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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

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UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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viernes, 6 de septiembre de 2013

LA TERCERA

Homenaje mañana en Larrabetzu a Atanasio Jáuregui, pionero pasionista en la Amazonia peruana

06/09/2013

En este año en que se cumple el centenario de la presencia pasionista en la Amazonia peruana, la localidad vasca de Larrabetzu (Bizkaia) celebrará mañana un homenaje a uno de sus hijos más ilustres, monseñor Atanasio Jáuregui Goiri (Larrabetzu, 1877-Yurimaguas, 1957), uno de los pioneros pasionista que llegó a la región en 1903, prefecto apostólico y primer obispo de Yurimaguas y persona que, además de la labor evangelizadora propiamente dicha, contribuyó de manera importante a la promoción educativa, sanitaria, cultural y social de la zona, cuya capital alberga una calle principal con su nombre, que portan asimismo una plazuela junto al aeropuerto y uno de los colegios más prestigiosos de su capital.

Larrabetzu, Bizkaia. Monseñor Atanasio Jáuregui Goiri cuenta con un monumento dedicado a su persona justo frente a la iglesia de Goikolegea en Larrabetzu, a cuyo alrededor tendrá lugar mañana parte del programa del homenaje, que se incribe en el marco del centenario de la importante presencia y contribución de los Pasionistas a la Amazonia peruana.

El programa para mañana en Larrabetzu se iniciará a las 11 de la mañana con ambientación festiva en el pueblo, a lo que seguirá una Misa Mayor, presidida por el ormaiztegiarra monseñor Miguel Irizar, obispo emérito de El Callao, en Perú y titular de la diócesis de ese nombre hasta principios del pasado año. Tras la misa, tendrá lugar el homenaje propiamente dicho, ante el monumento al obispo Atanasio Jáuregui, frente a la iglesia de Goikolexea.

[Agradecemos a Gregorio Arrien, él mismo pasionista, las facilidades, textos e información que nos ha proporcionado para elaborar la presente nota]

Monseñor Atanasio Jáuregui
Monseñor Atanasio Jáuregui Goiri --fue bautizado como Celestino, si bien adoptó Atanasio como su nombre religioso-- nació en 1877 en Larrabetzu y se ordenó sacerdote en 1901. Se dedicó a las tareas de formación y dirección de los jóvenes estudiantes pasionistas hasta que a fines de 1912 partió rumbo al Perú, encabezando una expedición de doce misioneros pasionistas, seis sacerdotes y seis hermanos, invitados por el obispo de Chachapoyas, monseñor Emilio Lissón, para trabajar pastoralmente en las provincias de San Martín y el Huallaga, estableciendo la sede central en la población de Tarapoto. El viaje hasta el destino final fue largo, difícil y penoso.
Al término del periodo acordado ad experimentum, los misioneros resolvieron no abandonar el campo que con tantos sacrificios habían cultivado, al prorrogar la Santa Sede el plazo que los superiores habían fijado. Así, en 1921 se erigió la Prefectura de San Gabriel del Marañón, ubicada en la provincia de Alto Amazonas, un vasto territorio recorrido por los grandes ríos de la región, que constituyen hasta hoy sus principales vías de comunicación. El padre Atanasio Jáuregui fue nombrado Prefecto Apostólico. Cuando en 1936 la Prefectura Apostólica fue elevada a la categoría de Vicariato Apostólico, Jáuregui fue nombrado el primer obispo del Vicariato, con sede central en Yurimaguas, capital de Alto Amazonas.
Además de la labor evangelizadora propiamente dicha, en su tiempo se prestó una especial atención a todo lo relativo a la educación y la salud. Más tarde se ampliarían los acmpos del apostolado y de formación humana y profesional.
-Promoción educativa y cultural: Junto con la construcción de la iglesia-catedral de Yurimaguas y otras iglesias y capillas repartidas por las diferentes poblaciones de la provincia, en 1937 se inauguró en la capital el colegio San Gabriel de segunda enseñanza, mientras que la educación de la juventud femenina de Yurimaguas y Lagunas fue confiada a las religiosas de enseñanza. Paralelamente se creó una amplia red de escuelas parroquiales y centros educativos en las principales poblaciones asentadas a lo largo de los grandes ríos.
-Promoción sanitaria y social: Ante las grandes carencias sanitarias y atendiendo al clamor popular, los misioneros levantaron el hospital Santa Gema de Yurimaguas, cuya acción se vio completada más tarde con el establecimiento del Servicio Cívico pluvial, a través de la lancha Sta Gema. Con el objeto de mejorar la vivienda y servir también para la construcción de las casas parroquiales y el Seminario para vocaciones nativas, en los años 50 empezó a funcionar una pequeña fábrica de ladrillos, la primera de la provincia. En la década siguiente, la nueva ladrillera se vio completada con la construcción de un aserradero.

