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DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA

DORIS GIBSON PARRA Y FRANCISCO IGARTUA ROVIRA
FRANCISCO IGARTUA CON DORIS GIBSON, PIEZA CLAVE EN LA FUNDACION DE OIGA, EN 1950 CONFUNDARIAN CARETAS.

«También la providencia fue bondadosa conmigo, al haberme permitido -poniendo a parte estos años que acabo de relatar- escribir siempre en periódicos de mi propiedad, sin atadura alguna, tomando los riesgos y las decisiones dictadas por mi conciencia en el tono en que se me iba la pluma, no siempre dentro de la mesura que tanto gusta a la gente limeña. Fundé Caretas y Oiga, aunque ésta tuvo un primer nacimiento en noviembre de 1948, ocasión en la que también conté con la ayuda decisiva de Doris Gibson, mi socia, mi colaboradora, mi compañera, mi sostén en Caretas, que apareció el año 50. Pero éste es asunto que he tocado ampliamente en un ensayo sobre la prensa revisteril que publiqué años atrás y que, quién sabe, reaparezca en esta edición con algunas enmiendas y añadiduras». FRANCISCO IGARTUA - «ANDANZAS DE UN PERIODISTA MÁS DE 50 AÑOS DE LUCHA EN EL PERÚ - OIGA 9 DE NOVIEMBRE DE 1992»

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«Cierra Oiga para no prostituir sus banderas, o sea sus ideales que fueron y son de los peruanos amantes de las libertades cívicas, de la democracia y de la tolerancia, aunque seamos intolerantes contra la corrupción, con el juego sucio de los gobernantes y de sus autoridades. El pecado de la revista, su pecado mayor, fue quien sabe ser intransigente con su verdad» FRANCISCO IGARTUA – «ADIÓS CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABER CLAUDICADO», EDITORIAL «ADIÓS AMIGOS Y ENEMIGOS», OIGA 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995

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LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU

LIMAKO ARANTZAZU EUZKO ETXEA - CENTRO VASCO PERU
UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

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UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

«Siendo la paz el más difícil y, a la vez, el supremo anhelo de los pueblos, las delegaciones presentes en este Segundo Congreso de las Colectividades Vascas, con la serena perspectiva que da la distancia, respaldan a la sociedad vasca, al Gobierno de Euskadi y a las demás instituciones vascas en su empeño por llevar adelante el proceso de paz ya iniciado y en el que todos estamos comprometidos.» FRANCISCO IGARTUA - TEXTO SOMETIDO A LA APROBACION DE LA ASAMBLEA Y QUE FUE APROBADO POR UNANIMIDAD - VITORIA-GASTEIZ, 27 DE OCTUBRE DE 1999.

«Muchos más ejemplos del particularismo vasco, de la identidad euskaldun, se pueden extraer de la lectura de estos ajados documentos americanos, pero el espacio, tirano del periodismo, me obliga a concluir y lo hago con un reclamo cara al futuro. Identidad significa afirmación de lo propio y no agresión a la otredad, afirmación actualizada-repito actualizada- de tradiciones que enriquecen la salud de los pueblos y naciones y las pluralidades del ser humano. No se hace patria odiando a los otros, cerrándonos, sino integrando al sentir, a la vivencia de la comunidad euskaldun, la pluralidad del ser vasco. Por ejemplo, asumiendo como propio -porque lo es- el pensamiento de las grandes personalidades vascas, incluido el de los que han sido reacios al Bizcaitarrismo como es el caso de Unamuno, Baroja, Maeztu, figuras universales y profundamente vascas, tanto que don Miguel se preciaba de serlo afirmando «y yo lo soy puro, por los dieciséis costados». Lo decía con el mismo espíritu con el que los vascos en 1612, comenzaban a reunirse en Euskaletxeak aquí en América» - FRANCISCO IGARTUA - AMERICA Y LAS EUSKALETXEAK - EUSKONEWS & MEDIA 72.ZBK 24-31 DE MARZO 2000

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viernes, 11 de julio de 2014

EN EL PERÚ

La República 
“La concentración de medios es contraria a la democracia”

Miércoles, 04 de septiembre de 2013 | 6:39 am

Ángel Delgado Silva. Abogado especializado en Derecho Público, Constitucional y Administrativo, catedrático en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

María Elena Hidalgo

El especialista Ángel Delgado analiza los potenciales riesgos para la libertad de prensa que se presentan por el hecho de que u n solo grupo empresarial concentre la propiedad del 70 por ciento de los periódicos que circulan en el país. Delgado afirma que la democracia se fortalece con la pluralidad, no con el pensamiento único.

¿Que un solo grupo económico concentre la propiedad del 70 por ciento de periódicos es una amenaza a la libertad de prensa?

Es un peligro. En un Estado democrático, el ciudadano tiene derecho a estar informado de manera proporcionada. Lo conveniente es que un ciudadano no reciba información sesgada, de modo que pueda sacar sus propias conclusiones y tome sus decisiones. Pero si la información viene de una sola vía, de un solo camino, obviamente recibirá información parcializada.

En el caso de la compra del Grupo Epensa por el Grupo El Comercio, sus promotores la presentan como una simple operación comercial. ¿Es así?

La crítica a los Estados totalitarios y comunistas es justamente limitar a la prensa e imponer una verdad oficial. Pero estamos ante un caso en el que, sin que haya intervenido lo político y lo jurídico –o aprovechando la ausencia de ambos–, los mecanismos comerciales y económicos nos llevan a una situación que se parece mucho  a esos países donde hay concentración de poder . Estamos en una situación en la que la equidad está ausente, en la que el que tiene ventaja va a imponerse a los demás y va a sacar del juego a quienes no piensen igual. Eso es peligroso porque es como entrar a una sociedad vertical y autoritaria.

¿Existen normas legales que  limitan la concentración de la propiedad sobre los medios de comunicación?

Hay que distinguir a los medios de comunicación. Hay  medios de comunicación que asumen espectros como la banda sonora y las ondas de telecomunicación que pertenecen al Estado. Estos espacios sí son regulados y no puede haber monopolio. Pero en el caso de la prensa escrita, no hay una legislación que señale un límite de  acumulación  o crecimiento porque la  lectoría está dada en función al respaldo del público. Constitucionalmente tenemos la libertad de derecho a la propiedad. No existen  normas restrictivas para la compra de diarios. Pero es un desafío que este tema se debata porque el Grupo El Comercio, que ha comprado al Grupo Epensa, también es propietario de medios audiovisuales. Entonces ya no es solo la prensa escrita sino la suma del grupo y es obvio que van a desarrollar un pensamiento propio que van a vender a la sociedad y en condiciones más favorables que  los otros.

¿Los ciudadanos podrían impugnar la concentración de la propiedad de los medios de comunicación?

Se debe generar un sentimiento ciudadano por intermedio de la opinión pública que rechace y condene moralmente  estas prácticas que se traducen en la acumulación de poder periodístico, porque se pone en peligro el bien superior que es la libertad de expresión. En nombre de la libertad de expresión hay que desarrollar una barrera en el seno de la opinión pública que censure la monopolización de los medios de comunicación.

¿Qué debería hacer el Estado para asegurar la pluralidad de la propiedad de la prensa? ¿O no tiene facultad para intervenir?

