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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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miércoles, 5 de marzo de 2014

Oiga

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesa – Fondo Editorial Revista Oiga

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesa – Fondo Editorial Revista Oiga

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesa – Fondo Editorial Revista Oiga

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesa – Fondo Editorial Revista Oiga

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesa – Fondo Editorial Revista Oiga

Francisco Igartua, Oiga y una pasión quijotesa – Fondo Editorial Revista Oiga

martes, 30 de julio de 2013

LA TERCERA

NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU – CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima 1612 – Ilustre Cofradía Vascongada de Nuestra Señora de  Aránzazu de Perú 1865

LA TERCERA

NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU – CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima 1612 – Ilustre Cofradía Vascongada de Nuestra Señora de  Aránzazu de Perú 1865


"La colonia vascongada, rica y prospera en la época colonial, era también generosa en extremo, al manifestar su religiosidad con la Virgen de su devoción, bajo la advocación de Aranzazu o del Espino –que esto significa la palabra vasca Aranzazu: sobre el espino- que tantos recuerdos les traía de sus lejanas montañas (…). Las fiestas que celebraban a la Virgen de Aranzazu eran suntuosas, y las preseas y alhajas de su culto, numerosas, ricas y abundantes".


P. BENJAMIN GENTO SANZ. San francisco de Lima


LA TERCERA

NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU – CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima 1612 – Ilustre Cofradía Vascongada de Nuestra Señora de  Aránzazu de Perú 1865


La colonia vascongada, rica y prospera en la época colonial, era también generosa en extremo, al manifestar su religiosidad con la Virgen de su devoción, bajo la advocación de Aranzazu o del Espino –que esto significa la palabra vasca Aranzazu: sobre el espino- que tantos recuerdos les traía de sus lejanas montañas (…). Las fiestas que celebraban a la Virgen de Aranzazu eran suntuosas, y las preseas y alhajas de su culto, numerosas, ricas y abundantes.


P. BENJAMIN GENTO SANZ. San francisco de Lima

LA TERCERA



NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU – CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima 1612 – Ilustre Cofradía Vascongada de Nuestra Señora de  Aránzazu de Perú 1865

“Fue recibida la forastera divina en Lima con gran pompa y alegría de sus vecinos, haciéndose pedazos las campañas de todas las iglesias en señal de su gozo. Colocada la santa imagen en sus andas de un montón distinto de inmensa riqueza de diamantes, que era lo brillante poco le debían al sol, salió triunfante en hombros de sacerdotes de la Catedral a la plaza mayor, dejado el palio, como Reina y Señora que es de cielo y tierra, despidiendo rayos de gloria de su soberano rostro, que daban vida a cuantos con devoción la miraban. Llevaba por lucido acompañamiento a todo noble y común de la ciudad, Virrey, Audiencia Real, Cabildos y Religiones. Paso la procesión con pompa y aparato, luces, músicas y danzas, las calles y sus balcones adornados de sedas y ricas telas, a la casa del serafín llagado, Francisco, donde el siguiente día, diez y ocho octubre, de mil seiscientos y cuarenta y seis años, con el mismo aplauso, fiesta, música, Virrey y Tribunales, suspiros y lagrimas de gozo, y alegría de innumerable pueblo convenido, fue colocada la santa imagen en su espino (divina rosa entre espinas) dentro de un nicho de gallardo fondo, a cuya majestad corren dos cortinas de labor costosa”.


DIEGO CORDOVA Y SALINAS, Crónica Franciscana de las Provincias del Perú

LA TERCERA

NUESTRA SEÑORA DE ARANTZAZU – CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima 1612 – Ilustre Cofradía Vascongada de Nuestra Señora de  Aránzazu de Perú 1865

domingo, 28 de julio de 2013

LA TERCERA

Augusto B. Leguia

MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL PERÚ,
AUGUSTO BERNARDINO LEGUÍA SALCEDO,
AL CONGRESO NACIONAL, EL 12 DE OCTUBRE DE 1929,
AL INICIAR UN NUEVO PERIODO DE GOBIERNO

