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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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jueves, 28 de febrero de 2013


Canta claro

por FRANCISCO IGARTUA

La realidad no es
lo que aparenta ser

Lejos de aclarar el panorama político nacional, la presentación del gabinete Ferrero ante el Parlamento ha oscurecido aún más nuestra ya oscura vida política. La masiva abstención que impidió el voto de censura (aparte de tres votos de los propios interpelados) fue un gesto de respeto a la persona del doctor Carlos Ferrero, de fecunda actuación conciliadora mientras fue presidente del Congreso. No de esperanza en el equipo ministerial, de notoria baja calidad en su conjunto. Situación que ha puesto sobre el tapete la posibilidad de que el premier Ferrero resulte siendo otro fusible de Palacio. Al parecer, Toledo estaría deseoso de ser licenciado, pues no hay otra explicación a tanta torpeza para ir rebajando el nivel de sus colaboradores. En otras palabras, el Congreso se ha hecho eco del clamor ciudadano para que personalidades del nivel de Beatriz Merino y Carlos Ferrero tengan mayor participación en la selección de sus equipos ministeriales. Si esto no ocurre, la suerte del premier Ferrero está echada. Seguirá el camino de Beatriz Merino. ¿Y a dónde irá a parar nuestra inestable República?...

El tema no es, pues, lo que dijo o calló en su exposición el flamante Premier. Lo que importa es desentrañar el significado de las movidas políticas que se han producido en torno al nuevo gabinete. La más notoria, sin duda, han sido los primeros pasos del embajador del Perú en España, señor Fernando Olivera, para romper la alianza del FIM con el gobierno. Sus exigencias públicas para que el gobierno atienda una larga listó de reclamos (los mismos que la oposición ha venido haciendo desde el inicio del régimen de PP-FIM) no significa otra cosa que el propósito del señor Olivera de pasar a ser un nuevo y flamígero adversario del gobierno toledano, con la mirada puesta en las elecciones del 2006, en las que el líder fimista sueña llegar a la segunda vuelta como el abanderado del antiaprismo.

Ya la vaca del Estado ha sido bastante ordeñada desde la embajada en España y desde su cuota de ministros. Ahora le toca ir montando la candidatura presidencial de Olivera, opositora a Toledo, con reclamos radicales que recién descubre y que hasta ahora ha venido callando, a pesar de estar viviendo (provechosamente) en las entrañas del régimen al que comienza a criticar con acidez. A pesar de tan claras evidencias de que Olivera prepara un próximo alejamiento del régimen, el presidente Toledo insiste en que su alianza con el FIM está "más fuerte que nunca" y lo mismo declara, aunque con menor énfasis, su socio, el embajador en España con presencia constante en Lima. Hipocresías de la política que a nadie engallan y que abren tremenda interrogante sobre cómo será el próximo escenario político peruano. ¿Será una nueva correlación de fuerzas que el premier Ferrero está esperando para tomar decisiones propias de concertación nacional?... Pronto se sabrá, pues la situación actual es tan crítica que no puede durar mucho.

Y un añadido final. Nada tiene de democrático el comentario que algunos políticos hacen contra los parlamentarios fujimoristas, por el "delito" de votar a favor del gobierno. Esa actitud intolerante, fascistoide, solo logrará que crezca cada vez más la votación a favor del viejo régimen. Esos parlamentarios tienen mandato popular, por lo general mayor que el de quienes pretenden excluirlos.

Fuente:
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO, 17/01/2004

Canta claro

por FRANCISCO IGARTUA

Excesivos excesos de la CVR

Al momento en que se va desvaneciendo dramáticamente la gobernabilidad en el país y asoma de nuevo el rostro mefítico del terrorismo, la Comisión de la Verdad ha llegado al extremo de viajar, ¡en busca de "apoyo político"!, a los EE.UU. Y, a la vez, sigue dando muestras de no tener una visión serena de la tarea que le fue encomendada. Con hipocresía fraudiana quiere explicar su infeliz declaración de que Sendero y el MRTA son partidos políticos, alegando ahora que su intención es "reincorporar" esas bandas polpotianas al sistema democrático. Apunta así a borrar la publicidad que les dio a estos criminales, presentándolos en la Tv como chicos arrepentidos de un camino equivocado.

