Vistas de página en total

Mi lista de blogs

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

Mi lista de blogs

«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

Mi lista de blogs

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

Mi lista de blogs

domingo, 30 de septiembre de 2012

HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612 2012

ANIVERSARIO DE LA OBRA DE LUCIO MUÑOZ


La basílica de Oñati festeja las bodas de plata de su retablo, una obra maestra de la pintura mural

NIL VENTÓS COROMINAS - DEIA Lunes, 17 de Septiembre de 2012

OÑATI. EN el corazón del Santuario de Arantzazu, tras los apóstoles y la piedad de Oteiza, traspasando por las puertas de Chillida, situado en el edificio de Sáenz de Oiza y Laorga e iluminado por las cristaleras de Álvarez de Eulate, se encuentra la imagen de la Virgen de Arantzazu. El manto que la rodea es un mural de 620 metros cuadrados pintado por Lucio Muñoz. En octubre se cumplen cincuenta años de su inauguración, y el pasado sábado se conmemoró con una jornada de conferencias y actividades varias. Muñoz creó "una de las obras de arte más importantes del siglo XX", afirma Miguel Ángel Alonso, arquitecto del centro cultural Gandiaga Topagunea, anexo al santuario, y profesor de la Universidad de Navarra. La pieza es un retablo abstracto compuesto por madera tallada y policromada, con la imagen de la Virgen en la parte central y una luz cenital que le confiere un áurea mágica y mística.

ESTILO INFORMALISTA Lucio Muñoz nació en Madrid el 27 de diciembre de 1929. Aunque él "no se definía de ninguna tendencia", indica su hijo, a Rodrigo Muñoz, se le suele incluir en el estilo informalista, movimiento surgido en Francia tras la II Guerra Mundial.

Una de sus señas de identidad era la incorporación de materiales ajenos a la pintura en sus obras, especialmente madera, que empezó a incluir a partir de 1958. "En muy pocos años, dio un salto cualitativo enorme", explica Rodrigo. Cuando ganó el concurso de Arantzazu, en 1961, "estaba en la cima de su carrera, con una pintura muy oscura y bastante trágica".

Aunque Muñoz se encargó finalmente de pintar el ábside, no fue el primer elegido. El primer concurso lo ganó Carlos Pascual de Lara en 1953. Sin embargo, las obras de decoración del edifico se paralizaron por no ceñirse al canon artístico y religioso.

Mientras Pascual esperaba la revocación de la orden, murió en 1958. Tres años después, cuando se permitió proseguir con la ornamentación, el Santuario convocó un nuevo concurso, al que se presentaron 42 propuestas. Todas eran figurativas y con un punto de vista narrativo, salvo una, la de Lucio Muñoz.

Antes de coger el pincel, el artista acudió con su mujer a Arantzazu, y "desde que empezó a subir las cuestas desde Oñati, empezó a sentirse fascinado por el lugar", asegura su hijo. "Tengo que meter el paisaje en la iglesia", cuenta Iñaki Beristain, fraile franciscano, que le comentó el pintor a su mujer.

Chillida, presente en el jurado, le comunicó el fallo por teléfono. "Supuso un nivel de consagración muy importante", indica Rodrigo, "además, económicamente significó mucho, porque era una buena dotación para ellos, 60.000 pesetas". Entonces, se puso a trabajar para convertir la maqueta en la que presentó el proyecto en un retablo.

AL OTRO LADO DEL ALTAR "Nuestro objetivo era ampliar meticulosamente la maqueta casi veinte veces su tamaño, guiándonos por unas cuadrículas y con un sistema casi escultórico", relata Julio López Hernández, escultor y amigo de Muñoz que ayudó al pintor, junto con Joaquín Ramo.

El propio Lucio dejó escrito cómo preparó la obra: "Estuve con Joaquín Ramo dos meses pasando la maqueta a papel, a su tamaño natural, y nos la llevamos dibujada para pasarla al muro. En Arantzazu trabajamos cuatro meses Joaquín, Julio López Hernández y yo con un equipo de carpinteros".