Señores Representantes:
Al ceñir mi pecho nuevamente con el bicolor nacional que es la insignia del poder, no puedo ocultaros mi profunda emoción, porque me doy cuenta de cuan excepcional y extraordinario es el homenaje que recibo al encomendárseme la jefatura del Poder Ejecutivo, por cuarta vez, con una votación que excede por mucho a todas las que antes tuve y en medio de aclamaciones alborozadas que agitan al Perú entero.
¿Quién soy y qué hice, señores, para merecerlo? La firmeza de mi voluntad, el amor inextinguible que profeso a mi patria, los heredé de mis padres, que cultivaban la tierra y adoraban a Dios, llevando en el alma no sé qué extraña nostalgia de la tierra española, heredada de viejos abuelos.
En lo demás soy el obrero de mis propias obras. Comencé a trabajar muy temprano; cumplí mis deberes para con la patria cuando todavía era muy joven.
La plenitud de mi vida coincide con la angustia que tuve al ver al Perú caído y con la ilusión que cruzó mi mente de contribuir alguna vez a su rehabilitación.
Treinta años pasaron, sin embargo, antes de que se produjera la necesaria conjunción entre un pueblo que no quería morir y el hombre destinado a salvarlo. ¡Y qué tragedias y qué dolores no dificultaron al principio la obra de salvación! Por eso, cuando yo evoco el recuerdo del 29 de mayo no pienso en mi persona sino en el Perú. Aquel día la mano de Dios se interpuso para desviar la fatalidad que, sacrificando al hombre, habría prolongado un periodo de tinieblas.
Pocos como yo tuvieron que acreditar su fe patriótica con tan repetidas pruebas de dolor. La proscripción vino después y mientras la distancia separaba a la patria de mi corazón, mi nombre fue calumniado y escarnecido. Es que en la vida es muy difícil cumplir la misión de redentor sin que hagan sangrar las espinas puestas por la incomprensión o la maldad. La intuición del pueblo y la lealtad de unos pocos amigos crearon el episodio del 4 de julio de 1919, en que nació a la vida política del país la realidad de una patria nueva, en todo, opuesta a la patria vieja. Porque patria vieja quiere decir residuos de explotaciones condenadas por la historia; Estado decadente que favorece el privilegio y desampara al pueblo; mientras que patria nueva es la protesta contra los vicios y quiere decir Estado próspero, que reemplaza la burocracia por la producción, que garantiza la subsistencia de todo el que trabaja, y que impone a todas las formas de la actividad individual y colectiva la subordinación al supremo interés nacional.
En mi discurso-programa del año 1924, os decía, señores Representantes, que el territorio y la población que forman un pueblo, inspiran su política económica, educativa e internacional.
“La Política es una ciencia que observa y aplica y no es, como muchos creen, un simple procedimiento de imitación. La Política vive de la realidad y no de la utopía. Por carecer de este concepto práctico de las cosas, en épocas pasadas se dio el caso de un Perú dotado de Constituciones y leyes, de instituciones y procedimientos copiados del extranjero, inaplicables, por consiguiente, a un medio en donde no existía ni riqueza producida ni cultura generalizada, ni hábitos políticos vigorosamente arraigados”.
No es de extrañar, pues, que yo haya buscado la solución de nuestrosproblemas, observando nuestra realidad y no la ajena. De allí que haya dado preferencia a las cuestiones prácticas sobre las cuestiones teóricas, porque el Perú vive un periodo de su existencia, en que más que todo le interesa desarrollar sus riquezas y organizar su administración.
Los éxitos alcanzados en diez años de permanente labor son la magnífica justificación de mis esfuerzos patrióticos y de mi ideología política. Lo que hemos hecho es ya bastante para construir los cimientos de una gran nación, pues, como lo dije en otra oportunidad, hemos logrado, sobre todo, despertar a la vida del progreso dos campos igualmente estériles: el suelo árido de nuestra costa y la conciencia pesimista de nuestros hombres.
Señores:
Podría recapitular la obra realizada por mí, diciendo que detuve la anarquía a que todos eran propensos, vigorizando el poder que nadie respetaba; que hice obra positiva porque los hechos sucedieron a las palabras; que alejé la miseria cultivando nuestros campos, irrigando nuestra costa, trabajando nuestras minas, colonizando nuestra montaña, fomentando nuestras industrias, dando a cada peruano no sólo la posibilidad de vivir, sino la de ser propietario, es decir, libre, porque dentro de la organización actual del mundo, la verdadera libertad todavía reposa en la independencia económica. Podría recapitularla diciendo que señalé nuestros límites definitivos ganando para el Perú la seguridad de sus fronteras y la amistad de sus vecinos, y podría recapitularla, por último, diciendo que liquidé la Guerra del Pacífico, recuperando Tacna, y reconciliando al Perú y Chile en el seno de una fraterna amistad cuyas proyecciones son incalculables en el porvenir.
Reeligiéndome Presidente de la República por cuarta vez, los pueblos del Perú han justificado mi obra y han premiado con generosidad mi labor. Pero comprendo que los votos ciudadanos que me consagran, me imponen, sobre todo, la continuación de mi tarea. Y yo la continuaré, señores, sin vacilar, poniendo en ella los últimos alientos de la vida que aún me queda. Estoy lejos de ser joven, pero todavía no soy viejo. Si la vida se ha llevado para siempre la primavera de mis años, no ha podido arrancarme la lozanía de espíritu, y es con el caudal de la inagotable primavera de momento, ante Dios y los hombres, dedicarme por entero al servicio de la patria.