No, señores comisionados, no. Esas bandas asesinas no son partidos políticos y peor aun sería ¡reincorporarlos a la democracia! ¿Para qué? ¿Para, una vez libres, reincorporarse –aquí sí cabe el término reincorporación –a la lucha armada que ya está de retorno, con no pocos senderistas liberados entre sus filas?

Y, ¿qué "apoyo político" pueden estar buscando los comisionados en los EE. UU.? El único respaldo político que necesitan, y que ya tienen en exceso, es el que les da la prensa, la sociedad y el gobierno peruano. Sin embargo, descaradamente se proponen hacer lobby en Washington para presionar al Estado que los nombró y les cubre todos sus gastos –incluido este paseo– para que sus recomendaciones sean atendidas como un mandato. Dicen, también, que buscan financiar las reparaciones civiles a favor de las víctimas del horror desatado por Sendero, pero ojalá que no sólo sea financiación, porque al Estado peruano se le hace abrumador el pago de las indemnizaciones millonarias (a escala yanqui), que en estos casos impone la Corte Interamericana, de la que, curiosamente, se excluyen los EE.UU.

Todo esto no significa que olvidemos el espanto de lo ocurrido y no reflexionemos sobre cómo evitar que sectas sanguinarias como Sendero vuelvan a sembrar, en el Perú, el delirio de la violencia y las fuerzas del orden no vuelvan a cometer los crímenes que cometieron. Pero debe haber racionalidad en el análisis, y precisión y verdad a la hora de señalar responsabilidades. No es justo que se sindique de asesinos a quienes mataron en medio del accionar militar (que siempre será brutal), contra alzados en armas que cometían todo tipo de horrendas salvajadas contra indefensos campesinos y contra casi inermes policías. En una guerra, el movimiento de unas ramas hace que el soldado dispare al busto, pudiendo haberlas movido un conejo o un niño. Así es, y así será siempre la brutalidad de la guerra. Pero, otra cosa imperdonable y para no ser olvidada jamás, son las masacres en frío cometidas por algunos militares desquiciados. Ahí sí el olvido es un delito, igual al olvido del porqué y cómo se produjo tamaño desvarío de muerte.

Lo que falta en la Comisión de la Verdad es equilibrio y eso no podrá alcanzarlo con integrantes que, más que imparciales en la contienda, fueron amigos cercanos de la prensa que, sibilinamente, apoyó a Sendero.

Fuente:
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO 21/06/2003
Canta claro

por FRANCISCO IGARTUA

Arica: La del perro del hortelano

Tocar el tema político nacional se ha hecho algo así como dar vueltas en redondo sobre un solo eje, sobre una misma pesadilla: los desatinos gubernamentales con sus telenovelas de fondo. Es el caso del desacertado nombramiento del señor Ramírez Canchari como ministro de Trabajo. No por la gestión que va a cumplir (que podría desmentir las predicciones), sino porque él solo nombramiento tiene que haber desanimado a inversores y empresarios, quienes son los generadores de trabajo. En política los gestos dicen mucho. Y este dice lo contrario de lo que se quiso decir. Se trata de tan extremo masoquismo que parece deseo de suicidio.