Este equipo cortaba la madera con las indicaciones que les daban los artistas, en especial López Hernández, que era el encargado de supervisar la talla. "Era una madera que se cargaba mucho las lidias y dejaba sin estilo muchas herramientas", recuerda.

Como la pared del ábside forma una curva, se recubrió con una madera fina y estrecha, para luego colocar otras piezas de madera más anchas, que era la que tallaban. Cubrieron la superficie del ábside con un andamio de unos diez pisos de altura y los tres artistas, junto con el grupo de carpinteros, trabajaron "con la iglesia en funcionamiento".

"Nosotros veíamos el ritmo natural de la gente, cómo se casaban y asistían a las bodas, cómo la gente oía la misa, pero desde el altar, con una perspectiva distinta", explica el escultor. Además de ver el devenir cotidiano de la gente, fue, para ellos, una situación "muy emotiva, llena de misterios e inquietudes". "Estábamos en un terreno y un momento histórico en el que había mucho malestar y un gran movimiento en contra de los poderes establecidos, se respiraba un clima de rebeldía", subraya López.

Los franciscanos fueron muy colaboradores a lo largo de todo el proceso. Incluso sufragaron de su bolsillo algunos gastos extras, como el desmontaje del andamio piso a piso. "Los jóvenes estudiantes desmontaban los pisos del andamio según íbamos pidiendo, con lo que se acoplaban a nuestras necesidades", indica el escultor.

Una anécdota de ese momento fue cuando, con dos pisos del andamio desmontado, Lucio se dio cuenta de que "había una zona en lo alto de unos azules que no le gustaban". Como volver a colocar las piezas era muy caro, empalmaron dos escaleras y "uno de los frailes subió con el bote de pintura que había preparado Lucio".

SIMBOLISMO O PAISAJE La obra se puede ver como una contraposición "entre el mundo celestial y el mundo terrenal", indica Rodrigo Muñoz, quien compara esa visión con la iconografía propia de El Greco. Beristain, por su parte, muestra cómo el retablo se origina a partir del espino (arantza), donde las hendiduras en la madera son más profundas y salvajes y el color que predomina son los ocres.

"Esto resume la situación que vivía el pueblo en el momento de la aparición de la Virgen, de sequías tremendas y luchas fratricidas", que se matizan a partir de la talla de la Virgen, donde "nace un mundo nuevo en esa lucha entre el bien y el mal". A partir de ahí, se aligeran los colores degradándose en azul y "se llega a la luz".

"Estábamos muy seguros de que aquello iba a quedar bien, éramos treintañeros y nos creíamos los amos del mundo", resume López Hernández, quien no ha visto el retablo desde su elaboración, y ahora tiene una gran "curiosidad" para contemplarlo de nuevo, "desprovisto de la obnubilación por estar implicado".

AGNÓSTICO Y BUEN PINTOR La pieza muestra una "naturaleza y realidad trascendida", por eso "no choca que esa obra esté en ese altar", argumenta el escultor. El retablo de Muñoz no fue muy polémico, ni aún por el hecho de que el pintor se declara agnóstico. Esta faceta suya no significa que menospreciara pintar en una iglesia.

"Su gran dificultad era ser respetuoso y crear algo en un entorno que permitiera la meditación y el rezo y ser coherente con su pintura", explica su hijo. "Con independencia de que él se declarara como agnóstico, primero había que ser un buen pintor", aclara Alonso. El artista madrileño, además, "era muy espiritual, se hacía muchas preguntas y tenía una gran actitud existencial", le describe Rodrigo.