El Estado no tiene los medios para poder aplicar una limitación. La misma prensa es reacia a que le pongan límites. Pero hemos llegado a un punto donde la ausencia total de regulación pone en peligro la libertad de expresión , la libertad de prensa. Yo creo que esta es una magnífica oportunidad para que en los sectores políticos y sociales hagan un gran debate sobre el rol de la prensa. Así como hay gente que se opone a cualquier tipo de control del Estado en defensa de la libertad, así también se puede decir que resulta preocupante la ausencia de controles absolutos, lo que permite las acumulaciones de propiedad –que son válidas comercialmente–, pero desde el punto de vista periodístico pueden ser nefastas.

¿La concentración daña la libertad?

En un régimen  democrático la información  debe ser plural, debe primar la diversidad. Lo contrario es la concentración porque implicaría el pensamiento único. La concentración de poder es contraria a la democracia, y la concentración de poder en los medios, también.

EN EL PERÚ

La República 

EN EL PERÚ

La Republica
Rosa María Alfaro: "Si no hay diversidad de voces, no hay democracia

Martes, 03 de septiembre de 2013 | 7:58 am

La experiencia. Según Rosa María Alfaro, la concentración de medios a manos de un grupo económico no es ideal.

Comunicadora, experta en medios de comunicación, ex directora de la Asociación de Comunicadores Calandria.
María Elena Hidalgo

Rosa María Alfaro es educadora e investigadora de los medios de comunicación desde hace 30 años. Sus opiniones se basan en una vasta experiencia en la evaluación de los medios de comunicación y en el desarrollo de la prensa alternativa que promueve la difusión de información de interés público para el mundo.

¿Que un solo grupo empresarial controle el 70 por ciento de los periódicos podría afectar la pluralidad que caracteriza a una democracia?

Evidentemente. La democracia supone variedad empresarial. La gente y el periodismo son fuertes cuando critican al gobierno, pero si nadie toca a las empresas, hacen lo que quieren. El negocio pesa más  que la ciudadanía. La ciudadanía es crítica, cuestiona, plantea propuestas. Si no hay diversidad de voces, no hay democracia.

¿Qué opina de la concentración de medios bajo el poder de un solo grupo?

El Comercio es un medio sumamente extraño porque tiene  dos tipos de opiniones, dos tendencias  que no se entienden en lo político, pero sí se entiende en lo económico y eso te hace ver que es la cuestión económica la que domina y no la calidad de la oferta.  Es un daño a la democracia mediática.

El Grupo El Comercio afirma que los contenidos de los diarios del Grupo Epensa serán manejados por la familia Agois. ¿Es suficiente esta declaración para garantizar la pluralidad?

No es suficiente. Justamente porque lo que importa es lo económico. ¿Quién paga a los periodistas? Ellos. En el fondo es bien difícil pensar que se está ganando pluralidad cuando en realidad se está restringiendo la pluralidad. Aquí se trata de una concentración de propiedad y es negativo porque  lo que ocurre es la concentración en el campo mediático y es una situación difícil porque es mejor mantener a los periódicos con su propia libertad.

¿Difícil para los medios, para la  sociedad o para los propios periodistas?

Probablemente, más para la sociedad y también en lo empresarial porque hace que algunos medios empiecen a  tener menos peso, los que no están involucrados, y los que están involucrados tienen que  depender del eje central.

¿Con este nuevo escenario va a cambiar la libertad de expresión?

Si se concentra, como se supone que será en adelante, evidentemente no habrá espacio para la diversidad de opinión. La libertad de expresión, las posibilidades de que la gente escoja algo mejor que el otro, se reducirá. No sé  con claridad  si su posición económica va a  ser también una posición política, cultural y educativa, no sabemos. Un medio tiene derecho a tener una opinión frente a lo que pasa pero el miedo es que esta concentración de medios signifique una cierta unidad al momento de dar las noticias, opinar o debatir.

¿Qué debería hacer la Sociedad Civil para llevar a debate la concentración de los diarios? ¿Se está  haciendo algo?

Ya hay algo. Hay comentarios pequeños (cuestionando la concentración) pero no hay una queja explícita y no hay una queja formal que pueda hacerse pero esto se da porque hay gente que piensa que lo que importa es el dinero. La única manera es que los propios ciudadanos se quejen. (El Comercio) tiene mucho espacio pero dice poco, tiene hojas y hojas de  publicidad además de encarte. Y eso es peligroso porque justamente los periódicos son los directores de la opinión pública, los que van  construyendo los temas y las  orientaciones y en ese sentido es poco democrático (que concentren) y los peruanos debemos de valorar la existencia de diferencias.

Calandria cuenta con un Observatorio de Medios. ¿En qué países de América Latina se registra una situación similar como en el Perú?

Hay una tendencia general en América Latina a apoderarse de los medios. Esto sucede de algún modo en Argentina, por ejemplo. Pero allí prima el poder político.  

¿En otras naciones se limita la propiedad de los diarios a manos de un solo grupo económico?

En algunos  países sí hay normas que limitan la concentración de medios impresos en pocas manos. En general estamos en un momento de producción de  leyes. En Argentina todavía no la logran constituir porque tiene mucha crítica, luego está Ecuador que acaba de imponer una ley que  refleja una mayor intervención del Estado sobre los medios.

¿El Estado debería limitar esta concentración?


Yo creo que debería haber un acuerdo en el país con el Presidente de la República para definir hasta dónde se puede concentrar, porque me parece  terrible que la concentración monopólica disminuya a los que no tienen el capital. Esa situación crea desigualdad.  Habría que  buscar nuevas maneras. Por ejemplo, sumarse a las voces provincias que buscan expresarse en los medios de la  capital.

EN EL PERÚ

La República 
El 78% del mercado de diarios quedaría en una sola mano con la compra de Epensa por El Comercio

Domingo, 01 de septiembre de 2013 | 8:36 am

La Constitución señala claramente que la prensa no “puede ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares”.

CONCENTRACIÓN. El último 21 de agosto se produjo una operación comercial que derivaría en un radical cambio en el mercado editorial de los periódicos del Perú: el Grupo El Comercio adquirió el 54% del Grupo Epensa. De consumarse, se produciría una concentración contraria a la característica pluralidad en una democracia.
Ángel Paez.

Los interesados en ocultar una verdad incómoda suelen lanzar rumores para que no se hable de la cuestión de fondo. Pero una vez disipada la cortina de humo, quedan en evidencia los hechos.

El lunes 26 de agosto , en el suplemento económico del diario “ El Comercio ”, “ Día 1 ”, bajo el título de “¿Grupo RPP con nuevo accionista?”, apareció la siguiente información: “En las últimas semanas ha circulado fuertemente el rumor de que un importante grupo español se habría hecho del 51% del Grupo RPP , propietario de las radios RPP, Capital, Studio 92, Felicidad y Oxígeno, además del canal de cable RPPTV ”.

El mismo día, el presidente del directorio del Grupo RPP, Hugo Delgado Nachtigall , difundió un correo electrónico interno en su empresa para rechazar vigorosamente la publicación de “El Comercio”. El tono del mensaje decía tanto como el contenido de la comunicación: “Quiero desmentir categóricamente lo descrito en esta nota, la cual carece de veracidad, no tiene ningún fundamento real y parece haber sido escrita con una intención clara de distraer a la opinión pública ante otro hecho reciente de adquisición del Grupo Epensa por parte del Grupo El Comercio ”.