Tres principales direcciones seguirá en este nuevo periodo mi labor de Gobierno: la que transforme nuestro sistema educativo; la que perfeccione nuestros trabajos públicos; y la que modifique nuestro régimen hacendario.
La reforma fiscal llevada a cabo en mis períodos anteriores necesita perfeccionarse. La nueva Ley de Presupuesto y las varias disposiciones que garantizan su mejor ejecución, necesitan completarse con la reforma de nuestro régimen anacrónico e injusto, en todo predominan los impuestos indirectos como un triste rezago de las épocas de privilegio en que se exoneraba a los ricos de las cargas públicas y se agobiaba al pueblo sumiso o tolerante. El Perú ha reaccionado en todo orden de cosas contra la tradición retrógrada y debe reaccionar también contra las viejas prácticas de su régimen fiscal creando impuestos directos que respondan mejor al sentido contemporáneo de la igualdad y la democracia, incorporando a su legislación, en consonancia con el movimiento universal, principios elementales de la justicia social.
El nuevo Estatuto de la Universidad impone también el deber de reformar todo el cuadro de la enseñanza pública. El régimen de la enseñanza no se puede desarticular como las piezas de un mecanismo. Forma un sistema armónico cuyas deficiencias o cuyas ventajas repercuten en el conjunto. La Reforma Universitaria será incompleta mientras no se armonicen sus direcciones prácticas con la reforma de la Enseñanza Primaria y Media, cuya tendencia enciclopédica fatiga innecesariamente a la juventud y la induce a seguir esas carreras burocráticas en donde se consumen nuestras mejores energías dando pábulo a ese proletariado de levita, con cuyas ambiciones se cometen después los más atroces legicidios.
Urge convertir la Escuela en un Taller en donde se forjen, sobre todo, las almas y se modelen los caracteres. Urge crear un tipo de Escuela Rural en donde el niño indio adquiera la conciencia de su personalidad humana y descubra siquiera la existencia de sus derechos. Urge preparar a la juventud del Perú para que oriente su vocación hacia la agricultura, hacia la minería, hacia las industrias, hacia el comercio, bases sobre las cuales estamos construyendo el poderío de la nación. No suprimiremos, en verdad, las Escuelas de Derecho, de Medicina y de Letras porque son indispensables en la sociedad: el consejo legal de los abogados, el auxilio de los médicos y el consuelo de los artistas; pero es necesario que toda nuestra juventud no se especialice únicamente en la Medicina, en la Jurisprudencia o en el Arte. La hora que vivimos exige especializarse en materias económicas y sociales que dan la aptitud para vivir el ritmo acelerado de nuestra civilización materialista, cuyas ventajas serán discutibles pero cuya realidad es inobjetable para un hombre de Estado.
Tratándose de los trabajos públicos debemos proseguir y, a la vez, debemos empezar. Proseguir los que se ejecutan y empezar los que están proyectados.
Esos trabajos, los actuales y los futuros, tienden, señores, a transformar el puerto del Callao en un amplio depósito comercial en el centro del Pacífico y al corazón, que juro, en este fundar un gran puerto en el sur; a irrigar sistemáticamente las zonas áridas de nuestra costa en el norte, en el centro y en el sur; a resolver el problema agrario en su aspecto económico en relación con la propiedad y en su aspecto social en relación con el obrero. Esos trabajos tienden en la sierra al parcelamiento del latifundio y a la rehabilitación del indio; a la extracción, en mayor escala, de los minerales de toda clase, que esconden los Andes en prodigiosos filones; a la explotación libre de esos océanos de petróleo que avanzan en el sur desde las orillas del Titicaca por toda la Cuenca Amazónica hasta llegar al límite máximo de nuestra frontera del norte. Esos trabajos en la montaña harán despertar a la selva milenaria, creando zonas habitables para los valerosos inmigrantes que de todos los puntos del planeta se proponen venir para juntar su esfuerzo al trabajo creador de la naturaleza, allí donde el suelo, los bosques, los ríos, conservan la primitiva grandeza que tuvo la Tierra al salir de manos de su Divino Artífice. Esos trabajos públicos comprenden también los ferrocarriles y los caminos.
Sobre todo los ferrocarriles, que, partiendo de la costa, penetran a la montaña; y los caminos que, siguiendo los planes científicos de su construcción, comuniquen las tres regiones del Perú, su capital, con todas sus fronteras, unas ciudades con otras, las que se levantan como atalayas en la cumbre de los cerros, las que orientan como puntos de dirección en la espesura de las selvas y las que se recuestan embriagadas de sol en las suaves pendientes de los valles costaneros.
En una palabra, mi programa de Gobierno para el periodo que hoy se inicia, lo concreto diciendo: que daré al Perú la conciencia de su unidad geográfica por las comunicaciones que voy a construir; la conciencia de su unidad espiritual por el nuevo régimen de educación que voy a establecer; la conciencia de su unidad económica por las reformas fiscales que voy a dictar. Y no olvido, señores, no lo olvidaré nunca, que también debo dar al Perú la conciencia de su fuerza estimulando ampliamente los progresos de nuestro Ejército, de nuestra Marina y de nuestra Aviación.