"Las grandes obras son aquellas que uno puede reconocer de qué tiempo son pero se hacen inmediatamente intemporales", indica Miguel Ángel Alonso. El retablo penetra en la retina del espectador nada más entrar en la basílica, "es su alma", dice el arquitecto. Las cristaleras de Álvarez de Eulate lo iluminan con su suave matiz y la luz del edificio proyectado por Sáenz de Oiza y Laorga juegan con las hendiduras y la gama cromática de la obra.

Alonso recomienda a los visitantes que se aproximen a distintas horas: "Por la mañana es una luz más fría, azul y líquida; por la tarde es más dorada, sólida y aparecen colores que no estaban". No hay excusa, pues, para no dejar de contemplar el retablo en cualquier momento.

jueves, 27 de septiembre de 2012

HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612 2012


EL COMERCIO – Lima, viernes 22 de setiembre de 1899

EL INCENDIO DE ANOCHE
A las 9 y media anoche las compañas de la ciudad daban la señal de incendio al público, los bomberos y la policía corrían por las calles, dirijiéndose al lugar del siniestro.
Los inspectores anunciaban con sus pitos que el fuego se había iniciado en el cuartel 2° y pocos momentos después todo Lima sabía que el templo de San Francisco era preso de las llamas.
El fuego, según nuestros informes, se declaro en el segundo altar de la  nave de la derecha, de la advocación de Nuestra Señora de Aranzazú.
A juzgar por el cuerpo que había tomado el incendio, es evidente que el fuego se debe haber declarado en las primeras horas de la noche, pues a las 9 y 30 pm, se hallaba incendiada la farola de la media naranja del templo, divisándose por la ventana alta que mira hacia la plazuela de San Francisco, el interior de la nave, roja con las llamas y brotando chispas, que mezcladas entre espesas nubes de humo, ascendían al especio, cayendo a la plazuela y calles adyacentes y produciendo el peculiar chasquido de la madera incendiada.
Felizmente el templo se hallaba vacío cuanto se inicio el incendio; de suerte que hasta el momento en que trazamos estas línea, no ha habido desgracia alguna que lamentar entre el público. Uno de los bomberos de la “Roma”, don Aquiles Cortellini, al subir a una escalera en el interior del templo vino a tierra, rompiéndose el cráneo y sufriendo varias contusiones en el costado y arrojando sangre por la boca a consecuencia del golpe: además tenía la pierna derecha dislocada.
En el acto fue llevado por los jóvenes Arancivia, Velarde y un bombero de la “Roma” a la botica de Gallese, donde se le hizo la primera curación y de allí, en una camilla, a su domicilio situado en la calle Granados.
También don Ulderico Cruz, bombero de la Salvadora, resulto con varias lesiones  a consecuencia de que una de las ruedas de la bomba le paso por la cara y espalda, al intentar salvar a un muchacho en la calle Boza.
El interior del templo presentaba un aspecto imponente, pues mirando desde la puerta principal, se divisaba todo iluminado brillando en las paredes, altares y molduras los siniestros resplandores de las llamaradas que, haciendo crujir la estructura, escapaban por las claraboyas, entre nubes de espeso humo.
Desde lo alto de la cúpula que se halla antes del presbítero, caían millares de chispas y grandes trozos de madera al pavimento de la iglesia formando aquello una menuda lluvia de fuego que lo envolvía todo.
La inmensa multitud que lleno desde los primeros momentos la plazuela de San Francisco y calles adyacentes, gritaba a voz en cuello: Agua!, Agua!
Los frailes del convento, con sus hábitos carmelos y sus cordones blancos, pugnaban por abriese paso entre la compacta agrupación de gente y pedían auxilio, pintando en sus semblantes la tribulación y el sobresalto.
El pueblo desafiando al peligro, penetro al templo y pronto se hallaban depositados en la plazuela de San Francisco, frente a la puerta principal, confesionarios, bancas, ornamentos, santos, candelabros, etc., en un confuso ordenamiento.
Todas las bombas de la capital acudieron presurosas a la primera señal, tendiendo sus mangueras y poniendo en movimiento sus materiales; pero, como generalmente sucede, faltaba el agua y se perdieron tres cuartos de hora preciosos, antes que los pitones pudieran funcionar con éxito.
La “Internacional Núm. 6” se coloco en la esquina del Rastro de San Francisco; teniendo además ocupados un grifo en la calle de Palacio, otro frente a su cuartel y otro frente a la estación de Desamparados; la Salvadora Lima estuvo en la esquina formada por las calles San José y Santa Apolonia; la Victoria en la esquina del Arzobispo y San José;  Aparicio y Milagro; la France en la esquina de Zarate y Aparicio;  la Roma en la esquina de Aparicio y Milagro; la Cosmopolita en la esquina de Juan de la Coba y Cerco de San Francisco, tendiendo sus mangueras a la casa de don Nicolás de Piérola y sobre la iglesia; la Lima Núm. 1 se situó en la esquina de la Inquisición y Zarate.
Desde que se dio la señal de incendio, el intendente de la policía, señor José Martin Arróspide, se presento en el lugar del siniestro, tomando todas las medidas conducentes a guardar el orden y custodiar la propiedad; haciendo además salir a la gente que había penetrado en el templo, a fin de dar libertad de acción a los bomberos.
También estuvieron presentes, el comisario del cuartel 2°, coronel Zavala; el del 3° coronel Ramírez; el del 4° señor Abelardo Elías y el del 1° coronel Torrico; así como el prefecto del departamento coronel Gonzalo Tirado,  junto con sus ayudantes,  y los de la intendencia.
El jefe de la sección de policía, señor Alberto Sousa Ferreyra, al mando de la sección de buzoneros, se hallaban también presentes y el inspector del mismo señor Grec.
La policía formo un cordón en las bocacalles, impidiendo la aglomeración de gente en los sitios donde funcionaban las bombas.
A las 10 y 15 minutos se desplomo con estrepito, la farola de la cúpula inundando el templo, de ceniza y humo.
Los alumnos del Seminario conciliar de Santo Toribio fueron sacados de su plantel, en previsión en que el fuego se propagara por ese lado.
La casa del ex - presidente señor Nicolás de Piérola, se halla colindante por la espalda con la capilla del Milagro. Desde el primer momento se coloco una guardia en la puerta de la calle y comenzaron a llegar muchos de los amigos políticos y personales del señor Piérola. Pudimos ver allí al presidente de la cámara de diputados Señor Aurelio Sonsa, al alcalde municipal, general Echenique, el Prefecto de departamento, coronel Tirado, el Señor Alejandro de Romaña, Julio Tenend, Julio Hernández, el Señor Ezeta, comandante general de cuerpo de bomberos, el inspector de policía municipal. Señor Gree, el ayudante del campo de S. E.comandante Roca y Necochea, comandante Abel Canseco, doctor Carlos de Pierola,varios reporteros y muchas otra personas visibles de nuestra sociedad.
Don José G. Diegas, que se encontraba en una tienda de la calle del Milagro, sintió, poco después de las 9 de la noche, cierto estrepito en la iglesia, como si se desplomase algo, y se apercibió de un marcado olor a madera quemada.
Inmediatamente salió a la calle, y vio por las ventanas altas, una iluminación inusitada. Sospechando la causa, corrió al interior del convento y dio parte a lo lejos , Daniel Cavero y Jacinto Robles, quienes, a su vez , habiendo notado la iglesia iluminada, dieron parte al padre guardián, quien inmediatamente hizo tocar obediencia, dirigiéndose toda la comunidad al templo.
Es de advertir, que varios de los miembros de la comunidad habían permanecido en el coro hasta las 8 y 30 de la noche.
Cuando alarmados, abrieron la puerta que da al templo, notaron que estaba ardiendo la cornisa del altar donde se venera a Nuestra Señora de Aranzazu.
Acto continuo, el sacristán mayor, reverendo padre León, se dirigió al altar mayor con el objeto de salvar la custodia con las formas sagradas, depositándolas en la capilla del costado que se halla en el interior del convento.
A las 10 menos 10, habiéndose descubierto el incendio a las 9 y 20. Los bomberos de la Internacional lograron dar agua, colocando tres pitones en el interior del templo y lanzando agua sobre el altar incendiado, logrando dominar el fuego desde el primer momento, además, dentro se encontraban miembros de todas las compañías, rivalizando en entusiasmo y decisión. Grande fue el peligro que corrieron cuando se desplomo la farola de la media naranja, pues las chispas cayeron sobre los bomberos que daban agua y la ceniza,  tierra y escombros que cayeron, apagaron dos hachones, a pesar de esto los bomberos permanecieron en sus puestos sin cejar ante el peligro.
Los bomberos de la “Roma” treparon a la torre de la iglesia, asi como también los Cosmopolitas y algunos miembros de las demás compañías.
Se nos asegura que el Señor Bar, de la “France”, ha sufrido una  lesión en la mano.
El comandante Roca y Necochea, ayudante de campo de S.E, hizo colocar dos mangueras, una de la “Roma” y otra  de la Cosmopolita, por el interior de la casa del Señor Piérola a fin de combatir el fuego, caso de que se propagara por ese lado.
Con este motivo las escaleras de la casa y corredor del primer  piso se anegaron.
            A las once de la noche se hallaba el fuego completamente dominado, debido a la actividad y entusiasmo de las compañías de bomberos.
Con respecto al origen del siniestro no hay por el momento explicación satisfactoria; pues según  nos lo ha asegurado el padre guardián Hinojosa, no se había celebrado fiesta alguna, no habiendo por consiguiente, ni velas y ni lámparas en los altares.
En consecuencia, el sacristán seglar Carvallo, que cuida del altar incendiado, ha sido llevado a la Intendencia, para las investigaciones del caso.
Como generalmente sucede en estos casos, los intrusos no han dejado de causar daños en el templo.
Se han quemado algunos cuadros valiosos que se hallaban  próximos al altar incendiado.
Hace 55 años que la iglesia del Milagro, contigua a la de san Francisco, quedo destruida por un incendio.
El público se condujo con la mayor moderación y la policía procedió con tino y actividad conservándose el mayor orden.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU DE LIMA 1612-2012


Extracto de la Homilía en la Fiesta de
Nuestra Señora de Arantzazu en la
Basílica de San Francisco, Lima
Lima, 9 de setiembre de 2012
+ Miguel Irizar Campos, C.P.


Solemnidad de Nuestra Señora de Arantzazu
Hoy se celebra su fiesta en la Basílica de la Virgen de Arantzazu en el País Vasco. Y hoy también en esta Basílica de San Francisco de la Orden Franciscana estamos recordando el 400 aniversario de la fundación de la ilustre Hermandad de  Nuestra Señora de Arantzazu.

La Virgen María en sus diferentes advocaciones ha estado presente en la primera evangelización de América. La Virgen de Guadalupe -  México, La Virgen del Rosario, La Virgen del Carmen  y muchos Santuarios Marianos a lo largo y ancho de todo el  territorio peruano.

La Virgen de Arantzazu en Eukadi (País Vasco en el norte de España)
La imagen de Nuestra señora de Arantzazu apareció en las faldas del monte Aloña a un pastorcito llamado Rodrigo de Baltzategi del barrio Uribarri de Oñati; fue el 11 de junio de 1468. Este hallazgo y la futura historia del Santuario de Arantzazu y el culto a la Virgen María han tenido su gran expansión en el País Vasco y en tierras americanas en donde llegaron los padres franciscanos custodios del Santuario de la Virgen de Arantzazu hace más de 500 años.

La Virgen de Arantzazu ha sido y es llamado con razón madre de Euskal Herria. De los siete territorios Vascos y provincias vecinas han llegado los peregrinos a Arantzazu, en tiempos normales y en las grandes fiestas.

