Vistas de página en total

Mi lista de blogs

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

Mi lista de blogs

«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

Mi lista de blogs

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

Mi lista de blogs

martes, 4 de noviembre de 2014

Alan García replico con una frase que dejo frío a Francisco y desconcertó a Galsky y a Pastor. – ¡Tú crees que con dos millones de dólares yo me iba a quedar aquí!

A la hora del aseo diario, en algún momento, sea en la ducha, frente al espejo o sentado en el wáter, a Francisco siempre le asaltan imágenes, ideas, recuerdos, saudales, proyectos en el aire. En su hora de divagar sin ataduras, a pesar, en los últimos meses, de la insistencia autoritaria de Gustavo:

“Tienes que escribir un libro que sea historia de los últimos cincuenta años vividos por ti”.

Con las fiestas patrias VOLVIÓ EL CIRCO
Archivo FRANCISCO IGARTUA
Archivo FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA

“No fuiste objetivo con Alan García. A él no lo trataste tan finamente como a Prado. No le distes el beneficio de la duda. Lo atacaste desde el comienzo. Antes de su primer mensaje al país. Antes de asumir la presidencia el 28 de julio de mil novecientos ochenta y cinco”.

Lo que pasa –replica en sus divagaciones Francisco – es que detrás de lo escrito, de todo lo documentado, de lo que se llama historia, hay una superficie más íntima, un otro lado escondido, muchas veces más esclarecedor que el documento escrito, algo que se quedo sin escribir.

No fue arbitraria la oposición que mantuvo Francisco –desde el arranque– contra el presidente Alan García. No fue producto de su pésima opinión sobre el APRA, que venía de años atrás. Fue por un hecho muy objetivo, mejor dicho por una expresión sumamente reveladora, que Francisco tomó partido, desde el inicio, contra Alan García. Lo hizo como director de Oiga, el semanario que refundó al dejar Caretas. Ocurrió en un desayuno, en casa del poderoso empresario pesquero Isaac Galsky, a pedido –según cree Francisco- de Alan García, en esos momentos presidente electo, o sea poco antes de asumir el mando, de cruzarse la banda presidencial en el pecho y recibir el título de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, cargo que daba la impresión de subyugarlo tanto como la presidencia. Fue un desayuno íntimo, al que asistió, además del espléndido y bondadoso anfitrión, el doctor Jorge Pastor, eficaz consejero legal de Galsky. Fue un desayuno con manjares tan especiales que sólo al acaudalado y solícito Isaac Galsky se le ocurre ofrecer. También fue largo ese desayuno. Se habló de todo y Francisco aprovechó la ocasión para insistir en dos puntos: en señalar que el problema número uno en el Perú era el terrorismo, principalmente el de Sendero y en la necesidad de licenciar a toda la policía para crear otra nueva, totalmente distinta, con asesoramiento extranjero y con una moral remozada. –Lo que no quiere decir que vayas a aprovechar la ocasión para hacerla aprista. Alan García era muy aficionado al tú—, por eso te insisto en que la nueva organización sea conducida por una misión extranjera, la que evaluaría al personal con limpia foja de servicios, los únicos que tendrían opción para reintegrarse a la nueva institución. La mayoría de la actual policía esta corrompida hasta el tuétano y no sirve para nada, ni siquiera para ser reformada. Y es la policía, con su servicio de inteligencia, la que debe combatir al terrorismo.

Alan García le dio la razón a Francisco, aunque le hizo un chiste sobre la apristización de la policía, por lo que Francisco interpreto que eso –aprovechar a la policía para su partido– era lo que pensaba hacer. Sobre el terrorismo García fue tajante y lanzó una frase tremenda: –Los voy a liquidar como sea. No voy a tener piedad. Francisco no se imagino las masacres en las cárceles que ocurrían no mucho después. Matanzas que alegraron las estrechas mentes de mucha gente de derecha, porque tontamente creyeron que con esos asesinatos quedarían aniquilados los comandos de Sendero. (Todavía no había caído el muro de Berlín y el marxismo estaba vivo en las universidades, canteras de nuevos cuadros senderistas).

SIEMPRE UN EXTRAÑO
Archivo FRANCISCO IGARTUA
Archivo FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA
No sólo se habló de política. Alan García es hombre ameno, de simpatía desbordante, conversador ágil, amigo de hacer bromas. Por ejemplo, de pronto se volteó y le dijo a Galsky: - Si te llaman, no contestes el teléfono. No quiero cadáveres en la mesa. Se refería a la tarea que cumple en la comunidad judía el audaz pesquero. Galsky estaba encargado de una misión nobilísima, aunque nada agradable: se ocupa de lavar a los muertos. Apenas muere un miembro de la comunidad judía, sea rico, pobre ó mendigo, Galsky sale como bombero al recibir el aviso. Abandona cualquier reunión, por importante que sea, y acude a la casa del fallecido para cumplir con el rito del lavado. Un gesto que muestra los afanes espirituales, el alma delicada, de un hombre que se apasiona haciendo negocios: -yo soy industrial por las circunstancias. Mi vocación es comprar y vender, es el comercio. Alega también no ser político. Su política, dice, es “ayudar a los gobiernos para que los peruanos podamos hacer buenos negocios”.

La conversación que era cordial y distendida, cambió de un momento a otro gracias a Alan. Bruscamente se enfrentó a Francisco: - Ustedes los periodistas están acostumbrados a calumniar y que no les pase nada. Ahora las cosas van a cambiar. Tú, por ejemplo, has dicho e insistido en Oiga que Corea del Norte me dio dos millones de dólares en una caja de zapatos. ¡Eso es una calumnia! Por lo pronto, allí no entran dos millones de dólares. ¿Sabes qué venia en esa caja? – ¿Sólo cien mil?– Alan García se puso más colérico: -Había una paloma de cerámica y se ve en las fotos que tomaron dentro de la embajada. (En esos momentos Corea del Norte no tenía embajada sino una delegación comercial, que se convirtió en embajada durante el gobierno aprista). –Bueno, seria paloma, pero los rumores hablaban de dólares y nosotros recogimos esos rumores… de fuentes muy confiables, que nos merece fe. Y aquí, alzando la voz, Alan García replico con una frase que dejo frío a Francisco y desconcertó a Galsky y a Pastor. – ¡Tú crees que con dos millones de dólares yo me iba a quedar aquí!

Era una confesión que lo desnudo. En aquellos momentos era presidente electo y se pronunciaba como el estudiante bohemio que había sido en Europa y nunca dejaría de serlo en sus entretelas íntimas. Francisco nada le contestó. Se quedó mudo unos minutos, anonadado por lo que acababa de escuchar. Fue Alan el que reanudó la charla en torno amable, sin tomar en cuenta ni sospechar lo que había dicho. Volvió la cordialidad en la misma forma exabrupta con la que inició sus violentas quejas por el rumor hecho público de la caja de zapatos, “con una paloma de cerámica dentro, no con dos millones de dólares”. Cuando acabo el desayuno y se despidió Alan, amigable y palomilla como le gustaba ser, Francisco le comentó a Galsky:

-¿Cómo se puede apoyar a un irresponsable, que ha dicho lo que ha dicho? ¡Que con dos millones de dólares no se queda en el Perú! Y ya Alan es nada menos que el presidente de este país. Galsky le rogó a Francisco que no fuera a escribir sobre el tema. El hecho había ocurrido en su casa y él había invitado al amigo a una reunión informal, no al periodista. Naturalmente que Francisco no reveló la frase de Alan García, pero su opinión sobre el flamante presidente ya la tenía formada. Con esas pocas palabras Alan García se había desnudado moralmente ante él.