Delgado no sólo cuestionó la publicación de “Día 1” sino también deslizó el probable origen de la misma: que no se hable de cómo el Grupo El Comercio afirma que adquirió el 54% de las acciones del Grupo Epensa y cómo quedaría la oferta de periódicos en el Perú después de dicha cuestionada operación comercial del 21 de agosto.

El propósito de la información de “Día 1” parece ser el mismo que soltó Jaime de Althaus en su programa “La Hora N”, el lunes 19 de agosto, días previos a que el Grupo El Comercio anunciara la compra del Grupo Epensa, el miércoles 21 de agosto. De Althaus afirmó sin mencionar fuentes que detrás de la oferta del Grupo La República existia una componenda política en línea con los intereses del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Días después, De Althaus desmintió gaseosamente la falsedad del dato, pero el daño ya estaba hecho.

EL REVÉS DE LA TRAMA

En ambos casos, para nada coincidentes, los dos medios del Grupo El Comercio difundieron información que luego sería desmentida sobre un acuerdo comercial. En el caso de los diarios no se ha reportado en su verdadera dimensión. ¿Gana o pierde la democracia con la compra? ¿Se afianzan las libertades de prensa, de expresión y pensamiento? ¿Ha sido afectada la pluralidad de los periódicos con la adquisición?

Los números lo dicen todo.

Los lectores poco o nada saben del impacto de la compra de acciones de Grupo Epensa, que publica los periódicos “Correo”, “Ojo”, “Ajá” y “El Bocón”, que pasaría a manos del Grupo El Comercio.

Como se puede observar en el cuadro adjunto, antes de la operación comercial, el Grupo El Comercio dominaba el 49.30% del mercado nacional de venta de diarios. Le seguían  el Grupo Epensa con 28.56% y el Grupo La República con un 16.39 % del total.

Notoriamente el Grupo El Comercio controlaba casi la mitad del mercado. El proyecto de acuerdo entre el Grupo Epensa y el Grupo La República buscaba precisamente equilibrar la posición del Grupo El Comercio, lo que contribuiría a una competencia más sana en beneficio de la pluralidad de voces periodísticas, de los lectores y de los anunciadores entre otros.

Sin embargo, eso no ocurrió.

Al adquirir el Grupo El Comercio el 54% de las acciones del Grupo Epensa, asumiría el dominio del 77.86% del mercado de venta de diarios.

Esto es, por un lado, las publicaciones “El Comercio”, “Perú.21”, “Gestión”, “Trome”, “Depor”; y por otro, “Correo”, “Ojo”, “Ajá” y “El Bocón” , serían comercializados por un mismo grupo.

De modo que se registraría una altisima concentración en la venta y comercializacion de periódicos que sería contraria al orden constitucional y que afecta seriamente el mercado de medios impresos en el país.

EL FIEL DE LA BALANZA

Por otro lado, la adquisición del Grupo Epensa por el Grupo La República, reconfiguraba el mercado de esta manera: Grupo El Comercio con 49.30% , Grupo La República y el Grupo Epensa con el 44.94% y otros diarios con el 5.76%. La intención de alcanzar el balance era evidente.

Al comprar el Grupo El Comercio el Grupo Epensa, más bien se genera un desequilibrio extremo cuyas consecuencias no tardarán en evidenciarse.

Tal como quedaría el mercado editorial de periódicos, con la posición de dominio de un solo grupo empresarial, dicha configuración no encajaría con la situación ideal descrita en el artículo 61° de la Constitución , que dice: “ El Estado facilita y vigila la libre competencia . Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios. La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y comunicación social; y, en general, las empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento , directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares”.

La última vez que la mayoría de los periódicos estuvo bajo el control de una sola mano fue durante el régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos (1990-2000), los que dispusieron de fondos públicos para comprar la línea editorial de algunos medios, como está judicialmente acreditado.

Que el mercado editorial de periódicos esté altamente concentrado en un solo grupo económico, tampoco estaría dentro de los estándares internacionales sobre competencia.

En el 2008, el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), publicó el estudio “Indicadores de Desarrollo Mediático: Marco para evaluar el desarrollo de los medios de comunicación social”, donde menciona el concepto “niveles inaceptables de concentración” de la prensa.

La Unesco señala claramente en ese ámbito que las autoridades “deben tener el poder de hacer desinvertir en las operaciones mediáticas cuando se amenace la pluralidad o se alcancen niveles inaceptables de concentración, e imponer sanciones cuando sean requeridas”.

El caso peruano excede lo que la Unesco llama “ niveles inaceptables de concentración ” de la prensa. Es una verdad incómoda que muchos quieren callar, pero que es necesario revelar.

LO QUE DICE LA UNESCO SOBRE CONCENTRACIÓN

Según El estudio “ Indicadores de Desarrollo Mediático: Marco para evaluar el desarrollo de los medios de comunicación social ”, publicado por la Unesco en el 2008, una democracia se afianza cuando se toman medidas “para impedir la indebida concentración de la propiedad y promover la pluralidad” de la prensa.

También plantea que “las autoridades responsables de ejecutar las leyes anti-monopolios cuenten con las atribuciones suficientes para exigir la desinversión en las operaciones mediáticas cuando la pluralidad esté comprometida o se alcancen niveles inaceptables en la concentración de la propiedad”.

La Unesco resalta que las autoridades deben velar para “evitar las concentraciones excesivas de propiedad de los medios” y debe asegurar los canales necesarios para que “los grupos de la sociedad civil y la ciudadanía en general participe activamente de la promoción y ejecución de las medidas para fomentar el pluralismo mediático”.

EN CIFRAS

44.30% del mercado de la venta de diarios sumaban La República y Epensa.


49.30% es la participación que tiene El Comercio sin la compra de Epensa.

EN EL PERÚ

La República 
“La concentración de los medios en pocas manos limita el derecho a la información”
Domingo, 01 de septiembre de 2013 | 4:30 am

Baldo Kresalja. Ex ministro de Justicia durante el gobierno de Alejandro Toledo. Abogado por la PUCP, con estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin. Catedrático universitario. Ex dirigente de Universitario de Deportes. Ha renunciado a candidatear a la presidencia de este club.
Texto. Emilio Camacho.

Hace seis años, Baldo Kresalja y su hijo Juan caminaban por la avenida principal de San Francisco en Estados Unidos. De pronto, dos grupos de manifestantes llegaron al lugar. Los primeros eran pro abortistas, los otros defendían el derecho a la vida de los no nacidos. La policía, como un tercer actor, acordonó la zona, lista para actuar ante cualquier atisbo de violencia. No fue necesario. Ambos grupos expresaron con energía sus ideas, como en toda marcha callejera, pero no hubo piedras, palos estrellados contra alguna cabeza o gases lacrimógenos. Eso es algo en lo que cree: las ideas se defienden con pasión, pero sin llegar al enfrentamiento. El diálogo es su dogma, su fe. Aunque otros prefieran verlo como un talibán.  

Siempre le consultan sobre la propiedad de los medios, la relación entre medios y Estado, incluso hasta de contenidos. Lo que no sé es de dónde le viene a usted este interés por el tema de los medios.