Señores Representantes:
Al declarar inauguradas vuestras labores en la Legislatura Ordinaria de 1929, hago votos porque el Dios de las naciones os ilumine para realizar la obra de bien que espera la República.


miércoles, 24 de julio de 2013

LA TERCERA

Euskal Herritik Arantzazura

LA TERCERA

Euskal Herritik Arantzazura

LA TERCERA


LOS COMERCIANTES VASCOS
EN EL VIRREINATO PERUANO
Profesor Dr. Guillermo Lohmann Villena
Catedrático de las Universidades del Perú
Mayor de San Marcos y Lima 

VI

EL ESPÍRITU DE SOLIDARIDAD ENTRE LOS HIJOS
DE LAS PROVINCIAS VASCONGADAS

A lo largo de las páginas anteriores se habrá ido percibiendo un rasgo distintivo en las relaciones entre los oriundos de las comarcas vascongadas: su voluntad de cohesión vernácula a la hora de entablar operaciones de carácter utilitario. No será en consecuencia improcedente añadir unos párrafos dedicados a informar sobre la concreción de ese talante de fraternidad (maitasuna) transpuesto desde su ámbito pragmático a una esfera entrañable.

En 18 de Marzo de 1612 un nutrido grupo de vascos compró a D. Luis de Mendoza y Ribera la capilla del Santo Cristo en el brazo izquierdo del crucero de la iglesia de San Francisco para instalar en ella la cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu y en la bóveda subterránea un enterramiento. Siete años más tarde se aprobaban las primeras Constituciones que regirían la “Congregación y Hermandad de los caballeros hijosdalgo que residen en la Ciudad de los Reyes, naturales del Señorío de Vizcaya y provincias de Alava, Reino de Navarra, y de las cuatro Villas de la costa de la Montaña, que son Laredo. Castro Urdiales, Santander y San Vicente de la Barquera”. Las definitivas se sancionaron en 12 de Abril de 1636, en que el número de cofrades ascendía ya a 105.

Como reza su preámbulo, “El fin de esta Hermandad y congregación a mayor gloria de Dios Ntro. Señor y de la Santísima Virgen Ma. su Madre, es unirse y confederarse todas las personas caballeros hijodalgo, así los de la provincia de Guipuzcoa corno del Señorío de Vizcaya con sus Encartaciones y los demás aquí referidos que hubiese en esta ciudad, en orden a ejercitar entre sí y con los de su nación obras de misericordia y caridad Christiana así en vida como en muerte ...”.

