ORACIÓN
PARA EL SEXTO DÍA
¡Oh María, volcán incomparable del divino amor! Sol resplandeciente á quien no pudieron quitar el lucimiento las oscuras nubes de la imperfección! Luna llena de claridad, cuya grandeza fue dimanada con inmediación del Divino Sol! Luz de ciegos, como se vio en una mujer llamada Clara; que habiendo perdido la vista, y aplicándose multitud de remedios sin provecho alguno, te ofreció en compañía de su marido una Novena en tu Santuario; luego que pronunció la promesa, dijo que veía la mano de la Santísima Virgen María, creyeron los que oían la restitución de la vista, pero dudando que fuese la mano de la Purísima Virgen la que decía miraba esta mujer, le ponían otra mano delante, y entonces respondía no era aquella la de María, y así siempre se ratificó en que clara y distintamente había visto la forma de la mano poderosa de su bienhechora y Reyna, y cumpliendo su promesa, te fue á visitar en compañía del marido, publicando el beneficio recibido de la mano, Yo me hallo ciego dando de escollo en escollo, tropezando con mis errores, dadme tu mano para que siendo le que es justo y recto solo aspire á la perfección de mi estado, así lograré alabar á mi Dios eternamente en su gloria. Amén.
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