No vale, pues, la pena de seguir tocando el tema. Pasemos más bien a los diálogos y entrevistas sobre la salida al mar, reclamada por Bolivia, asunto que ha animado nuestras últimas noches de televisión, revelando hechos que yo desconocía. Sé ahora, por boca de un diplomático peruano de nombradía, que el tratado de 1929 fue negociado directamente por el presidente Leguía, a espaldas de Torre Tagle. Lo que explica la evidente carga política de los complementos al tratado, complementos que en nada cambian la línea de frontera señalada en el documento (Arica pasó a plena soberanía chilena), pero sí añadían florentinismos limeños (no florentinos) para dar la falsa sensación de que el Perú no había abdicado soberanía total de esos territorios. Leguía, como político, quería salvar la cara y enredó las cosas, poniendo en aprietos no a Chile, sino a cualquier interés de terceros en la zona (Bolivia). Una posición de perro del hortelano que no come ni deja comer y que en nada ha beneficiado al Perú.

Quién sabe la intervención más interesante, no solo por lo que dijo, sino por lo que dejó entrever, fue la de Rodríguez Elizondo, periodista chileno que pasó años en el Perú y dejó amigos que mucho lo recuerdan. En palabras gratas a los oídos peruanos puntualizando la situación en concordancia con las recientes declaraciones del presidente Lagos, o sea, explicó que Chile tiene posiciones de Estado que no varían de un gobierno a otro y cuyo norte fue trazado por Diego Portales en el siglo XIX. También, sin querer queriendo, recordó que la salida al mar para Bolivia ya había sido concertada y aprobada en 1975 con el "abrazo de Charaña" entre los presidentes Banzer y Pinochet. No dijo más, porque ya estaba todo dicho: Chile no es responsable de que ese entredicho todavía no haya sido resuelto. Tampoco Bolivia, que había aprobado el acuerdo. No necesitaba decir que el Perú fue el responsable.

Frente a esta posición, que refleja una política nacional coherente, estable y firme, los declarantes peruanos jugaban con las palabras y se refugiaban en razones sentimentales derivadas de la derrota de 1879... Con semejante criterio, la Comunidad Europea (donde abundan las derrotas) no se habría formado, sería un nonato, capricho de algunos ilusos intelectuales y no la formidable potencia que es ahora.

La lección es clara. El Perú necesita un derrotero nacional y defender sus intereses. Por lo pronto, no debe entrometerse con propuestas extravagantes en el dife­rendo bolivianochileno y sí defender, en el momento oportuno; sus límites marinos, donde están en juego millones de dólares.

Aquí acaban estas atropelladas líneas, porque el espacio es tirano en este oficio.

Fuente:
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO, 10 de enero de 2004

Prólogo, por Josu LEGARRETA BILBAO

25 AÑOS DE RELACIONES CON VASCOS DE ULTRAMAR
(En recuerdo de Paco Igartua)


Nunca había soñado en mi juventud que un día el destino me brindaría la posibilidad de dirigir un programa político de relaciones con los vascos residentes en países tan diversos como Andorra, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Cuba, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Italia,  México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Reino Unido, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Ni siquiera, que un día podría participar en la gestión política de un programa de Gobierno: quizás mi percepción juvenil de la dictadura franquista me condujo a ciertas actitudes antigubernamentales, como si las estructuras políticas fueran per se rechazables.

Años más tarde (1986) el Presidente del Partido Nacionalista Vasco me planteó si estaría dispuesto a aceptar el nombramiento de “Director de Promoción del Euskera” por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. Sus palabras en principio me sonaron más a orden, que a una invitación; y en defensa de la Libertad personal, que tanto estimaba también el amigo Paco Igartua, le mostré mi negativa, hasta que en un momento de la entrevista me convencieron aquellas sus palabras de “deberías...”.

Así inicié una nueva, inesperada ni soñada, vida profesional, superando, en primer lugar, mis actitudes antigubernamentales. No puedo negar que en principio me sentí alagado por la confianza que depositaban en mi persona. Recuerdo entre los primeros proyectos, el de la posible publicación de un periódico diario en Euskara, la edición de obras de literatura clásica en Euskara, el doblaje de películas al Euskara para su proyección en salas comerciales, etc.