Mire, casi fue una coincidencia el origen de mi interés con la presidencia del CADE que se me encargó justo después de la caída de Fujimori y en plena gestión de Paniagua. Cuando Paniagua asumió el poder se hizo público todo este problema con el manejo de Fujimori y los medios. Y el tema de ese CADE era educación y cultura, pero en ese escenario era imposible dejar el tema de la publicidad. Yo tuve un discurso muy fuerte sobre eso, fue una crítica muy acentuada. Y ese es el origen de mi interés. Desde el CADE me comencé a sumergir en el tema de los medios de comunicación. Y como yo había hecho un posgrado en los Estados Unidos, traté de investigar sobre el asunto. Me di con la sorpresa de que en Estados Unidos este tema venía estudiándose desde la década del 30, tienen una comisión federal que ve el asunto.

¿Cuántas horas del día dedica a leer diarios?
  
Ah, bueno, yo soy bastante selectivo. Y esto puede causarle alguna sorpresa a usted: yo empiezo por la parte deportiva. Luego leo opinión, y alguna que otra cosa de información general.

¿Solo lee columnas de opinión?

Ese es mi interés fundamental. Y solo leo dos diarios: El Comercio y La República. A veces leo Gestión. Y los sábados leo Diario 16 porque me interesa la columna de Pablo Secada.

¿Y cuánto tiempo le dedica a la televisión peruana?

Muy poco, casi nada.

¿Y programas de noticias peruanos?

Lo mínimo. No veo nunca, por ejemplo, los programas dominicales. Para mí es una tranquilidad inmensa. Tampoco quiere decir que no vea nada, pero comparativamente le doy más tiempo a un partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona.

En 2011 le dio una entrevista a la revista Cambio 16 de Colombia en la que afirmó que había una disminución en la calidad informativa de los medios peruanos y que eso se debía a la falta de empeño de los estudiantes de periodismo, pero también a las redacciones, ¿todavía piensa así?
  
No, yo pienso que se ha dado un cambio que está vinculado a dos asuntos: creo que ha aumentado el interés por las noticias fuera de Lima. Es un fenómeno nacional importante que tiene reflejo en la vida cotidiana del país, puede ser por el proceso de regionalización o porque algunos presidentes regionales tienen una presencia destacada. Y en segundo lugar hay un tema tecnológico. Los nuevos medios de información hacen que el flujo de información sea mucho mayor. Tendría que reevaluar esa afirmación que hice. No podría hacerla ahora.

Cuando leí su declaración pensé que usted coincidía con la visión que ha expresado Mario Vargas Llosa en su ensayo La civilización del espectáculo. Él dice que la función crítica de los periodistas se ha distorsionado por la frivolidad de los mismos.

Bueno, creo que Vargas Llosa tiene razón parcialmente. Pero también creo que exagera en este ensayo. Yo estoy de acuerdo en muchos de sus análisis, pero no coincido en todo. Él le da a la llamada cultura literaria o tradicional un poder y una influencia que no comparto. Yo no entiendo a la cultura sin ciencia. Si me dicen que los grandes aportes a la medicina no son parte de la cultura o que son inferiores a una novela, yo no puedo compartir eso. Creo que van a la par.

Vamos a la coyuntura. Siempre ha estado pendiente del tema de la concentración de medios en pocas manos, ¿qué piensa de la compra de las acciones de Epensa (que imprime los diarios Correo, Ojo, Ajá y El Bocón) por parte del grupo El Comercio?

Primero, la única información que yo tengo es la periodística. No puedo hablar del fondo, no conozco los contratos ni los derechos ni las obligaciones. Luego, quiero empezar diciendo que nadie puede entender un sistema democrático, con todas sus imperfecciones, sin libertad de expresión. Sin eso, no hay régimen democrático. Por eso, soy muy firme cuando afirmo que en Cuba y Venezuela no hay democracia. Y por qué digo eso. Porque en esos países está limitada la libertad de información.

Bueno, en Cuba los medios le pertenecen al Estado.

Claro, y a los periodistas los ajochan. Es evidente que allí no hay esa libertad. Pero volvamos al tema. La libertad de expresión y de opinión son derechos fundamentales, pero el derecho a informarme tiene la misma categoría. No está por debajo, está al mismo nivel. Y los medios tienen el deber, no el derecho, de informar correctamente. Mientras más voces haya que informen, yo como ciudadano me formaré una opinión completa de un asunto público. Entonces, la concentración de los medios en pocas manos limita, no anula, el derecho a la información. Como dicen los norteamericanos, “son necesarias muchas voces pero no altoparlantes”. Ese es el tema de fondo de la concentración de los medios.

Esa parece una visión académica.

Efectivamente, pero ese es el fondo de la discusión. Además que esto está muy vinculado a otro tema que es el de la propiedad cruzada de los medios. Como usted sabe, en algunas circunscripciones quien tiene unos medios no puede tener otros, ¿para qué? Para que existan muchos voces y pocos altoparlantes.

Lo que quiere decir es que quien tiene un diario no puede tener una televisora, o viceversa.

Bueno, ese es el caso de Estados Unidos.

Y para ser justos en ese mismo ejemplo está La República.

Sí, y yo ya lo he dicho, en su momento. Pero volvamos a nuestra realidad. Es evidente que el grupo El Comercio ha tenido gran éxito empresarial que es el que le permite hacer adquisiciones de otros medios, es su mérito, pero lo que ha sucedido en la realidad es que no solo tiene un gran número de periódicos y un canal de televisión importante, y otro de cable, sino que ahora tiene un altísimo porcentaje de la publicidad. Y este es el elemento fundamental para la vida de los medios, por lo menos si son privados. Ese es el tema con la compra de Epensa, esto acrecienta su poder. Ese no es un ilícito, está claro, pero puede ser una preocupación desde el punto de vista de la vida pública en el país.

¿Habla de control en el tema de la publicidad?

No quiero hablar de control, dejémoslo en un amplio dominio del asunto.

Volvamos a revisar algo de su trayectoria. Usted renunció en 2004 al Ministerio de Justicia porque sentía que la Ley de Radio y Televisión estaba redactada a favor de los interesados en este negocio...

Yo sentía que el Estado no había defendido al pueblo del Perú. Y no he cambiado mi posición.

A partir de su renuncia lo han presentado como el cuco de la intervención del Estado en los medios. Hasta le han dedicado portadas.

Todas son infamantes. A mí el tema me ha interesado fundamentalmente desde el punto de vista académico. Yo no soy competidor de los medios, escribo artículos a veces. La República me ha publicado artículos, también Quehacer o Ideele, todos sobre temas de interés. A mí lo que me interesa es el funcionamiento democrático. Y no soy contrario a ningún éxito económico. Pero el tema de los medios es un tema muy vinculado a la vida democrática y eso genera grandes debates en otras sociedades más conscientes.

¿Usted no siente que ha alimentado esos temores sobre su intención de intervenir los medios? Alguna vez ha dicho que mientras los medios sean gobernados por las leyes de mercado, nunca habrá pluralidad de ideas en ellos, por más que aparezcan nuevos medios.

Mire, esa posición es audaz.

...Y también sugiere que el Estado intervenga los medios...

No, no. La producción y el consumo de medicinas no funciona solo a través de las reglas del mercado. ¿Decir eso significa que estoy en contra de los grandes laboratorios? No, para nada.

Sí, pero las píldoras no son medios.

Espere. ¿Y por qué no funciona solo por las reglas del mercado el tema de los descubrimientos farmacéuticos? Porque hay un riesgo para los usuarios. Lo mismo pasa con los medios. Siempre hay un riesgo para la vida democrática si no existe alguna regulación.