La segunda cláusula puntualiza los requisitos indispensables para pertenecer a la Hermandad: “... porque la nobleza y limpieza de sangre es donde Nuestro Señor ayuda mucho a la virtud y buenas obras el ser hijos y descendientes de buenos, se ordena para mayor decoro de esta Congregación que todos los que hubieren de ser recibidos en ella sean originarios de las partes y lugares de suyo referidas o sus descendientes por vía de varón, nobles y limpios, de conocido nacimiento y opinión...”. Estaban expresamente excluidos los que desempeñasen alguna ocupación calificada de infame.
A la par de su campo de acción espiritual como cofradía canónicamente instituída, la Hermandad desarrollaría un plan de socorros mutuos. Las obras de caridad consistían en visitar a los enfermos acogidos en los hospitales; sorteo de dotes para huérfanas pobres y recorrer las cárceles por si hubiese en ellas miembros de la hermandad presos por deudas, a fin de asistirlos en su defensa, o si la deuda fuese por una suma moderada, la institución se subrogaría para su cancelación, con cargo de reembolso de honor adquirido con ella.

La función principal de instituto se celebraría con toda solemnidad cada 3 de Mayo, pero también se realizaban cultos de gran aparato en la festividad de la Purificación (2 de Febrero), de la Anunciación (25 de Marzo), de la Asunción (15 de Agosto) y de la Purísima (8 de Diciembre) (273).

En la bóveda podrían inhumarse los restos mortales de los hermanos, sus viudas, hijos legítimos y los de oriundez vasca indigente, aunque no hubiesen pertenecido a la Cofradía. Así nos consta que en ese enterramiento se sepultaron, a petición propia (sólo de los mencionados en estas páginas) los siguientes: Aguinagalde, Amenabar, Amez, Arieta y Ezcarraga, Arrese, Arriaga, Azcárraga, Calatayud, Echevarría y Uría, Elcano y Balda, Gorostizaga (274), Guisasola, Ibargüengoitia, Izarnotegui, López Escudero, Larrea y Amez, Obiaga, Orobiogoitia (que legó en su testamento 500 pesos para solemnizar los cultos de las imágenes de Nuestra Señora de Aránzazu y de Nuestra Señora de Begoña, más otra suma igual para el adorno de los altares), Domingo de Zaldívar y su sobrino Manuel, y Zelayeta (275).

La directiva estaba compuesta por dos Mayordomos, cuatro Diputados y un Procurador, que se elegían cada 3 de Mayo por períodos anuales.

Seguramente a ejemplo de Sevilla, en donde los vascongados residentes en ella se acogieron a la iglesia de San Francisco (276), los de Lima también se inclinaron por el templo de la misma Orden. En la capilla adquirida en 1612, respetando el primitivo retablo que lucía una pintura de Nuestro Señor, asentaron otro para rendir culto a una imagen de la Virgen de Arantzazu, copia directa de la original que se venera en los riscos de Oñate. La talla fue encargada por el comerciante Juan de Urrutia, Cónsul del Tribunal del Consulado (1623 y 1624) y Prior del mismo (1631, 1634 y 1639); su costo ascendió a 12.000 pesos. En medio de grandes festejos y tras una solemne procesión, fue instalada en su lugar el 18 de Octubre de 1646. El retablo original su destruyó en 1656, cuando se desplomó por entero la iglesia, y se le substituyó por uno de e barroco, que a juzgar por las descripciones era soberbio y magnífico, conservan (cedro su color natural. Lo terminó de esculpir en 1705 el artífice ensamblador Jose Castilla (autor también del retablo de la iglesia de Jesús María, única obra subsistente hoy, y por la cual se puede apreciar su maestría en el arte de la gubia), segundo retablo pereció a su vez destruido por un incendio en Septiembre de 1899 lo redujo a pavesas, junto con la imagen, sobresaliente pieza de la imaginería española (277).


La cristiana confraternidad también se ejercitaba a título particular descollando en este humanitario menester el guipuzcoano Ignacio de Elola, que socorría al asiento” a personas menesterosas y vergonzantes (278) y el ya recordado Martín Zelayeta, que además de las obras de misericordia apuntadas, instituyó un patrón cuyas rentas destinó para mayor ostentación del culto de la capilla de Nuestra Señora de Aránzazu.

LA TERCERA

EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima

LA TERCERA

EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima

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EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima

martes, 23 de julio de 2013

LA TERCERA

EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima

LA TERCERA

EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima

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EUZKO ETXEA ARANTZAZU DE LIMA – Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima