CENTENARIO NACIMIENTO DE FERNANDO BELAUNDE
TERRY
1912-2012
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Benemérito José de San Martín;
Benemérito Simón Bolívar;
Beneméritos próceres peruanos de la
emancipación:
Desde este momento quedan restablecidos el
Régimen Constitucional, los derechos humanos y la libertad de prensa, por la
voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios
defiende.
Señores Representantes:
El pueblo nos abre de nuevo las puertas de la
ley. Pasemos por ellas sin arrogancias triunfalistas, solidarios y humildes
ante la gran tarea común que nos aguarda, fervientes en nuestro propósito de
cohesionar en la más estrecha hermandad a la familia peruana.
Al júbilo del país se une la enaltecedora
presencia de emisarios de las naciones amigas, entre quienes destacan no sólo
altos dignatarios de sus Gobiernos y Parlamentos sino, sobrepasando esas
jerarquías, las de los propios Jefes de Estado que han querido exaltar con su
presencia este acto solemne, uno de los cuales ha tenido la gentileza de
acreditar a su dignísima esposa.
Por mis labios, el pueblo peruano y los
Poderes Públicos dicen a nuestros ilustres visitantes las palabras
protocolares, porque esas palabras son aplicables a ellos en toda
circunstancia, dentro y fuera del Gobierno, grandes y buenos amigos.
La democracia se restablece en el Perú después
de 12 años, cumpliéndose el anhelo del pueblo, rectamente interpretado por el
Gobierno militar que concluye, con la celebración de un proceso electoral
limpio y una transferencia ordenada del poder, a la que debemos justo
reconocimiento. Un gran sentido de responsabilidad y madurez debe llevar a la
ciudadanía a superar los males que la aquejan después de un largo eclipse de
las libertades, uno de cuyos nocivos resultados es la aguda inflación que ha
empobrecido marcadamente a las clases menos pudientes.
Instalado el Congreso de la República,
indiscutiblemente representativo de todas las regiones y pueblos del Perú, en
el que figuran los distintos credos y tendencias políticas, me siento
reconfortado por la legitimidad de su augusta misión legisladora y
fiscalizadora, insustituibles en el régimen democrático. Ha querido el destino
que, por segunda vez, nos toque restaurar el régimen municipal electivo que
permitirá la participación de todas las comunidades en la dirección de los
asuntos públicos. Procederemos, pues, sin tardanza, a convocar los comicios
para que los pueblos designen sus gobiernos locales.
He cumplido, con honda satisfacción cívica, el
honroso deber de jurar fidelidad a la Constitución que hoy entra en plena
vigencia, promulgada por el eminente y recordado patricio Víctor Raúl Haya de
la Torre.
Esta noche hemos de poner el cúmplase y
publíquese a la Constitución. Yo voy a rogar al doctor Luis Alberto Sánchez,
Vicepresidente de la Asamblea Constituyente, que se sirva aceptar la pluma con
que se inscribirá este histórico cúmplase.
Permitidme dividir este mensaje que, de
acuerdo con el artículo 211° de la Constitución, entrego al Congreso
personalmente y por escrito, en los siguientes rubros que sintetizan nuestras
preocupaciones y anhelos en este momento inicial, sobre la situación del país y
la acción de los Poderes Públicos:
1) La exaltación del ser humano;
2) La creación y distribución de la
riqueza;
3) El Perú en el mundo; y
4) La paz externa e interna.
1) La exaltación del ser humano
Fortalece la vigencia del Estado de Derecho y
el imperio de la ley, la reimplantación del Ministerio de Justicia que reinicia
sus funciones después de un prolongado paréntesis de 12 años.
La nueva Carta Política impone la dación de
leyes orgánicas y normativas destinadas a lograr su vigencia efectiva, integral
e inmediata que serán sometidas a la consideración del Congreso. Me refiero,
fundamentalmente, a la Ley Orgánica del Tribunal de Garantías Constitucionales;
la Ley del Consejo Nacional de la Magistratura; la Ley Orgánica del Ministerio
Público; y la Ley Orgánica del Poder Judicial que reestructurará ese Poder del
Estado.
Juzgamos que debe promoverse y mantenerse la
más estrecha colaboración entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial
respetándose celosamente la alta investidura de la Magistratura, con el
propósito de encarar eficazmente la problemática del sistema penitenciario, al
que deberá dotarse de altas calidades técnicas, infraestructura y bienes
necesarios para lograr una adecuada rehabilitación de los reclusos.
Debe impulsarse vigorosamente una eficaz
atención al problema de la protección y asistencia a la niñez y a la juventud,
que constituyen el capital más preciado de la nación; a la familia, que es el
núcleo social básico, esencia misma de la comunidad; y a la ancianidad, por la
que se debe velar no sólo por las necesidades ciertas que requiere, sino como
testimonio del agradecimiento de una nación a quienes han dedicado lo mejor de
su vida en servicio del país.
Al asumir el gobierno recogemos el mensaje de
fe, esperanza y justicia social que Su Santidad el Papa Juan Pablo II viene
transmitiendo. Interpretando el sentir nacional, sin menoscabo de la libertad
de cultos, reconocemos y apreciamos la importancia de la Iglesia Católica en la
vida del Perú y nos proponemos mantener una estrecha colaboración con ella y
con otras confesiones, con las cuales ya existen diferentes modos de
entendimiento, especialmente en lo que se refiere a educación y salud.
Abrigamos la ferviente esperanza de que el
Gobierno que se inicia sea recordado como el "Quinquenio de la
Educación". Centramos nuestra mayor atención en el educando pero nos
abocaremos, también, decididamente a la tarea de mejorar la situación del
magisterio. Sin un nivel de vida decoroso es difícil que cumpla a cabalidad sus
funciones. Como todas las personas dependientes de un sueldo o jornal, el
maestro es víctima de la inflación pauperizante que estamos heredando, proceso
cuya magnitud no conoce antecedentes en la historia del Perú. Representa el
impuesto más injusto que se le impone al pueblo y sólo beneficia a sectores
privilegiados e introduce actitudes y hábitos que dividen a la sociedad en
mezquinos grupos de intereses, alejando el espíritu de solidaridad que debe
primar en la nación. Según los informes que he recibido, la inflación superará
en 1980 la cifra del 60%, que es distinta de la que se ha venido publicitando
recientemente.
Someteremos al Congreso los proyectos
legislativos que den al magisterio toda la importancia que merece en un serio
esfuerzo por elevar su nivel económico, otorgando incentivos en el campo cultural
y moralizando el aparato estatal para que los concursos sean justos y se
promueva a los más eficientes y honestos. Dispondremos, sin tardanza, la
reincorporación de los maestros injustamente alejados de las aulas.
Nos proponemos, igualmente, mejorar la
infraestructura educativa, invocando el decidido apoyo de la ciudadanía a cuyo
esfuerzo desinteresado se debe la mayoría de las escuelas elementales del país.
Iniciaremos una gran campaña para el mejoramiento, cuidado y ampliación de
nuestros locales escolares a nivel de las distintas comunidades.
Juzgamos que la educación, sin perder su
perspectiva universal, debe ser encauzada de acuerdo a nuestras raíces
históricas y culturales.
La escuela con frecuencia desarraiga al niño
de su contorno al proporcionarle contenido al margen de su experiencia. En
ocasiones deviene factor de agresión cultural, al negar o subestimar el
ancestro espiritual de los niños de la región andina. Dentro de esos
lineamientos llevaremos a cabo un amplio plan de alfabetización.
El Congreso debe abocarse a la gran tarea de
sentar las bases firmes y duraderas de la universidad peruana, que se encuentra
en crisis. Juzgamos que la educación superior debe estar estrechamente
vinculada a los grandes temas de la vida nacional. El Estado debe recurrir a
las universidades para que le proporcionen las investigaciones que requiere.
Ha de merecer preferente atención del Gobierno
la salud pública, lamentablemente descuidada en los últimos años, tanto en el
aspecto de medicina preventiva como asistencial. Con sentido realista debe
organizarse un amplio plan de servicios primarios de salud, mediante los cuales
en toda comunidad carente de facilidades se proceda a instruir a los elementos
más aptos de la población y a dotarlos de los implementos necesarios para que
puedan atender, por lo menos, las tareas de vacunación y primeros auxilios.
Los servicios de atención de salud están en
deplorable estado de equipamiento y funcionamiento; en algunos casos se ha
llegado a límites incompatibles con la dignidad humana. Para enmendar este
estado de deterioro se hará necesario otorgar al Ministerio de Salud de
facultades extraordinarias.
Se continuarán los programas de saneamiento
básico rural y se prestará especial atención a la lucha contra la contaminación
ambiental. El Instituto de Seguridad Social se organizará con la autonomía que
le concede la Constitución para que cumpla sus fines y realice efectivamente la
protección y promoción humana del trabajador y su familia.
El problema de la vivienda se ha agudizado
notablemente con la exposición demográfica y la espiral inflacionaria que, al
elevar desmesuradamente los intereses, ha desarticulado el sistema hipotecario
y ha desviado hacia fines distintos de los propios los recursos de las
mutuales.
El Gobierno se propone establecer un nuevo
régimen hipotecario para las clases económicamente débiles y llevará adelante
un amplio plan de construcciones que se adjudicarán en base al nuevo sistema,
favoreciendo a las familias que no sean poseedoras de bienes raíces. Para los
estratos menos pudientes que construyen por acción popular en los pueblos jóvenes,
se ha previsto implantar un banco de materiales que les permitirá adquirir, en
base a créditos blandos y plazos razonables, los elementos indispensables para
construir sus propias viviendas o rehabilitar las existentes. De esa manera no
sólo se conseguirá aliviar el problema de la falta de techo sino proteger, en
alguna medida, a los sectores más severamente afectados por la inflación.
2) La creación y distribución de la riqueza
El país cuenta con un apreciable caudal de
recursos naturales y es exportador tradicional en más de una docena de rubros
de intensa demanda mundial. Ante tal realidad resultaría inexplicable la
situación por la que atraviesa si no fueran claras causas de la inflación el
derroche de los fondos públicos en gastos generalmente improductivos,
realizados al amparo de una prensa controlada y de la perniciosa carencia de
fiscalización.
En ese clima, además de incontrolado
dispendio, se ha incurrido en un endeudamiento excesivo para inversiones no
recuperables o de remota rentabilidad. Ha, ello se debe la pauperización del
pueblo cuyos haberes nunca se reajustaron en adecuada proporción al alza del
costo de vida. Se reinicia, afortunadamente, el debate esclarecedor y
fiscalizador. El Presupuesto de la nación volverá a ser un documento cuidadosamente
analizado por los Representantes del pueblo y, cada año, la Cuenta General de
la República se someterá a su riguroso control en el clima de irrestricta
libertad de prensa que imperará al ponerse término al despojo que sufrieron los
propietarios de diarios y emisoras de difusión nacional.
No se nos oculta que la recuperación ha de ser
penosa, demandando conscientes sacrificios al pueblo y un profundo sentido de
responsabilidad al Gobierno. La meta a proseguirse no puede ser otra que la
adecuación de los haberes al costo de vida y, logrado ese objetivo, el retorno
a la estabilidad, proceso que ha de requerir de un período de duros reajustes.
Después de un largo proceso de reforma agraria
el país se ha convencido de que el problema de la producción no se resuelve con
el simple cambio de tenencia sino con la ampliación de la frontera agrícola y
el aumento de la productividad. La experiencia adquirida en el departamento de
San Martín nos demuestra que en la vertiente oriental de los Andes se encuentran
las tierras de colonización más económicas y de rendimiento más rápido.
No por resultar con un costo unitario elevado,
deben descartarse las grandes obras de irrigación en la costa, sobre todo
cuando están acompañadas de la generación de energía. Pese a su alto costo y a
las remotas posibilidades de recuperación del capital invertido, la irrigación
de Majes no debe detenerse encontrándose avanzada su infraestructura de canales
y túneles. La inclusión de la central hidroeléctrica puede equilibrar la inversión
cuya rentabilidad, sin ella, resultaría exigua.
El proyecto de Olmos es, evidentemente, de
preferente prioridad. Los de Chao y Virú, la derivación del Pampas y el Plan
Puyango-Tumbes, que poseen favorables estudios de factibilidad, se sustentan en
legislación que puede y debe ser actualizada. Precisa poner atención en obras
de pequeña y mediana envergadura, que resolvería a corto plazo, apremiantes
problemas de riego en costa y sierra. La severa sequía del norte, hace
aconsejable la perforación de pozos tubulares en basta escala en la región de
Olmos.
El sistema de Cooperación Popular,
restablecido con redoblado ímpetu, debe resolver problemas de canalización y
pequeños represamientos a ejecutarse de inmediato con la misma eficacia
empleada por la fructífera tradición andina en los campos de la vialidad
vecinal, la educación, la higiene y la energía.
Un plan de fomento a la producción alimentaria
tendrá la ventaja adicional de dar empleo a los campesinos sin tierra que han
de ser requeridos para su implementación.
La inmensa riqueza ictiológica del Perú ha
sufrido una lamentable depredación, rompiéndose el equilibrio biológico por la
pesca excesiva e incontrolada, a partir de 1969. Proliferan los barcos
arrastreros de bandera extranjera.
Debe hacerse una evaluación exhaustiva del
funcionamiento de las empresas y organismos públicos para determinar su
eficacia y rentabilidad, manteniéndose como tales a los que acrediten su
competencia.
Hay que impulsar decididamente la pesca
artesanal que puede contribuir apreciablemente a resolver la crisis
nutricional, dándose las facilidades necesarias para la conservación y
distribución del producto. Este suministro importante de proteínas debe
efectuarse en condiciones asequibles a las clases menos favorecidas por la
fortuna.
En los últimos años, el Perú se ha
autoabastecido de petróleo convirtiéndose en exportador de hidrocarburos en
proporción moderada. Lo que inicialmente se consideró un éxito, el llamado
"Modelo Peruano" en la adjudicación de contratos de operación,
resultó ser una fórmula perjudicial a los intereses del país como lo ha probado
el hecho de haberse revisado, con ventaja, los términos de adjudicación. Se han
concertado los nuevos contratos que encontraremos en operación y nos proponemos
dar los pasos necesarios para que, en equitativa competencia, puedan iniciarse
explotaciones adicionales.
Siendo el petróleo una riqueza agotable es
necesario explorar otras fuentes de energía permanente. La hidroelectricidad,
recurso abundante de nuestro territorio, tendrá un rol preponderante como
fuente alternativa de energía, sin que por ello se deje de considerar las
fuentes geotérmicas y la energía solar. Veamos, comparativamente, cuál es la
situación energética en el Perú.
El potencial hidroeléctrico disponible en el
país es de sesenta millones de kilovatios, de los cuales el 3% se utiliza
actualmente para generar el millón ochocientos mil kilovatios instalados. Con
el potencial existente se podría generar una energía equivalente a doscientos cuarenta
mil millones de kilovatios hora en un año. Si esta energía anual, en vez de ser
generada usando el agua –que es recurso renovable- tuviese que ser producida
con petróleo, se requeriría un consumo anual de quinientos millones de
barriles, que es el equivalente a más de diez veces la actual producción de
petróleo del Perú y a las dos terceras partes de nuestras reservas.
Esta realidad nos lleva a la conclusión de que
el país debe tomar importantes decisiones en el campo hidroeléctrico. Fuera de
las centrales ya estudiadas en la costa, algunas de las cuales se encuentran en
su etapa de preparatoria, es necesario analizar los trabajos realizados por
misiones extranjeras. Técnicos alemanes, que han efectuado un estudio integral,
se inclinan por la construcción de una represa en el río Ene que generaría dos
millones trescientos mil kilovatios, formando un inmenso lago central, en pleno
corazón del país, no lejos del Mantaro, de unos cientos sesenta y cinco
kilómetros de largo, a una altitud de quinientos treinta metros. Fuera de la
abundante generación de energía, el lago central ofrecería atrayentes
posibilidades para el turismo, la industria pesquera y los nuevos asentamientos
humanos. Como su construcción demandaría siete años y la inversión sería considerable,
aunque de amplio rendimiento, creemos que el proyecto debe someterse a un
exhaustivo debate en las esferas profesionales y en el ámbito parlamentario.
Pondremos el mayor interés en la minería donde
está la clave de nuestra recuperación económica, con la obtención de divisas
que nos permitirán hacer frente al excesivo endeudamiento externo. Nos
proponemos mantener, en manos del Estado, con la anuencia del Congreso,
aquellas empresas cuya operación sea satisfactoria y estimular la pequeña y
mediana minería. Revisaremos las normas de comercialización de minerales para
agilizarlos haciendo posible la rápida cancelación de obligaciones.
El amplio plan de desarrollo minero no podrá
cumplirse exclusivamente con capitales locales. Será necesario y conveniente atraer
inversiones foráneas con el debido resguardo de los intereses nacionales.
La red vial del país es notoriamente
insuficiente en su extensión, siendo inadecuadas sus características en la
mayor parte de su recorrido y muy deficiente su mantenimiento. Urge extenderla
y mejorarla para que el alto costo de los combustibles, en la actual crisis
energética, pueda compensarse con menores gastos en repuestos y pérdidas de
tiempo que perjudican a los transportistas y elevan los fletes. Un amplio
programa de rehabilitación y asfaltado debe emprenderse en breve.
La Carretera Panamericana con las nuevas
características que le dimos entre Lima y Chilca debe extenderse a Chimbote e
Ica, con una primera etapa que la llevará a Huacho y Cañete. Se pavimentarán
las principales vías de penetración, y, habiéndose rehabilitado la Carretera
Central hasta la Oroya, se prolongará el asfalto hasta la selva de Satipo. Obra
fundamental será la ampliación de la región alimentaría de. Lima, entre
Mazamari y el río Tambo y de Villarrica, por la trocha actualmente en
construcción hacia Puerto Bermúdez, hasta empalmar con la carretera a Pucallpa
entre las localidades de Neshuya y San Alejandro. Esta obra incorporará las
mejores tierras aptas para la ganadería, las industrias forestales y la
agroindustria, situadas a pocas horas de la capital y acortará en 100
kilómetros la distancia a Pucallpa. Nos proponemos llevar adelante un profundo
estudio de colonización con promisorios asentamientos humanos a lo largo de 300
kilómetros. Por el lado sur, este desarrollo resultaría vecino de la propuesta
represa del Ene y del futuro Lago Central; por el lado norte, quedaría cercano
a los probados depósitos de gas del Aguaytía. Excelentes condiciones ecológicas
y climáticas, a una altitud ideal, estarían complementadas por el abundante
potencial energético. Ambos tramos corresponden al trazo central de la
Carretera Marginal en el estudio de la firma Tams.
Con la construcción del puente de Punta
Arenas, que mandaremos tender sobre el río Huallaga, quedará expedito el paso
entre Tingo María, Tarapoto, Jaén y San Ignacio, cerca de la frontera con el
Ecuador, es decir, todo el tramo norte de la Marginal de la Selva.
Deberán realizarse estudios definitivos para
interconectar nuestra vialidad con el Sistema Transamazónico-perimetral del
Brasil y construirse la carretera de 110 a Desaguadero que se extenderá a La
Paz.
En
mi anterior administración quedaron interconectadas las provincias andinas.
Esperamos que en la que hoy se inicia, contando con la colaboración de los
pueblos, pueda emprenderse un plan de vialidad distrital que saque a capitales
y anexos de su aislamiento.
Terminada la ampliación del Puerto Fluvial de
Iquitos nos corresponderá construir los de Pucallpa y Yurimaguas, dotando de
facilidades a varios otros puntos de nuestra red fluvial.
El plan de aeropuertos, que incluye los del
corredor amazónico y el internacional del Cuzco, comprenderá, además, un
sistema moderno de ayudas a la navegación, así como la pavimentación de pistas
existentes para permitir su uso por aviones a retropropulsión.
Se llevará adelante la modernización y
extensión del sistema nacional de telecomunicaciones para que sus beneficios
alcancen a la mayor parte de los pueblos. Se comprenderá la tarea de subsanar
las graves deficiencias que se observan en los servicios telefónicos de Lima y
algunas ciudades importantes.
Nos proponemos impulsar a la actividad
industrial practicando el lema "Trabajar y dejar trabajar". Un tenaz
esfuerzo en pro de la simplificación de trámites eliminará los engorrosos
obstáculos que detienen el desarrollo en distintos campos.
Es nuestro propósito crear incentivos
favoreciendo a las industrias que aumenten su personal y a las que sin trabajar
ahora a plena capacidad, redoblen esfuerzos para operar a turnos completos.
Se estudiará la localización industrial para
desarrollar nuevas regiones y crear parques industriales y artesanales como los
que construimos en Arequipa, que reediten el consagratorio éxito logrado en esa
misma ciudad, en concordancia con el futuro abastecimiento de energía y otras
facilidades.
La pequeña empresa y la artesanía que, por
practicar tecnologías intermedias, sólo requieren una moderada inversión por
puesto de trabajo, serán decididamente estimuladas.
Daremos especial atención a la industria
integral de la madera que puede constituirse en uno de nuestros principales rubros
de exportación, promoviendo la construcción y la industria de muebles. Las
oportunidades que se presentarán en la Selva, a lo largo de la vialidad
colonizadora, e reservan al Perú un destacado rol en ese campo en el que puede
anticiparse la eficaz colaboración de los grandes países madereros.
La electrificación que se está extendiendo en
la Costa y sus facilidades portuarias permitirán la implantación de nuevas
industrias, para satisfacer necesidades del mercado interno e impulsar la
exportación no tradicional. Donde se requiera la participación estatal se
tratará de aliviar la carga al erario público con la creación de empresas
mixtas.
Se dará un considerable impulso al turismo y a
la consiguiente actividad hotelera que debe seguir gozando de las facilidades
implantadas en el régimen constitucional anterior.
La planificación nacional perfeccionada y
ampliada coordinará todas las actividades económicas.
3) El
Perú y el mundo
Primera prioridad en nuestra política
internacional será el fortalecimiento de nuestras relaciones con los países
hermanos, dentro del ámbito hemisférico donde los Estados Unidos y el Canadá,
centros cercanos de adelanto científico y tecnológico y vigorosos mercados,
desempeñan importante papel.
Nos interesa contribuir al perfeccionamiento
del Grupo Andino para que, con la mayor eficiencia, cumpla los plazos y metas
fijados para la progresiva integración de las naciones participantes, como paso
previo a una conjunción latinoamericana más amplia. Después de más de una
década de experiencia procederá hacer una evaluación de aciertos y errores para
subsanar las frustraciones donde se encuentren.
Juzgamos que el desarrollo del continente debe
enfocarse en forma global: Grupo Andino, Región Amazónica y Cuenca del Plata
constituyen grandiosos proyectos de desarrollo que deben avanzar
coordinadamente. La carretera Marginal de la Selva, completada en un 55%,
constituirá el nexo entre los tres.
La interconexión hidrovial de Sudamérica, la
armonización de una política de asentamientos humanos, el desarrollo energético
y la futura interconexión eléctrica son temas a abordarse con amplia visión
continental. Un plan de coordinación en el campo de la aeronáutica debe
estimular nuestros contactos binacionales y multinacionales. El sistema de comunicación
por satélite aplicado a la educación y a la salud pública debe ser preocupación
de todas nuestras naciones y, especialmente de aquellas que están unidas por el
idioma. La detectación de nuestros recursos naturales por la percepción remota,
perfeccionada y ampliada día a día, debe acelerar el desarrollo orientando los
asentamientos humanos y facilitando la preservación de zonas amenazadas por
depredaciones y contaminación ambiental.
Este común esfuerzo por el desarrollo ha de
estrechar a tal punto los vínculos continentales que todo amago de
desavenencia, se despejará ante la magnitud y los beneficios de la acción
integradora.