Pero yo quiero ser enfático en algo, yo siempre he creído que esas expresiones que he señalado, el tema de la necesidad de organismos reguladores, no están vinculadas a la prensa escrita sino a la televisión. Y, además, este tema hay que verlo con mirada renovada. El cambio tecnológico, el tema de las redes sociales, eso ya no puede ser controlado por organismos reguladores. Y la función de estos organismos debe ser dinámica y consensuada, plural. Le repito, no podemos ser ni Venezuela ni Cuba. Pero hay que respetar cosas básicas: horario para menores, cosas que no deberían hacerse. No me voy a pronunciar sobre ningún programa en especial...

Cómo podría, ya dijo que no ve ninguno...

Bueno, veo algunas cosas, tampoco soy un adicto a la televisión. Puedo ver entrevistas políticas pero no veo “Combate”.

Cuando renunció al Ministerio de Justicia también lamentaba que la Ley de Radio y TV no estableciera una franja educativa en los medios, ¿no está responsabilizando a los medios por algo que le corresponde al Estado?

Es que hay muchas formas de educar. Yo no propongo que pongan en la televisión un profesor que diga cuánto es 2 x 2. Los medios crean universos simbólicos y a través de ellos se educa. Mire, yo no soy un cucufato, una mujer puede tener los hijos que quiera. Pero sí se puede decir, por ejemplo, a través de historias simbólicas, la importancia que tiene un hogar bien establecido frente a otro que tiene como padre a un drogadicto que deja a sus hijos.

¿Nunca le han dicho que usted parece conservador por estos puntos de vista?

Pero no lo soy. Conservador es resignarse a tener niñas embarazadas a los 17 años, conservador es no darles la píldora del día siguiente, y yo logré que se aprobara su distribución en el Consejo de Ministros.

Usted no cree en la autorregulación de los medios, ¿verdad?

A ver, qué significa autorregularse. Eso significa estar por encima de la ley. Ser más exigente. Si la ley me dice: “esta es tu medianía” (hace un gesto con las manos como si señalara una medida), yo me autorregulo para llegar hasta acá (hace otro gesto para señalar una medida más alta que la anterior).  
  
¿Y usted siente que los medios peruanos comparten su punto de vista?

Quizá algunos individuos. Pero no creo que se lo planteen corporativamente. A veces parece que usan esto como un escudo: “Yo me autorregulo, hermanito”. Pero no sé si haya voluntad.

Qué desconfiado.

No, mi amigo, yo tengo barrio (se ríe). Ya le digo, la autorregulación es muy exigente. Le pongo un ejemplo, si usted y yo hubiéramos descubierto lo de Watergate, iríamos con nuestro editor y este nos diría que no es suficiente la información. Eso está bien. Eso es ser exigente. Pero la realidad es que a algunos medios les llega el dato de que a un tipo lo vieron en calzoncillos y de inmediato el tema va a la primera plana. Eso no es regulación.

En la última campaña electoral apoyó a Ollanta Humala, ¿lo hizo porque creía en su proyecto o por temor al fujimorismo?

No, yo me enfrenté como muchas otras personas al dilema de votar por Keiko Fujimori o por Ollanta Humala. Y al final decidí votar por Humala, a pesar de que eso me ha traído muchos problemas. Yo no tengo ninguna vinculación con el presidente de la República o su partido.

¿Qué piensa del fujimorismo actual?

Siguen en lo mismo. El fujimorismo como movimiento político no ha dicho nada en los últimos años. Qué cosa significa ese movimiento. Solo es un conjunto de intereses vinculados al ex presidente de la República.

¿No es lo mismo que le pasa a otros movimientos? Al de Toledo, por ejemplo.

Bueno, sí, el movimiento de Toledo es casi inexistente.
  
Qué duro con su ex jefe.

Es que los movimientos políticos en el Perú son caudillistas.

¿Qué es más difícil: la política o la dirigencia de un club de fútbol?

(Lanza una carcajada). Ambas actividades son entretenidas, queribles, si uno está rodeado de gente decente.

¿Y usted todavía quiere llegar a la presidencia de la "U"?

(Se ríe). No, no, ya no. Soy hincha, eso no va a cambiar. Pero lo otro ya no.

¿Cuál ha sido el mejor cuadro de la "U" que usted ha visto?

(Frunce el ceño). Esa es una pregunta brava. La "U" ha tenido el mejor equipo de fútbol profesional en la época de (Roberto) Challe, (Luis) Cruzado, (Héctor) Chumpitaz, con una delantera variada como la de (Juan Carlos) Oblitas o Percy Rojas. Creo que ningún otro club peruano ha tenido una actuación tan destacada.

¿Y Alianza Lima?

Alianza ha tenido partidos soberbios y jugadores estupendos.

Qué generoso con el rival.

Mire, le voy a decir algo. Yo soy futbolero, he ido a cuatro mundiales, puedo hablar con cierto conocimiento. Yo considero que entre los tres mejores jugadores peruanos, en el primer lugar está un aliancista: Víctor Benítez, ese fue un jugador fabuloso, que jugó en el Milan. El segundo es Chumpitaz y el tercero Alberto Terry.

¿Y cuál ha sido su relación con la prensa deportiva?


Pues me ha pasado de todo. La prensa deportiva en general, siempre hay excepciones, tiene el mismo nivel que nuestro fútbol.

EN EL PERÚ

La República 
“La concentración de los medios en pocas manos limita el derecho a la información”

Domingo, 01 de septiembre de 2013 | 4:30 am

Baldo Kresalja. Ex ministro de Justicia durante el gobierno de Alejandro Toledo. Abogado por la PUCP, con estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin. Catedrático universitario. Ex dirigente de Universitario de Deportes. Ha renunciado a candidatear a la presidencia de este club.
Texto. Emilio Camacho.

Hace seis años, Baldo Kresalja y su hijo Juan caminaban por la avenida principal de San Francisco en Estados Unidos. De pronto, dos grupos de manifestantes llegaron al lugar. Los primeros eran pro abortistas, los otros defendían el derecho a la vida de los no nacidos. La policía, como un tercer actor, acordonó la zona, lista para actuar ante cualquier atisbo de violencia. No fue necesario. Ambos grupos expresaron con energía sus ideas, como en toda marcha callejera, pero no hubo piedras, palos estrellados contra alguna cabeza o gases lacrimógenos. Eso es algo en lo que cree: las ideas se defienden con pasión, pero sin llegar al enfrentamiento. El diálogo es su dogma, su fe. Aunque otros prefieran verlo como un talibán.  

Siempre le consultan sobre la propiedad de los medios, la relación entre medios y Estado, incluso hasta de contenidos. Lo que no sé es de dónde le viene a usted este interés por el tema de los medios.

Mire, casi fue una coincidencia el origen de mi interés con la presidencia del CADE que se me encargó justo después de la caída de Fujimori y en plena gestión de Paniagua. Cuando Paniagua asumió el poder se hizo público todo este problema con el manejo de Fujimori y los medios. Y el tema de ese CADE era educación y cultura, pero en ese escenario era imposible dejar el tema de la publicidad. Yo tuve un discurso muy fuerte sobre eso, fue una crítica muy acentuada. Y ese es el origen de mi interés. Desde el CADE me comencé a sumergir en el tema de los medios de comunicación. Y como yo había hecho un posgrado en los Estados Unidos, traté de investigar sobre el asunto. Me di con la sorpresa de que en Estados Unidos este tema venía estudiándose desde la década del 30, tienen una comisión federal que ve el asunto.