Desde los inicios del primer Santuario, levantado en 1468, en el lugar de la aparición de la venerada imagen, Arantzazu ha sido un lugar permanente de recogimiento, de peregrinaciones y lugar de encuentro y de oración.  Entre los peregrinos podemos recordar a San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús. La Virgen de Arantzazu fue proclamada Patrona de la provincia Franciscana de Cantabria que ha estado ligada a la Orden Franciscana en el Perú.

En 1834 la Santa Sede concede el oficio litúrgico de la Virgen de Arantzazu y su fiesta principal. En 1886 es coronada la imagen de La Madre de Arantzazu y en 1918 se celebró la proclamación de la Virgen de Arantzazu como patrona de Guipúzcoa en cuyo territorio se encuentra el Santuario y el convento franciscano. Desde esa fecha se empezó a  celebrar la gran novena en honor a la Santa Patrona del 1 al 9 de setiembre que fue el día de su proclamación como patrona de Guipúzcoa y se fijo ese día  la fiesta central de Nuestra Señora de Arantzazu.

La primera Basílica data del año de 1913 y la nueva y gran Basílica se construyó entre los años 1950-1955.

Peregrinaciones
Marchas nocturnas de jóvenes vascos
Jornadas de la Paz en el Santuario de Arantzazu
Yo  mismo he sido peregrino desde niño y tuve la gracia de ser ordenado sacerdote en el Santuario de Arantzazu y he participado cuando me ha sido posible en diferentes celebraciones de la fiesta de la Virgen de Arantzazu siendo ya Obispo de Yurimaguas y del Callao.

Las Cofradías Americanas de la Virgen de Arantzazu en los siglos XVII – XVIII
Es sorprendente la influencia que el Santuario de Arantzazu llegó a  tener en el Nuevo Mundo durante los siglos XVII y XVIII. En la mayor parte de las ciudades del vasto Continente se levantaron altares y capillas a las Andra Mari vasca  y, bajo su patrocinio y con su nombre, se organizaron numerosas hermandades y cofradías.

Fue en América donde se editaron las primeras obras donde se habla de la Virgen de Arantzazu y la primera relación es de Fray Juan de Ayllón en 1647 en Lima, a las que siguieron las de México y otros países latinoamericanos.

Hay dos hechos que explican la expansión de Arantzazu en el Nuevo Mundo. El primero es que su Santuario estuvo servido desde 1501 por religiosos de una Orden eminentemente popular y misionera, la de los franciscanos. La presencia de los hijos de San Francisco nacidos en Euskal Herria ha sido muy influyente en América en la obra de la Evangelización en nuestro querido Perú.

El segundo hecho está relacionado con los emigrantes vascos. Estos, al asentarse en las principales ciudades del Nuevo Mundo, se asociaron entre sí  en hermandades y cofradías dedicadas precisamente a Nuestra Señora de Arantzazu. Es éste un hecho significativo, pues revela que la devoción a la Andra Mari  guipuzcoana no sólo se había propagado a lo ancho y largo de Euskal Herria, sino que también había llegado a ser un signo religioso de tal relieve en la conciencia del vasco, que fue capaz de representar sus aspiraciones más profundas en lo que se refiere a su identidad étnica y solidaridad cristiana al aunarse con sus hermanos de América Latina.

Las asociaciones y capillas dedicadas a la Virgen de Arantzazu por los emigrantes vascos de América florecen durante los siglos XVII y XVIII.

Entre esas capillas dedicadas a la Virgen de Arantzazu está providencialmente la de esta Basílica de San Francisco en Lima.

A las plantas de Nuestra Madre de Arantzazu venimos hoy algunos Vascos u oriundos que nos unimos a los fieles de esta comunidad eclesial e imploramos la paz para nuestra Patria Peruana y para el País Vasco en España.