Euskadi era mi ámbito de actuación. Nunca había soñado en una gestión política en el ámbito internacional. Desde el Departamento de Cultura esta labor la desarrollaba el amigo Jokin Itxausti, hijo de un adinerado empresario vasco-filipino que colaboró muy activamente en el entramado internacional a favor del exiliado Gobierno Vasco. Fue el responsable de la reiniciación de relaciones con los Centros Vascos. Pero falleció  a causa de una desgraciada enfermedad. Mi amistad con él pudo ser una de las razones por las que se me indicó que me responsabilizara temporalmente, durante tres meses, de estas relaciones. Así de simple fue mi introducción en el ámbito internacional.

En 1987 inicié mi programa de visitas a los Centros Vascos. El Programa me brindaba la posibilidad de acceder al mundo nuevo de las realidades socio-políticas de cada país, en general, y a la de emigrantes y exiliados vascos, en particular. Me permitía conocer sus historias personales y la de sus familias, el origen y evolución de su movimiento asociacionista y la realidad de los países en que residían. Me resultaba reconfortante entablar relaciones personales directas con miles de personas, cuyos corazones transmitían a la mínima un mundo de añoranzas por su pueblo natal y la mejor de las disposiciones, ¿incluso necesidades?, de contar sus experiencias, positivas y negativas, vividas en el país en que residían. Incluso me agradecían que les visitara. Les parecía gratificante que el Gobierno de su País empezara definitivamente a estructurar relaciones con ellos.

Pero me encontré también con corazones dolidos por el olvido de las instituciones vascas.  En los años de la dictadura franquista, el Gobierno Vasco en el exilio había mantenido estrechas relaciones con los Centros Vascos; pero a la muerte de Franco (1975), la reinstauración de la democracia y la reestructuración política de Euskadi se convirtió en objetivo prioritario de la clase dirigente vasca y se dio el consabido olvido de las instituciones vascas del ámbito internacional. Esta actitud fue criticada, especialmente desde Argentina, y el Lehendakari (Presidente) Carlos Garaikoetxea ordenó la organización del congreso mundial de Centros Vascos en Donosti/San Sebastián (1982). Posteriormente aconteció la escisión del Partido Nacionalista Vasco, la consiguiente creación de un nuevo Partido, Eusko Alkartasuna (EA) y, dada la situación, el incumplimiento de los planteamientos y promesas realizados en dicho encuentro internacional.

Afronté esta situación con el convencimiento de que la eficiencia de mi gestión dependía, en primer lugar, de mi cercanía con los asociados de los Centros Vascos y de su involucración en los programas, desde la fase de su definición y creación de normativas hasta el desarrollo de los programas.

Sí, era una labor apasionante. Tenía todo por hacer. No tenía precedentes de referencia: la diáspora tenía su nivel de institucionalización en cada país, pero carecía de una estructuración global, mundial, a pesar de los intentos que se habían dado, como es el caso de Confederación de Entidades Vasco Americanas (CEVA).  Llegué a visitar la mayoría de los Centros Vascos del Mundo. Comprobé que algunos  estaban atravesando momentos económicamente difíciles y que no todos los vascos “habían hecho las Américas”. Había incluso quienes se encontraban en situaciones extremas. Otros se sentían afectivamente vascos/as e idealizaban el País de sus antepasados. Para la atención de estas realidades se fueron creando unas políticas de subvenciones, destinadas principalmente a la financiación de actividades culturales, adecuación o compra de edificios, formación de jóvenes, asistencia a personas en extrema necesidad, enseñanza del Euskara y potenciación de las relaciones económicas. Estos ámbitos de actuación fueron analizados y consensuados en aquellos dos encuentros internacionales celebrados en Argentina: Bahía Blanca (1989) y  Necoechea (1990). En representación del Centro Vasco de Lima participaron los Sres. José Ma. Elejalde y Jon Keppa.