¿Cuántas horas del día dedica a leer diarios?

Ah, bueno, yo soy bastante selectivo. Y esto puede causarle alguna sorpresa a usted: yo empiezo por la parte deportiva. Luego leo opinión, y alguna que otra cosa de información general.

¿Solo lee columnas de opinión?

Ese es mi interés fundamental. Y solo leo dos diarios: El Comercio y La República. A veces leo Gestión. Y los sábados leo Diario 16 porque me interesa la columna de Pablo Secada.

¿Y cuánto tiempo le dedica a la televisión peruana?

Muy poco, casi nada.

¿Y programas de noticias peruanos?

Lo mínimo. No veo nunca, por ejemplo, los programas dominicales. Para mí es una tranquilidad inmensa. Tampoco quiere decir que no vea nada, pero comparativamente le doy más tiempo a un partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona.

En 2011 le dio una entrevista a la revista Cambio 16 de Colombia en la que afirmó que había una disminución en la calidad informativa de los medios peruanos y que eso se debía a la falta de empeño de los estudiantes de periodismo, pero también a las redacciones, ¿todavía piensa así?

No, yo pienso que se ha dado un cambio que está vinculado a dos asuntos: creo que ha aumentado el interés por las noticias fuera de Lima. Es un fenómeno nacional importante que tiene reflejo en la vida cotidiana del país, puede ser por el proceso de regionalización o porque algunos presidentes regionales tienen una presencia destacada. Y en segundo lugar hay un tema tecnológico. Los nuevos medios de información hacen que el flujo de información sea mucho mayor. Tendría que reevaluar esa afirmación que hice. No podría hacerla ahora.

Cuando leí su declaración pensé que usted coincidía con la visión que ha expresado Mario Vargas Llosa en su ensayo La civilización del espectáculo. Él dice que la función crítica de los periodistas se ha distorsionado por la frivolidad de los mismos.

Bueno, creo que Vargas Llosa tiene razón parcialmente. Pero también creo que exagera en este ensayo. Yo estoy de acuerdo en muchos de sus análisis, pero no coincido en todo. Él le da a la llamada cultura literaria o tradicional un poder y una influencia que no comparto. Yo no entiendo a la cultura sin ciencia. Si me dicen que los grandes aportes a la medicina no son parte de la cultura o que son inferiores a una novela, yo no puedo compartir eso. Creo que van a la par.

Vamos a la coyuntura. Siempre ha estado pendiente del tema de la concentración de medios en pocas manos, ¿qué piensa de la compra de las acciones de Epensa (que imprime los diarios Correo, Ojo, Ajá y El Bocón) por parte del grupo El Comercio?

Primero, la única información que yo tengo es la periodística. No puedo hablar del fondo, no conozco los contratos ni los derechos ni las obligaciones. Luego, quiero empezar diciendo que nadie puede entender un sistema democrático, con todas sus imperfecciones, sin libertad de expresión. Sin eso, no hay régimen democrático. Por eso, soy muy firme cuando afirmo que en Cuba y Venezuela no hay democracia. Y por qué digo eso. Porque en esos países está limitada la libertad de información.

Bueno, en Cuba los medios le pertenecen al Estado.

Claro, y a los periodistas los ajochan. Es evidente que allí no hay esa libertad. Pero volvamos al tema. La libertad de expresión y de opinión son derechos fundamentales, pero el derecho a informarme tiene la misma categoría. No está por debajo, está al mismo nivel. Y los medios tienen el deber, no el derecho, de informar correctamente. Mientras más voces haya que informen, yo como ciudadano me formaré una opinión completa de un asunto público. Entonces, la concentración de los medios en pocas manos limita, no anula, el derecho a la información. Como dicen los norteamericanos, “son necesarias muchas voces pero no altoparlantes”. Ese es el tema de fondo de la concentración de los medios.

Esa parece una visión académica.

Efectivamente, pero ese es el fondo de la discusión. Además que esto está muy vinculado a otro tema que es el de la propiedad cruzada de los medios. Como usted sabe, en algunas circunscripciones quien tiene unos medios no puede tener otros, ¿para qué? Para que existan muchos voces y pocos altoparlantes.

Lo que quiere decir es que quien tiene un diario no puede tener una televisora, o viceversa.

Bueno, ese es el caso de Estados Unidos.

Y para ser justos en ese mismo ejemplo está La República.

Sí, y yo ya lo he dicho, en su momento. Pero volvamos a nuestra realidad. Es evidente que el grupo El Comercio ha tenido gran éxito empresarial que es el que le permite hacer adquisiciones de otros medios, es su mérito, pero lo que ha sucedido en la realidad es que no solo tiene un gran número de periódicos y un canal de televisión importante, y otro de cable, sino que ahora tiene un altísimo porcentaje de la publicidad. Y este es el elemento fundamental para la vida de los medios, por lo menos si son privados. Ese es el tema con la compra de Epensa, esto acrecienta su poder. Ese no es un ilícito, está claro, pero puede ser una preocupación desde el punto de vista de la vida pública en el país.

¿Habla de control en el tema de la publicidad?

No quiero hablar de control, dejémoslo en un amplio dominio del asunto.

Volvamos a revisar algo de su trayectoria. Usted renunció en 2004 al Ministerio de Justicia porque sentía que la Ley de Radio y Televisión estaba redactada a favor de los interesados en este negocio...

Yo sentía que el Estado no había defendido al pueblo del Perú. Y no he cambiado mi posición.

A partir de su renuncia lo han presentado como el cuco de la intervención del Estado en los medios. Hasta le han dedicado portadas.

Todas son infamantes. A mí el tema me ha interesado fundamentalmente desde el punto de vista académico. Yo no soy competidor de los medios, escribo artículos a veces. La República me ha publicado artículos, también Quehacer o Ideele, todos sobre temas de interés. A mí lo que me interesa es el funcionamiento democrático. Y no soy contrario a ningún éxito económico. Pero el tema de los medios es un tema muy vinculado a la vida democrática y eso genera grandes debates en otras sociedades más conscientes.

¿Usted no siente que ha alimentado esos temores sobre su intención de intervenir los medios? Alguna vez ha dicho que mientras los medios sean gobernados por las leyes de mercado, nunca habrá pluralidad de ideas en ellos, por más que aparezcan nuevos medios.

Mire, esa posición es audaz.

...Y también sugiere que el Estado intervenga los medios...

No, no. La producción y el consumo de medicinas no funciona solo a través de las reglas del mercado. ¿Decir eso significa que estoy en contra de los grandes laboratorios? No, para nada.

Sí, pero las píldoras no son medios.

Espere. ¿Y por qué no funciona solo por las reglas del mercado el tema de los descubrimientos farmacéuticos? Porque hay un riesgo para los usuarios. Lo mismo pasa con los medios. Siempre hay un riesgo para la vida democrática si no existe alguna regulación.

Pero yo quiero ser enfático en algo, yo siempre he creído que esas expresiones que he señalado, el tema de la necesidad de organismos reguladores, no están vinculadas a la prensa escrita sino a la televisión. Y, además, este tema hay que verlo con mirada renovada. El cambio tecnológico, el tema de las redes sociales, eso ya no puede ser controlado por organismos reguladores. Y la función de estos organismos debe ser dinámica y consensuada, plural. Le repito, no podemos ser ni Venezuela ni Cuba. Pero hay que respetar cosas básicas: horario para menores, cosas que no deberían hacerse. No me voy a pronunciar sobre ningún programa en especial...