Pasionistas larrabetzuarras
Monseñor Jáuregui pertenece a la rica saga de larrabetzuarras que profesaron en la Congregación Pasionista, entre los que cabe mencionar:

-P. Casimiro Apraiz (Lucio, en su denominación religiosa), 1911-1991
-P. Gregorio Azpuru (Manuel), 1887-1911
-P. Gabino Basaras, 1874-1935
-P. Francisco Bilbao (Gerardo), 1901-1989
-P. Víctor Bilbao, 1903-1983
-P. Román Dañobeitia (Máximo), 1902-1987
-H. Fidel Elejaga, 1885-1913
-P. Claudio Etxeandia (Juan María), 1879-1963
-H. Miguel Iturregi, 1874-1958
-Monseñor Celestino Jauregi (Atanasio), 1877-1957
-C. Antonio Loroño (Serapio), 1885-1904
-P. Juan Cruz Loroño (Eusebio), 1876-1938
-C. Serapio Loroño, 1874-1895
-H. Ignacio Meñica (Felicísimo), 1875-1942
-C. Martín Meñica (Felicísimo), 1870-1890
-P. Tiburcio Meñica, 1872-1931
-H. Toribio Olazabalaga (Mariano), 1910-1959
-H. Pio de Olea (Leonardo), 1868-1937
-C. Lorenzo Villa (Lázaro), 1922-1942
-P. Román Villa, 1903-1957
-P. Juan Bautista Zarandona (Lucas), 1890-1979


Euskalkultura.com

domingo, 4 de agosto de 2013

LA TERCERA

CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

LA TERCERA

CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

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150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

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150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

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150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

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CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

LA TERCERA

CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
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150 Aniversario de Augusto B. Leguía
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LA TERCERA

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150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

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150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

LA TERCERA

CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica

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CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
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Centro Vasco Euzko Etxea Arantzazu Lima
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica


Centro Vasco Euzko Etxea Arantzazu Lima
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica


Centro Vasco Euzko Etxea Arantzazu Lima
150 Aniversario de Augusto B. Leguía
Ciclo de Conferencias - Exposición Fotográfica


LA TERCERA

CENTRO VASCO EUZKO ETXEA ARANTZAZU LIMA
150 Aniversario de Augusto B. Leguia

domingo, 28 de julio de 2013

LA TERCERA

Augusto B. Leguia

MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL PERÚ,
AUGUSTO BERNARDINO LEGUÍA SALCEDO,
AL CONGRESO NACIONAL, EL 12 DE OCTUBRE DE 1929,
AL INICIAR UN NUEVO PERIODO DE GOBIERNO