Pero me preocupaba sobre todo la proyección de futuro, la perdurabilidad en el tiempo de dichas relaciones. Para ello se precisaba que fueran reguladas por una normativa de máximo rango jurídico. Con este objetivo planteé la tramitación de un proyecto de ley. Se elaboró el texto. Por mi parte aspiraba a que la ley fuera aprobada por unanimidad. Para ello me parecía imprescindible el diálogo permanente con los Grupos Parlamentarios y que el informe jurídico previo fuera redactado por un especialista en derecho internacional que no fuera vasco, ni de perspectiva nacionalista. El éxito estaba garantizado si lograba estas dos condiciones. Y así fue: la ley 8/1994, de 27 de mayo, fue aprobada por unanimidad, con la abstención de un pequeño Partido, Unión Alavesa, ya desaparecido.

De acuerdo con uno de los apartados importantes de esta ley, el artículo 13, los centros vascos, celebran el Congreso de las Colectividades Vascas. Dice textualmente: “para promover el encuentro y la colaboración entre las colectividades vascas, los centros vascos, federaciones y confederaciones de centros vascos y las instituciones vascas se celebrará cada cuatro años el Congreso de las Colectividades Vascas” y “de las deliberaciones del Congreso se elaborará un documento de conclusiones, del que se dará traslado al Consejo Asesor, a efectos de su consideración para la redacción del plan cuatrienal”.

El primero de estos Congresos se celebró en 1995. Tuve el honor de contar con la delegación de Perú compuesta por los señores Javier Celaya, Victor Ortuzar, y Francisco (Paco) Igartua. Una de las primeras referencias de la ponencia de Paco, titulada “Euskadi y su imagen”, fue precisamente sobre esta ley. Sus palabras textuales fueron: “Otras voces más doctas que la mía tocaron y tocarán con amplitud este tema. Sólo me cabe decir que los vascos de ultramar debemos agradecer esta ley que nos incorpora a la sociedad de este país (País Vasco). Docta apreciación del amigo Paco: aún careciendo de competencias exteriores, gracias a esta ley han quedado institucionalizadas las relaciones de Euskadi con los vascos que residen en otros países. 

No menos importante me resulta su segunda aportación, realizada, según él “de pasada,,sobre una menudencia, una pequeñez. Se dice en la exposición de motivos o considerandos de la ley, que el primer centro vasco  de América es el de Montevideo, fundado en 1876. Pero ocurre que aquí tengo a la mano un documento que reza así:  “Por cuanto en la Congregación que tienen fundada los caballeros hijos-dalgo que residen en esta Ciudad de los Reyes del Perú, naturales del Señorío de Bizkaia y Provincia de Gipuzkoa y descendientes de ellos, y los naturales de la Provincia de Alava. Reino de Navarra y de las cuatro villas de la costa de la Montaña...en el convento del Santo San Francisco de esta ciudad, en la capilla que tiene advocación el Santo Cristo y Nuestra Señora de Aránzazu, (Oñate), a quien se dio principio por los años 1612. (...) Se trata de las nuevas ordenanzas que la “Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora de Aránzazu aprueba el doce de abril de 1635, en la misma Ciudad de los Reyes, hoy conocida por Lima, con los siguientes miembros: 35 de Gipuzkoa, 49 de Bizkaia, 9 de Navarra, 7 de Alava y 5 de las cuatro villas de la Montaña, con la siguiente declaración: “Se ordena para mayor decoro de esta Congregación, que todos los que hubiesen de ser recibidos en ella sean originarios de las partes y lugares referidos...a fin de ejecutar entre sí y con los de su nación obras de socorro mutuo”.

Gracias a esta ley, se han podido desarrollar los programas definidos y consensuados entre el Gobierno Vasco y los Centros Vascos en cada uno de los Congresos posteriores de 1999, 2003 y 2007. A tal fin, el Gobierno Vasco ha destinado anualmente una partida presupuestaria importante, destinada a financiar actividades de promoción y difusión de la cultura vasca, a la formación de jóvenes y dirigentes de Centros Vascos, a la asistencia humanitaria a personas en extrema necesidad, a la potenciación de las relaciones económicas a través de los cinco institutos y/o fundaciones creados a tal fin en Buenos Aires, Caracas, México, Santiago de Chile y Washington, y a la compra o mejora de las sedes de los Centros Vascos, adecuándolos a las necesidades de las personas discapacitadas.