Cómo podría, ya dijo que no ve ninguno...

Bueno, veo algunas cosas, tampoco soy un adicto a la televisión. Puedo ver entrevistas políticas pero no veo “Combate”.

Cuando renunció al Ministerio de Justicia también lamentaba que la Ley de Radio y TV no estableciera una franja educativa en los medios, ¿no está responsabilizando a los medios por algo que le corresponde al Estado?

Es que hay muchas formas de educar. Yo no propongo que pongan en la televisión un profesor que diga cuánto es 2 x 2. Los medios crean universos simbólicos y a través de ellos se educa. Mire, yo no soy un cucufato, una mujer puede tener los hijos que quiera. Pero sí se puede decir, por ejemplo, a través de historias simbólicas, la importancia que tiene un hogar bien establecido frente a otro que tiene como padre a un drogadicto que deja a sus hijos.

¿Nunca le han dicho que usted parece conservador por estos puntos de vista?

Pero no lo soy. Conservador es resignarse a tener niñas embarazadas a los 17 años, conservador es no darles la píldora del día siguiente, y yo logré que se aprobara su distribución en el Consejo de Ministros.

Usted no cree en la autorregulación de los medios, ¿verdad?

A ver, qué significa autorregularse. Eso significa estar por encima de la ley. Ser más exigente. Si la ley me dice: “esta es tu medianía” (hace un gesto con las manos como si señalara una medida), yo me autorregulo para llegar hasta acá (hace otro gesto para señalar una medida más alta que la anterior).  

¿Y usted siente que los medios peruanos comparten su punto de vista?

Quizá algunos individuos. Pero no creo que se lo planteen corporativamente. A veces parece que usan esto como un escudo: “Yo me autorregulo, hermanito”. Pero no sé si haya voluntad.

Qué desconfiado.

No, mi amigo, yo tengo barrio (se ríe). Ya le digo, la autorregulación es muy exigente. Le pongo un ejemplo, si usted y yo hubiéramos descubierto lo de Watergate, iríamos con nuestro editor y este nos diría que no es suficiente la información. Eso está bien. Eso es ser exigente. Pero la realidad es que a algunos medios les llega el dato de que a un tipo lo vieron en calzoncillos y de inmediato el tema va a la primera plana. Eso no es regulación.

En la última campaña electoral apoyó a Ollanta Humala, ¿lo hizo porque creía en su proyecto o por temor al fujimorismo?

No, yo me enfrenté como muchas otras personas al dilema de votar por Keiko Fujimori o por Ollanta Humala. Y al final decidí votar por Humala, a pesar de que eso me ha traído muchos problemas. Yo no tengo ninguna vinculación con el presidente de la República o su partido.

¿Qué piensa del fujimorismo actual?

Siguen en lo mismo. El fujimorismo como movimiento político no ha dicho nada en los últimos años. Qué cosa significa ese movimiento. Solo es un conjunto de intereses vinculados al ex presidente de la República.

¿No es lo mismo que le pasa a otros movimientos? Al de Toledo, por ejemplo.

Bueno, sí, el movimiento de Toledo es casi inexistente.

Qué duro con su ex jefe.

Es que los movimientos políticos en el Perú son caudillistas.

¿Qué es más difícil: la política o la dirigencia de un club de fútbol?

(Lanza una carcajada). Ambas actividades son entretenidas, queribles, si uno está rodeado de gente decente.

¿Y usted todavía quiere llegar a la presidencia de la "U"?

(Se ríe). No, no, ya no. Soy hincha, eso no va a cambiar. Pero lo otro ya no.

¿Cuál ha sido el mejor cuadro de la "U" que usted ha visto?

(Frunce el ceño). Esa es una pregunta brava. La "U" ha tenido el mejor equipo de fútbol profesional en la época de (Roberto) Challe, (Luis) Cruzado, (Héctor) Chumpitaz, con una delantera variada como la de (Juan Carlos) Oblitas o Percy Rojas. Creo que ningún otro club peruano ha tenido una actuación tan destacada.

¿Y Alianza Lima?

Alianza ha tenido partidos soberbios y jugadores estupendos.

Qué generoso con el rival.

Mire, le voy a decir algo. Yo soy futbolero, he ido a cuatro mundiales, puedo hablar con cierto conocimiento. Yo considero que entre los tres mejores jugadores peruanos, en el primer lugar está un aliancista: Víctor Benítez, ese fue un jugador fabuloso, que jugó en el Milan. El segundo es Chumpitaz y el tercero Alberto Terry.

¿Y cuál ha sido su relación con la prensa deportiva?

Pues me ha pasado de todo. La prensa deportiva en general, siempre hay excepciones, tiene el mismo nivel que nuestro fútbol.

EN EL PERÚ

La República 
Rosa María Alfaro: Los medios han tomado posición política fuerte
Lunes, 04 de julio de 2011 | 8:13 am

Experta en comunicación y directora de Calandria advierte cambio de ruta en los medios, pero duda de que la tecnología digital contribuya a pluralizar la televisión.

Rocío Maldonado.

La cancelación del programa de Rosa María Palacios pone nuevamente en cuestión el pluralismo informativo en la TV peruana...

Evidentemente, y eso ocurre porque los medios, no solo la televisión, han tomado una posición política demasiado fuerte y eso los ha desorientado en su rol periodístico que es más informativo y de análisis. Se impone la opinión y ese es uno de los motivos que han llevado a cambiar la ruta a medios como El Comercio, que además es dueño de Canal 4 y ahora va a estar muy presente en el proceso de digitalización de la TV.

¿Cuándo se produce ese cambio de rumbo?

Se ha notado en los dos últimos años. Recuerdo que hace cuatro años El Comercio invitó a personas de las ONG a escribir artículos. También organizaba debates públicos que ahora ya no los hace. Se ha empequeñecido en su apertura y diálogo, retrocede y vuelve a ser el medio que era hace 20 años. Algo está pasando probablemente en la propia posesión de las personas que dirigen el medio.

¿La digitalización de la televisión, que aumentará los canales en señal abierta, contribuirá a tener medios más plurales?

Yo creo que todavía no porque el precio es tan alto que muy pocos van a acceder al sistema digital.

Lo económico será un factor limitante entonces...

Claro. Mira, a nivel nacional tenemos más o menos 1500 medios televisivos y 2700 radios. El crecimiento de televisoras pequeñas ha sido muy fuerte en los últimos años, pero imagina si todas estas televisoras de provincias van a poder acceder a la tecnología digital que es de costo muy alto.

Y solo los grandes canales darían el salto digital

Evidentemente.

¿Cree que el MTC, por lo demostrado con el manejo de las concesiones del espacio radioeléctrico, es la autoridad competente para la implementación de la televisión digital?

Creo que no. Pero lo primero que debe haber es un cambio, y en lugar de un Ministerio de Transportes y Comunicaciones debería existir un Ministerio de Cultura y de Comunicación, porque el gran problema de los medios de comunicación audiviosuales es que no toman en cuenta la calidad de la oferta sino lo único que buscan es el rating.

¿Y el asunto de la propiedad de los medios?

El problema central de los medios no es la propiedad sino la calidad de la oferta. Existe un problema serio allí.

“Por cualquier cosa que diga van a condenarlo”

Esta semana un sector de la prensa reaccionó porque Ollanta Humala dijo que la libertad de expresión es un derecho de todos y no solo de una élite...