Por ello el primer editorial sobre prado, aunque escéptico, no tenía la dureza con la que Francisco trató al presidente García desde el mismo 28 de julio de mil novecientos ochenta y cinco. Sin dejar de añadir excesivos elogios a su elocuencia indiscutible.

Había diferencia entre los dos presidentes, aunque en algo se parecían. En la frivolidades. También se parecían en la afición de los disfraces militares, pero en dirección inversa. Alan García, que venía de abajo, prefería el título y las insignias del jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, mientras que don Manuel Prado, que venía de arriba y le encantaban las condecoraciones en el frac, prefería el uniforme de teniente del ejército, sin una sola medalla. Teniente era el grado que se entregaba a los universitarios al acabar sus estudios. Y es seguro que a Prado le debió fascinar el apodo que la chispa limeña le coloco: el de “Teniente Seductor”.


Francisco Igartua Rovira – “Siempre Un Extraño” – Editorial Santillana S.A. – págs. 276 a 279.

martes, 7 de octubre de 2014

CONTROVERSIA
Francisco Igartua: “El periodista se hace en la calle”
Ex director de Oiga no cree en las facultades de comunicación.

Marco Vásquez

Paco Igartua, veterano periodista recordado por el mejor momento de Oiga, revista que fundó y dirigió, remarco las carencias de la educación periodística. En dialogo con Oh ironía- estudiantes de comunicación, cuestionó nuestra premisa pero reafirmó una convicción: el periodismo se aprende haciéndolo.  A ver esa correa.

¿Cuál es su opinión acerca de la formación universitaria del periodismo?
De la misma manera que no se puede enseñar a ser poeta, no se puede enseñar a ser periodista. Debe haber vocación y talento. El talento para se periodista es una cosa innata; el aprendizaje del periodismo lo puede hacer uno en dos semanas. Lo que si se necesita es ir a la universidad para estudiar historia gramática, literatura, etc. Es un hombre culto con talento y vocación, porque el periodismo no tiene horario y el que es aficionado o no puede salir de la rutina esta frito, no es periodista por más que haya ido a cuarenta universidades. El periodismo es la ruptura con la rutina.

¿Siendo director de Oiga, cual eran las deficiencias que encontraba en quienes egresaban llegaban con un cartón de periodistas?
Todos  tenían deficiencias. Forme una cantidad de periodistas que venían con un cartón pero que eran un desastre. Algunos si tenían vocación, los tome y resultaron muy buenos: Pepe  Vásquez, Tamariz; Los tome en el tiempo de Caretas. En cuestión de egresados, algunos pueden resultar pero no porque hayan  ido a una facultad, sino porque han tenido talento y no solamente han ido a universidad a estudiar periodismo, sino otras cosas o tenían formación de la casa, eran gente leída…  Sin embargo, la mayoría no resulta;  cada vez que se convocan a diez, a veces no sale ninguno.

¿Qué es lo que falta?
No entienden lo que es el periodismo. Falta preparación y muchos no tienen vocación. Cuando les dices: “hay que hacer esto pero no sé cuándo va a ocurrir, usted tiene que esperar y me hace una crónica” no tiene paciencia para esperar, solitos se van.  Eso es falta de vocación y para periodismo hay que tener mucha vocación porque es bastante ingrato.

Entonces, para usted  “el periodista nace, no se hace”.
Exacto, y se hace en la calle. El periodista necesita saber que está pasando en la calle y reaccionar frente a la actualidad, instintivamente. El que no reacciona con rapidez no es periodista.

¿Qué pasaría si las clases de periodismo adquiriesen la dinámica de las redacciones?
Tendrían  que vender un periódico. Pero como ahí no se vende el periódico, no hay premura. Estudiarían a medias. Uno hace una crónica, pero si quiere la trae o no. No existe la urgencia de un periódico que tiene que salir a la calle. Esas facultades se podrían ampliar  con otros cursos, por ejemplo historia, el que no sabe historia está fuera del periodismo inmediatamente.

¿Cree que el periodismo ha perdido la carga de cultura, que es superficial?
Eso sucede por la aparición de la radio y la televisión. El periodismo escrito se ha dejado contagiar y se  preocupa por la primicia, la noticia misma y no del comentario y la buena descripción. En esa época (antes de la Tv. y la radio) era muy importante escribir bien. El periodismo estaba muy relacionado a la literatura y eso se ha ido perdiendo por el ingreso de la radio y la televisión. Entonces, de alguna forma tienen  que competir. Y yo creo que esa competencia no va terminar bien. El periodismo escrito, si no se recompone, va a desaparecer.

REVISTA IMPRESIÓN. Publicación de los estudiantes de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Año 3. Número 10. Julio de 2002. Pág. 7.


jueves, 18 de septiembre de 2014

Y sigo andando



¿Por qué hoy, pues, tanta insistencia en el retiro, la jubilación, el cierre de Oiga, la tristeza del abandono de ciertas amistades?... Porque así está hecha la vida, de barro ardiente. Pero nada de lo enumerado significa rendición. En estas páginas no hay una línea pidiendo chepa y si guerra, guerra total contra el abuso, el atropello, la injusticia. Y si yo he cambiado de trinchera y me refugio ahora en la escritura, no es porque he variado en mis adentros. Simplemente ocurrió que me fue imposible seguir teniendo abiertas las puertas de Oiga. Me lo imposibilitó la represión taimada del régimen de los 90, una represión sesgada que deja la protesta en el vacío y amenaza con la cárcel por defraudación tributaria.


FRANCISCO IGARTUA. Director Fundador de las revistas peruanas OIGA y Caretas.
Archivo FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA. BILBO-EUZKADI. LIMA PERU

He aquí esa penosa historia:

A fines de 1993, todos los periódicos, radios y televisoras —con excepción de El Comercio, Gestión y Canal 5— estaban quebrados. Se les habían acumulado millonarias deudas con la Sunat que crecían a velocidad geométrica por las moras y las multas. En teoría, el cierre de todos los medios de expresión –salvo las excepciones señaladas— era inminente... Dentro de esta situación Oiga se hallaba en una situación especial. Hasta hacía pocos meses había estado entre las excepciones, pues sus continuos desencuentros con distintos gobiernos obligaban a su administración a estar al día en los tributos, pieza clave para ajustes de cuenta con el Estado... Pero de pronto se había colocado en la disyuntiva de pagar la planilla de empleados o el impuesto del 18% a la venta del periódico, impuesto abusivo que no existe en ningún país que respete la cultura… La decisión había sido cubrir la planilla, ya que de lo contrario no aparecía la revista… Y de esta forma se inició también en Oiga el huaico de las multas y las moras… Su deuda global en esos momentos era, sin embargo, una insignificancia al lado de las otras publicaciones, aunque de cifras imposibles de cancelar para la debilitadísima economía de Oiga, castigada sin piedad por el sabotaje publicitario del Estado y de los amigos del gobierno y, además, descapitalizada por el esfuerzo que había hecho para estar al día en el pago de tributos…

En tales circunstancias, los directivos de la prensa acogotada por la Sunat, acuden donde el señor Santiago Fujimori, quien, por intermedio del publicista Óscar Dufour, era el hombre del régimen encargado de las relaciones con los medios de difusión. Para ello y para otros menesteres, Santiago Fujimori digitaba a la Sunat (todas las noches esta entidad le daba un informe detallado de sus actividades). Pero a esa reunión no se invitó expresamente a Oiga- Fue el único periódico con problemas excluido de ese cónclave en el que se llegó al acuerdo de que los medios cancelarían sus deudas con la Sunat colaborando con el gobierno en un gigantesco programa educativo.