Pero no quisiera ultimar esta relación sin resaltar que los pasos que se dieron en la recuperación de la Memoria Histórica de la emigración y exilio vascos no hubieran sido posibles sin la estrecha colaboración  de los Centros Vascos. Iniciamos el proyecto con la publicación de la colección, casi enciclopédica, de URAZANDI (Más alla de las aguas). Sus 25 tomos recogen trabajos de investigación sobre la emigración vasca, en general, y sobre los Centros Vascos más importantes, como Bahía Blanca, Barcelona, Boise, Buenos Aires, Madrid, Mar del Plata, México, Montevideo, New York, París, Rosario, Sydney o Tandil.

En una segunda fase, estudiamos la posibilidad de digitalizar todas las publicaciones periódicas (revistas) vascas editadas fuera del País Vasco. No fue nada fácil: tuvimos que investigar los ejemplares que existían de cada uno de los títulos en archivos de Euskadi y de América, e incluso en archivos familiares. Pero se superaron las dificultades gracias a la profesionalidad y el desinterés del matrimonio uruguayo Alberto Irigoyen y Adriana Patrón. Gracias a su labor, se digitalizaron 130 revistas, editadas en 30 países entre 1876 y 2006; en definitiva, unas 200.000 páginas, que fueron editadas en 12 DVDs el año 2007.

Pero el proyecto contemplaba otros dos apartados más: la digitalización de fotografías de la vida de vascos residentes fuera de Euskadi y la digitalización de todas las noticias vascas publicadas en todos los periódicos de los países en que hubiera Centros Vascos, desde 1876. El resultado fue realmente satisfactorio: en la actualidad contamos  con más de 40.000 fotografías de la vida de emigrantes vascos y más de 50.000 noticias publicadas en diversa prensa americana.

En el 2009 hubo cambio de Gobierno. El proyecto quedó definido. A su término, el Gobierno del lehendakari Ibarretxe había asumido incluso el compromiso de crear el Museo de la Emigración Vasca: se llegó a encargar y redactar un estudio de anteproyecto. Pero hoy, tengo la impresión de que el proyecto global está un tanto paralizado.

Evidentemente, resulta imposible resumir en un artículo la gestión política de 25 años. No quisiera tampoco ser excesivamente redundante, dado que el lector puede encontrar información completa en el libro “Memoria 1980-2005”, colección Urazandi, t. 18 – Gobierno Vasco, o en algunos de los capítulos de mi reciente obra, publicada por la Editorial Oveja Negra de Colombia  con el título “Sentimientos compartidos”.

Pero no quisiera finalizar sin confesar que veinticinco años de gestión proporcionan oportunidades para vivencias de índole diversa. No todo ha sido éxito. He tenido también mis fracasos. Aún así, mantengo unimportantearchivo personal de recuerdos: de vivencias gratificantes, de amistades estrechas, de debates, de controversias, incluso de enfrentamientos, de ilusiones, de motivos de esperanza, de compromisos personales, de triunfos, de sueños no realizados, de fracasos, de reconocimientos, de críticas, de acusaciones solapadas y públicas, de malas interpretaciones, de engaños, de luchas por el poder, de desencuentros intergeneracionales, de entregas desinteresadas, de militancias políticas y apolíticas, de egoísmos, de intrigas, de insinuaciones, de emparejamientos intencionados, de declaraciones de amor, etc.Sin embargo,ante este cúmulo de realidades, exponentes de lo que es la vida misma, no me invade ninguna sensación negativa, ni agridulce. No, no puedo liberarme de recuerdos archivados en mi memoria. Pero mi corazón late en positivo: todo lo que me ha pasado me parece humano. Incluso ante recuerdos negativos, tengo la costumbre de exclamar, quizás con ironía, aunque sin animosidad dañina, la expresión “¡qué divino!” o “¡realidades humanas!”.