Señores Representantes:
Al ceñir mi pecho nuevamente con el bicolor nacional que es la insignia del poder, no puedo ocultaros mi profunda emoción, porque me doy cuenta de cuan excepcional y extraordinario es el homenaje que recibo al encomendárseme la jefatura del Poder Ejecutivo, por cuarta vez, con una votación que excede por mucho a todas las que antes tuve y en medio de aclamaciones alborozadas que agitan al Perú entero.
¿Quién soy y qué hice, señores, para merecerlo? La firmeza de mi voluntad, el amor inextinguible que profeso a mi patria, los heredé de mis padres, que cultivaban la tierra y adoraban a Dios, llevando en el alma no sé qué extraña nostalgia de la tierra española, heredada de viejos abuelos.
En lo demás soy el obrero de mis propias obras. Comencé a trabajar muy temprano; cumplí mis deberes para con la patria cuando todavía era muy joven.
La plenitud de mi vida coincide con la angustia que tuve al ver al Perú caído y con la ilusión que cruzó mi mente de contribuir alguna vez a su rehabilitación.
Treinta años pasaron, sin embargo, antes de que se produjera la necesaria conjunción entre un pueblo que no quería morir y el hombre destinado a salvarlo. ¡Y qué tragedias y qué dolores no dificultaron al principio la obra de salvación! Por eso, cuando yo evoco el recuerdo del 29 de mayo no pienso en mi persona sino en el Perú. Aquel día la mano de Dios se interpuso para desviar la fatalidad que, sacrificando al hombre, habría prolongado un periodo de tinieblas.
Pocos como yo tuvieron que acreditar su fe patriótica con tan repetidas pruebas de dolor. La proscripción vino después y mientras la distancia separaba a la patria de mi corazón, mi nombre fue calumniado y escarnecido. Es que en la vida es muy difícil cumplir la misión de redentor sin que hagan sangrar las espinas puestas por la incomprensión o la maldad. La intuición del pueblo y la lealtad de unos pocos amigos crearon el episodio del 4 de julio de 1919, en que nació a la vida política del país la realidad de una patria nueva, en todo, opuesta a la patria vieja. Porque patria vieja quiere decir residuos de explotaciones condenadas por la historia; Estado decadente que favorece el privilegio y desampara al pueblo; mientras que patria nueva es la protesta contra los vicios y quiere decir Estado próspero, que reemplaza la burocracia por la producción, que garantiza la subsistencia de todo el que trabaja, y que impone a todas las formas de la actividad individual y colectiva la subordinación al supremo interés nacional.
En mi discurso-programa del año 1924, os decía, señores Representantes, que el territorio y la población que forman un pueblo, inspiran su política económica, educativa e internacional.
“La Política es una ciencia que observa y aplica y no es, como muchos creen, un simple procedimiento de imitación. La Política vive de la realidad y no de la utopía. Por carecer de este concepto práctico de las cosas, en épocas pasadas se dio el caso de un Perú dotado de Constituciones y leyes, de instituciones y procedimientos copiados del extranjero, inaplicables, por consiguiente, a un medio en donde no existía ni riqueza producida ni cultura generalizada, ni hábitos políticos vigorosamente arraigados”.
No es de extrañar, pues, que yo haya buscado la solución de nuestrosproblemas, observando nuestra realidad y no la ajena. De allí que haya dado preferencia a las cuestiones prácticas sobre las cuestiones teóricas, porque el Perú vive un periodo de su existencia, en que más que todo le interesa desarrollar sus riquezas y organizar su administración.
Los éxitos alcanzados en diez años de permanente labor son la magnífica justificación de mis esfuerzos patrióticos y de mi ideología política. Lo que hemos hecho es ya bastante para construir los cimientos de una gran nación, pues, como lo dije en otra oportunidad, hemos logrado, sobre todo, despertar a la vida del progreso dos campos igualmente estériles: el suelo árido de nuestra costa y la conciencia pesimista de nuestros hombres.
Señores:
Podría recapitular la obra realizada por mí, diciendo que detuve la anarquía a que todos eran propensos, vigorizando el poder que nadie respetaba; que hice obra positiva porque los hechos sucedieron a las palabras; que alejé la miseria cultivando nuestros campos, irrigando nuestra costa, trabajando nuestras minas, colonizando nuestra montaña, fomentando nuestras industrias, dando a cada peruano no sólo la posibilidad de vivir, sino la de ser propietario, es decir, libre, porque dentro de la organización actual del mundo, la verdadera libertad todavía reposa en la independencia económica. Podría recapitularla diciendo que señalé nuestros límites definitivos ganando para el Perú la seguridad de sus fronteras y la amistad de sus vecinos, y podría recapitularla, por último, diciendo que liquidé la Guerra del Pacífico, recuperando Tacna, y reconciliando al Perú y Chile en el seno de una fraterna amistad cuyas proyecciones son incalculables en el porvenir.
Reeligiéndome Presidente de la República por cuarta vez, los pueblos del Perú han justificado mi obra y han premiado con generosidad mi labor. Pero comprendo que los votos ciudadanos que me consagran, me imponen, sobre todo, la continuación de mi tarea. Y yo la continuaré, señores, sin vacilar, poniendo en ella los últimos alientos de la vida que aún me queda. Estoy lejos de ser joven, pero todavía no soy viejo. Si la vida se ha llevado para siempre la primavera de mis años, no ha podido arrancarme la lozanía de espíritu, y es con el caudal de la inagotable primavera de momento, ante Dios y los hombres, dedicarme por entero al servicio de la patria.
Tres principales direcciones seguirá en este nuevo periodo mi labor de Gobierno: la que transforme nuestro sistema educativo; la que perfeccione nuestros trabajos públicos; y la que modifique nuestro régimen hacendario.
La reforma fiscal llevada a cabo en mis períodos anteriores necesita perfeccionarse. La nueva Ley de Presupuesto y las varias disposiciones que garantizan su mejor ejecución, necesitan completarse con la reforma de nuestro régimen anacrónico e injusto, en todo predominan los impuestos indirectos como un triste rezago de las épocas de privilegio en que se exoneraba a los ricos de las cargas públicas y se agobiaba al pueblo sumiso o tolerante. El Perú ha reaccionado en todo orden de cosas contra la tradición retrógrada y debe reaccionar también contra las viejas prácticas de su régimen fiscal creando impuestos directos que respondan mejor al sentido contemporáneo de la igualdad y la democracia, incorporando a su legislación, en consonancia con el movimiento universal, principios elementales de la justicia social.
El nuevo Estatuto de la Universidad impone también el deber de reformar todo el cuadro de la enseñanza pública. El régimen de la enseñanza no se puede desarticular como las piezas de un mecanismo. Forma un sistema armónico cuyas deficiencias o cuyas ventajas repercuten en el conjunto. La Reforma Universitaria será incompleta mientras no se armonicen sus direcciones prácticas con la reforma de la Enseñanza Primaria y Media, cuya tendencia enciclopédica fatiga innecesariamente a la juventud y la induce a seguir esas carreras burocráticas en donde se consumen nuestras mejores energías dando pábulo a ese proletariado de levita, con cuyas ambiciones se cometen después los más atroces legicidios.
Urge convertir la Escuela en un Taller en donde se forjen, sobre todo, las almas y se modelen los caracteres. Urge crear un tipo de Escuela Rural en donde el niño indio adquiera la conciencia de su personalidad humana y descubra siquiera la existencia de sus derechos. Urge preparar a la juventud del Perú para que oriente su vocación hacia la agricultura, hacia la minería, hacia las industrias, hacia el comercio, bases sobre las cuales estamos construyendo el poderío de la nación. No suprimiremos, en verdad, las Escuelas de Derecho, de Medicina y de Letras porque son indispensables en la sociedad: el consejo legal de los abogados, el auxilio de los médicos y el consuelo de los artistas; pero es necesario que toda nuestra juventud no se especialice únicamente en la Medicina, en la Jurisprudencia o en el Arte. La hora que vivimos exige especializarse en materias económicas y sociales que dan la aptitud para vivir el ritmo acelerado de nuestra civilización materialista, cuyas ventajas serán discutibles pero cuya realidad es inobjetable para un hombre de Estado.
Tratándose de los trabajos públicos debemos proseguir y, a la vez, debemos empezar. Proseguir los que se ejecutan y empezar los que están proyectados.
Esos trabajos, los actuales y los futuros, tienden, señores, a transformar el puerto del Callao en un amplio depósito comercial en el centro del Pacífico y al corazón, que juro, en este fundar un gran puerto en el sur; a irrigar sistemáticamente las zonas áridas de nuestra costa en el norte, en el centro y en el sur; a resolver el problema agrario en su aspecto económico en relación con la propiedad y en su aspecto social en relación con el obrero. Esos trabajos tienden en la sierra al parcelamiento del latifundio y a la rehabilitación del indio; a la extracción, en mayor escala, de los minerales de toda clase, que esconden los Andes en prodigiosos filones; a la explotación libre de esos océanos de petróleo que avanzan en el sur desde las orillas del Titicaca por toda la Cuenca Amazónica hasta llegar al límite máximo de nuestra frontera del norte. Esos trabajos en la montaña harán despertar a la selva milenaria, creando zonas habitables para los valerosos inmigrantes que de todos los puntos del planeta se proponen venir para juntar su esfuerzo al trabajo creador de la naturaleza, allí donde el suelo, los bosques, los ríos, conservan la primitiva grandeza que tuvo la Tierra al salir de manos de su Divino Artífice. Esos trabajos públicos comprenden también los ferrocarriles y los caminos.
Sobre todo los ferrocarriles, que, partiendo de la costa, penetran a la montaña; y los caminos que, siguiendo los planes científicos de su construcción, comuniquen las tres regiones del Perú, su capital, con todas sus fronteras, unas ciudades con otras, las que se levantan como atalayas en la cumbre de los cerros, las que orientan como puntos de dirección en la espesura de las selvas y las que se recuestan embriagadas de sol en las suaves pendientes de los valles costaneros.
En una palabra, mi programa de Gobierno para el periodo que hoy se inicia, lo concreto diciendo: que daré al Perú la conciencia de su unidad geográfica por las comunicaciones que voy a construir; la conciencia de su unidad espiritual por el nuevo régimen de educación que voy a establecer; la conciencia de su unidad económica por las reformas fiscales que voy a dictar. Y no olvido, señores, no lo olvidaré nunca, que también debo dar al Perú la conciencia de su fuerza estimulando ampliamente los progresos de nuestro Ejército, de nuestra Marina y de nuestra Aviación.

Señores Representantes:
Al declarar inauguradas vuestras labores en la Legislatura Ordinaria de 1929, hago votos porque el Dios de las naciones os ilumine para realizar la obra de bien que espera la República.


LA TERCERA

miércoles, 24 de julio de 2013

LA TERCERA



Congregacion Pasionistas - Misioneros Vascos 

CENTENARIO PASIONISTA (1913-2013)
(Capítulo Provincial julio de 2013)

I Parte

Misioneros en la Amazonía Peruana

Damos gracias a Dios, por concedernos celebrar este acontecimiento jubilar, por los cien años de la presencia en el Perú de nuestra Congregación Pasionista, a donde llegaron los primeros doce misioneros, un 10 de febrero de 1913.

Hace 50 años, tuve la suerte de promover y compartir con mis hermanos Pasionistas nuestro cincuentenario, como lo atestigua la publicación: “Bodas de Oro 1913-1963 de los Pasionistas en el Perú”.

Nuestra presencia en el Perú se la debemos especialmente a Mons. Emilio Lissón, Obispo de Chachapoyas, quien en su visita ad Limina a Roma en 1910, se presentó a los superiores de la Congregación Pasionista y demandó religiosos para su diócesis, a fin de que se encargaran de la parte más abandonada, la región de San Martín. Los superiores de la Curia General de Roma indicaron al celoso obispo que podía acudir a Bilbao, ya que la joven provincia del Sagrado Corazón disponía de religiosos que podían aceptar este compromiso.

Efectivamente, la Curia Provincial acogió favorablemente la solicitud del Obispo de Chachapoyas con el envío al Perú de seis sacerdotes y seis hermanos. Los elegidos para esta heroica misión eran los sacerdotes: Atanasio Jáuregui, (superior del equipo) Arsenio Sainz, Andrés Asenjo, Hipólito Balaustegui, Tomás Pestana, Eleuterio Fernández, y los hermanos Felicísimo Menica, Marcelino Salinas, Bernabé Guridi, Silverio Barrena, Jeremías Ugarte y Domingo Menica

El 24 de diciembre de 1912 parten de Bilbao rumbo al Perú doce Misioneros Pasionistas. Eran “doce” como los Apóstoles. Este número tenía un significado especial para una provincia religiosa que iniciaba una empresa misionera. La expedición misionera tras una larga travesía, por el océano Atlántico y el Pacífico, arriba al puerto del Callao el 10 de febrero de 1913, donde los aguarda Mons. Lissón, a cuyas órdenes comienzan su aventura misionera. Tras un largo y penoso recorrido por la costa y sierra del Perú, a pie y a lomo de caballo, pasando por Cajamarca, Chachapoyas, Rioja y Moyobamba, hasta llegar a la Amazonía, a la ciudad de Tarapoto, el 17 de mayo de 1913.

Por este motivo, la apertura del Centenario Pasionista la hemos realizado intencionalmente en la ciudad de Tarapoto, el 19 de mayo de 2013 y el siguiente domingo, 26 de mayo, en Lima, en el distrito de San Isidro, donde se fundó en 1931 el primer convento Pasionista en el Perú. Y el 21 de julio celebraremos el acto jubilar en Yurimaguas.

Los eventos principales del Centenario están programados de mayo del presente año a mayo de 2014, que incluirán celebraciones litúrgicas, actos académicos “Simposio Pasionista”, Exposición Misionera de la obra Pasionista en la Amazonía Peruana. Con esta finalidad, venimos preparando una publicación monográfica: “Cien años de los Pasionistas en el Perú” y un documental (video) “Cien años de la presencia Pasionista en la Amazonía Peruana”.

Los pasionistas tienen conciencia de recibir esta región como una rica herencia legada por los antiguos misioneros, sobre todo jesuitas, pero se dan cuenta también de que reciben una zona misional en situación muy difícil. El aislamiento y la incomunicación entre sí,  la austeridad de vida y la pobreza parecen haber sido los rasgos más salientes de los primeros años.

En ese empeño misionero hemos tenido una atención preferencial por los pueblos indígenas y nativos de la amazonía y un compromiso permanente por los más pobres y excluidos, promoviendo un desarrollo humano integral con gran respeto a las culturas, a la ecología y a la defensa de los derechos de los pueblos amazónicos.

Como señales perennes de la Misión Pasionista en la Amazonía, quedan los testigos valerosos que perdieron su vida ahogados en aras del servicio sacerdotal en sus ríos: P. Eleuterio Fernández, P. Aquilino Iribertegui, P. Gabino Basaras y P. Cayetano Ardanza (1964)

En su carta pastoral del 15 de agosto de 1936 Mons. Atanasio Jáuregui describe la obra de las Misioneros Pasionistas en la Amazonía: “Los Pasionistas que hemos venido prestando nuestra decidida y desinteresada cooperación a la Diócesis de Chachapoyas desde 1913, en las provincias de San Martín y Huallaga, podemos afirmar, sin vanos alardes, que nos hemos esforzado en llenar con honradez y dignidad la delicada misión que se nos encomendara, “haciéndonos todo para todos –en expresión del Apóstol- a fin de ganar a todos para Jesucristo”.



La zona encomendada a los pasionistas pertenecía al antiguo Obispado de Maynas, que posteriormente  pasó a la jurisdicción del Obispado de Chachapoyas, que comprendía la Región de San Martín, primer escenario de nuestros misioneros.

El año 1921 se crea la Prefectura Apostólica de San Gabriel del Marañón en la Provincia de Alto Amazonas, Departamento de Loreto,   posteriormente elevada  a Vicariato Apostólico, se amplía el escenario misionero de la Congregación Pasionista en la amazonía peruana. Como primer pastor de ese territorio misional es nombrado por la Santa Sede Mons. Atanasio Jáuregui, hijo de Larrabezua (Vizcaya) consagrado Obispo en Lima el año 1936.

Mons. Jáuregui ejercerá al mismo tiempo, el cargo de superior religioso, tanto de los misioneros de la Prefectura, como de los que venían trabajando en las provincias de Tarapoto, Saposoa, Lamas y Juanjuí, que eclesiásticamente seguirían dependientes del Obispado de Chachapoyas.

Muchos años después,  en 1948, la Santa Sede confiaba  a la Congregación Pasionista la nueva Prelatura de Moyobamba, en San Martín, nombrando como Primer Prelado a Mons. Martín Elorza, natural de Elgueta (Guipúzcoa), quien sería consagrado Obispo el año 1954 en la parroquia Pasionista de la Virgen del Pilar de Lima.

La Congregación Pasionista ha tenido a su cargo simultáneamente dos territorios eclesiásticos: el Vicariato Apostólico de Yurimaguas en el Departamento de Loreto y la Prelatura de Moyobamba en el Departamento de San Martín, con una extensión territorial de casi cien mil kilómetros2.

El año 2007 ha sido transferida la Prelatura de Moyobamba a la Arquidiócesis de Toledo mediante un convenio suscrito entre el Obispo Prelado de Moyobamba, Mons. Rafael Escudero y el Arzobispo de Toledo Mons. Antonio Cañizares.

Los Pasionistas seguimos sirviendo a las parroquias de Tarapoto y Lamas, con sus respectivos anexos.

Dentro del marco del Centenario hemos trasladado los restos mortales de los dos últimos Obispos Pasionistas de Moyobamba                   Mons. Venancio Orbe y Santos Iztueta de nuestro cementerio de la Molina, donde estaban temporalmente sepultados, a la Catedral de Moyobamba donde descansarán junto al sepulcro                            de Mons. Martín Elorza. Ha sido realmente sorprendente la acogida  y el cariño que han manifestado los fieles de San Martín tanto en Tarapoto como en la ciudad de Moyobamba.

En el año 1986 me tocó trasladar los restos de                     Mons. Elías Olazar de esta Cripta de la Resurrección a la Catedral de Yurimaguas; donde está sepultado junto a Mons. Atanasio Jáuregui, primer Obispo Vicario Apostólico de Yurimaguas.


Los Pasionistas en el Perú somos ante todo misioneros de los pueblos de la selva, evangelizadores por vocación, con nuestro peculiar carisma de Pasionista. Esa evangelización ha significado un gran esfuerzo por llegar a los pueblos y comunidades que llevaban muchos años desprovistos de toda atención pastoral en esa inmensa región de la amazonía peruana, donde hemos tratado de implantar la Iglesia.
Recuerdo con especial cariño las visitas que nos hacían los misioneros procedentes del Perú en nuestro seminario menor de Gaviria, despertando en nosotros adolescentes, aspirantes a la Congregación Pasionista, la ilusión misionera, al tiempo que íbamos conociendo algo de Perú cuando nos hablaban de Yurimaguas, Tarapoto, Moyobamba, Lagunas… o los ríos Marañón, Huallaga, Pastaza o Paranapura.

De esta manera, nos resultaba familiar el lejano Perú al que llegaríamos en épocas diferentes cientos de Pasionistas con la ilusión de seguir las huellas de los que nos precedieron con su generosa entrega a la causa del Evangelio y del Perú, que consideramos como nuestra segunda patria a la que hemos servido también con ilusión y sacrificio.

Desde mi propia experiencia de servicio misionero en la Selva, me impacta el valor y el heroísmo de los primeros misioneros pasionistas, desprovistos de todo, incursionando en la selva, expuestos a todas las enfermedades propias de esa región tropical, caminando por las trochas, o navegando por los caudalosos ríos, donde cuatro de ellos murieron ahogados.

En respuesta a este gran reto misionero de las Misiones Pasionistas en el Perú, se originó una gran movilización de religiosos de la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús a lo largo de estos 100 años, gracias a los numeras vocaciones que surgían en nuestro País Vasco. Ante la dolorosa baja de las vocaciones que hemos venido sufriendo en nuestra tierra, se ha reducido nuestra capacidad de cumplir con el histórico encargo que asumimos hace un siglo.

Tenemos una compensación y  una esperanza en las vocaciones pasionistas peruanas que están creciendo en estos últimos años, siempre que nuestros hermanos peruanos asuman ese compromiso misionero en la Selva y no se instalen o se acomoden en la ciudad o en la costa. Ello comporta disponibilidad y entrega generosa imitando a los que nos precedieron a lo largo de estos cien años.

No olvidemos que los pasionistas llegamos al Perú para ser misioneros y evangelizadores en la Amazonía, esta es nuestra marca y nuestro mayor merito.

Tardamos munchos años en iniciar el proceso de promoción y animación de vocaciones nativas peruanas para la Congregación Pasionista. En los últimos 25 años han ido floreciendo y consolidándose estas vocaciones; muestra de ello es la nueva configuración y composición de la familia Pasionista en el Perú.

Hasta los años 80-90 del pasado siglo, los religiosos pasionistas proveníamos de España, mayoritariamente del País Vasco, Navarra y Galicia; y nuestro destino prioritario eran las misiones en la selva.

El año 1972 éramos 60 religiosos: 2 obispos, 50 sacerdotes y 8 hermanos coadjutores, éramos todos españoles. Hoy 2013, somos casi el mismo número de religiosos pasionistas: 2 obispos, uno de ellos emérito, 4 novicios, 16 teólogos, 33 sacerdotes, de ellos 10 peruanos, y 5 hermanos coadjutores 4 peruanos y un español.

Somos un total de 58 religiosos y de ellos 34 peruanos y 24 de diferentes países: 20 españoles, 2 indonesios, 1 italiano y un colombiano.

Les sugiero ahora una mirada al Vicariato de Yurimaguas (San Gabriel de la Dolorosa del Marañón) que nos ofrece un cuadro preocupante.

•         En el Vicariato de Yurimaguas sólo queda 1 sacerdote pasionista y 1 hermano peruano de nuestra Provincia del Corazón de Jesús.

•         2 sacerdotes pasionistas de Indonesia y 1 sacerdote pasionista de la Provincia de la Pieta de Italia.

•         4 sacerdotes diocesanos del Vicariato (1 en estudios en  Argentina)

•         4 sacerdotes diocesanos provenientes de la Diócesis del Callao (uno de ellos incardinado en el Vicariato)

•         2 sacerdotes diocesanos españoles.

•         Y 4 sacerdotes salesianos.

En este cuadro no he considerado los religiosos pasionistas que permanecen en la Prelatura de Moyobamba: cinco sacerdotes en la ciudad de Tarapoto y uno en Lamas.

Al describir la presencia pasionista, particularmente en el territorio misional del Vicariato, me pregunto y cuestiono con afecto fraterno a esta Asamblea Capitular: ¿sigue siendo prioridad la Misión en el Vicariato de Yurimaguas para nuestra Congregación?

La misma consideración la hice en este mismo escenario, a los participantes en el Sínodo de la Congregación Pasionista el año 1977.

Les hablo desde mi experiencia de misionero y obispo durante 17 años en esa iglesia particular de la Amazonía, que pudieron ser muchos más, de no haber sido trasladado al Callao como obispo diocesano, de donde he enviado cuatro sacerdotes diocesanos para cooperar con mi hermano obispo José Luis en su preocupación por el clero diocesano nativo.

Finalmente nos resulta también esperanzador el surgimiento de vocaciones para el clero diocesano y para la vida consagrada, en nuestras iglesias de la Prelatura de Moyobamba y del Vicariato Apostólico de Yurimaguas.

En este Centenario queremos recordar con inmensa gratitud el aporte de tantas congregaciones religiosas de mujeres y varones, que han compartido con nosotros la obra evangelizadora y social, tanto en la Prelatura de Moyobamba, como en el Vicariato Apostólico de Yurimaguas.

Y nuestro gran reconocimiento a cientos de catequistas y animadores de comunidades cristianas que son el mejor fruto de la misión y de la Iglesia en la selva.





II Parte

Fundadores de parroquias en Lima

La Casa Hacienda Moreyra fue la primera residencia temporal de los Pasionistas (1926), aquí se inicia  la misión en Lima.

•         Parroquia de Chorrillos 1926-1938

1.        Parroquia “Santa Beatriz”, Lince (1926)

Primer distrito limeño de la presencia Pasionista
•         Templo 1936
•         Fundador y primer párroco P. Lucas Zarandona.

2.        Primer Convento Pasionista en San Isidro  (1931), en el año de la creación del distrito

3.        Parroquia Virgen del Pilar

La Fundación de la Parroquia “Nuestra Señora del Pilar” está estrechamente vinculada al desarrollo histórico del distrito de San Isidro.

* Primer templo de la Virgen del Pilar (1932)
* Vice-Parroquia (1935)
* Parroquia (1943) P. Constancio Bollar Párroco (1937-1970)
* Nuevo Templo (actual) (1948-1954)
* Retablo colonial
* Vía crucis
* Templo Mariano
* Centro parroquial de Asistencia Social (1957-1958)

4.        Cercado de Lima

* Parroquia de Cristo Rey (1943)
* Casa del Postulantado Pasionista (1978 y 1995)
* Centro Pastoral Parroquial (2005)

5.        Presencia emblemática en La Molina

Los Pasionistas nacimos juntos con el distrito de La Molina (1962), como en San Isidro.

Complejo religioso y pastoral construido por la Congregación  Pasionista:

•         Cripta de la Resurrección (Cementerio de la Planicie)(1962)
•         Residencia Pasionista (1964)
•         Casa de Retiros (1970)
•         Parroquia de la Resurrección (1965)

         Primer templo parroquial (1979)
         Nuevo templo parroquial (2008)

Asimismo, entre los años 1990-1998 promovieron y construyeron en la Molina las parroquias “Corazón de María”, “San Pablo de la Cruz” y “Jesús, Camino Verdad y Vida”.

6.        Noviciado Pasionista en Chosica (1989)

7.        Fuera de Lima hay que destacar la presencia pasionista en Sullana, cuya parroquia principal regentaron los años        1935-1952.


8.        En este Itinerario Histórico de los Pasionistas en el Perú, queremos reseñar el último compromiso pastoral asumido por la Congregación Pasionista en la Sierra Peruana. El año 2007, han optado por una nueva presencia en la Parroquia de la Natividad de Apata en Huancayo, mediante un convenio suscrito en febrero de 2007 con el Arzobispo de Huancayo, Mons. Pedro Barreto, S.J.

francisco igartua rovira: LA TERCERA

francisco igartua rovira: LA TERCERA