A la reunión para concretar este acuerdo, sí fui invitado, porque, al parecer, no se quería que alguien de la oposición quedara excluido del arreglo, para que nadie estuviera libre de paja para criticarlo.

La citación la hizo el señor Alfredo Jailile, el hombre de la Caja del Ministerio de Economía y brazo derecho del poderoso ministro Jorge Camet, y el encuentro se produjo en el Ministerio, presidido por Jalilie, con el señor Carlos Orellana a su lado, como delegado de Palacio. También asistía el señor Federico Prieto Celi, del Ministerio de Educación, periodista de larga y limpia trayectoria, que se encargaría de monitorear el famoso programa de educación, cuyo objetivo era la impresión de millones de textos escolares y cuadernos que se haría en los talleres de diarios y revistas, etcétera, etcétera.

El acuerdo provisional acordado con el señor Santiago Fujimori –personaje central del régimen sin ningún cargo oficial responsable— era un enorme disparate.

-El proyecto no tenía pies ni cabeza— comencé diciendo, apenas se expuso la propuesta.

Prieto Celi, que había acudido con una serie de ayudantes y una ruma de modelos para escoger, abrió desconcertado los ojos, yo continué:

-Sería un disparate imprimir textos escolares en papel periódico y más todavía usar ese papel para cuadernos. La propaganda a favor del gobierno le resultaría al revés, pues esos cuadernos no servirían para nada y los libros se desbaratarían en un dos por tres.

-Se podrían hacer en bond.

-Si las rotativas usan el bond nacional destruirían sus rodillos por el polvillo que suelta ese papel… Y si se usa el bond importado la lavada va a resultar más cara que la camisa: tanto por el precio de ese bond como por los impuestos aduaneros y el IGV para el papel.

Cara de desolación en la sala. Prieto Celi se achicó detrás de las rumas de sus modelos. También Orellana sintió inseguridad en el piso. Alfredo Jaililie quedó imperturbable y me dedicó unas palabras de elogio.

Otros, más realistas, propusieron un arreglo publicitario. Los medios pagarían sus deudas a la Sunat con avisaje estatal.

SANTIAGO FUJIMORI y JOSU ERKOREKA
Archivo BLOG JOSU ERKOREKA


En tales circunstancias, los directivos de la prensa acogotada por la Sunat, acuden donde el señor Santiago Fujimori, quien, por intermedio del publicista Óscar Dufour, era el hombre del régimen encargado de las relaciones con los medios de difusión. Para ello y para otros menesteres, Santiago Fujimori digitaba a la Sunat (todas las noches esta entidad le daba un informe detallado de sus actividades). Pero a esa reunión no se invitó expresamente a Oiga- Fue el único periódico con problemas excluido de ese cónclave en el que se llegó al acuerdo de que los medios cancelarían sus deudas con la Sunat colaborando con el gobierno en un gigantesco programa educativo.

Mientras se producía el debate, yo, que soy lerdo para expresarme verbalmente y porque se me podrían escapar algunos ajustados exabruptos, me dediqué a poner por escrito mis puntos de vista contrarios por completo al arreglo, ya que la solución no estaba en llegar a comprometidos acuerdos con el gobierno sino liberar de cierta carga tributaria a la cultura, como el 18% a las ventas, igual que en la mayoría por no decir en todos los países civilizados del mundo…. Y cuando se agotó el debate decidieron por el arreglo con avisaje, leí mi texto, que luego publiqué como editorial.

-No se pueden hacer excepciones con el IGV –fue la respuesta.

-¿Y por qué se exceptúa el juego de bolsa, a las aefepés y a otras actividades puramente lucrativas?

-La prensa no es cultura. Lean El Mañanero –metió su cuchara un funcionario, lector sin duda de basura amarilla.

Si no leyera usted periódicos no tendría usted su geografía ni si historia al día. Sería usted un analfabeto cultural. No cultivaría, si la tiene, su educación cívica.

Sin embargo, más tarde, por presión de la administración de Oiga, que se aferraba ilusamente a esperanzas imposibles, cedí y acepté el “arreglo”, que era muy simple: El tesoro público, o sea Jaililie, extendía un cheque por el monto de la deuda de cada empresa y ésta lo endosaba a la Sunat. A cambio de tan simple “arreglo”, el responsable –en el caso de Oiga, yo— aceptaba un pagaré con el gobierno, poniendo de garantía casa, autos, cuentas corrientes, etcétera, etcétera. Mientras que el Estado prometía –sin documento— publicar avisos hasta cumplir con el monto del pagaré.

Y, como estaba previsto, los anuncios o avisos se fueron publicando de acuerdo al capricho del régimen. Rápido y bien valoradas las notas en los periódicos amigos y lentas y mal pagadas en los órganos de la oposición radical.

-Podía haber sido nunca.

Por eso, apenas rescaté el comprometido pagaré, resolví liquidar Oiga, lo que no resultó fácil. Más mucho más complicado y difícil es desbaratar que crear una empresa.

¿Y la prensa que tenía en orden sus cuentas con la Sunat?...

Cuando se produjo el acuerdo protestó airado el canal 5, con un argumento válido: no era justo que se castigara a los cumplidos… Por lo que fueron premiados los que estaban al día. Y a Oiga se le volvió a discriminar. No se quiso hacer caso al alegato de que su situación era especial, pues siempre habían estado en orden sus pagos al fisco, con lo que se había descapitalizado, y siendo su retraso reciente… no podía ser tratado igual con los que nunca pagaron y no se descapitalizaron.

Su alegato fue al tacho de basura.

Todo esto lo miro con frialdad y no me arrepiento ni me quejo…

La lucha por lo que yo creo es la verdad no cesa porque imponderables decisiones del destino, por mano del poder político de turno, me obligaron al cierre de las puertas de mi revista Oiga. Siempre quedará la revista, lo escrito en ella, como el testimonio vital de mi compromiso conmigo mismo y con mis deberes cívicos y mi bandera inabdicable de ayer y de mañana, de siempre… Testimonio que continúa con mis libros y colaboraciones en la prensa…

A
FRANCISCO IGARTUA Y DORIS GIBSON.
Archivo FONDO EDITORIAL REVISTA OIGA Bilbo-Euzkadi. Lima-Perú
sí reflexiono ahora, a la distancia, mientras termino de escribir la nota que todos los jueves leo, a las ocho de la mañana, en los micrófonos de Radio Libertad, dirigiéndome a un público masivo –la modernidad lo califica con las letras “C” y “D”—, que seguramente está más interesado en la problemática menuda de los escándalos públicos que en la meditación cívica, pero en el que la siembra de inquietudes mayores no es un desperdicio. Además, como que con esas notas y esporádicas colaboraciones en El Comercio mi conciencia se pone a salvo.

También pienso en el Perú y su futuro y, sin querer, mi atención se fija en el pasado, en ese territorio de desconcertadas gentes, en la caravana que se quedó en mitad del desierto, en la República Embrujada, donde más veces y mayor tiempo se obedeció a la voz de mando de los cuarteles que al mandato de las urnas; donde los breves ensayos de democracia han nacido, languidecido y muerto prematuramente a la sombra de los espadones cuartelarios. Y escucho a lo lejos la voz de Juan Ríos diciéndome: “Durante mucho tiempo los institutos armados desempeñaron el papel de perros de presa de la mal llamada oligarquía. El general Velasco –autor de la zoológica definición— intentó ubuescamente y sin participación popular el experimento de cambiar al Perú. El resultado inmediato de su obra fundamental –la reforma agraria— fue un desastroso traspié económico. Pienso, sin embargo, que, desde el punto de vista histórico, constituye un paso necesario que desgraciadamente no dio el régimen presidencial de Fernando Belaunde”.

¿Tienen razón estas palabras del poeta Ríos? Entrañable amigo y guía en las horas más oscuras de Oiga, salvo en las anteriores a las decisivas del destierro a México.

Difícil la pregunta y más compleja aún podría ser aún su respuesta si en el más allá siguieran en funciones los oídos y las cuerdas vocales de carne y hueso. El amigo Juan, de podernos replicar el comentario con el temperamento de su envoltura terrena, de seguro nos daría una respuesta sangrienta y breve. Sería una frase tan dolorosamente cruel como su: “¿Cree usted que hay país…?”, lanzado como respuesta a una pregunta que se le hizo sobre la patria, a la que mucho y muy honradamente quiso a pesar de haber quedado “podrida antes de madurar”.

Con tanta pasión la amó que un día del año 80, antes de los resultados electorales, quiso rezar así en Oiga: “Me parece que desde la Independencia el Perú ha vivido en permanente crisis ética, intelectual, física, económica y social. Nos hemos podrido antes de madurar. En un país que nunca tuvo clase dirigente ni escala de valores, donde el ejército ha matado más compatriotas en represiones y motines que soldados extranjeros en defensa de nuestro mutilado territorio. El pueblo, ignaro y desnutrido, no ha llegado aún a ser verdaderamente pueblo. No es su culpa. Es nuestra culpa. Perdónanos Señor”.

Como que Juan Ríos sintiera, igual que Octavio Paz con México, que los males del Perú fueron mas imputables a la Republica que al Virreinato, que a la prospera y potente Nueva castilla; solo comparable en America con Nueva España. También coincidía Juan con Eduardo Orrego, otro amigo entrañable, quien por esos años 80 impulsaba a los jóvenes como el a actuar de inmediato “antes de quedar como frutos podridos en el árbol, como nuestros mayores”…

Esto lo decía replicando a los que pedían maduración a la juventud accionpopulista.

Ni Juan Ríos ni Eduardo Orrego podrían rectificar ante los vivos su vision pesimista –no por ello menos amorosa– de la patria republicana. Los dos habitan desde hace algunos años el reino de los muertos, que es donde iremos a parar todos sin distinción de ricos y pobres, de tontos e inteligentes, de haraganes y hacendosos, de esclavos de la lujuria y vendedores de la carne, según esta explicado con Áurea grandiosidad por Calderón de la Barca en El Gran Teatro del Mundo y donde, de acuerdo al Dante, volveremos a ser catalogados de acuerdo a los designios de la divinidad y a la conducta de nuestras conciencias. Porque es en ellas, en las conciencias, donde esta la virtud o el pecado, no en los hechos mismos, vistos siempre con los ojos de cada época y que son materia para los fallos de la justicia humana, desde antiguo débil, por lo que leemos en el Quijote, a la presión de los poderosos y al sonido de las monedas.


FRANCISCO IGARTUA - HUELLAS DE UN DESTIERRO. Y sigo andando. Capitulo XLIV.

domingo, 31 de agosto de 2014

Concentración de medios: Juez declaró improcedente demanda de El Comercio contra 8 periodistas

La República. Miércoles, 04 de junio de 2014 | 7:11 pm

Dicha demanda buscaba considerar como lícita la transacción en la que se compra al Grupo Epensa.

El 17° Juzgado Especializado Civil de Lima declaró improcedente la demanda civil que interpuso el Grupo El Comercio contra los 8 periodistas que lo habían querellado, en la cual dicho grupo editorial buscaba que se considere lícita la adquisión de Epensa.

Así lo dio a conocer la periodista Rosa María Palacios -una de las denunciantes- a través de su cuenta de Twitter.

Asimismo, el también periodista Augusto Álvarez Rodrich, que también pertenece al pliego de demandantes, se pronunció al respecto de tal fallo.

Hay que señalar que el Grupo El Comercio alegaba en dicha demanda que, desde que adquirió el 54 % de las acciones del Grupo Epensa, "el Grupo La República venía publicando artículos, notas periodísticas y entrevistas dirigidas a cuestionar la validez de esta operación. No obstante, el juzgado -tras considerar fundada la demanda- recordó a los abogados de los litigantes que esto forma parte de la libertad de prensa.

Cabe recordar que completan el grupo de demandantes -que piden la anulación de esta transacción- son Enrique Zileri Gibson, director fundador de la revista Caretas; Luz Helguero Seminario, directora del diario El Tiempo-Piura; Gustavo Mohme Seminario, director del diario La República; Fernando Valencia Osorio, director de Diario 16; y los periodistas Miroslav Lauer Holoubek y Mario Saavedra-Pinón Castillo.

En la resolución emitida también se buscaba declarar improcedente la acción de amparo presentado por los 8 periodistas. Sin embargo, el juzgado desestimó tal pedido.

LA OTRA VERSIÓN
Cabe resaltar que El Comercio se pronunció al respecto del fallo y resaltó que el Juzgado admitió la demanda declarativa contra el Grupo La República.

"Admitiremos la demanda, con el fin que las partes involucradas ejerzan de manera amplia su derecho constitucional a la defensa, y en su debida oportunidad el juzgado establezca si existe o no la violación a los derechos fundamentales alegados", fundamenta la resolución.



miércoles, 27 de agosto de 2014

La República 

Editorial

La República. 26 de agosto de 2014

Un periodista ejemplar

El firme compromiso de Enrique Zileri por las libertades

El fallecimiento del ex director de la revista Caretas Enrique Zileri Gibson es una triste noticia para la prensa y la democracia. Su partida es sentida porque con ella concluye un vibrante magisterio periodístico de más de medio siglo en el que la creatividad, el valor y el compromiso se conjugaron en un quehacer personal indispensable para la vigencia de los derechos y las libertades.

La República 
La vida de Zileri fue marcada por una épica libertaria que se entiende perfectamente en el caso del director de una revista clausurada seis veces y muchas otras acosada por el poder. En esa épica cabe también el descubrimiento de su compromiso periodístico durante su juventud luego de un largo viaje por el mundo de lo que él llamaba la búsqueda de sí mismo y el sentido estético que le imprimió a un medio que ha sabido ser inédito, original, llamativo y audaz.

El periodismo de Zileri no fue un periodismo de partido; fue sin embargo un periodismo de programa, cimentado con soltura y solidez en un conjunto de valores que impregnó a Caretas, el primero de ellos la democracia, que Zileri entendía más allá del voto como el comportamiento democrático de los elegidos y el libre juego de las ideas y de las libertades ciudadanas.

Por esa razón demandó el retorno de los militares a los cuarteles luego del golpe de 1962 y se opuso tenazmente a los gobiernos de Juan Velasco, Francisco Morales Bermúdez y Alberto Fujimori. Por la misma razón, defendió la vigencia de la Constitución de 1979, graficó las demandas sociales durante los períodos de crisis económica y llamó la atención del país a una agenda nacional y a la conservación de su patrimonio cultural.

El compromiso de Zileri con las libertades fue un rasgo inherente de su personalidad y actividad. Protagonizó jornadas memorables en defensa de la libertad de expresión en varias oportunidades, como la huelga de hambre de los periodistas en 1979 en la Catedral de Lima y la Biblioteca del Congreso. En ese afán fue presidente del Instituto Internacional de la Prensa (1988-1990) y fundador y presidente del Consejo de la Prensa Peruana (CPP). Recientemente, en noviembre pasado, Zileri Gibson, al lado de otros siete ciudadanos, interpuso una demanda de acción de amparo ante el Poder Judicial en contra de la concentración de la propiedad de medios de prensa escrita en el Perú.

Zileri también tuvo una resuelta participación en la defensa de los derechos humanos en la dura etapa de la violencia política y lucha contra el terrorismo. Lideró un periodismo de investigación ejemplar sobre la naturaleza de Sendero Luminoso, especialmente su comportamiento ante las comunidades campesinas, su actividad en el Alto Huallaga y su organización en las cárceles. Denunció asimismo la violación de los DDHH por las fuerzas del orden en sonados casos, incluido el asesinato de su corresponsal en Huanta, Hugo Bustíos, en 1988. En 1999, en el cincuentenario de la Declaración Universal de los DDHH fue distinguido por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.


Estamos seguros de que las nuevas generaciones de mujeres y hombres de prensa seguirán este valioso testimonio y magisterio que ahora se transforma en legado.

martes, 26 de agosto de 2014

Fallece Enrique Zileri, el periodista peruano antidictaduras

El exdirector del semanario político 'Caretas' formó a hombres de prensa en una redacción a la que dotó de vehemencia e ironía

JACQUELINE FOWKS. El País 25 AGO 2014 - 19:56 CEST1

El exdirector de la revista semanal 'Caretas'. / LA REPÚBLICA
El exdirector de la revista semanal Caretas, Enrique Zileri Gibson, falleció la madrugada del lunes en Lima a los 83 años, siete años después de haber asumido la presidencia de la publicación a causa del deterioro de su salud.

Zileri, hijo único de la fundadora del semanario, Doris Gibson, se formó en internados en Estados Unidos y en la Universidad de Cornell, aunque no concluyó sus estudios. En la década de los años 80, luego de trabajar como publicista, se hizo cargo de una revista que, desde su creación fue crítica contra las dictaduras. En 1975 y 1976 fue deportado por el gobierno militar peruano y vivió en Argentina.

Bajo su liderazgo, Caretas fue el medio que mejor cubrió la violencia desatada por Sendero Luminoso en las décadas de los 80 y 90. Contrató para ello como reportero a Gustavo Gorriti, entonces campeón de judo, lector y agricultor, que se formó como periodista con la guía de Zileri. También tenía entre sus filas a Hugo Bustíos, el corresponsal de la revista en Ayacucho, el principal territorio de la guerra, que fue asesinado por el Ejército en 1988, durante el primer gobierno del presidente Alan García.

Caretas se distingue: cuando hay momentos de mucha presión, reacciona con humor, lo cual demuestra que no tienes miedo"

En los años 90, durante el gobierno de Alberto Fujimori, Caretas reveló que Vladimiro Montesinos, el asesor principal del presidente y jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional y de las fuerzas armadas, había sido colaborador de la CIA, por lo que fue expulsado del Ejército, y abogado de narcotraficantes.

Caretas fue un medio fiscalizador durante la gestión autoritaria de Fujimori, a contracorriente de la mayoría de medios de comunicación. En 1995, el director de la revista apostó que el mandatario no se reelegiría en la primera vuelta de los comicios y que, si eso ocurría, se bañaría en la pileta de la Plaza Mayor de Lima: cosa que cumplió.

Entre 1999 y 2000, cuando el 80% de medios limeños recibía dinero del Servicio de Inteligencia Nacional para respaldar —con sus noticias y opinión— a la segunda reelección de Fujimori, Zileri y otros contados periodistas persistieron en ser independientes y opositores, pese a las presiones del Poder Judicial y de la entidad recaudadora de impuestos, que el Gobierno utilizó para intimidarlos.

El periodista fue un formador de varias generaciones quienes destacaban de él sus arranques de mal humor durante los cierres de edición, su gusto por la tecnología y por el baile; sin embargo, su aporte más original en el periodismo político fue el humor y la acuciosidad.

“Caretas se distingue: cuando hay momentos de mucha presión, reacciona con humor, lo cual demuestra que no tienes miedo. El humor es una forma de defenderse”, comentó en una entrevista al diario La República en 2013.

Zileri ha sido un amigo generoso, tolerante, siempre dispuesto a echar una mano a los colegas y un defensor militante de los derechos humanos”
Mario Vargas Llosa, el escritor y Premio Nobel de Literatura 2010

El año pasado firmó con otros seis periodistas una demanda de amparo para que el Poder Judicial opine sobre la constitucionalidad de la compra de acciones del grupo periodístico Epensa por parte del Grupo El Comercio, una transacción que los críticos califican como concentración de medios de comunicación.

Este lunes, Mario Vargas Llosa, el escritor y Premio Nobel de Literatura 2010, describió a Zileri como “un amigo generoso, tolerante, siempre dispuesto a echar una mano a los colegas y un defensor militante de los derechos humanos”.

El periodista fue director del Consejo de la Prensa Peruana, el gremio más importante de empresas periodísticas en su país.


ENRIQUE ZILERI GIBSON (1931-2014)

El periodista combativo que apostaba por la democracia

Perfil. Zileri falleció ayer y dejó escuela entre hombres de prensa. Desde Caretas, fue uno de los periodistas referenciales del país, con un compromiso por la democracia y la libertad de expresión.

En Caretas, la revista que ayudó a hacer leyenda, ayer hubo ausencia de noticias sobre su muerte. Tal vez porque él dejó la orden expresa o porque, tras su partida, se está repensando la edición que saldrá este jueves.

La República 
Cuenta la leyenda de Zileri que su romance con el periodismo empezó durante su estadía en Europa, en los años cincuenta, desde donde enviaba artículos para la revista que su madre, la temperamental Doris Gibson, fundó con el periodista Paco Igartua.

Su paso definitivo a las filas del periodismo (estudió publicidad) se dio a su retorno del Viejo Mundo: empezó primero como jefe de publicidad de Caretas, pero, a la salida de Igartua, empezó como codirector del semanario junto con Doris Gibson, quien más que madre fue su colega.

En pocos años, con la presencia de Zileri, la publicación pasó de mensuario a quincenario y después a semanario, siempre con sus portadas creativas, que sacaban roncha a los políticos.

Con la verdad
“Lobo estepario ingresa gateando al twiteo”, escribió el 22 de febrero de 2013, en su primer mensaje en la red de los 140 caracteres. Zileri mantuvo actualizada esa cuenta hasta abril de este año, mientras luchaba contra una enfermedad de apellido doloroso. Quienes trabajaron con él lo recuerdan por su capacidad luchadora.