El Perú continuará manteniendo cordiales
relaciones con todos los países, sin inmiscuirse en diferencias ideológicas,
confirmando su veraz identificación como nación no alineada, que comparte
hondamente las preocupaciones y anhelos de los países del Tercer Mundo.
4) La
paz externa e interna
La Constitución que ha entrado en vigencia le
asigna al Presidente de la República la Jefatura Suprema de las Fuerzas
Armadas. Asumo tan alta y delicada misión con pleno sentido de responsabilidad
y con el debido respeto a los Institutos que tienen la sagrada misión de
salvaguardar la soberanía nacional. Tan alta atribución no se concede al Jefe
del Estado, para que la ejerza sin la más calificada asesoría profesional de
sus colaboradores y subordinados del Ejército, la Marina, la Aviación y las
Fuerzas Policiales. La persona del mandatario, que encarna a la nación,
simboliza la unidad de esos institutos y asegura su orden jerárquico. La nueva
Constitución es en ese aspecto mucho más explícita que la anterior, por la cual
el Presidente sólo podía asumir la Jefatura Suprema de las Fuerzas Armadas
delegando interinamente el Gobierno. Ante esta realidad, hago un patriótico
llamado a todos los sectores castrenses para facilitar tan compleja tarea,
manteniendo en sus filas las normas de honor, eficiencia y disciplina que
permitirán a mis colaboradores asesorarme con serenidad y acierto para hacer plena
justicia a la trascendental misión que constitucionalmente me corresponde.
He tenido oportunidad de comprobar el
perfeccionamiento que han alcanzado estos institutos y su buena preparación
para la defensa nacional. Inspecciones realizadas recientemente en dependencia
del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea han resultado muy alentadoras tanto
por el alto espíritu y preparación del personal cuanto por la calidad del
equipamiento. Comprendemos claramente el deber que nos corresponde para velar
por el mantenimiento y evolución de nuestros recursos militares en estricta
armonía con los requerimientos de la seguridad nacional. Y apreciamos
debidamente la participación de la Fuerza Armada en el desarrollo económico del
país y su fructífero y tenaz esfuerzo en el campo de la acción cívica.
El advenimiento de un gobierno democrático
coloca a las Fuerzas Policiales dentro de los límites de su auténtico radio de
acción, es decir, de la legítima preservación del orden público. Hemos venido a
servir y no a servirnos del pueblo peruano. Por ello es necesario que la
ciudadanía colabore activamente a la preservación del orden público, rechazando
su alteración al tener siempre presente que las mayorías nacionales se han
expresado inequívocamente a favor del sistema democrático de gobierno. La
defensa abnegada, sagaz y no exenta de riesgos de ese sistema enaltecerá a la
Benemérita Guardia civil, Policía de Investigaciones y Guardia Republicana que
recibirán el máximo respaldo de nuestra administración, demandándoles solamente
el legítimo cumplimiento del deber.
Palabras finales
No puede ocultarse que para llevar adelante
los planes que he esbozado, el país debe gozar de la más completa paz laboral.
Hago un llamado a los trabajadores para que presten su patriótica colaboración
en este empeño, conscientes de que nuestro objetivo fundamental es elevar la
calidad de vida del pueblo peruano y reparar, en lo que esté a nuestro alcance,
las injusticias sociales de que es víctima.
Esta exhortación es la misma que hacemos a los
empresarios, para que, al amparo de la garantía que significa la nueva
Constitución para sus esfuerzos de inversión, correspondan a la colaboración
que pedimos y que esperamos de los
trabajadores, brindándoles los beneficios que les correspondan de la común
tarea de productiva. Sólo así se reemplazará el enfrentamiento estéril por el diálogo
fructífero, indispensable para la recuperación nacional.
Una delicada responsabilidad recae sobre los
empleados públicos cuya precaria condición económica, que nos preocupa
hondamente, trataremos de mejorar. Ellos comparten con nosotros las tareas de
la administración nacional lo que nos obliga mutuamente a realizar un esfuerzo
tenaz y abnegado en servicio de la colectividad.