Después de estos 25 años, hoy estoy más convencido que nunca de que la política es tan digna como cualquiera otra profesión si se ejerce con una profunda actitud de servicio a la ciudadanía.
                                                           Josu Legarreta

miércoles, 27 de febrero de 2013

Cien Años cumple en el Perú misión pastoral vasca de la Congregación Pasionista.
Por Jhon Bazán

El próximo 17 de mayo se cumplirán CIEN AÑOS de una gesta evangelizadora hecha por vascos que no tiene precedente, pues quienes hasta hoy la protagonizan fueron y son hombres decididos a todo, cuyas únicas armas son una cruz y la palabra convincente, aparte de una renunciación casi perpetua a lo que la mayoría consideramos buena vida. Son los misioneros de la Orden Pasionista, una congregación cuyos primeros soldados partieron de Bilbao el 24 diciembre de 1912 y empezaron su obra sacra en la Amazonía peruana cuatro y medio meses después, luego de interminable viaje.
Eran doce, como los apóstoles de Cristo, y eso han seguido siendo año tras año, década tras década: apóstoles y soldados de la fe, que han venido superando no solo lo desafiante de esa floresta indómita  sino también las propias reglas de la Iglesia, que en un momento dado estuvo a punto de terminar con su apostolado, porque de acuerdo a las reglas de la Congregación no podían ejercer donde ya otros religiosos tenían presencia oficial a través de parroquias.
Tuvo que intervenir el Papa de entonces para encontrar una solución salomónica. Un esforzado religioso, y arzobispo de Chachapoyas, Monseñor Emilio Lisson, logró que la Santa Sede creara una Prefectura Apostólica Misional, en  Yurimaguas, a la que se juntaría luego la colindante  Prelatura de Moyobamba, en San Martín, que sería también encomendada a los pasionistas.
Así  continuó la obra, en 1917, que hasta ahora se mantiene con gran esfuerzo y sacrificio, pues los misioneros pasionistas no son de esos cómodos religiosos que se mueven en ciudades, con parroquias establecidas, impartiendo sacramentos en lugares tranquilos, gozando de buenas limosnas y soporte de la feligresía, cuando no conduciendo colegios de buen nivel que rivalizan incluso con los más encopetados centros educativos privados.
No, los primeros pasionistas que llegaron en 1913 no sabían siquiera a donde venían, ni lo agreste del entorno pese al verdor permanente. Sin caminos que seguir, y solo con la guía de Dios, tenían que adentrarse en territorios desconocidos, en viajes de seis y siete días, según lo ha testimoniado en cartas Monseñor Lisson:
“Para ellos no había caminos difíciles, a pesar de que algunos han sido de seis y siete días a pie, con barro a la rodilla; ni delicadeza de alimentos, habiéndose contentado con lo que podían darles en estas regiones retrasadas; ni esmero en la cama o en el mueblaje, habiendo sido con frecuencia la cama una mala estera y los muebles, los troncos de los árboles” narraba Monseñor Lisson, quien era el obispo de Chachapoyas y quien había hecho la invitación a la orden pasionista para iniciar su misión.
Y agregaba más adelante:
“No creo que en las misiones de otras partes sufran los misioneros más privaciones que las que aquí han soportado los pasionistas. La obra va produciendo sus frutos; mi deseo es que éstos sean estables y se extiendan más y más”.
Eran tiempos difíciles y lo siguen siendo ahora, pero la vocación evangelizadora sigue siendo la misma.
Hace unos meses atrás celebramos el Cuarto Centenario de la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de Arantzazu, por vascos, en Lima; y los padres pasionistas estuvieron a nuestro lado, en lo religioso y en lo cultural, representados por el Padre Antonio María Artola Arbiza,  catedrático emérito de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto. Actualmente enseña en la Facultad de Teología  Civil y Eclesiástica de Lima.