El novelista Mario Vargas Llosa subraya que el semanario Caretas dirigido por Zileri Gibson “fue siempre muy crítico de todas las dictaduras que han afeado nuestra historia moderna y una trinchera en la que encontraron siempre hospitalidad quienes defendían las mejores opciones para el Perú y se oponían a los abusos, la corrupción y los atropellos a la libertad de prensa”.

Una leyenda
Es una leyenda en la historia de la prensa peruana los cierres de edición que comandaba Zileri en Caretas, primero en el jirón Camaná 615 y luego en el portal Botoneros. Llenos de adrenalina. Era vehemente, gritaba y –alguna vez–, se dice reventó un televisor por la pérdida de una primicia.

Este lobo solitario durante más de medio siglo estuvo casado con Daphne Dougall. Estudió en el Perú, Chile y Estados Unidos y ya cuajado como periodista, durante el régimen de Juan Velasco Alvarado, fue deportado a la Argentina.

Buen humor
Pese a ello, pontificaba que el humor “es una forma de defenderse”. Y en 1995, tras la reelección de Alberto Fujimori, se bañó en la plaza de Armas, pagando una apuesta.

En 2007 pasó a manos de su hijo Marco la dirección de Caretas, y, desde entonces, se desempeñó como presidente del directorio. Aunque tenía el sueño de volver algún día como asesor editor a esa revista para seguir ejerciendo el oficio más bello del mundo, como decía Gabriel García Márquez.

Reconocido

El Colegio de Periodistas de Lima lo homenajeó este año. Zileri presidió el Instituto Internacional de la Prensa. En 1998 recibió el Knight International Press Fellowship Award.
Enrique Zileri, presidente del directorio de Caretas, falleció a los 83 años

La República. Lunes, 25 de agosto de 2014 | 11:03 pm

Zileri llevó adelante una revista que se convirtió en referente del periodismo nacional y que fue estandarte de lucha a favor de la democracia.

El presidente del directorio de Caretas, Enrique Zileri Gibson, falleció la madrugada de este lunes, a los 83 años, luego de semanas de presentar un estado de salud debilitado, producto de una enfermedad.

La República 
La presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, hizo lo propio al avisar del fallecimiento a través de su cuenta en Twitter.

“Conmoción al enterarme del fallecimiento del periodista Enrique Zileri, director de Caretas. Parte de la historia del país se va con él. Q.E.P.D.”, escribió la primera ministra en su cuenta de Twitter.

A ella se sumaron varios personajes de la política y el periodismo, quienes destacaron la importancia de su trabajo al frente de la revista que se convirtió en unreferente del periodismo nacional.

Su hijo, Marco Zileri, hoy cabeza de la revista, señaló que el cuerpo de su padre será velado en estricto privado, en su casa. El sepelio será este miércoles 27.

Sin embargo, Erique Zileri fue más que el director de un medio de comunicación importante, fue un luchador que desde su trinchera defendió la democracia, la libertad de expresión y los derechos humanos. Fue un soñador y personaje inspirador para varias generaciones de periodistas que hoy lamentan su partida.

Hijo del diplomático argentino Manlio Aurelio Zileri y la periodista Doris Gibson, fundadora, junto con Francisco Igartua, de la revista Caretas (1950), fue un joven curioso que viajó por el mundo. Uno de sus primeros viajes lo realizó junto a su madre, en busca de una cura a la tuberculosis que lo atacó cuando era pequeño.

Debido a los continuos viajes de su padre, por compromisos propios de su cargo y los que él tuvo que hacer para curarse de su enfermedad, la relación entre ambos fue casi inexistente, tanto que Zileri pudo hablar con su padre por primera vez a las 10 años, en un encuentro que sería el primero y el último, pues Manlio Aurelio falleció a los 45 años.

Fue un joven inquieto que se inició como publicista, sin embargo, todavía lejos de descubrirse como periodista, partió del Perú en una búsqueda de sí mismo, que lo llevó por varios países de Europa.

Sus primeras notas periodísticas fueron crónicas de viaje que compartió en la entonces recientemente fundada revista Caretas, actividad que le sirvió para redescubrir su pasatiempo favorito, escribir.

Cuando Caretas se volvió una revista política y criticó al régimen del general Odría, Enrique tuvo que volver a Lima y ocupar junto a su madre la dirección de este medio, en reemplazo de Francisco Igartua. Ese sería el inicio de una brillante carrera que marcó historia en el periodismo peruano y que solo fue interrumpida momentáneamente, durante la dictadura del general Juan Velazco Alvarado.

En el 2010, fue distinguido como Doctor Honoris Causa por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Además, fue  presidente del Instituto Internacional de la Prensa (1988-1990) y presidente del Consejo de la Prensa Peruana (CPP).

En noviembre del 2013, Zileri Gibson, al lado de otros siete ciudadanos, interpuso una demanda de acción de amparo ante el Poder Judicial en contra la concentración de la propiedad medios de prensa escrita en el Perú.


PRESIDENTE ENVIÓ SUS CONDOLENCIAS

El presidente Ollanta Humala Tasso expresó esta noche sus condolencias a la familia del desaparecido periodista Enrique Zileri, de quien destacó su"línea limpia para escribir".

domingo, 24 de agosto de 2014

PIEDRA DE TOQUE

Entre los escombros

Los radicales de Hamás salen fortalecidos tras los ataques de Israel gracias al rencor, el odio y la sed de venganza que la población de Gaza sentirá después de esta lluvia de muerte y destrucción

MARIO VARGAS LLOSA 10 AGO 2014 - 00:00 CEST

Fernando Vicente
Escribo este artículo al segundo día del alto el fuego en Gaza. Los tanques israelíes se han retirado de la Franja, han cesado los bombardeos y el lanzamiento de cohetes, y ambas partes negocian en El Cairo una extensión de la tregua y un acuerdo de largo alcance que asegure la paz entre los adversarios. Lo primero es posible, sin duda, sobre todo ahora que Benjamín Netanyahu se ha declarado satisfecho –"misión cumplida", ha dicho– con los resultados del mes de guerra contra los gazatíes, pero lo segundo –una paz definitiva entre Israel y Palestina– es por el momento una pura quimera.

El balance de esta guerra de cuatro semanas es (hasta ahora) el siguiente: 1.867 palestinos muertos (entre ellos 427 niños) y 9.563 heridos, medio millón de desplazados y unas 5.000 viviendas arrasadas. Israel perdió 64 militares y 3 civiles y los terroristas de Hamás lanzaron sobre su territorio 3.356 cohetes, de los cuales 578 fueron interceptados por su sistema de defensa y los demás causaron solo daños materiales.

Nadie puede negarle a Israel el derecho de defensa contra una organización terrorista que amenaza su existencia, pero sí cabe preguntarse si una carnicería semejante contra una población civil, y la voladura de escuelas, hospitales, mezquitas, locales donde la ONU acogía a refugiados, es tolerable dentro de límites civilizados. Semejante matanza y destrucción indiscriminada, además, se abate contra la población de un rectángulo de 360 kilómetros cuadrados al que Israel, desde que le impuso, en 2006, un bloqueo por mar, aire y tierra tiene ya sometido a una lenta asfixia, impidiéndole importar y exportar, pescar, recibir ayuda y, en resumidas cuentas, privándola cada día de las más elementales condiciones de supervivencia. No hablo de oídas; he estado dos veces en Gaza y he visto con mis propios ojos el hacinamiento, la miseria indescriptible y la desesperación con que se vive dentro de esa ratonera.