Para que esa tarea solidaria pueda cumplirse
con toda eficacia, una de las primeras medidas del Gobierno será proponer al Congreso
la legislación que conjugue las responsabilidades de los servicios públicos,
con la vigencia plena de los derechos que la Constitución les otorga, para la
mejor representación y defensa de sus intereses como trabajadores.
¿Que ofrecemos a cambio de la paz social que
reclamamos? Concretamente un plan de empleo masivo que se iniciará sin
tardanza; un reajuste provisional de haberes y una política definitiva .de
sueldos y salarios que se adecue verazmente al costo de vida, en plazo
razonable, en cuanto se salve la actual emergencia, que será tanto más breve
cuanta mayor tranquilidad reine en el país. Borraremos de la administración
pública del trabajo todo rasgo de autoritarismo para darle un estilo de acción
y gestión tripartita, en que el Estado convocará al diálogo, que no sólo
estimamos posible sino indispensable. Y hemos esbozado ya nuestros amplios
planes para impulsar la construcción de viviendas de interés social que
beneficiará, sino a todos, por lo menos a un apreciable porcentaje de empleados
y obreros, brindándoles oportunidad de acceso a la pequeña propiedad.
Velaremos, además, decididamente por una adecuada participación de los
trabajadores en los frutos logrados por su esfuerzo.
Pero, sobre todo, ofrecemos promover un
ambiente de paz en las relaciones laborales, solicitando al Congreso la
amnistía de los hechos derivados de conflictos de trabajo donde no se hayan
producido víctimas, pero que han originado procesos penales, a fin de poner en
libertad a quienes se encontraban privados de ella, quedando las personas
implicadas en esos procedimientos en aptitud de trabajar nuevamente. Asimismo,
también solicitaremos al Congreso levantar las medidas restrictivas en materia
laboral que no se concilien con la Constitución del Estado, cesando las situaciones
que subsistieran y que reflejaran tal incompatibilidad.
Al asumir el mando supremo de la República
reafirmo los ideales y propósitos que me han hecho incursionar en la vida
política y que se resumen en una sola palabra servir. Debo la más profunda
gratitud a mis correligionarios de Acción Popular que han batallado por nuestra
victoria y, especialmente, a los jóvenes que cayeron con gallardía en la lucha,
a los ciudadanos independientes que nos han honrado con su apoyo nos sentimos
también obligados, como lo estamos al Partido Popular Cristiano por haber
acudido, después de la contienda, a nuestro llamado a la colaboración. Pero,
terminado el proceso electoral y haciendo justicia a su idealismo, declaramos
que nos sentimos estrechamente unidos a todos nuestros compatriotas, por encima
de divergencias ideológicas y partidarias, anhelando fervientemente que al
término de nuestra gestión –que no ha de estar exenta de humanos errores- ellos
puedan sentir, en la intimidad de sus conciencias, que habremos servido al país
con desinterés y patriotismo.
El impulso mágico de nuestros pueblos, su
decisión de trabajo por el bien común, nos lleva a empezar esta administración
sin que nos detenga la magnitud de la tarea que nos ha sido confiada. Para
soportar el peso de nuestras grandes responsabilidades, débiles serían nuestros
hombros si una pléyade de peruanos de buena voluntad no acercaran los suyos
para aligerar la carga y permitirnos conducir rectamente al país por el cauce
de la ley. Por ese luminoso sendero, con la ilustrada orientación del Congreso
Nacional, podemos alcanzar el alto destino que la historia reserva a los
pueblos donde reina la fraternidad e impera el patriotismo.
Permítaseme ahora un breve mensaje a los
pueblos del Perú, porque en este Hemiciclo todos sentimos el calor del sol
serrano, el aroma de la selva, la belleza del arenal. A los pueblos que nos han
traído al Parlamento y al Gobierno, yo quiero dar un breve mensaje que ustedes
me han de perdonar si algo tiene de jactancioso. Yo digo a todos los pueblos
del Perú, en síntesis al pueblo hidalgo del Perú: ¡Este pecho, es tu pecho!
¡Esta banda, es tu banda!
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