan y que abren tremenda interrogante sobre cómo será el próximo escenario político peruano. ¿Será una nueva correlación de fuerzas que el premier Ferrero está esperando para tomar decisiones propias de concertación nacional?... Pronto se sabrá, pues la situación actual es tan crítica que no puede durar mucho.
Y un añadido final. Nada tiene de democrático el comentario que algunos políticos hacen contra los parlamentarios fujimoristas, por el "delito" de votar a favor del gobierno. Esa actitud intolerante, fascistoide, solo logrará que crezca cada vez más la votación a favor del viejo régimen. Esos parlamentarios tienen mandato popular, por lo general mayor que el de quienes pretenden excluirlos.