El conflicto puede extenderse a todo el Oriente Próximo y provocar un cataclismo

La razón de ser oficial de la invasión de Gaza era proteger a la sociedad israelí destruyendo a Hamás. ¿Se ha conseguido con la eliminación de los 32 túneles que el Tsahal capturó y deshizo? Netanyahu dice que sí pero él sabe muy bien que miente y que, por el contrario, en vez de apartar definitivamente a la sociedad civil de Gaza de la organización terrorista, esta guerra va a devolverle el apoyo de los gazatíes que Hamás estaba perdiendo a pasos agigantados por su fracaso en el gobierno de la Franja y su fanatismo demencial, lo que lo llevó a unirse a Al Fatah, su enemigo mortal, aceptando no tener un solo representante en los Gobiernos de Palestina y de Gaza e incluso admitiendo el principio del reconocimiento de Israel que le había exigido Mahmud Abbas, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina. Por desgracia, el desfalleciente Hamás sale revigorizado de esta tragedia, con el rencor, el odio y la sed de venganza que la diezmada población de Gaza sentirá luego de esta lluvia de muerte y destrucción que ha padecido durante estas últimas cuatro semanas. El espectáculo de los niños despanzurrados y las madres enloquecidas de dolor escarbando las ruinas, así como el de las escuelas y las clínicas voladas en pedazos –"Un ultraje moral y un acto criminal", según el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon– no van a reducir sino multiplicar el número de fanáticos que quieren desaparecer a Israel.

Lo más terrible de esta guerra es que no resuelve sino agrava el conflicto palestino-israelí y es solo una secuencia más en una cadena interminable de actos terroristas y enfrentamientos armados que, a la corta o a la larga, pueden extenderse a todo el Oriente Medio y provocar un verdadero cataclismo.

El Gobierno israelí, desde los tiempos de Ariel Sharon, está convencido de que no hay negociación posible con los palestinos y que, por lo tanto, la única paz alcanzable es la que impondrá Israel por medio de la fuerza. Por eso, aunque haga rituales declaraciones a favor del principio de los dos Estados, Netanyahu ha saboteado sistemáticamente todos los intentos de negociación, como ocurrió con las conversaciones que se empeñaron en auspiciar el Presidente Obama y el Secretario de Estado John Kerry apenas este asumió su ministerio, en abril del año pasado. Y por eso apoya, a veces con sigilo, y a veces con matonería, la multiplicación de los asentamientos ilegales que han convertido a Cisjordania, el territorio que en teoría ocuparía el Estado Palestino, en un queso gruyère.

Esta política tiene, por desgracia, un apoyo muy grande entre el electorado israelí, en el que aquel sector moderado, pragmático y profundamente democrático (el de Peace Now, Paz Ahora) que defendía la resolución pacífica del conflicto mediante unas negociaciones auténticas se ha ido encogiendo hasta convertirse en una minoría casi sin influencia en las políticas del Estado. Es verdad que allí están, todavía, haciendo oír sus voces, gentes como David Grossman, Amos Oz, A. B. Yehoshúa, Gideon Levy, Etgar Keret y muchos otros, salvando el honor de Israel con sus tomas de posición y sus protestas, pero lo cierto es que cada vez son menos y que cada vez tienen menos eco en una opinión pública que se ha ido volviendo cada vez más extremista y autoritaria. (Es sabido que en su propio Gobierno, Netanyahu tiene ministros como Avigdor Lieberman, que lo consideran un blando y amenazan con retirarle el apoyo de sus partidos si no castiga con más dureza al enemigo). Cegados por la indiscutible superioridad militar de Israel sobre todos sus vecinos, y en especial Palestina, han llegado a creer que salvajismos como el de Gaza garantizan la seguridad de Israel.

Los bombardeos contra la población civil de Gaza han tenido en el mundo entero un efecto terrible

La verdad es exactamente la contraria. Aunque gane todas las guerras, Israel es cada vez más débil, porque ha perdido toda aquella credencial de país heroico y democrático, que convirtió los desiertos en vergeles y fue capaz de asimilar en un sistema libre y multicultural a gentes venidas de todas las regiones, lenguas y costumbres, y asumido cada vez más la imagen de un Estado dominador y prepotente, colonialista, insensible a las exhortaciones y llamados de las organizaciones internacionales y confiado solo en el apoyo automático de los Estados Unidos y en su propia potencia militar. La sociedad israelí no puede imaginar, en su ensimismamiento político, el terrible efecto que han tenido en el mundo entero las imágenes de los bombardeos contra la población civil de Gaza, la de los niños despedazados y la de las ciudades convertidas en escombros y cómo todo ello va convirtiéndolo de país víctima en país victimario.

La solución del conflicto Israel-Palestina no vendrá de acciones militares sino de una negociación política. Lo ha dicho, con argumentos muy lúcidos, Shlomo Ben Ami, que fue ministro de Asuntos Exteriores de Israel precisamente cuando las negociaciones con Palestina –en Washington y Taba en los años 2000 y 2001– estuvieron a punto de dar frutos. (Lo impidió la insensata negativa de Arafat de aceptar las grandes concesiones que había hecho Israel). En su artículo La trampa de Gaza (El País, 30 de julio del 2014) afirma que "La continuidad del conflicto palestino debilita las bases morales de Israel y su posición internacional" y que "el desafío para Israel es vincular su táctica militar y su diplomacia con una meta política claramente definida".

Ojalá voces sensatas y lúcidas como las de Shlomo Ben Ami terminen por ser escuchadas en Israel. Y ojalá la comunidad internacional actúe con más energía en el futuro para impedir atrocidades como la que acaba de sufrir Gaza. Para Occidente lo ocurrido con el Holocausto judío en el siglo XX fue una mancha de horror y de vergüenza. Que no lo sea en el siglo XXI la agonía del pueblo palestino.

Marbella, 7 de agosto del 2014

Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2014.

© Mario Vargas Llosa, 2014.
Concentración de medios: Juez declaró improcedente demanda de El Comercio contra 8 periodistas

La República. Miércoles, 04 de junio de 2014 | 7:11 pm

Dicha demanda buscaba considerar como lícita la transacción en la que se compra al Grupo Epensa.

El 17° Juzgado Especializado Civil de Lima declaró improcedente la demanda civil que interpuso el Grupo El Comercio contra los 8 periodistas que lo habían querellado, en la cual dicho grupo editorial buscaba que se considere lícita la adquisión de Epensa.
Así lo dio a conocer la periodista Rosa María Palacios -una de las denunciantes- a través de su cuenta de Twitter.

Asimismo, el también periodista Augusto Álvarez Rodrich, que también pertenece al pliego de demandantes, se pronunció al respecto de tal fallo.

Hay que señalar que el Grupo El Comercio alegaba en dicha demanda que, desde que adquirió el 54 % de las acciones del Grupo Epensa, "el Grupo La República venía publicando artículos, notas periodísticas y entrevistas dirigidas a cuestionar la validez de esta operación. No obstante, el juzgado -tras considerar fundada la demanda- recordó a los abogados de los litigantes que esto forma parte de la libertad de prensa.

Cabe recordar que completan el grupo de demandantes -que piden la anulación de esta transacción- son Enrique Zileri Gibson, director fundador de la revista Caretas; Luz Helguero Seminario, directora del diario El Tiempo-Piura; Gustavo Mohme Seminario, director del diario La República; Fernando Valencia Osorio, director de Diario 16; y los periodistas Miroslav Lauer Holoubek y Mario Saavedra-Pinón Castillo.