Con la cantidad de radios y televisoras hay una apertura enorme. Eso ya está hecho, pero con la televisión digital van a ser muy pocos los que accederán.

Incluso, voceros de ese sector señalaron que sus palabras rememoran la doctrina de Juan Velasco Alvarado sobre los medios de comunicación...

(Risas). Están locos, me parece que están llenos de afirmaciones fáciles y trabajadas.

¿Cómo vaticina la relación de la prensa con Humala?


Van a tratar de condenarlo por cualquier cosa que diga en la misma onda de la campaña. Espero que Humala sepa defenderse y mover el tema hacia otros espacios.

EN EL PERÚ

La República 

EN EL MUNDO

La República 
Gaza otra vez
Sangrienta escalada con grandes pérdidas.

La ofensiva militar de Israel sobre la franja de Gaza en los tres primeros días ha ocasionado 88 muertos, entre ellos 22 niños, 15 mujeres y 12 ancianos, en tanto el número de heridos supera los 650.  En respuesta a los ataques con cohetes desde el lado palestino, Israel ha ejecutado más de 800 ataques aéreos. Por ahora el cese al fuego no parece posible, por lo que se espera más muerte y destrucción.

La última escalada de violencia palestino israelí se produjo luego de que tres jóvenes israelíes fueran secuestrados en Gaza el 12 de junio, presumiblemente por milicianos de Hamás; sus cadáveres aparecieron luego pero Hamás se desligó de los hechos. Durante la búsqueda de los secuestrados, las tropas israelíes mataron a cinco palestinos, detuvieron a más de 500 y registraron casi 2 mil viviendas.

La situación se complicó a inicio de julio por el asesinato de un joven palestino que fue quemado vivo por un grupo de ultraderechistas judíos que la policía israelí identificó y capturó. A pesar de que el primer ministro israelí, el conservador Benjamín Netanyahu, condenara en un comunicado el extremismo judío, las protestas se han generalizado, al mismo tiempo que el enfrentamiento entre palestinos e israelíes en las zonas ocupadas.

La escalada ha continuado con el lanzamiento de cohetes a territorio israelí por Hamás, 470 desde el inicio de los hechos violentos. La respuesta de Israel ha sido devastadora; en las primeras 48 horas había dejado caer en Gaza, un territorio de no más de 360 kilómetros cuadrados, 400 toneladas de bombas. Israel ha atacado objetivos civiles, una acción que fue criticada por organizaciones humanitarias y de defensa de DDHH, aunque el gobierno de Netanyahu ha respondido que se trata de lanzaderas de misiles, centros militares de instrucción, supuestos silos y fábricas de armas de Hamás. A nuevas críticas por el bombardeo y destrucción de viviendas, el gobierno ha reaccionado señalando que estas eran usadas por miembros de Hamás como centros de comando.

La comunidad internacional no simpatiza con las acciones de Hamás, considerada por la Unión Europea una organización terrorista. Sin embargo considera que deben cesar las operaciones de ambos lados y alcanzarse un alto al fuego. Netanyahu, cuyo gobierno ingresó en crisis por la presión de los duros que demandan un castigo más severo a Gaza y Hamás, está navegando en una lógica de guerra de la que no sale por presiones internas y por los bombardeos de Hamás sobre las ciudades de Israel que si bien hasta ahora no han generado mayores estragos generan zozobra en la población.


Sin otro actor en escena es muy difícil que el conflicto tenga un giro que lo saque de las bombas. Las posibilidades del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas son mínimas, como tampoco ha tenido efectos la intervención del secretario de Estado de EEUU, John Kerry. El telón de fondo de esta crisis son otros hechos del largo conflicto palestino israelí, especialmente el acuerdo de reconciliación alcanzado entre el presidente palestino Mahmud Abás con Hamás en abril pasado, que abrió la puerta a un gobierno de unidad de Cisjordania y Gaza el 2 de junio, del que desconfía Israel y que ha pedido anular. Por ahora, lamentablemente, la paz no está sobre la mesa, sino más represalias y reacciones violentas, aunque la última esperanza de sensatez y paz no debe perderse.

EN EL MUNDO

La República 
Informe Garcilaso
Indignantes hallazgos que exigen acción inmediata

La Comisión del Congreso de la República aprobó por unanimidad el informe sobre la Universidad  Inca Garcilaso de la Vega. En él se indica que su actual rector  Luis Cervantes Liñán y 22 funcionarios se habrían apropiado ilegalmente de 350 millones de nuevos soles, cometiendo los presuntos delitos de fraude en la administración de personas jurídicas, apropiación ilícita, defraudación tributaria, asociación ilícita para delinquir, estafa, y lavado de activos. Entre los comprometidos con estos actos se encuentran Óscar Romero, Manuel Lazo, Jesús Rivera Oré, María Cervantes y Adolfo Cervantes, estos dos hijos del rector.

El  Informe Final sobre la investigación de los hechos irregulares en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega es el resultado de los trabajos de dicha comisión parlamentaria a la que el pleno del Congreso le otorgó facultades de comisión investigadora en octubre del año pasado luego de aprobar una moción multipartidaria.

Sus conclusiones deben ser validadas sin demora por el Congreso. El grupo parlamentario, que propone remitir el informe a la Fiscalía de la Nación, acaba de abrir una caja de sorpresas que evidencia el nivel al que llegaron las irregularidades en la administración de los centros de enseñanza.

Es el resultado de un trabajo diligente en el Congreso y de una heroica lucha de un pequeño grupo de estudiantes y docentes de esa universidad, liderados por el profesor Lucas Lavado Mallqui, todos ellos expulsados, agredidos y difamados por las cuestionadas autoridades.

El caso de la Universidad Garcilaso es una dolorosa herida en el sistema universitario, el emblema de una corrupción ilimitada y un símbolo del abandono de los fines y los objetivos humanistas de la educación universitaria. Es significativo que el congresista Vicente Zeballos haya comparado la actividad delictiva de este grupo con las organizaciones encabezadas por Rodolfo Orellana y la que operaba en el Gobierno Regional de Áncash.

La pregunta de cómo se llegó a este nivel de corrupción en una universidad paradójicamente considerada sin fines de lucro debe ser respondida, aparte de los encausados, por el Estado. Como en otros casos, las primeras responsabilidades le corresponde al Ministerio Público que no reaccionó con diligencia ante las primeras denuncias, un organismo que el grupo dirigente de dicha universidad neutralizó, al igual que con el Poder Judicial, a través de contratos docentes. Otra institución que relajó sus mecanismos de control es la SUNAT ocasionando pérdidas al Estado que la comisión estima en 47 millones de soles.


Una cuota alta de responsabilidad les corresponde a los políticos que hicieron la vista gorda frente a esa corrupción y aceptaron prebendas que deberán conocerse. Del mismo modo, la actuación de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) ha sido vergonzosa. Durante varios años protegió al grupo de Cervantes desoyendo las fundadas denuncias contra su gestión, incluso después de que el Congreso resolviera investigar a la mencionada casa de estudios, actuando solo luego de que el clamor público se hiciera muy evidente. Aun en ese momento adoptó un acuerdo confuso sin que hasta ahora sea posible ejecutarlo. Este solo hecho descalifica a este organismo que a pesar de ello presume de depositario de los intereses de los estudiantes universitarios.