Pocos conocen una singular historia de las relaciones entre la Virgen de Aránzazu y Yurimaguas. El 23 de marzo  de 2003 una imagen –reproducción exacta de la Virgen de Aránzazu- salía de Bilbao para Perú. El destino quiso que aquella imagen recalara precisamente en Yurimaguas. Era una imagen que rehacía el mismo itinerario de los Primeros Misioneros Pasionistas. Había partido de Aránzazu a Bilbao el 22 de agosto de 1969 -en el V centenario de la aparición de la Virgen (1469-1969). Quedó en Bilbao treinta años, y el 23 de marzo salía para Yurimaguas.
Hicimos incluso un peregrinaje hasta Yurimaguas, donde se encuentra la sede de la Orden, y la capilla donde se venera la efigie de la Virgen de Aránzazu. Allí  fuimos atendidos por el Provincial Monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde, C.P., quien nos entregó la emblemática efigie de nuestra Señora de Aránzazu traída en el siglo pasado del País Vasco; y que llevada  a Lima presidió los eventos conmemorativos, e incluso un conversatorio histórico con la presencia de reconocidos intelectuales del mundo vasco y latinoamericano.
Siguiendo la idiosincrasia tenaz del pueblo vasco, los religiosos pasionistas siguen haciendo una gran obra en el Perú.
Inicialmente la tarea se realizaba desde una Prefectura Apostólica, la cual con el tiempo derivó en un Vicariato Apostólico a cargo de un obispo.
Al momento de crearse la Prefectura se señaló textualmente: «La confiamos a la Congregación pasionista.» y cuando la Prefectura Apostólica fue elevada a Vicariato se dijo: «Queremos que en adelante siga también… a cargo de los misioneros de susodicha Congregación de los clérigos descalzos de la Santísima Cruz y Pasión de nuestro Señor Jesucristo, que han venido laborando en esta región con tanto celo.»
Eso es lo que siempre han demostrado los misioneros de la Cruz en el Perú: celo, entrega total a su misión apostólica, siguiendo la huella de los doce primeros, uno de los cuales incluso entregó su vida al encarar su tarea, muriendo ahogado en  uno de los caudalosos ríos de la selva peruana.
Eso es lo que ha rescatado y destacado en su momento Monseñor Miguel Irízar Campos, sacerdote vasco, quien en el Perú ha efectuado una obra monumental, y que en el Cuatricentenario de la Cofradía de Nuestra Señora de Arantzazu en Lima cumplió un rol fundamental.
Es pues digno de destacarse estos primeros cien años de presencia pasionista en el Perú, una presencia silenciosa pero efectiva, pues la palabra y la obra de Dios han llegado a lugares ignotos, donde solo la persistencia y entrega de estos religiosos ha podido alcanzar.
La partida de los primeros misioneros desde su casa matriz de Bilbao se produjo en diciembre de 1912. Iniciaron el cruce del Atlántico el primer día de enero de 1913, y solo llegaron a Tarapoto el 17 de mayo de ese año.
En homenaje a esta hazaña histórica, la Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de Arantzazu de Lima y el Fondo Editorial de la Revista Oiga, están organizando un viaje de peregrinaje hacia la ciudad de Yurimaguas, recorriendo ciudades y pueblos de la costa, sierra y selva peruana. La ruta denominada EUZKADI como la montaña que lleva ese nombre en la hermana Republica de Chile, finalizara con la siembra de un retoño del Gernikako Arbola.
Estamos ya pues viviendo el Primer Siglo de esta gesta poco conocida. Reconozcamos tan tesonera labor y rindamos homenaje a quienes desde 1913 vienen dando muestras de histórico desprendimiento. Desde estas páginas les tributamos un merecido tributo de admiración.

Lima, Febrero de 2013

Fuente:
Euskonews