En la resolución emitida también se buscaba declarar improcedente la acción de amparo presentado por los 8 periodistas. Sin embargo, el juzgado desestimó tal pedido.

LA OTRA VERSIÓN
Cabe resaltar que El Comercio se pronunció al respecto del fallo y resaltó que el Juzgado admitió la demanda declarativa contra el Grupo La República.

"Admitiremos la demanda, con el fin que las partes involucradas ejerzan de manera amplia su derecho constitucional a la defensa, y en su debida oportunidad el juzgado establezca si existe o no la violación a los derechos fundamentales alegados", fundamenta la resolución.



Mario Vargas Llosa: “El control del poder de la información puede llegar a la imposición de candidatos”

Martes, 21 de enero de 2014 | 7:18 am

La Republica. Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura 2010.

Clara E. Ospina
Directora periodística de América TV y Canal N

(Extracto de una entrevista concedida a la conductora del programa Tiempo de Leer, en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica, ante estudiantes de letras y comunicaciones de las universidades San Marcos, de Lima, UPC y Católica).

Qué opina de la compra de Epensa de parte del Comercio. Debo decir, considerando la transparencia, que Canal N es una empresa en la que están como socios el grupo La República y el grupo El Comercio.

Mi posición sobre este tema es bastante clara: yo estoy a favor de la libertad de expresión. Creo que la libertad de expresión es el pilar de la cultura democrática, y que sin una libertad de expresión que refleje el pluralismo de las opiniones políticas de los ciudadanos, la democracia está amenazada. Creo que la concentración de los medios que significa la compra de Epensa por el grupo El Comercio es una amenaza potencial contra la libertad de expresión. Creo que el 79 u 80 por ciento del control de la información da un poder a un grupo periodístico, en un periodo de elecciones por ejemplo, que puede llegar a la manipulación total, y a la imposición de candidatos, algo que comienza a corroer el sistema democrático. Por eso he apoyado la iniciativa de estos ocho periodistas muy prestigiosos e independientes, que han presentado una acción de amparo para que el Poder Judicial decida si esta operación (de compra de Epensa) es lícita, o la anule. Siempre he estado en contra de las leyes especiales sobre el periodismo, ya que estas son un peligro para la libertad de expresión, porque es poner en manos de un gobierno un instrumento de poder que en un momento dado puede ser utilizado para restringir esa libertad, esa diversidad y ese pluralismo informativo al que tenemos derecho.

Hay quienes opinan que siendo un liberal que cree en la libre empresa, al plantear eso, cae en contradicción porque se castiga el éxito de una empresa…

No hay ninguna contradicción. Quienes dicen eso tienen una información muy escasa, muy insuficiente o muy equivocada de lo que ocurre en los países más democráticos  del mundo. En todos los países democráticos, sin ninguna excepción, hay un control del monopolio empresarial en todos los campos y fundamentalmente en la prensa. En muchos países hay leyes especiales y ello es comprensible, aceptable, porque hay una democracia profundamente arraigada y  porque en los países democráticos avanzados la diferencia entre el Estado y el gobierno es real y las instituciones encargadas de velar por la diversidad, la pluralidad informativa son organismos de Estado que representan al conjunto de la sociedad. Desgraciadamente, en las democracias subdesarrolladas como la nuestra la diferencia entre Estado y gobierno es inexistente. El gobierno absorbe el Estado y lo utiliza como si fuera suyo, como si fuera su botín; entonces, no hay organismos de Estado verdaderamente independientes... salvo en dominios, quizá, muy técnicos. Esa es la razón por la que creo que cuando hay leyes especiales sobre el periodismo, el resultado es catastrófico para la libertad de expresión. Es el caso de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, donde han habido leyes especiales para la prensa y el resultado ha sido catastrófico. Esta iniciativa de los ocho periodistas es lo mejor, que el Poder Judicial decida.  En última instancia se puede llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que es una institución que ha demostrado hasta ahora una independencia de criterio,  lucidez, respecto a las materias jurídicas y una clara vocación democrática.

En la industria editorial, donde las grandes editoriales acaparan a los autores y aplastan a la competencia pequeña, ¿podría haber un debate similar?

Afortunadamente, en ese campo todavía el público sigue imponiendo su criterio; todavía las editoriales no pueden fabricar bestsellers que casi siempre son sorpresa, y ese es un campo donde una pequeña editorial puede ganar el mercado a una gran  editorial. Allí está garantizado el pluralismo, la diversidad... es muy distinto en el campo de la información. Uno de los argumentos que utiliza El Comercio, por ejemplo, es decir que en esta absorción de Epensa el acuerdo se ha hecho solamente para la impresión y la distribución, pero que los contenidos quedan independientes en cada uno de los grupos; eso, obviamente, es un sofisma. Nadie puede imaginar que un periodista de Epensa, del diario Correo, por ejemplo,  va a investigar a una empresa de la familia Miró Quesada y va a tener cabida en su periódico para denunciar tráficos indebidos (si es que existen esos tráficos indebidos, obviamente). Ese periodista va a ser expulsado. Aquí hay varios periodistas que han sido expulsados de El Comercio por haber sido valientemente independientes. Lo mejor es garantizar que haya una pluralidad informativa, y que si hay una concentración de medios, que contradice un dispositivo constitucional que afortunadamente es muy claro, el Poder Judicial se pronuncie y anule la operación. Puedo decir algo más, que soy defensor de la libertad de empresa, de la propiedad privada, del capitalismo, no tengo vergüenza en decirlo. Aquí, cuando hubo una amenaza terrible para la empresa privada, para el capitalismo, cuando el presidente Alan García en su primer gobierno quiso privatizar los bancos, las compañías de seguros, las financieras, ¿quién fue la primera persona en protestar? ¿Quién salió a las calles a defender a la empresa privada? Muchos que ahora me atacan por defender el pluralismo informativo, no solo se quedaron callados sino que fueron grandes defensores de las medidas estatistas. Veo que muchos fueron fujimoristas, militantes que eran pagados con dólares entregados  por Montesinos, ¿cómo puedo creer que son  defensores de la libertad de prensa cuando esta era pisoteada de manera indigna con tráficos inmundos, como pagar a los periodistas que no solo se callaron sino que fueron cómplices? Cuidado que pierdas tu puesto... (risas y aplausos del público)

¿No le preocupa que esos argumentos aceptables sean utilizados por quienes se mueren de ganas de que haya un control de prensa?


Sí, me preocupa. La iniciativa del congresista Dammert de presentar un proyecto de Ley de Medios es equivocada. Si el Congreso empieza a debatir una Ley de Medios, voy a criticar esa iniciativa porque creo que, aunque haya buena intención de los autores, una Ley de Medios pone en manos del gobierno un instrumento que éste va a utilizar, a la larga, en su provecho. Me opongo absolutamente a esa Ley de Medios. Creo que es tan peligrosa la concentracion de medios por un solo grupo económico como la intervención estatal de los contenidos de la prensa. Hay que llegar a un equilibrio donde, sin afectar ni a la libertad de prensa, ni a la libertad de empresa ni a la propiedad privada, que son las grandes defensoras de la diversidad en una sociedad, tampoco se permita que grupos económicos lleguen a tener el control de la información al punto de manipular a la opinión pública e imponer candidatos, restringir la voluntad del ciudadano.